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La educaci�n en las infancias con discapacidad. �Qu� sienten los ni�os y ni�as al atravesar el proceso de ense�anza - aprendizaje?

 

Education for children with disabilities. What do boys and girls feel when going through the teaching-learning process?

 

Educa��o para crian�as com defici�ncia. O que meninos e meninas sentem ao passar pelo processo de ensino-aprendizagem?

 

Erolita Jexenia Casquete-Tamayo I

flacahay87@hotmail.com

https://orcid.org/0000-0003-3632-2872

 
 


 

 

Mar�a Elizabeth Paz-Perea II

p.mariaelizabeth@hotmail.com

https://orcid.org/0000-0002-3632-0546

 
 

 

 


Correspondencia: flacahay87@hotmail.com

Ciencias de la educaci�n

Art�culos de revisi�n

*Recibido: 10 de agosto de 2021 *Aceptado: 30 de agosto de 2021 * Publicado: 06 de septiembre de 2021

                                I.            Doctorando en Educaci�n Superior en la Universidad UAI Argentina, M�ster en Innovaci�n Educativa, Licenciada en Ciencias de la Educaci�n, Tecn�loga en Ciencias de la Educaci�n Nivel Primario, Diplomado en Educaci�n Inclusiva, Diplomado en Neurociencia universitaria, Diplomado en Inteligencia Emocional, Docente Investigadora de la Escuela de Educaci�n General B�sica Fiscal Guiomar Ver� Ram�rez en Esmeraldas, Ecuador.

                             II.            Magister en Educaci�n Especial con Menci�n en Educaci�n de las Personas con Discapacidad Visual, Licenciada en Ciencias de la Educaci�n Especializaci�n Docencia Especial, Docente y Coordinadora Pedag�gica del Bachillerato en la Unidad Fiscal de Educaci�n Especializada Guiomar Vera Ram�rez, Docente en Admisi�n y Nivelaci�n en la Universidad T�cnica de Esmeraldas Luis Vargas Torres, Ecuador.


Resumen

A menudo, en la sociedad en la que vivimos, se presentan numerosos desaf�os a la hora de pensar de qu� manera pueden desarrollarse mecanismos que tiendan cada vez m�s a la inclusi�n social. No puede dejarse de lado ni minimizar la cruda realidad de que en la configuraci�n social en la nacemos y crecemos, se desarrollan diferentes formas de exclusi�nde un gran parte de las personas que, por motivos totalmente dis�miles y operados a trav�s de los prejuicios y tab�es hist�ricamente instalados, no encajan dentro de los arbitrarios par�metros de �normalidad�, y por lo tanto suelen ser tratadas con especial deferencia o, directamente ignoradas por no poder incorporar en la l�gica mental y social la idea de la diversidad.

Palabras clave: Educaci�n, infancia con discapacidad, proceso, ense�anza, aprendizaje.

 

Abstract

Often times, in the society in which we live, there are many challenges when it comes to thinking about how mechanisms can be developed that tend more and more towards social inclusion. The harsh reality that in the social configuration in which we are born and grow up, different forms of exclusion of a large part of the people that, for totally dissimilar reasons and operated through prejudices and taboos, cannot be ignored or minimized. Historically installed, they do not fit within the arbitrary parameters of "normality", and therefore are usually treated with special deference or, directly ignored for not being able to incorporate the idea of diversity into mental and social logic.

Keywords: Education, childhood with disabilities, process, teaching, learning.

 

Resumo

Muitas vezes, na sociedade em que vivemos, muitos s�o os desafios para pensar como podem ser desenvolvidos mecanismos que tendam cada vez maisinclus�o social. A dura realidade de que na configura��o social em que nascemos e crescemos se desenvolvem diferentes formas de exclus�o para grande parte das pessoas que, por motivos totalmente d�spares e operados por preconceitos e tabus, n�o podem ser ignoradas ou minimizadas. , n�o se enquadram nos par�metros arbitr�rios de "normalidade", e por isso costumam ser tratados com especial defer�ncia ou, diretamente ignorados por n�o poderem incorporar a ideia de diversidade � l�gica mental e social.

Palavras-chave: Educa��o, inf�ncia com defici�ncia, processo, ensino, aprendizagem.

 

Introducci�n

Seg�n el organismo UNICEF, la definici�n de discapacidad incluye los siguientes elementos: "Las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias f�sicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participaci�n plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las dem�s�.

Sin embargo, la discapacidad no es una situaci�n extraordinaria, ni algo que sea fuera de lo com�n, ya que existen investigaciones que plantean que el 15% de la poblaci�n cuenta con alg�n tipo de discapacidad , es decir, que la discapacidad es una parte muy significativa de la diversidad humana. Las proyecciones, adem�s, prev�n que este porcentaje contin�e aumentando, debido a factores estructurales y coyunturales como la cada vez m�s inadecuada atenci�n en la salud y en la nutrici�n de las primeras infancias, el envejecimiento de la poblaci�n, la violencia, las guerras y los conflictos, que afectan directamente la vida de los ni�os y ni�as alrededor del mundo. En la actualidad, el 80% de las personas con discapacidades viven en pa�ses en desarrollo y en pa�ses pobres, siendo no solo afectadas dichas personas, sino tambi�n todo su entorno, familias y cuidadores.

 

Como puede verse, la situaci�n expuesta m�s arriba tambi�n el caso de las personas que cuentan con alg�n tipo de discapacidad ya sea motriz o cognitiva. Si ponemos el foco en los mecanismos de inclusi�n de los ni�os y ni�as con discapacidad, puede observarse que existieron, en las �ltimas d�cadas, valiosos estudios y muchos avances alrededor del �rea de la educaci�n, de t�cticas para que la inclusi�n sea real, incorporando a la reflexi�n a todos los �mbitos en los que se desarrolla la vida y la cotidianidad de una persona. Sin embargo, existe a�n mucho camino por recorrer ya que se puede ver, aunque cada vez en menor porcentaje, la falta de apoyo por parte de algunas familias, que muchas veces deviene de la falta de herramientas o conocimiento que permita realizar un acompa�amiento saludable y constante en pos de que el ni�o con discapacidad pueda obtener cada vez mayor autonom�a, el poco desarrollo de estudios y reflexiones de especialistas que apunten a abordar este mismo proceso y, una cuesti�n que resulta clave para formar a los ni�os y que puedan desarrollar todas sus potencialidades, es la ausencia de una educaci�n inclusiva de calidad en los establecimientos y como sustento de las pol�ticas p�blicas de los estados. Sin ir m�s lejos, la Convenci�n sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad , que fue aprobada el 13 de diciembre de 2006y entr� en vigor el 3 de mayo de 2008, plantea en su texto que las personas con discapacidad �siguen encontrando barreras para participar en igualdad de condiciones con las dem�s en la vida social y que se siguen vulnerando sus derechos humanos en todas las partes del mundo�. Asimismo, puede observarse en el desarrollo que son las mujeres y las ni�as con discapacidad aquellas que se ven expuestas de manera m�s sistem�tica a mayores situaciones de riesgo, tanto dentro como fuera de sus hogares, muchas veces sufriendo lesiones, violencia y abusos, abandono, trato negligente o explotaci�n.

 

Estos elementos, que a menudo se dan por sentados o se consideran como mayormente saldados, siguen siendo una constante en la vida de las personas que padecen una discapacidad, pero son especialmente los ni�os y ni�as los que m�s se ven afectados en el intercambio diario con sus pares y en las primeras experiencias que realizan en diversos �mbitos sociales, siendo la educaci�n uno de los m�s importantes. Para comprender de manera integral esta problem�tica, es necesario basarse en datos concretos que aportan las investigaciones realizadas por UNICEF . Estas arrojan que en Am�rica Latina y el Caribe, viven m�s de 8 millones de ni�os con discapacidad, y uno de los datos m�s alarmantes es que 7 de cada 10 ni�os, ni�as y adolescentes con discapacidad directamente no asisten a la escuela. Esta situaci�n cr�tica indica que m�s de la mitad de los ni�os con discapacidades que habitan nuestra regi�n, depende de la voluntad y los recursos econ�micos, cultuales e intelectuales de sus padres o tutores para obtener alg�n tipo de educaci�n a lo largo de su vida. Debido a estas dificultades estructurales, realidad es que en muchos pa�ses de la regi�n, la respuesta ante esta situaci�n termina siendo a negligencia, el abandono o la reclusi�n en diversas instituciones.

 

Desarrollo

Educar en la discapacidad, una fuente de desaf�os

Dentro de todo el entramado social que se genera alrededor de las personas con discapacidad, una de las cuestiones centrales para tener en cuenta, es el �rea de la educaci�n. En este art�culo nos proponemos describir algunas caracter�sticas del proceso de ense�anza aprendizaje en ni�os y ni�as con discapacidades, cuales son las motivaciones que gu�an dicho proceso, y analizar la manera en la que la emotividad y los sentimientos de los ni�os repercuten enel aprendizaje.

Para pensar en la manera en que aprenden los ni�os y ni�as con discapacidades, en primer lugar es necesario tener en cuenta el entorno en el que estos infantes se van a desenvolver, las posibilidades que el mismo les otorga para desplazarse, sentirse c�modos y relacionarse con sus pares de manera integral. Se vuelve fundamental plantear en este punto que laeducaci�n inclusiva no implica que el ni�o con discapacidad cuente con alg�n tipo de tratamiento o cuidado especial por su condici�n, sino de que, teniendo en cuenta sus necesidades y sus particularidades, pueda inscribirse en el grupo social al que pertenece de manera natural y en igualdad con los dem�s integrantes.

 

La educaci�n inclusiva busca permanentemente �transformar los sistemas educativos para atender a la diversidad, eliminando las barreras que experimentan muchos alumnos, por diferentes causas, para aprender y participar� . De este modo, se pone sobre la mesa la idea de que la educaci�n tiene que ser un sistema que se encargue de encontrar el lugar de cada estudiante, de adaptarse a ellos, y no lo contrario. Para lograr esto, es necesario que se comprenda que cada estudiante cuenta con demandas espec�ficas, y que, en general, difieren mucho unas de otras, siendo una tarea de todos los actores de la comunidad educativa poder atenderlas y colaborar con su satisfacci�n para que pueda ser posible su aprendizaje y la participaci�n de cada uno en todas las instancias educativas.

Tras numerosos estudios sociol�gicos e investigaciones en el orden de lo educativo y lo psicosocial, ya es sabido, en la actualidad, que no son precisamente las limitaciones individuales de las personas con discapacidad el origen de los problemas con los que se enfrentan a diario, sino que es la misma sociedad la que no cuenta con los mecanismos necesarios ni con los canales prestablecidos para que las necesidades y los requerimientos del presente colectivo, puedan ser consideradas y tenidas en cuenta dentro de la organizaci�n social de la comunidad en la que se inscriben . Por ende, para que la escuela hoy pueda cumplir el rol social necesario para el desarrollo del potencial de todos los estudiantes que cuentan con una discapacidad, no puede dejar de tener en cuenta estas premisas y el impacto que estas pueden tener en la subjetividad de los ni�os.

 

De este modo, adem�s de poner el foco en la problem�tica estructural que existe en la sociedad en cuanto a la inclusi�n, es necesario hacer hincapi� en la idea base de todo tipo de educaci�n inclusiva que es que las personas que cuentan con una discapacidad son igualmente �tiles que las personas que no cuentan con una, ya que la clave reside en resaltar cuales son las capacidades que s� tiene cada individuo para poder insertarse en diversos espacios socioculturales. Sin embargo, para que la idiosincrasia social y todos sus componentes puedan desarrollarse desde este �ngulo, resulta fundamental que se trabaje sobre la inclusi�n y especialmente, en la aceptaci�n de la diferencia y las diversidades.

 

Sin embargo, como se plante� anteriormente, son extremadamente reducidas las posibilidades con las que cuentan los ni�os y ni�as con discapacidades no solo para poder transcurrir con �xito el proceso de ense�anza aprendizaje en un establecimiento educativo, sino directamente para poder ingresar a una instituci�n que pueda brindarle educaci�n al igual que al resto de los ni�os, a pesar de que el derecho a la educaci�n es uno de los principales derechos plasmado en la Declaraci�n Universal de los Derechos del Ni�o. Seg�n las estad�sticas elaboradas por la UNESCO la discapacidad es una de las causas m�s extendidas de exclusi�n educativa, mucho m�s que el g�nero o el lugar donde viven las personas. A su vez, la combinaci�n entre vivir en la pobreza y tener alg�n padre o madre con una discapacidad, tambi�n terminan multiplicando las posibilidades que un ni�o o ni�a abandone una vez comenzado o directamente nunca comience su proceso de escolarizaci�n.

 

Otra de las razones m�s importantes por la que las cuales los ni�os y ni�as con discapacidades terminan quedando excluidos de la escuela es porque existen numerosos casos en los que a los padres les cuesta aceptar que su hijo o hija cuenta con alg�n nivel de discapacidad, llegando a casos de extrema negaci�n o verg�enza de la condici�n que tienen los ni�os en cuesti�n. Esto tambi�n repercute en actitudes familiares en las que se tienen pocas expectativas y confianza en el desarrollo del potencial del ni�o, o consideran que su hijo, por las caracter�sticas que reviste no tiene derecho a recibir determinado tipo de educaci�n . Estas situaciones, no solo repercuten en la configuraci�n familiar y en las posibilidades educativas con las que puede contar el ni�o, sino que impacta de manera directa en su subjetividad, en la conformaci�n de su propia personalidad y en la autopercepci�n como personas capaces de realizar innumerables tareas y de aprender m�ltiples herramientas que les permitan desenvolverse sin problemas en la sociedad actual.

 

Los sentimientos y las emociones como base del proceso de ense�anza -aprendizaje

A partir de los elementos desarrollados anteriormente, es necesario adentrarse a�n m�s en una de las cuestiones principales que motivaron el presente art�culo, que se relaciona con la manera en la que los sentimientos y las emociones que experimentan ni�os y ni�as en todas las instancias que se presentan en cuanto a la educaci�n, impactan sobre el proceso de ense�anza � aprendizaje, y si estos pueden constituir un impulso o una traba a la hora de construir nuevos conocimientos.

Cada estudiante que ingresa a un establecimiento educativo cuenta con una historia propia y un camino recorrido �nico al que deben atender los docentes y la comunidad educativa en general para que su aprendizaje pueda ser significativo, partiendo de las fortalezas que cada uno trae consigo. En el caso de los ni�os y ni�as con discapacidad, tambi�n tienen especial importancia estos elementos, sobre todo teniendo en cuenta los puntos desarrollados m�s arriba que se suman a las situaciones que viven todos los ni�os al ingresar al per�odo escolar. El contexto socioecon�mico, la posibilidad de recibir un temprano asesoramiento y acompa�amiento para abordar las problem�ticas derivadas de las discapacidades, la aceptaci�n y la estima por parte de los padres y el entorno, las condiciones establecidas para la generaci�n de mayor autonom�a, repercuten de manera directa en la forma en la que cada estudiante transita su paso por la institucionalizaci�n educativa.

Por otra parte, la manera en la que el ni�o o ni�a se relaciona con los afectos, familiares y amigos, va a configurar diferentes posibilidades de vinculaci�n tanto con los compa�eros como con el docentey el acompa�ante que se encuentre a cargo de su educaci�n. No va a contar con las mismas herramientas previas un estudiante a quien su familia alent� a tomar nuevos desaf�os, a conquistar cada vez una mayor porci�n de autonom�a, confiando en las capacidades de desenvolverse correctamente, que otro ni�o cuya familia haya negado sistem�ticamente la existencia de una discapacidad, que se averg�ence o que subestime, debido a ella, las potencialidades que pueda tener el ni�o en su actividad cotidiana. De esta manera, puede verse que los sentimientos y las emociones juegan un papel central en la manera en la que el ni�o y el docente pueden encarar el recorrido necesario para que el proceso de ense�anza � aprendizaje se desarrolle de manera natural y fluida, respetando los tiempos y las necesidades de los estudiantes, y tambi�n tendr� repercusiones en la socializaci�n que el ni�o realice con sus pares y su maestro o maestra, que es la base para la confianza en s� mismo y en los otros actores de la situaci�n educativa.

Est� comprobado que la convivencia, la interacci�n permanente y el recorrido a la par de otros ni�os, aunque cuenten con diferentes ritmos y caminos de aprendizaje, trae resultados altamente positivos en cuanto a las actitudes que se tienen hacia la discapacidad, tanto adentro de la escuela como en la comunidad en general. Esto permite que los ni�os y ni�as se relacionen naturalmente, sin el estigma de �ser diferente� o que las personas tengan trato diferencial hacia ellos , abonando su autoconfianza y su autopercepci�n como individuos aut�nomos, con deseos y necesidades propios, en relaci�n de pares o de igualdad con el resto de sus compa�eros, en �mbitos naturales y propicios de socializaci�n. En este mismo sentido, un estudio realizado en 2005 arroj� datos reveladores: estudiantes con discapacidad que va desde lo moderado a lo grave que concurren a escuelas inclusivas obtuvieron iguales o mejores calificaciones en un diagnostico en cuanto a su independencia y habilidades socialesque aquellos ni�os que asisten al tipo de educaci�n que imparten escuelas espec�ficas para ni�os con discapacidades.

 

A los elementos planteados m�s arriba, resulta necesario incorporar una arista fundamental para pensar la forma en que los sentimientos y las emociones determinan algunos rumbos que suele tomar el proceso de ense�anza � aprendizaje, y es la formaci�n y la preparaci�n que tienen los docentes y la comunidad educativa en general, para desarrollar las potencialidades existentes en cada uno de los estudiantes. El v�nculo entre el estudiante y el docente es una de las piezas claves para que el aprendizaje sea significativo. Por ende, si el docente no se encuentra capacitado de manera que pueda vincularse de manera exitosa con el estudiante, aprendiendo formas inclusivas, respetuosas y que no sean subestimadoras, esta situaci�n puede impactar de manera significativa en la subjetividad de los estudiantes, incorporando un nuevo obst�culo al proceso de aprendizaje a los que la sociedad de conjunto ya tiene estipulado para los ni�os y nicas con discapacidad. Aunque existan legislaciones, acuerdos, conquistas en los �mbitos culturales y cada vez mayor informaci�n sobre la problem�tica, eso no se transforma autom�ticamente en una mejor situaci�n, ya que las premisas que plantea la legislaci�n que existe en la actualidad termina siendo casi imposible de ejecutar por parte de los docentes, ya que no cuentan con la formaci�n necesaria para llevar adelante su tarea de manera adecuada . Esta situaci�n termina generando una instancia que, a pesar de tener la intenci�n de ser cada vez m�s inclusiva, puede terminar convirti�ndose en precisamente lo contrario, ya que al no contar con un personal docente capacitado y formado para tal fin, pueden desarrollarse todo tipo de resistencias o experiencias fallidas al interior del aula. De este modo, las actitudes y las respuestas con la que puede contar cada docente a la hora de vincularse y educar al estudiante y promover la vinculaci�n con sus pares depender� de sus niveles de formaci�n y las experiencias que haya tenido a lo largo de su vida. Sin embargo, esta es una problem�tica que no es responsabilidad del plantel de maestros, sino que forma parte de una de las actividades que deben realizar los estados como parte de sus pol�ticas educativas, ya que la garant�a del cumplimiento del derecho a la educaci�n de los ni�os y ni�as con discapacidades depende de que cuenten con docentes que sean capaces de promover confianza, autoestima y apostar al desarrollo integral de sus personalidades.

Consideraciones finales

Para comprender cuales son los factores que inciden en la forma en que transitan la escolaridad y aprenden los ni�os y ni�as con discapacidad es necesario realizar exhaustivos estudios y basarse en las investigaciones que ya se vienen realizando y que algunas fueron plasmadas en el presente art�culo. Este representa una aproximaci�n a la problem�tica que seguir� desarroll�ndose en otras instancias ya que resulta fundamental que se reflexione y se visibilice para que la mayor�a de los ni�os y ni�as con discapacidad que asisten a la escuela o lo deseen, cuenten con un programa y un curriculum adecuado para su inclusi�n.

En los �ltimos a�os, la problem�tica se ha visibilizado gracias a la lucha de las mismas personas con discapacidad y sus familias, poniendo en pie organizaciones sociales que se encarguen de perseguir la real garant�a del cumplimiento de los derechos y el compromiso de los gobiernos y las instituciones educativas para que as� sea.

 

Referencias

1.      Definici�n tomada por UNICEF de la Convenci�n sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

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4.      UNICEF (2019). Disponible en: https://www.unicef.org/lac/ninos-ninas-y-adolescentes-con-discapacidad

5.      D�az Barrera, N (2011) Escuela inclusiva: construcci�n democr�tica de sociedad en Chile. En Revista Iberoamericana de Educaci�n. OEI, Organizaci�n de Estados Iberoamericanos. Disponible en: <http://www.rieoei.org/rie_contenedor.php?numero=3849&titulo=Escuela%20inclusiva:%20construcci%F3n%20%20democr%E1tica%20de%20sociedad%20en%20Chile>

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8.      Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (2013). Ni�os, ni�as y j�venes con discapacidad. Hoja informativa

9.      Lewis, A. y Brahm, N. (2005). Ense�anza especial para ni�os especiales: �una pedagog�a para la inclusi�n? Open University Press: Maidenhead.

10.  UNESCO. Guidelines for inclusi�n: Ensuring Access to Education for all.

11.  Fisher, M. y Luanna, H. (2002). Desarrollo y competencia social despu�s de dos a�os para estudiantes matriculados en inclusivo y programas educativos aut�nomos.

12.  Padilla Mu�oz, A. (2011). Inclusi�n educativa de personas con discapacidad. En Revista de Psiquiatr�a de Colombia, Vol 40, N�4.

 

 

� 2021 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)

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