Bolivarianismo vs. Monrosmo,
una mirada crtica a nuestro derecho a la autodeterminacin y la independencia
Bolivarianism vs. Monroism, a critical look at our right
to self-determination and independence
Bolivarianismo vs. Monrosmo, um olhar crtico sobre nosso direito autodeterminao e independncia
Correspondencia: perezalonso.antonio@gmail.com
Ciencias
Sociales y Polticas
Artculos
de investigacin
*Recibido: 16 de julio de 2021
*Aceptado: 30 de agosto de 2021 * Publicado: 22 de septiembre de 2021
I.
Licenciado en Ciencias y Artes Militares (AMV - 1997). Especialista en
Infantera (Escuela de Infantera de la UMBV - 2009). Maestra en Historia
Militar (Instituto de Altos Estudios de Seguridad de la Nacin Gran Mariscal
de Ayacucho Antonio Jos de Sucre 2014). Actualmente participante del
Doctorado en Defensa Integral de la Nacin, en el Instituto de Altos Estudios
de Seguridad de la Nacin Gran Mariscal de Ayacucho Antonio Jos de Sucre.
Resumen
La arremetida imperialista del Gobierno de los Estados Unidos de
Norteamrica, en el devenir de los recientes acontecimientos de la geopoltica
mundial, que en la mayora de los casos se circunscribe a causalidades producto
del deterioro del medio ambiente y a la cada vez mayor escases de los recursos
energticos, solo puede ser interpretada como un resurgimiento de la ancestral
y no menos devastadora Doctrina Monroe, en donde actores polticos y
sobretodo econmicos de la nacin estadounidense, con una marcada tendencia
nacionalista y recolonizadora, pretenden imponer a sangre y fuego sus
pretensiones imperiales, que para el caso de la Repblica Bolivariana de
Venezuela, se han estrellado contra el legado de la doctrina del Padre
Libertador Simn Bolvar, valores y principios que cada da se encuentran ms
arraigados en la consciencia de un pueblo, que al arribar a doscientos aos de
la gesta inmortal de Carabobo, le grita al mundo que no est dispuesto a
doblegar por imperio alguno, en su determinacin de seguir siendo libre,
soberano e independiente.
Palabras Clave: Bolivarianismo; monrosmo; libertad;
autodeterminacin; soberana.
Abstract
The imperialist
onslaught of the Government of the United States of North America, in the
course of recent events in world geopolitics, which in most cases is limited to
causalities resulting from the deterioration of the environment and the
increasing scarcity of resources energy, can only be interpreted as a
resurgence of the ancestral and no less devastating "Monroe
Doctrine", where political and above all economic actors of the American
nation, with a marked nationalist and recolonizing tendency, intend to impose
their imperial pretensions with blood and fire. , which in the case of the
Bolivarian Republic of Venezuela, have crashed against the legacy of the
doctrine of Father Liberator Simn Bolvar, values
and principles that every day are more rooted in the
consciousness of a people, than when reaching two hundred years of the immortal
deed of Carabobo, he shouts to the world that he is not willing to bend for any
empire , in his determination to remain free, sovereign and independent.
Keywords: Bolivarianism; monroism; liberty; self determination;
sovereignty.
Resumo
A investida
imperialista do Governo dos Estados Unidos da
Amrica, no curso dos acontecimentos recentes da geopoltica mundial, que na
maioria dos casos se limita a causalidades decorrentes da degradao do meio ambiente e da crescente escassez de recursos energticos, s
pode ser interpretada como um ressurgimento
da ancestral e no menos devastadora Doutrina Monroe, onde os atores
polticos e sobretudo econmicos
da nao americana, com uma marcada tendncia
nacionalista e recolonizadora, pretendem impor suas pretenses
imperiais com sangue e fogo. caso da Repblica
Bolivariana da Venezuela, colidiram
contra o legado da doutrina do Padre Libertador Simn
Bolvar, valores e princpios que a cada dia esto mais
arraigados na conscincia
de um povo, do que ao atingir duzentos anos do feito imortal de Carabobo, ele
grita ao mundo que no est
disposto a se curvar por nenhum imprio , em sua determinao
de permanecer livre, soberano e independente.
Palavras-chave: Bolivarianismo; monrosmo; liberdade; autodeterminao; soberania.
Introduccin
Al realizar un
anlisis retrospectivo de lo que ha representado para el continente americano,
la declaracin de James Monroe, quinto Presidente de los Estados Unidos, en su
sexto discurso ante el Congreso (1823), en el cual su expresin de: Amrica
para los americanos, podemos interpretar que, este hecho sent las bases para
que a partir del gobierno de John Quincy Adams
se comenzara a dar forma a una doctrina que, bajo el velo de una
supuesta proteccin ante eventuales procesos de reconquista y recolonizacin en
Amrica por parte de Europa y en particular por las naciones de la denominada
Santa Alianza, lo cual se tradujo en una Patente de Corso, para que durante
las siguientes dcadas hasta el presente, los distintos gobiernos de EE.UU.
hayan venido desarrollando una poltica exterior basada en la ocupacin y la
dominacin de naciones de centro y Sudamrica, empleando para ello todo su
podero poltico, econmico y militar.
El Monrosmo,
trmino acuado por el lder poltico peruano Vctor Ral Haya de la Torre en 1924, no tuvo en los inicios de su
aplicacin, la contundencia que esperaban algunos lderes de las naciones al
sur del Ro Grande, que incluso llegaron a aplaudir la iniciativa
estadounidense, ante las amenazas de la Europa Colonialista, producindose
hechos que dejaron en entredicho los preceptos de la altisonante declaracin de
James Monroe, presidente de una nacin que para la poca, no contaba con el
poder militar necesario para honrar lo prometido con su proclama y fue as como
entre 1833 y 1865 se produjeron eventos que dieron al traste con las anunciadas
acciones que emprenderan los Estados Unidos ante una eventual invasin por
parte de Europa, entre ellos se pueden mencionar: la ocupacin de las Islas
Malvinas por parte de Gran Bretaa (1833), el bloqueo anglo-francs a los
puertos argentinos (1839-1840), el bloqueo anglo-francs al Ro de la Plata
(1845-1850), la ocupacin de la Guayana Esequiba por
parte de Gran Bretaa (1855), la invasin espaola a Repblica Dominicana
(1861-1865) y la intervencin francesa a Mxico (1862-1865).
No fue hasta 1880,
cuando el presidente Rutherford Hayes , invocando los principios de la Doctrina
Monroe, mediante un Corolario que hoy lleva su nombre, se enfatizaba que: Para
evitar la injerencia de imperialismos extra continentales en Amrica, los
Estados Unidos deban ejercer el control exclusivo sobre cualquier canal
interocenico que se construyese , esta
accin fue el primer paso para lo que a posterior se traducira en el proceso
de secesin del para entonces Departamento de Panam de la Repblica de
Colombia y la apropiacin de la construccin (iniciada por Francia y abandonada
en 1888) y el control durante ms de cien aos por parte de Estados Unidos de
Norteamrica del futuro Canal de Panam.
Aos ms tarde, el
Presidente Theodore Roosevelt, tomando como excusa el bloqueo naval realizado
por el Imperio Britnico, el Imperio
Alemn y el Reino de Italia, a las costas venezolanas en 1902, emiti su
tristemente clebre Corolario Roosevelt (1904), en el cual el gobierno
estadounidense siguiendo los patrones de la Doctrina Monroe, se abogaba la
proteccin de las naciones americanas, sumndolas a su rea de influencia, en
dicho documento se estableca entre otros aspectos que, si una nacin europea,
amenazaba o pona en peligro los derechos o propiedades de ciudadanos o
empresas estadounidenses en cualquier parte del continente, Estados Unidos
estaba en la obligacin de intervenir en los asuntos del pas agredido para
"reordenarlo", restableciendo los derechos y el patrimonio de su
ciudadana y de sus empresas.
Pero la tambin
denominada poltica del Gran Garrote, implementada a travs del Corolario
Roosevelt, lejos de fungir como garante de los intereses americanos, puso al
descubierto las verdaderas intenciones del gigante del norte y su oferta
engaosa de Amrica para los americanos, ya que el documento tambin sealaba
que, cualquier pas latinoamericano o del Caribe, situado bajo la influencia de
EE.UU. y que pusiera en riesgo los intereses de personas o empresas
estadounidenses en su territorio, obligara a la nacin norteamericana, a una
intervencin en los asuntos internos del pas desquiciado, para reordenarlo y
proteger los derechos y patrimonio de sus conciudadanos, legitimando a partir
de ese momento, el uso de la fuerza militar para el logro de los intereses de
Estados Unidos en el Continente.
A pesar del fuerte
rechazo que tuvo en Amrica Latina y el Caribe, la implementacin del Corolario
Roosevelt, Estados Unidos no detuvo el avasallador avance de sus proyectos de
dominacin regional bajo las banderas de la nefasta Doctrina Monroe y es as
como luego de su participacin en la Segunda Guerra Mundial, continu con un
sistemtico plan de dominacin global, teniendo como tubo de ensayo nuestro
continente.
En 1945, ahora en el
marco de la Guerra Fra y bajo la Presidencia de Harry Truman y su Doctrina
de Contencin del Comunismo, el Monrosmo cambia su traje de superhroe y
protector de los destinos del mundo, en una encarnizada lucha contra el
comunismo representado por su principal rival: la Unin de Repblicas
Socialistas Soviticas, cuya influencia sobre los pases que la nacin
norteamericana ha llegado a denominar su Patio Trasero, no estaba dispuesto a
tolerar.
Es entonces cuando
EE.UU. inicia un largo proceso de injerencia en nuestro Continente, que estuvo
marcado por la intervencin directa (pero siempre solapada) en los asuntos
internos de los pases de la regin, la cual incluy el derrocamiento de
gobiernos contrarios a sus designios, asesinatos selectivos o desapariciones
forzadas de lderes polticos o sociales en el marco del denominado Plan
Cndor , la instauracin de dictaduras militares o gobiernos complacientes a
sus intereses e incluso la intervencin militar directa como ocurri en la Isla
de Granada (1983) o Panam (1989), invocando el Tratado Interamericano de
Asistencia Recproca (TIAR), creado bajos sus auspicios en 1947.
En la actualidad
Monrosmo, ha continuado siendo invocado por los distintos gobiernos de Estados
Unidos de Norteamrica, los cuales han venido incrementando su ataque contra
los gobiernos progresistas del Continente, desde Bill Clinton, pasando por G.
W. Bush y Obama hasta Donald Trump, se han encargado
de mantener vivo sus principios de dominacin e intervencin de las naciones
latinoamericanas y caribeas, entorpeciendo, retardando y en algunos casos
impidiendo los procesos de integracin, cooperacin y complementariedad al que
aspiran los pases de la regin, basados en los preceptos que establece nuestra
principal arma contra la injerencia de la Doctrina Monroe: El Bolivarianismo.
Intangibles recolonizadores en la geopoltica mundial, un debate sobre
identidad, cultura y nacin
En el marco del
desarrollo de la geopoltica mundial, se ha venido estudiando en las ltimas
dcadas, la incidencia que pudiesen tener algunos parmetros intangibles como
la cultura y la identidad dentro de las naciones, en el marco del
relacionamiento internacional, de esto ha nacido un fuerte debate, en donde los
estudios e investigaciones de tericos y expertos en el tema han llegado a
polarizar las opiniones sobre si estos intangibles puedan o no estar afectando
la asimilacin de los conceptos de Estado, Nacin o Patria y en como esto
pudiese incidir sobre la seguridad y defensa de las naciones libres del mundo.
Desde el origen de la
formacin de grupos sociales y el asentamiento de la humanidad en el
territorio, (cabe decir despus de la etapa nmada del hombre en la tierra) los
valores, tradiciones, smbolos, creencias y hasta los modos de comportamiento,
han servido como elementos cohesionadores de estos grupos sociales, generando
en ellos un sentido de arraigo y pertenencia al espacio territorial donde
cohabitan y determinando una identidad.
En base a lo anterior
tenemos que, los conceptos de identidad
y cultura estn estrechamente relacionados con la conexin que existe entre el
hombre y lo territorial, no queriendo decir con esto que los grandes
movimientos migratorios y los procesos de conquista y colonizacin que se han
producido a lo largo de la historia, no hayan podido influir en esa identidad,
llegando a transfigurarla, modificarla o en casos ms extremos a sustituirla.
El surgimiento del
concepto de Estado-Nacin, luego de la firma del tratado de paz de Westfalia en
1648, es quizs uno de los hitos ms relevantes en el afianzamiento de los
postulados sobre identidad nacional, cultural y social dentro de las diferentes
naciones y que a pesar de ser factores intangibles dentro de los grupos
humanos, dan un sentido de arraigo territorial y de identificacin del hombre
con su espacio vital.
Pero junto con la
aparicin de los imperios (romano, chino, persa, espaol, entre otros) en el
mundo y su afn de conquista, colonizacin y dominio, vinieron tambin
complejos procesos de transculturizacin, que en algunos casos pudieron incluso
venir acompaados de la aniquilacin de la identidad o la sustitucin de una
por otra.
Para el caso de
Latinoamrica, los conceptos de identidad y cultura ya se encontraban
afianzados en las civilizaciones precolombinas, tales como la Inca, la Azteca,
la Maya e incluso la Caribe, las cuales fueron fuertemente atacadas y casi
aniquiladas en su totalidad durante los procesos de la conquista y
colonizacin, en donde las costumbres europeas fueron imponiendo una forma de
vida muy distinta a sus costumbres ancestrales, lo que aunado al hecho de un
complejo proceso de mestizaje, dieron como resultado, una civilizacin
indoamericana caracterizada en una mezcla de identidades del blanco, el negro y
el indio.
Luego de trescientos
aos de la poca colonial en Amrica, se dio paso, a partir del Siglo XVIII a
la etapa independentista, en donde los libertadores, buscaron a semejanza de
procesos ya experimentados en la Europa medieval, establecer el concepto de
nacin en cada uno de nuestros pases ahora liberados y con ello, tratar de
fijar en el colectivo, una identidad propia, distinta a la impuesta por la
Corona espaola, durante tres siglos en toda la regin.
Para varios autores,
hablar de una identidad latinoamericana seria osado, ya que, en la etapa de refundacin
de los pases, luego de la independencia, los procesos de conquista y
coloniaje, acompaados de la mezcla de culturas propias del mestizaje,
transfiguraron nuestra identidad autctona, es por ello que hablar de nacin en
esta etapa de la historia americana, sera hasta confuso, si se parte del
principio que en muchos de los habitantes de estas tierras, no exista un
verdadero arraigo por la tierra e incluso para muchos la misma independencia de
Espaa, resultaba un error y una aventura romntica de los que hoy enaltecemos
como los libertadores de la Patria Grande.
Bolvar afirmaba: No
somos europeos no somos indios somos un pequeo gnero humano y ms adelante
deca: Poseemos un mundo aparte, cercado por dilatados mares, nuevo en casi
todas las artes y ciencias aunque, en cierto modo, viejo en los usos de la
sociedad civil. (Bolvar citado en Prez, 1976). Bolvar haciendo clara
referencia al mestizaje, no solo circunscriba esto a la simple idea de la
mezcla de la sangre, sino a la combinacin de la cultura espaola, la africana
y la india, de donde haba surgido este pequeo gnero humano, que estaba
llamado a sentar las bases de una cultura autctona propia de las nuevas
naciones que se estaban conformando.
Pero en el periodo
poscolonial y la fundacin de repblicas independientes, con sus
particularidades, costumbres y tradiciones culturales se fueron afianzando y
con ellas el concepto de nacin, que ms o menos se mantuvo desde mediados del
Siglo XIX, hasta los aos 20 del siglo XX, en donde afamados intelectuales y
tericos latinoamericanos de la talla de Arturo Uslar Pietri, Rmulo Gallegos,
Jos Carlos Maritegui y Jos Mart, entre otros, ya avizoraban y elevaban sus
voces y escritos sobre la amenaza que representaba la intervencin que un siglo
antes, adverta el Padre Bolvar.
Los diferentes
gobiernos del imperio estadounidense, apegados a sus ambiciones expansionistas,
basadas en el Destino Manifiesto y de la no menos tristemente clebre Doctrina
Monroe, vean hacia el sur de sus fronteras, la necesidad de imponer su cultura
y forma de vida, en tierras ahora bajo sus dominio econmico y para ello se
haca indispensable romper con la costumbres y tradiciones de los pases en su
rea de influencia, en un proceso que algunos autores han llegado a denominar
Neocolonialismo. A propsito de esto tenemos que:
El neocolonialismo se
entiende como una forma de colonialismo adaptada, la cual se ayuda de la
debilidad de los Estados recin independizados; todo con el propsito de
obtener beneficios de tipo econmico, poltico y cultural, lo que se lleva a
cabo generalmente otorgando poder poltico a las lites del Estado, an
dependiente, que favorezcan a los pases dominantes. (Macas, 2015).
En este sentido,
tenemos que la prdida de nuestra identidad cultural, que se ha venido
manifestando en los pases latinoamericanos en los ltimos aos viene marcada
no solo por una imposicin cultural de los pases dominantes, sino por la
complaciente permisividad de los gobiernos, que lejos de ponerle un coto a este
nefasto proceso de transculturizacin, dejan de defender lo que por herencia
tenemos, como nuestras ms ancestrales costumbres y tradiciones.
Pero es importante
sealar, que en todo este proceso impositivo de lo cultural y que sin duda
alguna ha llegado a transfigurar incluso la identidad de nuestros pueblos,
surge un concepto que ha tratado de suavizar, el neocolonialismo y que no es
otro que el de la Globalizacin. El desarrollo acelerado de nuevas Tecnologas
de Informacin y la Comunicacin, el Internet de las cosas y la Sociedad 5.0,
se han convertido para algunos ventajas y para otros un arma de doble filo.
Que la informacin
viaje a la velocidad de un clic, es para quienes desarrollan y venden la
tecnologa a nivel mundial, una herramienta de gran utilidad para alcanzar sus
fines polticos, econmicos y culturales. La Globalizacin ha representado en
esta etapa de la historia, una verdadera arma para que el gran emporio
capitalista mundial, incremente sus redes de dominacin, a travs de la
imposicin de una forma de vida uniforme para toda la sociedad mundial, en
donde, por ejemplo, Mc. Donalds nos dice que debemos
comer, Levis como vestirnos, CNN que noticia creer,
Disney y Marvel nos crean hroes a su medida y MTV
nos vende gneros musicales que muchas veces ni entendemos, pero como estn de
moda, entonces estn bien.
Es la cultura de lo
superfluo, la identidad prestada, la homogeneizacin de la cultura, una forma
nica de pensar, que no es otra cosa que la dominacin de los ms desarrollados
sobre la periferia del mundo, en donde poco a poco nos han ido robando nuestra
capacidad de discernimiento, nuestra cultura y hasta nuestra identidad como
sociedades libres.
Ante este escenario,
en el Siglo XXI han emergido nuevas voces que, conscientes del deterioro de
nuestra identidad indoamericana, que vena padeciendo en las ltimas dcadas
del siglo pasado, levantaron las banderas de la cultura y la identidad
nacional, que honraran las costumbres y tradiciones que nos legaron nuestros ancestros
y que sustentan el concepto de Naciones libres por la que lucharon Miranda,
Bolvar, Sucre, San Martn, OHiggins, Artigas y muchos otros.
Entre esas voces, una
de la que ms retumb en los cimientos de los proyectos de recolonizacin del
imperio capitalista, fue indudablemente la del Comandante Hugo Chvez Fras,
quien desde su llegada el poder en el ao 1999, puso todo su empeo en rescatar
las ms fervientes manifestaciones culturales de la identidad nacional de su
natal Venezuela. Desde lo constitucional hasta en los mbitos de la Defensa
Integral, la cultura del pueblo ha venido teniendo un repunte en favor del
rescate de las costumbres y tradiciones del pueblo venezolano, respetando por
supuesto, todas las vertientes de las manifestaciones culturales de la tierra
de Bolvar, que se pasean por lo indgena, lo afrodescendiente
y algunas otras provenientes de las combinacin de las anteriores con
migraciones pasadas y cuya mezcla se han arraigado en gentilicio nacional de la
nacin Sudamericana.
Tanto era la
preocupacin del Comandante Chvez por lo cultural y el rescate de la identidad
nacional que, haciendo referencia a este particular, en los primeros aos de su
gobierno, lanzaba esta frase que hoy mantiene plena vigencia: No hay
herramienta, en verdad, como la cultura, para lograr esa recuperacin de
conciencia, resurreccin de pueblos, profundizacin de quienes hemos sido,
quienes somos, y quienes podemos ser (Chvez, 2004).
A partir del anlisis
de los conceptos anteriormente explicados, debemos tener claro que, ms all de
cualquier debate que pueda surgir (y que seguramente surgir) sobre el
desarrollo y los avances tecnolgicos versus la cultura y la identidad
nacional, siempre deber prevalecer una postura que apunte haca la defensa a ultranza
de lo nuestro, de todo aquello que nos da sentido de pertenencia por nuestras
ms arraigadas costumbres y tradiciones que forman parte de nuestra identidad y
que son la base del concepto de naciones libres a la que aspiran la mayora de
los pases del mundo y que hoy se sienten amenazados por el resurgir de los
preceptos de la Doctrina Monroe, en buena parte de nuestro continente y cuya
mejor arma para combatirla son los ideales de
Libertad, Soberana y autodeterminacin que nos leg el Padre Libertador
Simn Bolvar y que hoy se traduce en la doctrina bolivariana.
El Bolivarianismo una doctrina contra las
pretensiones de dominacin
Simn Bolvar, el
genio poltico y militar venezolano, cuya espada invicta, llev libertad a seis
naciones del Continente y que bajo los principios de una doctrina original,
producto de aos de estudio, experiencia y mucha reflexin, buscaba establecer
una confederacin de pases que, respetando sus caractersticas y
particularidades, se convirtiera en una autntica Sociedad de Naciones, regida
por un supremo rbitro, quien estara representado por un Consejo con sede en
Panam, y que servira para dirimir cualquier divergencia, conservando los
lmites establecidos en 1810 como base de su derecho internacional y auspiciando
la unin para evitar cualquier tipo de intervencin europea.
Aunado a lo anterior,
el Libertador pensaba que esta Confederacin de la Amrica Meridional, buscara de alguna forma, contener la
influencia de los Estados Unidos de Norteamrica, que ya para su poca,
avizoraba como una amenaza para los destinos de las recin independizadas
colonias hispanoamericanas, tal y como lo dej plasmado para la historia en su
respuesta a la carta enviada por el Coronel Patricio Campbell y su propuesta al Libertador de nombrar como
sucesor de su autoridad en Colombia, a un prncipe europeo, a la que Bolvar
con la sagacidad que lo caracterizaba le respondi: Cunto no se opondran
todos los nuevos Estados americanos, y los Estados Unidos que parecen
destinados por la providencia para plagar la Amrica de miserias a nombre de la
Libertad?
El Libertador, a lo largo de su carrera
poltica y militar, lego para las generaciones futuras una prolfica obra, que
comprende una serie de documentos, entre los que se conservan innumerables
cartas, misivas, decretos y discursos que no solo dejan ver la grandeza de su
intelecto poltico y sus dotes de gran estratega militar, sino que adems no
dejan duda de su profundo amor por la libertad y la autodeterminacin de los
pueblos de la Amrica Meridional por la que tantos sacrificios ofrend. Toda su
obra reunida en compendios de enseanza, muestran como producto de lujo para
los hijos de la Patria Grande, una Doctrina Bolivariana, basada en ideales de
independencia, libertad, soberana, unin y cooperacin entre los pueblos que
su espada liber y que contraria a los ideales de dominacin y subyugacin de
la ya mencionada Doctrina Monroe, le muestra al mundo como la grandeza de una
nacin no se representa por su fuerza material o blica, sino por la humildad y
solidaridad de sus pueblos.
La Doctrina
Bolivariana, al igual que su contra parte imperialista, ha logrado trascender
en el tiempo, a pesar de los ataques y vilipendios a la que ha sido sometida
por propios y extraos, ya que, inmediatamente a la muerte fsica del Padre
Libertador, una corriente anti-bolivariana, recorri no solo Venezuela sino
buena parte de nuestro Continente, con la nica intencin de tratar de borrar
la memoria histrica de su genio inmortal y el de su obra, hacindole un flaco
favor a las pretensiones del imperialismo norteamericano, que muy a su pesar,
ante cada una de sus arremetidas contra la patria bolivariana, se ha encontrado
en diferentes momentos de nuestra historia republicana, con la respuesta de un
pueblo que fiel a sus principios libertarios, ha tenido en el Bolivarianismo las herramientas necesarias para derrotarlo
y preservar su independencia y soberana.
A lo largo de la
historia, la Doctrina de Simn Bolvar, ha tenido un sinfn de detractores, as
como tambin de grandes hombres y mujeres que han sabido defender su legado y
enseanzas, para mantener vivo el Fuego Sagrado de su espritu libertario. Es
as como nos encontramos con pasajes de la historia que narran como el llamado
General del Pueblo Soberano, Ezequiel Zamora, durante la Guerra Federal iz las
banderas del Bolivarianismo para luchar contra la
oligarqua criolla, que traicionando a todo un pueblo, se haban abrogado los
beneficios de la independencia, para satisfacer sus ambiciones particulares.
Siguiendo el hilo de
la historia venezolana, para el ao de 1902, el Presidente Cipriano Castro, se
arm del coraje que caracteriza a los Bolivarianos, y sin miramientos se
propuso enfrentar a las grandes potencias europeas del Imperio de la Gran
Bretaa, el Imperio de Alemania y el Reino de Italia, que mediante un bloqueo
naval en nuestras costas, pretendan cobrar por la fuerza deudas fraudulentas
en contra de Venezuela, es entonces cuando el presidente Castro, invocando un
profundo sentir nacionalista, con su clebre proclama, en la cual resaltaba la
frase: La Planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la
Patria e inspirado en los ideales de
Simn Bolvar y las glorias de nuestros libertadores, llam al pueblo a
defender la soberana de la nacin.
Aos ms tarde, luego
de la traicin y posterior golpe de estado al Presidente Cipriano Castro por su
compaero de luchas y compadre, el General Juan Vicente Gmez, quien a partir
de la segunda dcada del Siglo XX, y con la clara intencin de aprovecharse de
la figura del Libertador con fines polticos, buscando de alguna forma
legitimar su ya consolidada dictadura, mientras estableca pactos con los
seguidores de la Doctrina Monroe, inicio una campaa por recuperar la memoria
histrica de la Patria al cumplirse el primer centenario del ciclo de la
Independencia de Venezuela, as como de la vida y obra del Padre de la Patria,
realizando obras de restauracin de sitios emblemticos como es el caso del
icnico Samn de Gere y de la hacienda de San
Mateo, adems de la construccin de otros monumentos y plazas que bajo el lema
Unin, Paz y Trabajo, acciones con las que pretendi mitigar los nimos y las
acciones de los opositores a su gobierno y ganar adeptos, tocando la fibra
histrico-patritica de los venezolanos.
Luego de la
desaparicin fsica de Gmez y el fin de su larga dictadura de veintisiete
aos, se inici un largo periodo de ms de siete dcadas, en donde la figura de
Bolvar y de su doctrina en general, fueron relegados a los actos protocolares
propios de la conmemoracin de su biografa, lo que en palabras del cantautor Al Primera en la letra de su cancin declamatoria: Cancin
Bolivariana, claramente expone: el Pueblo en su engao cree que la alta
burguesa va a llevarte flores al Panten Nacional cada aniversario de tu
muerte; y entonces a que van pequeo compatriota?; A asegurarse de que ests
bien muerto LibertadorBien muerto! . Fueron aos de gobiernos de una derecha
entreguista y anti-bolivariana, en donde los venezolanos fueron inoculados con
el veneno del capitalismo, el consumismo y un desapego por sus valores
histricos y su identidad nacional.
El Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 y el renacer de la
esperanza
Pero en medio de este
oscuro panorama, de la poca del Puntofijismo, Hugo
Chvez, quien con un grupo de compaeros de armas, fund en 1982, el Movimiento
Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200), que en la clandestinidad y basados en
los fundamentos e ideales de Simn Bolvar, Simn Rodrguez (Samuel Robinson) y
Ezequiel Zamora, conformaron un verdadero Ejrcito Revolucionario, que diez
aos despus, se rebelaron contra el poder constituido y representativo de la
derecha venezolana, e intentaron dar al traste con un gobierno que en virtud de
la debacle econmica en el que se hallaba subsumido, haba entregado las arcas
del pas (o lo que quedaba de ellas) al Fondo Monetario Internacional,
incrementando el sufrimiento y las angustias de todo un pueblo que clamaba por
un destino mejor.
El Movimiento fue
develado y posteriormente derrotado, pero en la poblacin venezolana volvi a
nacer la motivacin, en aquel amanecer de la esperanza, un hombre, nieto del
poco conocido para la poca, Pedro Prez Delgado Maisanta
, con su altiva boina roja y un brazalete tricolor, le deca a sus compaeros y
al pueblo que: Por ahora no se lograban los objetivos planteados, pero que
vendran nuevas situaciones y con el mayor acto de valenta asuma la
responsabilidad de lo que se empezaba a conocer como el Movimiento Militar
Bolivariano.
Para el ao de 1999, con la llegada a la
Presidencia de la Repblica, del Comandante Hugo Chvez Fras, toda esta
estrategia de enterrar la figura de Bolvar y en general de toda la doctrina
bolivariana, comenz a cambiar y ms que cambiar, a brillar con refulgente luz,
la luz de la llama sagrada, que por doscientos aos se neg a apagarse, a pesar
de los innumerables intentos que los
enemigos del Libertador procuraron realizar, con la firme intencin de opacar
el genio de su obra.
El Comandante Chvez,
hombre preclaro y profundamente bolivariano, entendiendo que la situacin
poltica, econmica y social que sobrellevaban tanto Venezuela como la gran
mayora de los pases de Latinoamrica, era el resultado de la aplicacin
sostenida y sistemtica de un plan neoliberal de dominacin, que fundamentado
en la Doctrina Monroe, conducido por los EE.UU., mantena en un estado de
sumisin a los pueblos del Continente y que slo un proyecto de integracin
regional basado en el ideal bolivariano poda cambiar este triste panorama e
impulsar un resurgir y consolidacin de todo nuestro potencial.
Fue as como a partir
de un indito y muy particular proceso constituyente, inici un proyecto de
refundacin de la patria venezolana, que rompi con cuarenta aos de una
ineficiente democracia representativa, que haba mantenido dormido al pueblo
venezolano, un plan estratgico que sumando a todos los factores de la
sociedad, Hugo Chvez cual artista, comenz a esculpir la magnanimidad de su
obra poltica, que tena como prioridad el ser humano y su entorno social, de
all su intencionalidad se basaba en crear un Hombre Nuevo, tal y como lo
sealaba en los inicios de la Revolucin Cubana, el Comandante Ernesto Che
Guevara: Todos y cada uno de nosotros paga puntualmente su cuota de
sacrificio, conscientes de recibir el premio en la satisfaccin del deber
cumplido, conscientes de avanzar con todos hacia el Hombre Nuevo que se
vislumbra en el horizonte. (Guevara, 1965, p. 22).
Pero el Comandante
Chvez, saba que por ms esfuerzo que hiciera, para sacar a Venezuela haca
adelante, no lograra materializar el sueo de Simn Bolvar sino incorporaba
al resto de los pases de la regin a un proyecto de integracin, cooperacin y
complementariedad, que como lo deca el Libertador, nos uniera en nuestra
diversidad y respetando nuestras soberanas y fue entonces cuando, contando con
el apoyo de Fidel Castro en Cuba, Rafael Correa en Ecuador, Nstor Kirchner en
Argentina, Lula Da Silva en Brasil, Evo Morales en Bolivia, Tabar Vsquez en
Uruguay y el Comandante Daniel Ortega en Nicaragua, se comenz a dar forma un
proyecto regional Nuestroamericano,
que inclua la creacin de organismos de integracin, entre los que se cuentan:
ALBA-TCP, UNASUR, CELAC, TELESUR, PETROCARIBE, entre otros, mecanismos que
buscaban romper con los esquemas de dominacin que vena imponiendo por dcadas
EE.UU., subyugando la soberana y autodeterminacin de los pueblos
latinoamericanos.
Como resultaba lgico deducir,
el imperialismo internacional, encabezado por los Estados Unidos de
Norteamrica, no se quedara de brazos cruzados ante esta afrenta a sus planes
de dominacin y comenz a atacar con mucha fuerza todas estas iniciativas de
unidad Centro y Sudamericana, que atentaban contra sus intereses y la
permanencia de su modelo capitalista y consumista en su principal rea de
influencia.
Pero Hugo Chvez
investido de la moral y el espritu del Bolivianismo, jams declin en sus
intenciones y apoyado en la correlacin de fuerzas progresistas que gobernaban
en Amrica Latina, empu nuevamente la espada del Libertador y ante cada
arremetida del Monrosmo, responda con mayor fuerza, para hacer respetar
nuestra originaria y ancestral determinacin de ser libres, independientes y
soberanos.
La arremetida del Monrosmo contra la Revolucin y el Bolivarianismo
Desde la llegada al
poder del Comandante Hugo Chvez Fras en el ao 1999 y la aplicacin de
medidas polticas, econmicas y sociales en favor de las mayoras, que por
dcadas haban sido excluidas de los beneficios de la renta petrolera y
subsumidas a altos niveles de pobreza, Venezuela y su gobierno, comenzaron a
ser vistos con recelo por parte de los grandes emporios de poder en el mundo,
que siempre haban tenido a al pas sudamericano, como una fuente segura y
barata de materias primas, sin importar el desequilibrio que a lo interno
carcoma las bases de una sociedad, cada vez ms pobre, ms desigual y ms
alejada del desarrollo.
Por supuesto que al irse
materializando los anhelos de autodeterminacin y la diversificacin de las
relaciones internacionales de Venezuela con un mundo pluripolar
y multicntrico, en donde destacaban nuevos
acercamientos con pases como Rusia, China, Bielorrusia, Irn, entre otros, fue
despertando las alarmas del imperialismo internacional, orquestado por el
Gobierno de los Estados Unidos de Norteamrica, que nunca ha estado dispuesto a
permitir la intromisin de naciones fuera del Continente, en su rea de
influencia en Amrica Latina, muy al estilo de la tristemente clebre, doctrina
Monroe.
Venezuela de la mano
del Comandante Chvez y posteriormente del Presidente Nicols Maduro, fue
generando un gran nivel de liderazgo, sobretodo en el concierto de naciones de
los llamados pases no alineados, que al igual que Venezuela, buscan el
despertar de sus pueblos, guiados por gobiernos progresistas, capaces de
enfrentarse a los designios del imperialismo y de esta forma salir del atraso y
la pobreza a los que fueron relegados por el capitalismo mundial.
Estas acciones en
contra del poder constituido en el mundo, despertaron los demonios y desde
las diferentes administraciones de la Casa Blanca, comenzaron los ataques en
contra la Revolucin Bolivariana, los cuales se acentuaron durante el Gobierno
Barack Obama, quien poco antes de terminar su segundo mandato en 2015, declar
a Venezuela una amenaza inusual y extraordinaria de los EE.UU. y posteriormente
con la llegada de Donald Trump al poder, los ataques
fueron decantando en una verdadera guerra hibrida, marcada por una serie de
embargos financieros y sanciones econmicas ilegitimas y unilaterales, que han
buscado doblegar la voluntad de lucha del pueblo venezolano y su gobierno
constitucional.
Pero gracias al juego
estratgico de las alianzas internacionales, establecidas entre Venezuela y
otros polos de poder distintos a la hegemona capitalista mundial, durante el
gobierno del Comandante Hugo Chvez y afianzadas durante el periodo
gubernamental del Presidente Nicols Maduro, han colocado al pas en el centro
de la turbulencia geopoltica actual, en donde los intereses imperialistas por
la obtencin de recursos materiales y energticos, ha encontrado una frrea
resistencia por parte del grupo de pases no alineados, apoyados por las
potencias emergentes, principalmente por
la Repblica Popular China y la Federacin Rusa.
Ante este escenario,
comenzaron a surgir algunas interrogantes dignas de un profundo anlisis, ms
an si se toman en consideracin las ciertas acciones realizadas por la
administracin de Donald Trump, entre las cuales la
ms notoria fue la retirada de EE.UU. del acuerdo de no proliferacin de
misiles de mediano alcance, que pudiese tomarse como un movimiento tctico
previo a la promocin y ejecucin de un conflicto nuclear con su archirrival
ruso, el cual tendra como teatro de la guerra al continente europeo y para lo
cual la obtencin de petrleo barato y constante apuntara a un ataque
focalizado contra Venezuela, a fin de destruir la organizacin interna del
Estado-Nacin y apoderarse de los recursos energticos de la nacin
bolivariana, a semejanza como lo hicieron en el pasado reciente contra pases
Tanques como es el caso de Irak, Libia o Siria.
En un intento por
materializar el logro de sus objetivos, el imperio norteamericano ha desatado
una serie de acciones, que solo buscan la desestabilizacin del gobierno y el
establecimiento de un gobierno ttere que favorezca sus intenciones de hacerse
del control de los grandes yacimientos de petrleo y otros minerales
estratgicos que yacen en el subsuelo venezolano, entre estas acciones podemos
mencionar:
a.
La campaa mundial de descrdito en contra de
la Revolucin Bolivariana.
b.
El apoyo a la autoproclamacin del
Presidente de Asamblea Nacional, como presidente interino o encargado, bajo el
desconocimiento de las elecciones presidenciales de 2018 y la supuesta
usurpacin del cargo por parte del Presidente Nicols Maduro.
c.
La apropiacin ilegal de los activos de PDVSA
en el exterior, entre ellos CITGO en Estados Unidos o Monmeros en Colombia.
d.
La promocin y financiamiento de grupos
paramilitares en el territorio venezolano.
e.
Los intentos de Magnicidio contra el
Presidente de la Repblica Bolivariana de Venezuela Nicols Maduro.
f.
Los reiterados ataques a los servicios
pblicos, para generar un clima de ingobernabilidad.
g.
La constante amenaza de intervencin militar
armada contra Venezuela, con el apoyo de pases satlites, principalmente
Colombia, Brasil y Guyana.
Es importante
reconocer que, a pesar de la intensidad y continuidad de los ataques
perpetrados por Estados Unidos contra Venezuela, desde todos los frentes
conocidos (excepto el militar), el imperio norteamericano se ha encontrado con
un pueblo fortalecido y en resistencia, que en ningn momento ha dudado en
apoyar a sus autoridades legtimamente constituidas y que, aunado al hecho de
haber establecido importantes alianzas internacionales, el crecimiento de la
consciencia poltica del pueblo, desde la llegada del Comandante Hugo Chvez en
el ao 1999 hasta la actualidad, han sido determinantes para la derrota del
imperio en sus pretensiones en contra de la nacin venezolana.
Si hacemos una mirada
retrospectiva, a la correlacin de fuerzas polticas en Latinoamrica en los
ltimos veinte aos, podemos darnos cuenta, que solo en los casos de Cuba,
Nicaragua y Venezuela, en el resto de los pases de la regin, los ataques del
imperialismo mundial han encontrado tierra frtil para la siembra de sus
proyectos neocolonialistas.
Es as como podemos
observar como a travs de la aplicacin de maniobras semejantes a las
implementadas contra Venezuela, Estados Unidos y sus lacayos internos han
logrado forzar cambios de regmenes progresistas por gobiernos proclives a los
intereses imperiales, tal es el caso de Brasil, Ecuador, Paraguay, El Salvador,
y en el ao 2019 en Bolivia con el Golpe de Estado contra el hermano Presidente
Evo Morales, que un ao despus fue derrotado por las fuerzas populares
bolivianas en elecciones libres, una leccin que quedar para la historia como
el resultado de la accin de la consciencia de un pueblo que est resuelto a
ser libre.
En todos estos casos,
sumado al hecho de establecer un control poltico y econmico en estos pases,
EE.UU. tambin ha venido desarrollando una estrategia de aislamiento de
Venezuela en la regin, al obligar a los gobiernos de estos pases, a separarse
de mecanismos de integracin, que en otrora se impulsaron desde la nacin
bolivariana hacia buena parte del Continente, como lo son el ALBA-TCP, la
UNASUR, PETROCARIBE y la CELAC.
Por supuesto que, ante
todas estas acciones, ha privado siempre la consciencia del pueblo y ms all
de las medidas coercitivas implementadas desde las diferentes administraciones
de Washington, fundamentadas en la Doctrina Monroe, contra muchas de las
naciones al Sur del Ro Grande, han tenido un peso fundamental todas las
estrategias emprendidas por lderes progresistas como fue el caso del
Comandante Hugo Chvez, que basados en el ideal Bolivariano, supo diversificar
y fortalecer las relaciones internacionales, generando la creacin de un mundo pluripolar y multicntrico, en
apoyo a la Revolucin Bolivariana y que a su vez han servido de inspiracin
para todos aquellos movimientos en el mundo que abogan por un mundo ms justo y
equilibrado.
Conclusin
En el ao 2013, el
Comandante Hugo Chvez parti hacia un sitial de honor en el universo de los
inmortales de la patria y desde entonces, Nicols Maduro acept el reto de
darle continuidad al Proyecto Bolivariano y sorprendiendo a propios y extraos,
sobre todo a quienes lo desestimaron polticamente, ha venido demostrando su
gran capacidad para conducir los destinos del pas sudamericano, colocndose a
la altura de las exigencias propias del cargo y de la altsima responsabilidad
que su Padre Poltico le encomend.
Sabemos que la lucha
del Bolivianismo contra el Monrosmo, no ha terminado y muy por el contrario
pareciera que amenaza con acrecentar su accionar con el pasar de los aos, ya
que, los Estados Unidos de Norteamrica. en su afn de apropiarse de los recursos
materiales y energticos que necesitan para sostener su aparato consumista, no
se detendr hasta satisfacer sus necesidades, en la mayora de los casos con la
aplicacin de medidas polticas, econmicas y hasta militares, para
coercitivamente hacerse de bienes de los pueblos libres que siguen luchando por
el respeto a sus ideales de libertad, soberana y autodeterminacin.
En atencin a lo
anterior, es importante sealar que, en el marco de la lucha contra la
recolonizacin emprendida por EE.UU. bajo las banderas de la Doctrina Monroe,
se plantea la necesidad de establecer en los pueblos de Nuestra Amrica, una
geopoltica internacional Liberadora, fundamentada en el Bolivarianismo
y con el Socialismo del Siglo XXI, como plan de accin y motor principal de los
cambios necesarios, que permitan impulsar y consolidar la construccin de un
mundo Multicntrico y Pluripolar
que desde nuestros pases (primero en la regin y posteriormente en el mundo),
se conforme en centros o polos de poder, que le ofrezcan a todos los pases de
la denominada periferia y que todava estn subsumidos en la dependencia
(poltica, econmica, industrial o tecnolgica), la oportunidad de alcanzar
niveles de independencia, soberana y autodeterminacin, que los lleven en
condiciones de igualdad, y poder as alcanzar el desarrollo integral de sus
pueblos.
Es por esta razn que,
en la conciencia de los hombres y mujeres de bien, que hemos asumido al Bolivarianismo, como razn de vida y gua de actuacin,
debemos entender que, ante cada arremetida del imperialismo, solo nos queda
empuar con mucha fuerza la espada de Bolvar, para qu, con la fuerza moral de
su espritu indomable, sigamos librando las batallas por preservar nuestro
legtimo derecho a la autodeterminacin y la independencia de los pueblos de la
Patria Grande que el so y que nosotros estamos obligados a construir y
defender.
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