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Convenios de Derecho Mercantil Internacional: Una revisi�n actualizada

 

International Trade Law Conventions: An Updated Review

 

Conven��es de Direito Comercial Internacional: Uma Revis�o Actualizada

 

 

Katherine Elizabeth Sandoval-Escobar I
kathysandovalescobar@hotmail.com 
https://orcid.org/0000-0001-9903-2376 
,Pablo Alberto Almeida-Narv�ez II
pablopablo54@hotmail.com 
https://orcid.org/0000-0002-3409-0775
Carla Paulina Sandoval-Escobar III
carlysandoval@yahoo.com 
https://orcid.org/0000-0002-5231-6176
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Correspondencia: kathysandovalescobar@hotmail.com

 

 

 

 

Ciencias Sociales y Pol�ticas �����������

Art�culo de Revisi�n �

 

 

 

* Recibido: 25 de abril de 2022 *Aceptado: 20 de mayo de 2022 * Publicado: 20 de Junio de 2022

 

 

 

        I.            Doctora Pd.D en Ciencias Jur�dicas, Abogada de los Juzgados y Tribunales de la Rep�blica del Ecuador, Docente Investigador Escuela Superior Polit�cnica de Chimborazo (ESPOCH), Riobamba, Ecuador.

     II.            Master Universitario en Criminolog�a, Delincuencia y Victimolog�a.� Doctor en Jurisprudencia y Abogado de los Juzgados y Tribunales de la Rep�blica del Ecuador. Investigador Independiente, Quito, Ecuador.

   III.            Mag�ster en Administraci�n y Marketing, Abogada de los Juzgados y Tribunales de la Rep�blica del Ecuador, Diplomado Superior en Gesti�n Administrativa. Investigadora Independiente. Quito, Ecuador.


Resumen

Los acuerdos internacionales que establecen un derecho uniforme de los contratos comerciales se han multiplicado desde finales del siglo XIX y, desde un punto de vista funcional, estos instrumentos son similares entre los pa�ses. Es as�, que este documento a trav�s de la b�squeda documental y sistem�tica presenta una revisi�n actualizada de las cuestiones que son comunes a los convenios de derecho uniforme en muchos �mbitos y como la Uni�n Europea con Latinoam�rica han creado acuerdos de trabajo seg�n sus pol�ticas internacionales de comercializaci�n.

Palabras clave: derecho mercantil internacional; comercio; convenios; pol�tica internacional.

 

Abstract

International agreements establishing a uniform law of commercial contracts have multiplied since the end of the 19th century and, from a functional point of view, these instruments are similar among countries. Thus, this paper through documentary and systematic search presents an updated review of the issues that are common to uniform law conventions in many areas and how the European Union with Latin America have created working agreements according to their international marketing policies.

Key words: international trade law; trade; conventions; international policy.

 

Resumo

Os acordos internacionais que estabelecem uma lei uniforme dos contratos comerciais multiplicaram-se desde o final do s�culo XIX e, de um ponto de vista funcional, estes instrumentos s�o semelhantes entre pa�ses. Assim, este documento atrav�s de pesquisa documental e sistem�tica apresenta uma revis�o actualizada das quest�es que s�o comuns �s conven��es de direito uniforme em muitas �reas e como a Uni�o Europeia com a Am�rica Latina tem criado acordos de trabalho de acordo com as suas pol�ticas comerciais internacionais.

Palavras-chave: direito comercial internacional; comercio; conven��es; pol�tica internacional.

 

Introducci�n

La creaci�n de leyes comerciales internacionales universales y uniformes tiene como objetivo lograr un conjunto de normas armonizadas y globales que satisfagan las necesidades de todos los actores de los distintos mercados regionales. Las normas internacionales en su formulaci�n, origen y marco son un atributo que mejora la aplicaci�n e interpretaci�n de la normativa. Otro objetivo es disminuir los obst�culos legales existentes que afectan al comercio entre pa�ses. Las leyes crean un terreno de juego igualitario entre compradores y vendedores, asegurando que todos operan dentro de un espectro espec�fico que aprecia el valor de tales interacciones desde un entorno interactivo. La uniformidad de las leyes tambi�n fortalece las relaciones comerciales entre los estados y generan los mejores resultados de inversi�n con la intenci�n de introducir normas equilibradas adecuadas para las transacciones internacionales correctas.

En el caso de la resoluci�n de disputas, la uniformidad proporciona un espacio para abordar los desaf�os y permite una mejor adjudicaci�n basada en las leyes actuales. Dado el dinamismo global y el crecimiento constante, los contextos requieren una actualizaci�n constante para garantizar que la informaci�n transmitida de un �rea a otra coincida y cumpla con las exigencias requeridas. La exploraci�n de estas exigencias permite a las partes comerciales, los legisladores, los abogados, los jueces y los �rbitros interesados en aplicar, adoptar o interpretar las vastas pruebas jur�dicas, comprender la direcci�n que deben tomar. La falta de congruencia podr�a dar lugar a problemas a la hora de identificar el material relevante y la ubicaci�n adecuada en el contexto. La comprensi�n de los cambios en las convenciones de los tratados comerciales de derecho entre los pa�ses europeos y latinoamericanos es vital porque transmite la informaci�n necesaria para lograr el marco adecuado que mejore la formulaci�n de leyes y contratos comerciales que hagan aportes significativos a nivel global y regional.

 

Alcance y enfoque

La elaboraci�n de cualquier ley global requiere una atenci�n constante a la coordinaci�n de varias organizaciones que pretenden desarrollar compromisos estables en el comercio. La Comisi�n de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI), la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado (HCCH) y el Instituto Internacional para la Unificaci�n del Derecho Privado (UNIDROIT) tuvieron el mandato de preparar los textos legales uniformes que se utilizan hoy en d�a (Garc�a, 2016). Estos organismos tienen como finalidad promover la modernizaci�n y armonizaci�n constantes de las leyes contractuales comerciales para crear un sistema de trabajo que la gente pudiera seguir sin problemas. El compromiso global con estas organizaciones tambi�n implica comprender qu� es lo que mejor funciona, ya que cada una de ellas detalla las medidas destinadas a racionalizar los servicios, al tiempo que recopila los principios ideales que se esperan en cada compromiso (Garc�a, 2016). Los organismos deben proporcionar a otros gobiernos internacionales y organizaciones no gubernamentales plataformas para hacer contribuciones significativas a lo que hacen para cumplir sus objetivos espec�ficos.

Lograr el cumplimiento a escala mundial requiere un apoyo constante en el proceso de aplicaci�n. La CNUDMI, la HCCH y UNIDROIT crearon una serie de herramientas destinadas a facilitar la aplicaci�n, la ejecuci�n y el an�lisis de las leyes presentadas en el frente mundial (Garc�a, 2016). Por ejemplo, la creaci�n de la Jurisprudencia sobre Textos de la CNUDMI (CLOUT), UNILEX (que contiene una colecci�n de diferentes bases de datos que incluyen la jurisprudencia internacional sobre los Principios de UNIDROIT sobre los Contratos Comerciales Internacionales (UPICC)), y las Cl�usulas Modelo para el Uso de los Principios de UNIDROIT sobre los Contratos Comerciales Internacionales son herramientas comunes (Garc�a, 2016). El amplio abanico presenta un resultado esencial vinculado a la formulaci�n de diversos resultados vinculados al desarrollo de leyes uniformes y a la mejora de las regulaciones para adaptarse a las demandas globales.

Desarrollar una gu�a que presente las bases de los contratos comerciales internacionales con un enfoque particular en las ventas u otros elementos puede ser �til para detallar los cambios requeridos. El entorno global cambia con el tiempo, y las condiciones reflejan los tratados y modelos que exploran las diversas secretar�as que desempe�an un papel espec�fico en la configuraci�n de la revisi�n peri�dica de las leyes para promover la uniformidad en la adopci�n de los cambios y la interpretaci�n de los significados (Kim & Kim, 2020). La aclaraci�n constante de las relaciones entre varias entidades se refleja en la disposici�n de los requisitos exhaustivos que descubren algunos de los contratos comerciales internacionales que abordan principalmente las ventas y los contratos internacionales como una referencia a los diversos procesos de regulaci�n presentados. Todas las disposiciones y principios generales identifican la idoneidad de las leyes contractuales modernas para debatir el valor del derecho internacional en la elecci�n de las leyes y consecuencias m�s aplicables (Kim & Kim, 2020). �stas podr�an estar ligadas a no tener la opci�n correcta para elegir cuando se trata de otros actores de la industria. Las partes que se adentran en las transacciones internacionales deben comprender la mir�ada de instrumentos jur�dicos y la necesidad de operar desde un nivel uniforme. Para ello, estos instrumentos tienen que conducir a la uniformidad o a la armonizaci�n de las distintas normativas de las diferentes regiones y pa�ses para simplificar, aclarar y modernizar la ley para permitir el comercio. La creaci�n de una plataforma de este tipo permite a todas las partes operar dentro de un entorno espec�fico que permite a los pa�ses empujarse mutuamente hacia el cumplimiento de la naturaleza complementaria de estos instrumentos. El prop�sito es construir un modelo m�s f�cil con la intenci�n de desarrollar mejores resultados asistenciales.

Debatir qu� cambios hay que anticipar es fundamental porque desarrolla una percepci�n diferente de la realidad y crea la necesidad de simplificar estas leyes para empoderar a las naciones en su intento de seguir realizando transacciones a escala global. Para que esto ocurra, la ley debe seguir siendo eficaz y crear una comprensi�n estructural de los beneficios obtenidos en dichos entornos (Ben-Moussa, 2017). Las convenciones de los tratados comerciales de derecho entre los pa�ses europeos y latinoamericanos son diversas tanto en su alcance como en su diversidad. Por lo tanto, explorar las diferentes relaciones permite observar las carteras de inversi�n que caracterizan a ambas regiones y el impacto que esto tiene en los resultados comerciales de ambos grupos.

 

Desarrollo

Convenios de Derecho Comercial entre pa�ses europeos y latinoamericanos.

La Uni�n Europea (UE) y los pa�ses latinoamericanos tienen un historial de inversiones en diversas industrias, por lo que es imperativo entender lo que esto significa para ellos. Los cambios son buenos para ellos, pero entender sus antecedentes podr�a definir la importancia del valor que se agregan mutuamente (Ben-Moussa, 2017). La inversi�n extranjera directa de la UE en Am�rica Latina es mayor en comparaci�n con su compromiso con otras econom�as emergentes como India y China. La cantidad de ayuda de la UE a los estados centroamericanos es vital para los tama�os econ�micos m�s peque�os (Farah & Babineau, 2019). La alta dependencia comercial de Estados Unidos significa que aceptar�n a cualquiera que traiga ayuda para ayudar a mejorar sus resultados comerciales.

Un compromiso m�s estrecho con Am�rica Latina se ha institucionalizado en el pasado. El proceso es vital para asegurar que la cooperaci�n social, econ�mica y pol�tica permita un mejor desarrollo de los diferentes di�logos que mantienen las partes comerciales (Farah & Babineau, 2019). Las reuniones y cumbres de alto nivel siguen siendo una parte fundamental del proceso desde que la creaci�n de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe�os (CELAC) en 2010 proporcion� un mayor impulso al comercio (Garc�a, 2016). La participaci�n de la UE y la CELAC proporcion� una plataforma que crear�a un sistema de valor integrado que proporciona transacciones comerciales sin fisuras entre los dos bloques regionales.

Detr�s de Estados Unidos, la UE es el segundo socio comercial de los pa�ses latinoamericanos. Para la UE, el comercio con los Estados latinoamericanos representa el 6,2% de su comercio global (Garc�a, 2016). Por lo tanto, la elaboraci�n de acuerdos y contratos comerciales de inversi�n explica las razones de este compromiso. Los resultados de la inversi�n extranjera se vuelven imperativos para discutir qu� opciones evaluar, ya que la relaci�n sigue siendo un acuerdo constante para generar desarrollo y crecimiento econ�mico.

La motivaci�n de los acuerdos comerciales comenz� con la Pol�tica Comercial Com�n (PCC) del Tratado de Roma, que la UE consider� una forma poderosa de definir sus pol�ticas. Los acuerdos comerciales preferenciales que surgieron, como resultado, reflejan el valor del comercio para ambas regiones y la necesidad de establecer sistemas de compromiso para los diversos grupos asociados a las demandas de desarrollo en Am�rica Latina (Garc�a, 2016). El fortalecimiento de las opciones comerciales tambi�n se tradujo en el retorno a la democracia en muchos Estados en las d�cadas de 1980 y 1990. La UE cre� numerosos Marcos de Acuerdos de Cooperaci�n con los Estados de Am�rica Latina y marcaron la pauta legal para el compromiso en las relaciones interregionales y bilaterales (M�rquez-Ramos et al., 2017). Trabajar en estos di�logos fue suficiente para fortalecer la democratizaci�n en la regi�n y asegurar que la mantuvieran para facilitar el comercio y el apoyo desarrollado en el proceso.

La UE quer�a crear acuerdos comerciales que respondieron a la l�gica comercial. Negociar el acuerdo comercial preferencial con M�xico y otros pa�ses con la esperanza de establecer resultados estrictos vinculados al motivo de la competitividad en toda la regi�n. Los retos se�alados en dicho entorno hicieron que las estrategias comerciales se dirigieran a la construcci�n de un proyecto de resultados apegados al desarrollo de los fundamentos de las liberalizaciones estatales apegadas a la mejora del acceso al mercado para ambas partes (M�rquez-Ramos et al., 2017). La evaluaci�n de impacto para estos acuerdos acordados con los bloques comerciales asociados a la creciente necesidad de mantenerse cercanos y econ�micamente viables. La negociaci�n de estos acuerdos comerciales preferenciales provisionales permite a la UE disfrutar de diversos resultados comerciales asociados a las asociaciones que se presentan en este entorno.

La UE no puede ignorar los retos de la multipolaridad que sigue amenazando a los bloques comerciales regionales a nivel mundial. Incluso con la necesidad de crear un sistema que anuncie el fortalecimiento de las diversas instituciones, Garz�n (2015) opina que los pa�ses latinoamericanos pueden jugar un papel cr�tico en la conformaci�n de los avances de los acuerdos comerciales previstos en un mercado global. Cada compromiso es una se�al de que estos resultados siguen siendo una tendencia que intenta transformar los diversos atributos en toda la comunidad. Genera la base del poder unido a las fortalezas dentro de las interacciones socavadas. Cuando el tratado de Asunci�n de 1991 y el Protocolo de Ouro Preto de 1994 reunieron a Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay para formar el Mercosur, los pa�ses utilizaron su poder para construir un fuerte bloque comercial (Arana, 2017). El bloque permiti� a estos pa�ses promover un espacio com�n para generar negocios e inversiones, dando a cada miembro una oportunidad a trav�s de aspectos competitivos constantes de integraci�n de las econom�as nacionales en el mercado internacional. La UE entendi� este poder, creando varios acuerdos que podr�an determinar la pol�tica y el futuro de los mismos miembros.

Las conversaciones entre la UE y el Mercosur ocurrieron entre 1999 y 2004. Meissner (2016) postula que las relaciones interregionales han sido el n�cleo de la pol�tica exterior de la UE dentro de Am�rica Latina, por lo que es un acuerdo esencial que aborda la evaluaci�n del impacto que tuvo en la regi�n. La modificaci�n de los convenios o su actualizaci�n apuntan a la racionalizaci�n de los servicios y al surgimiento de la conceptualizaci�n de Europa como una potencia de mercado que podr�a beneficiarse de la oferta comercial latinoamericana. La inclusi�n de Estados Unidos y China en la matriz comercial supuso que la proactividad de cada compromiso presentara un paso para que este compromiso interregional fuera impactante para ambas partes.

Todos los acuerdos de la UE celebrados durante este periodo ten�an como objetivo agilizar la liberalizaci�n econ�mica. El compromiso que la UE mantuvo desde 2006 ten�a como objetivo ampliar su modelo preferido de regulaci�n econ�mica, creando un importante grado de similitud entre ellos. Las leyes buscaban extender sus reglas y normas al mercado latinoamericano, creando controversias en el proceso (Arana, 2017). El proceso de acuerdos comerciales pretend�a desarrollar, fomentar la integraci�n y mejorar la competitividad econ�mica de los nuevos mercados a los que acced�an. Los motivos fundamentales fueron crear acuerdos comerciales para potenciar los procesos comerciales estrat�gicos. La l�gica que eligieron con cada pa�s fue una gran manera de adoptar el cambio y agilizar los servicios para garantizar que el comercio internacional siguiera siendo un aspecto fundamental del compromiso.

 

Tipo de acuerdo entre la UE y Am�rica Latina: Un �mbito regional

Con el paso del tiempo, la evoluci�n de los acuerdos comerciales de la UE toc� m�s �reas pol�ticas. Las crecientes tendencias del comercio internacional siguen creando una mejor din�mica interna que permite a los bloques regionales utilizar lo que tienen en su entorno para determinar su progreso. La Organizaci�n Mundial del Comercio y el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) incluyeron la reducci�n de los aranceles y trabajaron en el desmantelamiento de las cuotas para garantizar el crecimiento del comercio (Beringer et al., 2019). Los acuerdos establecidos presentaron una atenci�n adecuada hacia nuevas oportunidades con un alcance y una cobertura diferentes. Las normas y los reglamentos presentes pueden ser un paso que proporcione un mejor enfoque en la liberalizaci�n del comercio para conservar esos resultados incorporados que cambian a medida que el enfoque se desplaza de un entorno para mejorar esas revisiones en las dos regiones.

El enfoque copiado por la UE pretend�a adoptar normas de compromiso destinadas a crear dichos compromisos para abordar el compromiso con los derechos medioambientales y sociales. Los acuerdos comerciales presentaron modelos destinados a garantizar la flexibilidad para permitir que los socios trabajen hacia una intenci�n com�n (Beringer et al., 2019). La competencia presentada en el seno de la UE era ideal s�lo si los valores apuntaban a los logros esperados. Las plantillas destacan algunos compromisos que garantizan la inclusi�n de todas las partes integrantes. El impacto que esto tendr�a en las inversiones realizadas en �reas como el turismo significaba que el poder del mercado intentar�a atender los intereses de las personas de este grupo (Beringer et al., 2019). Los compromisos dentro de la UE ten�an como objetivo crear un sistema sostenible que se esforzar� por desarrollar diferentes socios con el fin de obtener resultados adaptados a la liberalizaci�n del desarrollo adoptada para construir sus relaciones.

Las tendencias seguidas en la b�squeda de mejores resultados de atenci�n siguen apegadas a las preferencias comerciales y al respeto por la democracia y los derechos humanos para establecer un marco legal que permitiera suspender el comercio en caso de violaciones. El respeto al Estado de Derecho determin� qu� resultados ser�an �tiles para explorar los intereses atendidos, al tiempo que se exploraban los resultados posibles para que la UE realizar� acuerdos vinculados a la mejora de la cooperaci�n en toda la comunidad (Garz�n, 2015). La vinculaci�n jur�dica de estos compromisos en materia de derechos humanos pone de manifiesto los resultados democr�ticos que conlleva la evoluci�n de los grupos implicados. Todos los contratos que la UE realiz� ten�an como objetivo crear compromisos sobre una mejor cooperaci�n pol�tica, pero lo vincularon a la necesidad de incorporar cualquier avance en los cambios de la OMC, las alteraciones internas dentro de la UE y cualquier inter�s que los socios de la UE tuvieran dentro del �rea.

Aun as�, la UE entiende que la liberalizaci�n arancelaria permiti� conocer las mejores formas de desarrollar una mejor aplicaci�n de los distintos acuerdos. En algunos casos, el vasto continente latinoamericano trajo m�s desaf�os debido a los contratos de bloque a bloque debido a que algunos pa�ses se negaron a formar parte del grupo mayor debido a algunas cl�usulas de los acuerdos (Grieger & Harte, 2018). La UE debe seguir considerando la mejor manera de involucrar a todos estos pa�ses ya que quiere beneficiarse de cada uno. Por ejemplo, en el caso de Per� y Colombia, la UE tuvo que prometer que para 2023 liberalizar sus l�neas arancelarias en un 95,8% y 97% para Colombia y Per�, respectivamente. El proceso de liberalizaci�n alcanzar�a el 96% para Colombia y el 98 para Per� en 2028 (Garc�a, 2016). La UE entendi� que el desarrollo de cada pa�s jugaba un papel integral en la redefinici�n de los resultados asociados al acceso necesario para dar forma a estos resultados.

El proceso de mejora pretend�a salvar estas condiciones y abordar el acceso preferencial preexistente a los mercados de la UE. Algunos aranceles difieren en el tiempo de cumplimiento de las directrices establecidas.

La UE cre� acuerdos que tambi�n favorecen a sus socios. En este caso, se trataba de crear una normativa de origen en la que el acuerdo permitiera la acumulaci�n regional y bilateral. La UE quer�a incluir a otros socios en esos contratos comerciales que les permitieran utilizar insumos de otros pa�ses aunque no fueran miembros (Grieger & Harte, 2018). La UE mostr� su compromiso de facilitar una mejor integraci�n regional con la esperanza de mejorar la acumulaci�n diagonal prevista que se aplica a los pa�ses latinoamericanos. La exploraci�n de estos resultados determina algunas de las mejores formas de explorar las diversas facilitaciones que intentan asegurar medidas de procedimiento m�s fuertes que promuevan la cooperaci�n.

En el proceso de deliberaci�n sobre el comercio dentro de la UE, ciertos elementos crearon barreras, por lo que es imperativo abordar su existencia. Los obst�culos t�cnicos al comercio (OTC) y las medidas sanitarias y fitosanitarias (MSF) parecen desempe�ar un papel fundamental en la configuraci�n de esta importancia, ya que la OMC desmantel� gradualmente los aranceles, lo que hizo imperativa la discusi�n de los principios establecidos para abordar dichas negociaciones (Grieger y Harte, 2018). Entidades como la UE entendieron que para realizar cualquier modificaci�n era necesario un mayor compromiso con los pa�ses, ya que tendr�an que promover la valoraci�n de programas que promuevan la acumulaci�n con los estados de la regi�n. La atenci�n constante en esta �rea permite un reconocimiento de la asistencia t�cnica que tendr�a la intenci�n de promover la cooperaci�n a trav�s de dichos programas apegados a los pilares de la UE y a la permanencia del proceso comercial (Garc�a, 2016). Cualquier requerimiento que se presente en estos casos aprovecha la asistencia que la UE promete a dichos pa�ses para asegurar que retenga la mayor cantidad posible cumpliendo con las leyes establecidas. La capacidad necesaria para garantizar que las exigencias de los OTC y las MSF est�n en consonancia con lo que exige la OMC (Garc�a, 2016). El objetivo es involucrar a los socios y garantizar que puedan cumplir con sus capacidades mientras trabajan con los resultados de cumplimiento con la intenci�n de desarrollar la asistencia necesaria para garantizar una mejor creaci�n de canales para la asistencia t�cnica y la permanencia en dichos acuerdos.

En el esp�ritu de estas iniciativas de integraci�n subregional, la UE comenz� a trabajar con la Comunidad Andina. La comunidad inclu�a a Bolivia, Ecuador, Colombia y Per�. Argentina, Chile, Uruguay, Brasil y Paraguay son miembros asociados, mientras que Espa�a, M�xico y Panam� son observadores (Mori, 2018). Al igual que la forma en que la UE interact�a con el Mercosur, cre� plataformas similares para que la comunidad andina se beneficie de un aluvi�n de relaciones comerciales con acuerdos. El proceso proporcion� una inmensa atenci�n a los diversos marcos interregionales. Las opciones de libre comercio dentro de estos bloques proporcionan a la UE una mejor manera de reunir a los grupos para alcanzar sus objetivos (Ben-Moussa, 2017). Los acuerdos birregionales de pleno derecho han ido cobrando impulso desde 2016, con las partes interesadas en mejorar sus valores a trav�s de ese ambiente.

. El proceso de modernizaci�n de su Acuerdo Global de 2000 con M�xico, alcanzado en abril de 2018, sigue siendo una parte fundamental de la construcci�n de los pilares comerciales (Grieger y Harte, 2018).

Cuando M�xico firm� una asociaci�n econ�mica con la UE en 1997, se convirti� en el primero de la regi�n latinoamericana. El Acuerdo Global, como se llam�, entr� en vigor en el a�o 2000 y consta de tres pilares principales: comercio, di�logo pol�tico y cooperaci�n (Grieger & Harte, 2018). El comercio de bienes y servicios se ha convertido en una parte liberal de la interacci�n, por lo que es imperativo discutir algunos de los contratos que ambos podr�an beneficiarse al interactuar entre s�. Estos di�logos facultan a los equipos a operar de acuerdo con un objetivo espec�fico. Los socios implicados entienden que estos objetivos limitados siguen siendo una parte fundamental de las relaciones comerciales bilaterales. El ambicioso conjunto de reformas estructurales internas puede ayudar a establecer diferentes v�as de acceso a las reformas educativas que pretenden presentar programas de trabajo. El impulso de estos mecanismos tambi�n crea la necesidad de facilitar las inversiones que refuerzan los flujos de infraestructuras y otras �reas econ�micas cr�ticas.

 

Conclusiones

En general, la UE entendi� la necesidad de crear convenios que mejoren su posici�n en el mercado latinoamericano. Los acuerdos implican que la UE entiende la relevancia de trabajar hacia pr�cticas regulatorias que puedan lidiar con la resoluci�n de disputas y mejorar los resultados anticorrupci�n. Los procesos regulatorios son vitales para crear una pol�tica comercial global que permita a la UE crear marcos interregionales que se adapten a cada pa�s. Esta diferencia de actividades les permite crear una forma diferente de potenciar el comercio y la cooperaci�n para garantizar que las relaciones funcionen adecuadamente. Los procesos comerciales mundiales desempe�an un papel fundamental a la hora de explicar la evoluci�n de las pol�ticas vinculadas al desarrollo integral de las zonas de libre comercio para que los pa�ses puedan realizar intercambios comerciales con socios afines. La b�squeda de mejores antecedentes que exploren la evaluaci�n del impacto como se estima en dichos valores absolutos. Las ganancias obtenidas reflejan los resultados conservadores asociados a las opciones comerciales sin explotar dentro de las fronteras de un pa�s. Cualquier contrato que se suscriba debe poner de relieve los avances entre los pa�ses y garantizar que comercien en base a sus principales puntos fuertes.

 

Referencias

1.      Arana, A. G. (2017). Non-institutionalized relations between the EU and Mercosur. In The European Union's Policy Towards Mercosur: Responsive Not Strategic (pp. 70�107). Manchester University Press.

2.      Ben-Moussa, S. (2017). A tale of two trade powers: balancing investor-state dispute settlement and environmental risk between the EU and US in a changing political climate. Fordham Environmental Law Review, 29(1), 95�124.

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12.  Mori, A. (2018). EU and Latin America. A stronger partnership? Ledizioni.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

� 2022 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)

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