Tradiciones Ancestrales y su Rol en la Salud Materno-Infantil: Un Estudio de las Prácticas Culturales en Ecuador

Resumen

La presente investigación examina el impacto de las prácticas culturales vinculadas al embarazo y al parto en Ecuador, un país caracterizado por una marcada diversidad étnica y cultural. Dichas prácticas, profundamente enraizadas en poblaciones indígenas, mestizas y afrodescendientes, se han preservado a través del tiempo y continúan influyendo en la salud materna y neonatal, tanto en el ámbito de la medicina ancestral como dentro de los servicios de salud contemporáneos.

Se aplicó una metodología basada en la revisión exhaustiva de literatura reciente, integrando información proveniente de bases científicas (SciELO, PubMed, Cochrane Library) correspondiente a los últimos cinco años. Los resultados evidencian la existencia de prácticas heterogéneas según las regiones del país: en la Sierra andina persisten técnicas como la acomodación, el manteo, la frotación y la utilización de plantas medicinales; en la región Costera destacan las infusiones herbales, los masajes y determinadas creencias dietéticas; mientras que en la Amazonía sobresalen las posiciones verticales para el trabajo de parto y la participación activa de parteras tradicionales.

Los hallazgos indican que estas prácticas contribuyen a elevar la satisfacción y el bienestar de las gestantes; no obstante, también pueden generar riesgos cuando no se articulan adecuadamente con los enfoques biomédicos, particularmente en relación con complicaciones posparto y afecciones respiratorias en recién nacidos. El estudio plantea que la incorporación de prácticas culturales seguras dentro del sistema público de salud ecuatoriano podría optimizar los resultados maternos, a la vez que se respeta la pluralidad de saberes presentes en el territorio. Aunque varias de estas prácticas carecen aún de validación científica, mantienen un valor significativo para muchas mujeres al ofrecerles un sentido de autonomía, identidad y continuidad cultural.

Finalmente, se recomienda avanzar hacia políticas inclusivas, fortalecer las competencias interculturales del personal de salud y promover una colaboración activa con actores de la medicina ancestral. Este enfoque busca armonizar el respeto por la herencia cultural del país con la garantía de una atención materna y neonatal segura, integral y culturalmente pertinente.