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Tiempo de exposici�n a pantallas en poblaci�n pedi�trica. Una revisi�n bibliogr�fica����

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Screen exposure time in pediatric population. A bibliographic review

 

Tempo de exposi��o da tela na popula��o pedi�trica. Uma revis�o bibliogr�fica

 

Cecilia Alejandra Garc�a-R�osI

cecilia.garcia@espoch.edu.ec��

https://orcid.org/0000-0001-5179-0303

 

Vielka Nathaly Yenchong-MezaII

vielkis10@hotmail.com

https://orcid.org/0000-0003-3008-886X

 

Diego Hern�n Miranda-Barros III

diegomirandb@icloud.com

https://orcid.org/0000-0003-2116-5069

 

Correspondencia: cecilia.garcia@espoch.edu.ec��

 

Ciencias de la Salud

Art�culo de revisi�n

 

 

*Recibido: 30 de septiembre de 2020 *Aceptado: 29 de octubre de 2020 * Publicado: 25 de noviembre de 2020

 

        I.            M�dica Cirujana, Especialista en Pediatr�a, Docente Investigador, Escuela Superior Polit�cnica de Chimborazo, Riobamba, Ecuador.

      II.            �M�dica Cirujana, Especialista en Pediatr�a, Hospital IESS Quito Sur, Quito, Ecuador.

   III.            M�dico General, Especialista en Pediatr�a, Docente Escuela Superior Polit�cnica de Chimborazo, Hospital Publio Escobar, Riobamba, Ecuador


Resumen

Las nuevas tecnolog�as al alcance de los ni�os y j�venes desde su nacimiento ofrecen no solo nuevas posibilidades de acceso a la informaci�n y comunicaci�n, sino tambi�n nuevos paradigmas de relaci�n en el contexto social, a trav�s de la modificaci�n y generaci�n de nuevas habilidades socioafectivas. Es importante conocer de qu� manera las formas de socializaci�n se han transformado a partir del uso de la tecnolog�a. Por lo tanto, en este estudio se da a conocer b�sicamente el tiempo de exposici�n a pantallas electr�nicas de ni�os en edad preescolar, las diversas funciones que hacen de este dispositivo y el impacto que pueden producir.

Palabras clave: ni�os; pantallas; tiempo; tecnolog�a.

 

Abstract

The new technologies available to children and young people from birth offer not only new possibilities of access to information and communication, but also new paradigms of relationship in the social context, through the modification and generation of new socio-affective skills. It is important to know how the forms of socialization have been transformed through the use of technology. Therefore, this study basically reveals the time of exposure to electronic screens of preschool children, the various functions that make this device and the impact they can produce.

Keywords: children; screens; time; technology.

 

Resumo

As novas tecnologias � disposi��o das crian�as e jovens desde o nascimento oferecem n�o s� novas possibilidades de acesso � informa��o e comunica��o, mas tamb�m novos paradigmas de relacionamento no contexto social, atrav�s da modifica��o e gera��o de novas compet�ncias socioafetivas. � importante saber como as formas de socializa��o se transformaram com o uso da tecnologia. Portanto, este estudo revela basicamente o tempo de exposi��o a telas eletr�nicas de crian�as pr�-escolares, as diversas fun��es que comp�em esse dispositivo e o impacto que elas podem produzir.

Palavras-chave: crian�as; telas; tempo; tecnologia.

 

 

 

Introducci�n

Hace no muchos a�os, el acceso a un aparato electr�nico con pantalla era m�s limitado. En las familias se pod�a encontrar una o varias televisiones que brindaban entretenimientos a adultos y ni�os. Actualmente, a causa de un desarrollo tecnol�gico acelerado, en los hogares se pueden hallar algunos artefactos con pantalla que han llevado a muchas personas a invertir mucho tiempo frente a estos dispositivos.

En los siguientes ac�pites se desarrollar�n dos temas principales: los diferentes tipos de pantalla en relaci�n con el dispositivo electr�nico del cual es parte y las actividades asociadas al uso de dispositivos con pantallas.

 

Metodolog�a

Esta revisi�n bibliogr�fica iniciar� desde lo m�s simple, es decir, desde la definici�n misma del concepto �pantalla� ense�ado en el Diccionario de la Real Academia Espa�ola de la Lengua. Seg�n este libro, una pantalla es �parte de un televisor, del monitor de un ordenador o de otros aparatos electr�nicos que permite visualizar im�genes o caracteres�. Su definici�n plantea tres ideas: la primera, una pantalla es un aparato exclusivamente electr�nico; la segunda, es a trav�s de que se pueden visualizar im�genes; y por �ltimo, es parte de un todo.

Por otro lado, algunos autores, como la chilena Pamela Gatica Ram�rez (marzo, 2018), afirman que si una pantalla, al tener la posibilidad de armar y rearmar �signos en la imagen� y este movimiento causar �sensorialidad�, entonces puede considerarse como un artefacto por s� mismo, es decir, una pantalla deber�a ser catalogado como un dispositivo que sirve de interfaz.

Con estos dos enfoques anteriores se puede proponer una clasificaci�n. Se pueden distinguir dos formas de pantallas. Su diferencia radica en la tecnolog�a que utilizan para formar las im�genes: unas son las pantallas de tubos de rayos cat�dicos (CRT, cathode ray tube), las segundas son las pantallas planas (FPD, flat panel displays) donde se encuentran las pantallas LCD y de plasma.

 

Desarrollo

Como se mencion� antes, hoy por hoy, existen algunos aparatos electr�nicos que poseen una pantalla como elemento esencial de su estructura; por ejemplo, el televisor, smartphone, tablet, computador y consola de videojuegos. De ellos, los dispositivos m�s usados en relaci�n a la edad de los chicos son el computador, en cuanto al �mbito educativo, mientras que la televisi�n, las tablet y consolas de videojuegos, se hallan fuera del contexto escolar. Los smarphones son dispositivos que muchas veces se usan a lo largo del d�a y en ambos contextos.

Consola de videojuegos

Si bien los videojuegos por s� mismos no constituyen una pantalla, su uso las necesita, por ende, estos dispositivos han sido objeto de estudio. Las investigaciones realizadas se han centrado, en su mayor�a, en los beneficios pedag�gicos que pudieran generar en sus consumidores. Por ejemplo, investigadores como (Green & Bavelier, 2003), en un art�culo titulado �Action video game modifies visual�, escrito para la revista Nature, afirman que el uso de videojuegos mejora �reas acad�micas.

Por su parte, los profesores de la Universidad Aut�noma de Barcelona, M. del Mar Badia, Merc� Clariana Muntada, Concepci�n Gotzens Busquets y otros (2015), en un art�culo titulado �Videojuegos, televisi�n y rendimiento acad�mico en alumnos de primaria� publicado en la Revista de medios y educaci�n, sugieren que determinadas habilidades como el resolver problemas o la capacidad de reacci�n mejoran en quienes utilizan videojuegos.

Posiblemente estos beneficios de los que se hablan se producen por cuanto en la interacci�n ni�o-videojuego, el ni�o interact�a con el protagonista del juego, no es solo un espectador; en segundo lugar, el videojuego obtiene la completa atenci�n del ni�o produciendo un refuerzo positivo en cada acci�n ejecutada; por �ltimo, a partir de lo anterior, si se presenta una conducta violenta, esta ser� aprendida f�cilmente al igual que una conducta positiva. Este, por lo menos, es el criterio de la pediatra chilena y neur�loga infantil Valeria Rojas en su art�culo para la Revista Chilena de Pediatr�a: �Influencia de la televisi�n y videojuegos en el aprendizaje y conducta infanto-juvenil�. Hay que �tener en cuenta que el desarrollo neurol�gico y emocional del ni�o es distinto del adulto. La maduraci�n cerebral finaliza alrededor de los 18 a 20 a�os (�) En ni�os menores de 5 a�os existe una marcada capacidad de fantas�a y perciben las im�genes como reales y verdaderas�. (Rojas, 2008).

Televisi�n

La televisi�n, al contrario de los videojuegos, tiene la fama de causar una influencia negativa, ya sea porque gran parte de su contenido no produce interacci�n directa o por la inmovilidad que implica su atenci�n. Sin embargo, esto suele depender del uso o utilidad que se la d� en cada familia y del tiempo y contenido de exposici�n. Autores como Daniel Peir�, Jorge Correa y Robinson Ram�rez (2015) afirman que mientras no se sustituyan las experiencias directas o la interacci�n social como resultado del acceso a la televisi�n, esta no tiene por qu� ser considerada como negativa.

En esta misma l�nea se halla Patricia Nigro (2008), especialista en Ciencias del Lenguaje y profesora en la Universal Austral de Argentina, quien propone que al estar cruzados todos los pensamientos de los ni�os con un mundo m�gico, �la televisi�n se convierte en un objeto de valor omnipotente y omnipresente. Este rasgo, que es propio de la infancia en sus primeros a�os, se ve realimentado y prolongado por las caracter�sticas tecnol�gicas y de contenido del medio, que nutre la fantas�a y la visi�n m�gica. As�, es un ser ben�volo, cari�oso, pleno de poderes, capaz de hacer el bien y de combatir el mal�. (Nigro, 2008). Por ello, es importante insistir en la necesidad de considerar a la televisi�n como un socio-cognitivo que ayuda a padres y maestros a ense�ar y aprender. Obviamente esto a partir de la necesidad de ejercer autonom�a y control, es decir, poder decidir qu� ver, cu�ndo y c�mo. Por ello, es responsabilidad de los padres controlar el tiempo que sus hijos pasan frente a un televisor.

�Tablet

No existen muchos estudios acerca del uso de este dispositivo; sin embargo, lo que se conoce es que en pa�ses como los Estados Unidos, �hasta el a�o 2014, m�s de un 50% de hogares con ni�os de entre 2 y 12 a�os contaban con una tablet a su disposici�n�. As�, por lo menos lo afirma Miguel �ngel Nogueira y Cristina Ceinos Sanz en su art�culo �Influencia de la tablet en el desarrollo infantil: perspectivas y recomendaciones a tener en cuenta en la orientaci�n familiar� (2015). Con relaci�n a Europa, estos autores indican que �1 de cada 3 ni�os tiene acceso [a una Tablet], prefiriendo su uso incluso por sobre la televisi�n�. Este uso de la Tablet har�a pensar de los beneficios de incluir el uso de este dispositivo en contextos escolares como m�todo que fomente la exploraci�n y le permita descubrir sus capacidades al ni�o.

Celular

En esta era, el desarrollo del celular se ha convertido en un ejemplo patente de la revoluci�n tecnol�gica que vivimos. Gracias a la portabilidad de uso que brindan los celulares, convertidos hoy en tel�fonos inteligentes (smartphones), hoy por hoy, son uno de los aparatos que m�s �xito de ventas tiene en el mundo.

En Ecuador, para el 2017, se calculaba que el n�mero de personas con tel�fono celular activo era de 56%, seis m�s que lo registrado en 2012. �As� se explica en el Estudio Tecnolog�as de la Informaci�n y Comunicaciones (TIC�s) de diciembre pasado del Instituto Nacional de Estad�stica y Censos (INEC).� (Heredia, 2017). Con un crecimiento igual, se considerar�a que para el 2022, 61 de cada 100 ecuatorianos har� uso de estos aparatos electr�nicos.

Entre los ni�os, los smartphone se han vuelto m�s comunes. Se estima que su uso entre esta poblaci�n se incrementa a medida que aumenta la edad, �as� se encontr� que cerca de un 11% de los ni�os y ni�as de cinco a�os, tiene un celular funcionando y que usan de manera regular, n�meros que van cambiando a medida que pasan los a�os, aumentando a 30% a los ocho a�os, 50% a los 10 a�os, 71% a los 12 a�os y alcanzando un 90% cerca de los 15 a�os� (Heredia, 2017)

Computador

De acuerdo a un estudio del Instituto Nacional de Estad�sticas y Censos (INEC) sobre el uso de tecnolog�as de la informaci�n y comunicaci�n en 2019, se evidencia que en el pa�s existe desigualdad tanto en el acceso a recursos tecnol�gicos como a servicios. Como ejemplo se estableci� que aproximadamente un 26% de los hogares ecuatorianos poseen un computador en casa, entre PCs y Laptops.

Adem�s, seg�n este mismo estudio, �se dice que el uso de las computadoras durante 2019 se redujo 9% a escala nacional, siendo los j�venes de entre 16 y 24 a�os de edad, quienes m�s las utilizan [67,70%].� (Primicias, 2020). Los chicos entre los 5 y 15 a�os de edad son un grupo que utiliza este dispositivo en un 46,30%.

 

Actividades asociadas al uso de dispositivos con pantallas

Tiempo de exposici�n a pantallas electr�nicas

Las investigadoras Lori Takeuchi, Jennifer Kotler y otros, en un art�culo suyo denominado �Always connected: The new digital media habits of young children�, publicado en 2011, establecen que haciendo una retrospectiva desde los a�os treinta hasta la actualidad, en los Estados Unidos el aumento de tiempo que se destina a pasar junto a un dispositivo electr�nico va en crecimiento geom�trico. En efecto, para los a�os 30, ni�os y adolescentes destinaban a la radio y al cine cerca de 10 horas a la semana, mientras que aquellos que asist�an a la escuela en los a�os setenta usaban la TV 2,3 horas en promedio al d�a. Al llegar los a�os noventa, los ni�os visualizaban pantallas durante 7,5 horas en promedio al d�a y ya al inicio de los a�os 2000 el total de horas aument� a 10,45 por d�a, por ende, el tiempo dedicado a estos medios por parte de los j�venes ha ido aumentando hist�ricamente. (Takeuchi & et al., 2011, p�g. 8).

A este respecto, la Academia Americana de Pediatr�a recomienda desarrollar h�bitos infantiles adecuados respecto al uso dispositivos electr�nicos. Destaca que en ni�os menores de 18 meses, su uso deber�a ser evitado, exceptuado si se trata de material educativo. Para el caso de ni�os mayores a 2 a�os, el tiempo deber�a restringirse a no m�s de una hora diaria y solamente con contenido de alta calidad, pues ni�os y adolescentes debieran preponderantemente dedicar su tiempo a realizar otras actividades como dormir, jugar o hacer deporte. No obstante, para el caso latinoamericano se ha demostrado que la realidad es otra, es decir, que las horas de exposici�n a una pantalla digital superan lo recomendado.

Entre los estudios m�s recientes sobre tiempo de exposici�n a pantallas se encuentran los de Iv�n Leonardo Duque y Jos� Hern�n Parra (2012), profesores universitarios colombianos, que en una publicaci�n titulada �Exposici�n a pantallas, sobrepeso y desacondicionamiento f�sico en ni�os y ni�as� aparecida en la Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Ni�ez y Juventud, quienes a partir de una muestra con ni�os colombianos de entre 10 y 12 a�os, establecieron �que en promedio la poblaci�n se expone a pantallas durante 4,96 horas al d�a, siendo en el caso de hombres 5,36 por sobre las mujeres con 4,51 horas diarias�. (Duque & Parra, 2012).

Para el caso de M�xico, se encontr� un estudio de los investigadores norteamericanos Ian Janssen, Catalina Medina, Andrea Pedroza-Tobias y Sim�n Barguera: �Screen time in Mexican children: findings from the 2012. National Health and Nutrition Survey�. (2013). Mediante encuesta nacional de salud y nutrici�n aplicada a una muestra de 5.560 ni�os y adolescentes, en 2012, se obtuvo que solamente un 33% de ni�os y 36% de adolescentes cumplen con la recomendaci�n internacional de tiempo de exposici�n menor o igual a 2 horas diarias, puesto, en promedio dedican 3 horas al uso de estas tecnolog�as.

En cuanto al caso estadounidense, un art�culo �Profiles of sedentary behavior in children and adolescents: the US National Health and Nutrition Examination Survey, 2001-2006� aparecida en la revista Int J Pediatr Obes y realizada por algunos investigadores, da cuenta que, en base a una muestra de 8.707 ni�os, cerca de la mitad de estos sobrepasaba el tiempo recomendado de exposici�n a una pantalla electr�nica. (Sisson & et al., 2009).

En la misma l�nea, en un estudio relacionado con j�venes canadienses y citado en (Badia Mart�n & et al., 2015) se concluy� que, s�lo el 18% de las ni�as y el 14% de los ni�os cumpl�an la recomendaci�n de dedicar no m�s de dos horas diarias a las pantallas, especialmente con la televisi�n.

Para Argentina, un estudio de los doctores Ingrid Waismana, Elisa Hidalgoa y Mar�a L. Rossia (Uso de pantallas en ni�os peque�os en una ciudad argentina, 2018) estableci� que en promedio los ni�os dedican 75,6 minutos al d�a a la televisi�n y 31,3 a otras pantallas. Con respecto a Chile, la VIII Encuesta Nacional de Televisi�n realizada por el Consejo Nacional de Televisi�n en 2014 concluy� que ni�os menores de 13 a�os dedicaban un promedio de 3 horas al d�a a mirar televisi�n. (Chile. Consejo Nacional de Televisi�n, 2014).

 

Funciones de las pantallas electr�nicas

En un estudio realizado por los investigadores Xavier Bringu� Sala, Charo S�daba Chalezquer y Alejandro Artopoulos (La generaci�n interactiva en Argentina: ni�os y adolescentes ante las pantallas, 2014), se establece que en cuanto a la funcionalidad de las pantallas electr�nicas, son los ni�os y j�venes quienes las descubren m�s r�pidamente, en contraposici�n con los adultos, pues, esta poblaci�n infantil y juvenil desde un inicio ha estado junto a una variada gama de posibilidades que ha incorporado a su cotidianidad. Para los adultos estos medios se vuelven extra�os y su uso, en cierta medida, se les dificulta.

En este �mbito, se puede mencionar que las pantallas cumplen variadas funciones y es cada usuario quien le asigna su uso primordial, siempre dependiendo de gustos e intereses personales. Sin embargo, la mayor�a de esos usos se relaciona a actividades de entretenimiento. En el mismo estudio mencionado anteriormente se concluye que en base a encuestas de ni�os y sus padres, estos usan los dispositivos electr�nicos con pantalla digital generalmente para jugar. Otra actividad recurrente es observar videos a trav�s de diferentes plataformas, especialmente YouTube. Tambi�n se menciona el uso de redes sociales, entre ellas Facebook y WhatsApp. En relaci�n a lo escolar, se destaca el uso de Google por su capacidad de buscar informaci�n de diversas fuentes. (Bringu� Sala, S�daba Chalezquer, & Artopoulos, 2014).

 

Impacto del uso de pantallas digitales en el desarrollo infantil

Los ni�os en edad preescolar est�n cursando la primera infancia que es una edad crucial para el desarrollo. Se trata de una etapa en donde se experimentan cambios r�pidos y profundos, se adquieren capacidades para la sobrevivencia y se desarrollan potencialidades para dominar habilidades f�sicas, emocionales, ps�quicas, cognitivas y sociales. Por lo anterior, es fundamental asegurar unas condiciones adecuadas que logren eficientemente el logro de estas habilidades y esta tarea corresponde a familiares y cuidadores.

Algunos investigadores como Enrique Echebur�a y Paz de Corral, catedr�ticos espa�oles, aseguran que el uso de tecnolog�as que cuentan con pantallas puede interferir en el desarrollo integral de ni�os, ni�as y adolescentes. Las consecuencias de esta afectaci�n pueden manifestarse inmediatamente o, por el contrario, generarse a largo plazo.

�Uno de los primeros problemas que se pueden identificar tras comenzar su utilizaci�n es la adicci�n, entendida como una afici�n de tipo patol�gico que provoca dependencia, la p�rdida de control y que a su vez resta libertad para poder estrechar el campo de consciencia y que limita los intereses de una persona�. (Echeburr�a & de Corral, 2010).

Cuando se trata de adultos, es normal que estos reflexionen acerca de los beneficios o perjuicios asociados a un uso excesivo de dispositivos electr�nicos; pero un ni�o menor a 5 a�os no cuenta con las habilidades cognitivas necesarias para comprender y equilibrar su decisi�n. De manera general, el comportamiento de un ni�o est� asociado a la conducta de sus padres o cuidadores, por lo que estos son quienes deben comprometerse y asumir un rol protector en torno al desarrollo del infante.

Desde un principio se debe desarrollar un control eficaz en cuanto al uso de ni�os en edad preescolar a dispositivos con pantallas digitales. Sin embargo, en muchos de los casos esto no se logra debido a que padres y cuidadores se apoyan en estos aparatos electr�nicos para tener entretenidos a los ni�os, mientras ellos pueden realizar otras tareas. Sin embargo, como ya se mencion� anteriormente, la pantalla electr�nica, a partir de la imagen que se forma en ella, configura un lenguaje compuesto por una alta carga emocional, la cual genera gran impacto en quienes est�n visualizando el contenido. En el caso de ni�os en edad preescolar, al no disponer de la madurez emocional necesaria para procesar de manera adecuada y racional los contenidos que reciben, pueden causar impactos negativos y, m�s a�n, propender a una adicci�n.

Si ese fuera el caso, alejar a los ni�os de una pantalla digital causar�a otros problemas que surgen una vez que no pueden llevar a cabo la acci�n: comenzar�an a experimentar diversos s�ntomas, entre ellos malestar emocional, irritabilidad severa, depresi�n o ansiedad, insomnio e inquietud, a lo cual, com�nmente, se le denomina s�ndrome de abstinencia. (Echeburr�a & de Corral, 2010). Cuando esto sucede, muchos padres y cuidadores ceden a la incomodidad emocional del ni�o para finalmente fortalecer un c�rculo vicioso.

 

Conclusiones

Actualmente, asistimos a una revoluci�n tecnol�gica sin precedentes en la historia humana. La tecnolog�a no invade y esto ha causado un cambio sustancial en las diferentes conductas generacionales en relaci�n con las anteriores. En relaci�n a esto, el uso de pantallas electr�nicas ha contribuido a forjar nuevas formas de comportamiento en lo personal, familiar, social, educativo, etc�tera.

Es importante considerar a la pantalla electr�nica, sea esta de tubos de rayos cat�dicos (CRT) o plana (FPD), de dos formas: como la parte de un todo electr�nico y como un todo electr�nico que tiene la posibilidad de impactar emocionalmente en quienes la contemplan gracias a la din�mica de im�genes que proyecta.

El desarrollo de la pantalla electr�nica ha evolucionado con el avance tecnol�gico acaecido en los �ltimos tiempos. Actualmente, diversas pantallas son elementos de ciertos dispositivos electr�nicos, a saber televisiones, computadores, video juegos, tablets, celulares. El uso de estos dispositivos en los hogares se ha vuelto, en muchos de los casos, normal. Sin embargo, son los chicos, nativos de esta revoluci�n tecnol�gica, quienes m�s r�pidamente se convierten en usuarios fijos de estos aparatos electr�nicos.

Aunque no existen estudios relevantes en cuanto al impacto del uso frecuente de pantallas electr�nicas, existe una posici�n claramente definida: el uso de estos dispositivos, especialmente en ni�os en edad preescolar, debe ser controlado y siempre con fines educacionales. La inmadurez de este grupo poblacional le hace proclive a ser influenciado con conductas negativas e incluso llevarle hasta la adicci�n.

No obstante, analizando la realidad de algunos pa�ses americanos, la situaci�n del uso de estas pantallas electr�nicas entre ni�os y adolescentes se contrapone con lo sugerido por organizaciones como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y otros organismos pedi�tricos que recomiendan, por ejemplo, en ni�os menores de 18 meses, su no uso, a menos que se trate de material educativo; y para el caso de ni�os mayores a 2 a�os, un tiempo de una hora diaria.

Seg�n estudios de diferentes pa�ses, ni�os y adolescentes dedican mucho m�s tiempo al uso de estos dispositivos que lo sugerido por los expertos. Esto ocurre, muchas veces, a causa de que padres y cuidadores de este grupo poblacional combina su atenci�n y educaci�n con tareas propias de adultos: tareas de hogar y trabajo remunerado. Por consiguiente, los ni�os son atendidos por estos dispositivos electr�nicos que les producen entretenimiento.

En Ecuador, la realidad no es muy diferente; sin embargo, no existen estudios serios que determinen el impacto de un tiempo de exposici�n a pantallas electr�nicas en ni�os en edad preescolar. Lo que s� est� claro es que a pesar de la diversa condici�n social y econ�mica existente entre la poblaci�n, una mayor�a se ha ido configurando a esta nueva tecnolog�a, voluntaria o inconscientemente.

 

 

 

 

Referencias

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15.  Sisson, S. B., & et al. (2009). Profiles of sedentary behavior in children and adolescents: the US National Health and Nutrition Examination Survey, 2001-2006. Int J Pediatr Obes, 353-359.

16.  Takeuchi, L., & et al. (2011). Always connected: The new digital media habits of young children. 8.

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2020 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0) (https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/).

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