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La educaci�n en las infancias
con discapacidad. �Qu� sienten los ni�os y ni�as al atravesar el proceso de
ense�anza - aprendizaje?
Education for
children with disabilities. What do boys and girls feel when going through the
teaching-learning process?
Educa��o para crian�as
com defici�ncia. O que meninos e
meninas sentem ao passar
pelo processo de ensino-aprendizagem?
|
�
|
Correspondencia: flacahay87@hotmail.com�
Ciencias de la educaci�n �
Art�culos de revisi�n
�
*Recibido: 10
de agosto de 2021 *Aceptado: 30 de agosto
de 2021 * Publicado: 06 de septiembre
de 2021
I.
Doctorando en Educaci�n Superior en la
Universidad UAI Argentina, M�ster en Innovaci�n Educativa, Licenciada en
Ciencias de la Educaci�n, Tecn�loga en Ciencias de la Educaci�n Nivel Primario,
Diplomado en Educaci�n Inclusiva, Diplomado en Neurociencia universitaria,
Diplomado en Inteligencia Emocional, Docente Investigadora de la Escuela de
Educaci�n General B�sica Fiscal Guiomar Ver� Ram�rez en Esmeraldas, Ecuador.
II.
Magister en Educaci�n Especial con
Menci�n en Educaci�n de las Personas con Discapacidad Visual, Licenciada en
Ciencias de la Educaci�n Especializaci�n Docencia Especial, Docente y
Coordinadora Pedag�gica del Bachillerato en la Unidad Fiscal de Educaci�n
Especializada Guiomar Vera Ram�rez, Docente en Admisi�n y Nivelaci�n en la
Universidad T�cnica de Esmeraldas Luis Vargas Torres, Ecuador.
Resumen
A
menudo, en la sociedad en la que vivimos, se presentan numerosos desaf�os a la
hora de pensar de qu� manera pueden desarrollarse mecanismos que tiendan cada
vez m�s a la inclusi�n social. No puede dejarse de lado ni minimizar la cruda
realidad de que en la configuraci�n social en la nacemos y crecemos, se
desarrollan diferentes formas de exclusi�n�
de un gran parte de las personas que, por motivos totalmente dis�miles y
operados a trav�s de los prejuicios y tab�es hist�ricamente instalados, no
encajan dentro de los arbitrarios par�metros de �normalidad�� , y por lo tanto suelen ser tratadas con
especial deferencia o, directamente ignoradas por no poder incorporar en la l�gica
mental y social la idea de la diversidad.
Palabras
clave: Educaci�n, infancia con discapacidad,
proceso, ense�anza, aprendizaje.
Abstract
Often times, in the society in which we live, there are many challenges
when it comes to thinking about how mechanisms can be developed that tend more
and more towards social inclusion. The harsh reality that in the social
configuration in which we are born and grow up, different forms of exclusion of
a large part of the people that, for totally dissimilar reasons and operated
through prejudices and taboos, cannot be ignored or minimized. Historically
installed, they do not fit within the arbitrary parameters of
"normality", and therefore are usually treated with special deference
or, directly ignored for not being able to incorporate the idea of diversity
into mental and social logic.
Keywords:
Education, childhood with disabilities, process, teaching, learning.
Resumo
Muitas
vezes, na sociedade em que
vivemos, muitos s�o os desafios
para pensar como podem ser desenvolvidos mecanismos
que tendam cada vez mais � inclus�o social. A dura realidade
de que na configura��o social em que nascemos e crescemos se desenvolvem
diferentes formas de exclus�o para grande parte das pessoas que, por motivos totalmente d�spares
e operados por preconceitos e tabus,
n�o podem ser ignoradas ou minimizadas. , n�o se enquadram nos par�metros arbitr�rios de "normalidade", e por isso costumam ser tratados com especial defer�ncia
ou, diretamente ignorados por n�o poderem
incorporar a ideia de diversidade
� l�gica mental e social.
Palavras-chave:
Educa��o, inf�ncia com defici�ncia, processo, ensino, aprendizagem.
Introducci�n
Seg�n
el organismo UNICEF, la definici�n de discapacidad incluye los siguientes
elementos: "Las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan
deficiencias f�sicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que,
al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participaci�n plena y
efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las dem�s�.
Sin
embargo, la discapacidad no es una situaci�n extraordinaria, ni algo que sea
fuera de lo com�n, ya que existen investigaciones que plantean que el 15% de la
poblaci�n cuenta con alg�n tipo de discapacidad , es
decir, que la discapacidad es una parte muy significativa de la diversidad
humana. Las proyecciones, adem�s, prev�n que este porcentaje contin�e
aumentando, debido a factores estructurales y coyunturales como la cada vez m�s
inadecuada atenci�n en la salud y en la nutrici�n de las primeras infancias, el
envejecimiento de la poblaci�n, la violencia, las guerras y los conflictos, que
afectan directamente la vida de los ni�os y ni�as alrededor del mundo. En la
actualidad, el 80% de las personas con discapacidades viven en pa�ses en desarrollo
y en pa�ses pobres, siendo no solo afectadas dichas personas, sino tambi�n todo
su entorno, familias y cuidadores.
Como
puede verse, la situaci�n expuesta m�s arriba tambi�n el caso de las personas
que cuentan con alg�n tipo de discapacidad ya sea motriz o cognitiva. Si
ponemos el foco en los mecanismos de inclusi�n de los ni�os y ni�as con
discapacidad, puede observarse que existieron, en las �ltimas d�cadas, valiosos
estudios y muchos avances alrededor del �rea de la educaci�n, de t�cticas para
que la inclusi�n sea real, incorporando a la reflexi�n a todos los �mbitos en
los que se desarrolla la vida y la cotidianidad de una persona. Sin embargo,
existe a�n mucho camino por recorrer ya que se puede ver, aunque cada vez en
menor porcentaje, la falta de apoyo por parte de algunas familias, que muchas
veces deviene de la falta de herramientas o conocimiento que permita realizar
un acompa�amiento saludable y constante en pos de que el ni�o con discapacidad
pueda obtener cada vez mayor autonom�a, el poco desarrollo de estudios y
reflexiones de especialistas que apunten a abordar este mismo proceso y, una
cuesti�n que resulta clave para formar a los ni�os y que puedan desarrollar
todas sus potencialidades, es la ausencia de una educaci�n inclusiva de calidad
en los establecimientos y como sustento de las pol�ticas p�blicas de los
estados. Sin ir m�s lejos, la Convenci�n sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad , que fue aprobada el 13 de diciembre de
2006� y entr� en vigor el 3 de mayo de
2008, plantea en su texto que las personas con discapacidad �siguen encontrando
barreras para participar en igualdad de condiciones con las dem�s en la vida
social y que se siguen vulnerando sus derechos humanos en todas las partes del
mundo�. Asimismo, puede observarse en el desarrollo que son las mujeres y las
ni�as con discapacidad aquellas que se ven expuestas de manera m�s sistem�tica
a mayores situaciones de riesgo, tanto dentro como fuera de sus hogares, muchas
veces sufriendo lesiones, violencia y abusos, abandono, trato negligente o
explotaci�n.
Estos
elementos, que a menudo se dan por sentados o se consideran como mayormente
saldados, siguen siendo una constante en la vida de las personas que padecen
una discapacidad, pero son especialmente los ni�os y ni�as los que m�s se ven
afectados en el intercambio diario con sus pares y en las primeras experiencias
que realizan en diversos �mbitos sociales, siendo la educaci�n uno de los m�s
importantes. Para comprender de manera integral esta problem�tica, es necesario
basarse en datos concretos que aportan las investigaciones realizadas por UNICEF . Estas arrojan que en Am�rica Latina y el Caribe,
viven m�s de 8 millones de ni�os con discapacidad, y uno de los datos m�s
alarmantes es que 7 de cada 10 ni�os, ni�as y adolescentes con discapacidad
directamente no asisten a la escuela. Esta situaci�n cr�tica indica que m�s de
la mitad de los ni�os con discapacidades que habitan nuestra regi�n, depende de
la voluntad y los recursos econ�micos, cultuales e intelectuales de sus padres
o tutores para obtener alg�n tipo de educaci�n a lo largo de su vida. Debido a
estas dificultades estructurales, realidad es que en
muchos pa�ses de la regi�n, la respuesta ante esta situaci�n termina siendo a
negligencia, el abandono o la reclusi�n en diversas instituciones.
Desarrollo
Educar
en la discapacidad, una fuente de desaf�os
Dentro
de todo el entramado social que se genera alrededor de las personas con
discapacidad, una de las cuestiones centrales para tener en cuenta, es el �rea
de la educaci�n. En este art�culo nos proponemos describir algunas
caracter�sticas del proceso de ense�anza aprendizaje en ni�os y ni�as con
discapacidades, cuales son las motivaciones que gu�an dicho proceso, y analizar
la manera en la que la emotividad y los sentimientos de los ni�os repercuten en� el aprendizaje.
Para
pensar en la manera en que aprenden los ni�os y ni�as con discapacidades, en
primer lugar es necesario tener en cuenta el entorno
en el que estos infantes se van a desenvolver, las posibilidades que el mismo
les otorga para desplazarse, sentirse c�modos y relacionarse con sus pares de
manera integral. Se vuelve fundamental plantear en este punto que la� educaci�n
inclusiva no implica que el ni�o con discapacidad cuente con alg�n tipo de
tratamiento o cuidado especial por su condici�n, sino de que, teniendo en
cuenta sus necesidades y sus particularidades, pueda inscribirse en el grupo
social al que pertenece de manera natural y en igualdad con los dem�s
integrantes.
La
educaci�n inclusiva busca permanentemente �transformar los sistemas educativos
para atender a la diversidad, eliminando las barreras que experimentan muchos
alumnos, por diferentes causas, para aprender y participar� .
De este modo, se pone sobre la mesa la idea de que la educaci�n tiene que ser
un sistema que se encargue de encontrar el lugar de cada estudiante, de
adaptarse a ellos, y no lo contrario. Para lograr esto, es necesario que se
comprenda que cada estudiante cuenta con demandas espec�ficas, y que, en
general, difieren mucho unas de otras, siendo una tarea de todos los actores de
la comunidad educativa poder atenderlas y colaborar con su satisfacci�n para
que pueda ser posible su aprendizaje y la participaci�n de cada uno en todas
las instancias educativas.
Tras
numerosos estudios sociol�gicos e investigaciones en el orden de lo educativo y
lo psicosocial, ya es sabido, en la actualidad, que no son precisamente las
limitaciones individuales de las personas con discapacidad el origen de los
problemas con los que se enfrentan a diario, sino que es la misma sociedad la
que no cuenta con los mecanismos necesarios ni con los canales prestablecidos
para que las necesidades y los requerimientos del presente colectivo, puedan
ser consideradas y tenidas en cuenta dentro de la organizaci�n social de la
comunidad en la que se inscriben . Por ende, para que la escuela hoy pueda
cumplir el rol social necesario para el desarrollo del potencial de todos los
estudiantes que cuentan con una discapacidad, no puede dejar de tener en cuenta
estas premisas y el impacto que estas pueden tener en la subjetividad de los
ni�os.
De
este modo, adem�s de poner el foco en la problem�tica estructural que existe en
la sociedad en cuanto a la inclusi�n, es necesario hacer hincapi� en la idea
base de todo tipo de educaci�n inclusiva que es que las personas que cuentan
con una discapacidad son igualmente �tiles que las personas que no cuentan con
una, ya que la clave reside en resaltar cuales son las capacidades que s� tiene
cada individuo para poder insertarse en diversos espacios socioculturales. Sin
embargo, para que la idiosincrasia social y todos sus componentes puedan
desarrollarse desde este �ngulo, resulta fundamental que se trabaje sobre la
inclusi�n y especialmente, en la aceptaci�n de la diferencia y las
diversidades.
Sin
embargo, como se plante� anteriormente, son extremadamente reducidas las
posibilidades con las que cuentan los ni�os y ni�as con discapacidades no solo
para poder transcurrir con �xito el proceso de ense�anza aprendizaje en un establecimiento
educativo, sino directamente para poder ingresar a una instituci�n que pueda
brindarle educaci�n al igual que al resto de los ni�os, a pesar de que el
derecho a la educaci�n es uno de los principales derechos plasmado en la
Declaraci�n Universal de los Derechos del Ni�o. Seg�n las estad�sticas
elaboradas por la UNESCO la discapacidad es una de las causas m�s extendidas de
exclusi�n educativa, mucho m�s que el g�nero o el lugar donde viven las
personas. A su vez, la combinaci�n entre vivir en la pobreza y tener alg�n
padre o madre con una discapacidad, tambi�n terminan multiplicando las
posibilidades que un ni�o o ni�a abandone una vez comenzado o directamente
nunca comience su proceso de escolarizaci�n.
Otra
de las razones m�s importantes por la que las cuales los ni�os y ni�as con
discapacidades terminan quedando excluidos de la escuela es porque existen
numerosos casos en los que a los padres les cuesta aceptar que su hijo o hija
cuenta con alg�n nivel de discapacidad, llegando a casos de extrema negaci�n o
verg�enza de la condici�n que tienen los ni�os en cuesti�n. Esto tambi�n
repercute en actitudes familiares en las que se tienen pocas expectativas y
confianza en el desarrollo del potencial del ni�o, o consideran que su hijo,
por las caracter�sticas que reviste no tiene derecho a recibir determinado tipo
de educaci�n . Estas situaciones, no solo repercuten
en la configuraci�n familiar y en las posibilidades educativas con las que
puede contar el ni�o, sino que impacta de manera directa en su subjetividad, en
la conformaci�n de su propia personalidad y en la autopercepci�n como personas
capaces de realizar innumerables tareas y de aprender m�ltiples herramientas
que les permitan desenvolverse sin problemas en la sociedad actual.
Los
sentimientos y las emociones como base del proceso de ense�anza -� aprendizaje
A
partir de los elementos desarrollados anteriormente, es necesario adentrarse
a�n m�s en una de las cuestiones principales que motivaron el presente
art�culo, que se relaciona con la manera en la que los sentimientos y las
emociones que experimentan ni�os y ni�as en todas las instancias que se
presentan en cuanto a la educaci�n, impactan sobre el proceso de ense�anza �
aprendizaje, y si estos pueden constituir un impulso o una traba a la hora de
construir nuevos conocimientos.
Cada
estudiante que ingresa a un establecimiento educativo cuenta con una historia
propia y un camino recorrido �nico al que deben atender los docentes y la
comunidad educativa en general para que su aprendizaje pueda ser significativo,
partiendo de las fortalezas que cada uno trae consigo. En el caso de los ni�os
y ni�as con discapacidad, tambi�n tienen especial importancia estos elementos,
sobre todo teniendo en cuenta los puntos desarrollados m�s arriba que se suman
a las situaciones que viven todos los ni�os al ingresar al per�odo escolar. El
contexto socioecon�mico, la posibilidad de recibir un temprano asesoramiento y
acompa�amiento para abordar las problem�ticas derivadas de las discapacidades,
la aceptaci�n y la estima por parte de los padres y el entorno, las condiciones
establecidas para la generaci�n de mayor autonom�a, repercuten de manera
directa en la forma en la que cada estudiante transita su paso por la institucionalizaci�n
educativa.
�
Por
otra parte, la manera en la que el ni�o o ni�a se relaciona con los afectos,
familiares y amigos, va a configurar diferentes posibilidades de vinculaci�n
tanto con los compa�eros como con el docente� y el acompa�ante que se encuentre a
cargo de su educaci�n. No va a contar con las mismas herramientas previas un
estudiante a quien su familia alent� a tomar nuevos desaf�os, a conquistar cada
vez una mayor porci�n de autonom�a, confiando en las capacidades de
desenvolverse correctamente, que otro ni�o cuya familia haya negado
sistem�ticamente la existencia de una discapacidad, que se averg�ence o que
subestime, debido a ella, las potencialidades que pueda tener el ni�o en su
actividad cotidiana. De esta manera, puede verse que los sentimientos y las
emociones juegan un papel central en la manera en la que el ni�o y el docente
pueden encarar el recorrido necesario para que el proceso de ense�anza �
aprendizaje se desarrolle de manera natural y fluida, respetando los tiempos y
las necesidades de los estudiantes, y tambi�n tendr� repercusiones en la
socializaci�n que el ni�o realice con sus pares y su maestro o maestra, que es
la base para la confianza en s� mismo y en los otros actores de la situaci�n
educativa.
�
Est�
comprobado que la convivencia, la interacci�n permanente y el recorrido a la
par de otros ni�os, aunque cuenten con diferentes ritmos y caminos de
aprendizaje, trae resultados altamente positivos en cuanto a las actitudes que
se tienen hacia la discapacidad, tanto adentro de la escuela como en la
comunidad en general. Esto permite que los ni�os y ni�as se relacionen
naturalmente, sin el estigma de �ser diferente� o que las personas tengan trato
diferencial hacia ellos , abonando su autoconfianza y
su autopercepci�n como individuos aut�nomos, con deseos y necesidades propios,
en relaci�n de pares o de igualdad con el resto de sus compa�eros, en �mbitos
naturales y propicios de socializaci�n. En este mismo sentido, un estudio
realizado en 2005 arroj� datos reveladores: estudiantes con discapacidad que va
desde lo moderado a lo grave que concurren a escuelas inclusivas obtuvieron
iguales o mejores calificaciones en un diagnostico en cuanto a su independencia
y habilidades sociales�
que aquellos ni�os que asisten al tipo de educaci�n que imparten
escuelas espec�ficas para ni�os con discapacidades.
A
los elementos planteados m�s arriba, resulta necesario incorporar una arista
fundamental para pensar la forma en que los sentimientos y las emociones
determinan algunos rumbos que suele tomar el proceso de ense�anza �
aprendizaje, y es la formaci�n y la preparaci�n que tienen los docentes y la
comunidad educativa en general, para desarrollar las potencialidades existentes
en cada uno de los estudiantes. El v�nculo entre el estudiante y el docente es
una de las piezas claves para que el aprendizaje sea significativo. Por ende,
si el docente no se encuentra capacitado de manera que pueda vincularse de
manera exitosa con el estudiante, aprendiendo formas inclusivas, respetuosas y
que no sean subestimadoras, esta situaci�n puede
impactar de manera significativa en la subjetividad de los estudiantes,
incorporando un nuevo obst�culo al proceso de aprendizaje a los que la sociedad
de conjunto ya tiene estipulado para los ni�os y nicas con discapacidad. Aunque
existan legislaciones, acuerdos, conquistas en los �mbitos culturales y cada
vez mayor informaci�n sobre la problem�tica, eso no se transforma
autom�ticamente en una mejor situaci�n, ya que las premisas que plantea la
legislaci�n que existe en la actualidad termina siendo casi imposible de
ejecutar por parte de los docentes, ya que no cuentan con la formaci�n
necesaria para llevar adelante su tarea de manera adecuada .
Esta situaci�n termina generando una instancia que, a pesar de tener la intenci�n
de ser cada vez m�s inclusiva, puede terminar convirti�ndose en precisamente lo
contrario, ya que al no contar con un personal docente capacitado y formado
para tal fin, pueden desarrollarse todo tipo de resistencias o experiencias
fallidas al interior del aula. De este modo, las actitudes y las respuestas con
la que puede contar cada docente a la hora de vincularse y educar al estudiante
y promover la vinculaci�n con sus pares depender� de sus niveles de formaci�n y
las experiencias que haya tenido a lo largo de su vida. Sin embargo, esta es
una problem�tica que no es responsabilidad del plantel de maestros, sino que
forma parte de una de las actividades que deben realizar los estados como parte
de sus pol�ticas educativas, ya que la garant�a del cumplimiento del derecho a
la educaci�n de los ni�os y ni�as con discapacidades depende de que cuenten con
docentes que sean capaces de promover confianza, autoestima y apostar al
desarrollo integral de sus personalidades.
�
Consideraciones
finales
Para
comprender cuales son los factores que inciden en la forma en que transitan la
escolaridad y aprenden los ni�os y ni�as con discapacidad es necesario realizar
exhaustivos estudios y basarse en las investigaciones que ya se vienen
realizando y que algunas fueron plasmadas en el presente art�culo. Este
representa una aproximaci�n a la problem�tica que seguir� desarroll�ndose en
otras instancias ya que resulta fundamental que se reflexione y se visibilice
para que la mayor�a de los ni�os y ni�as con discapacidad que asisten a la
escuela o lo deseen, cuenten con un programa y un curriculum
adecuado para su inclusi�n.
En
los �ltimos a�os, la problem�tica se ha visibilizado gracias a la lucha de las
mismas personas con discapacidad y sus familias, poniendo en pie organizaciones
sociales que se encarguen de perseguir la real garant�a del cumplimiento de los
derechos y el compromiso de los gobiernos y las instituciones educativas para
que as� sea.
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�
2021 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n
los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)
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