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La universidad y su rol en el fomento a la cultura y sus diversas expresiones

 

The university and its role in promoting culture and its various expressions

 

A universidade e seu papel na promo��o da cultura e suas diversas express�es

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: estuardofigueroa@gmail.com

 

 

 

Ciencias de la Educaci�n �

Art�culo de Investigaci�n

 

 

* Recibido: 23 de junio de 2022 *Aceptado: 12 de julio de 2022 * Publicado: 29 de agosto de 2022

 

         I.            Diploma Superior las Nuevas Tecnolog�as de la Informaci�n y Comunicaci�n y su Aplicaci�n en la Pr�ctica Docente Ecuatoriana, Universidad Nacional de Loja, Mag�ster en Administraci�n para el Desarrollo Educativo, Universidad Nacional de Loja, Diploma Superior en Gesti�n Cultural, Universidad del Azuay, M�ster Universitario en Filosof�a en un Mundo Global, Universidad del Pa�s Vasco, Licenciado en Artes Pl�sticas Especialidad Cer�mica, Universidad T�cnica Particular de Loja, Licenciado en Ciencias de la Educaci�n Menci�n Artes Pl�sticas-Pintura Dise�o,� Universidad T�cnica Particular de Loja, Tecn�logo en Artes Pl�sticas, Universidad T�cnica Particular de Loja, Ecuador.

 

Resumen

La Universidad tiene un papel preponderante en el �mbito de la cultura, trata de solucionar los principales problemas que se dan a partir de la globalizaci�n y mundializaci�n, proceso que estandariza en una sola mirada a la universidad y la cultura. Estos� �ltimos a�os el desarrollo latinoamericano est� dominado por el influjo de pol�ticas neoliberales creadas por instituciones de Bretton Woods, el FMI, el BM, grupos de poder capitalistas con pol�ticas en el mercado global, imponiendo sistemas educativos, culturales e ideol�gicos, toda esta arremetida pone en riesgo de desaparecer culturas� peque�as invisibilizadas por las grandes campa�as publicitarias que nos inducen al tipo de productos que debemos consumir, desde elementos art�sticos y culturales� hasta la gastronom�a, frente a este bombardeo inmediato es necesaria la participaci�n eficiente, eficaz y oportuna de la universidad para debatir y analizar esta problem�tica con todos sus actores.

Palabras clave: Universidad; cultura; pol�ticas; neoliberalismo; elementos art�sticos.

 

Abstract

The University has a preponderant role in the field of culture, trying to solve the main problems that arise from globalization and globalization, a process that standardizes the university and culture in a single glance. In recent years, Latin American development has been dominated by the influx of neoliberal policies created by Bretton Woods institutions, the IMF, the World Bank, capitalist power groups with policies in the global market, imposing educational, cultural and ideological systems, all this onslaught puts at the risk of disappearing small cultures made invisible by large advertising campaigns that induce us to the type of products we should consume, from artistic and cultural elements to gastronomy, in the face of this immediate bombardment, the efficient, effective and timely participation of the university is necessary to debate and analyze this problem with all its actors.

Keywords: University; culture; policies; neoliberalism; artistic elements.

 

Resumo

A Universidade tem um papel preponderante no campo da cultura, procurando resolver os principais problemas que surgem da globaliza��o e da globaliza��o, processo que uniformiza a universidade e a cultura num �nico olhar. Nos �ltimos anos, o desenvolvimento latino-americano foi dominado pelo influxo de pol�ticas neoliberais criadas pelas institui��es de Bretton Woods, o FMI, o Banco Mundial, grupos de poder capitalistas com pol�ticas no mercado global, impondo sistemas educacionais, culturais e ideol�gicos, toda essa investida p�e em risco de desaparecer pequenas culturas invisibilizadas por grandes campanhas publicit�rias que nos induzem ao tipo de produtos que devemos consumir, desde elementos art�sticos e culturais � gastronomia, perante este bombardeamento imediato, a participa��o eficiente, eficaz e atempada de a universidade � necess�ria para debater e analisar este problema com todos os seus atores.

Palavras-chave: Universidade; cultura; pol�ticas; neoliberalismo; elementos art�sticos.

 

Introducci�n

Si nos preguntamos �qu� es universidad? sin lugar a dudas hallar�amos una serie de definiciones que nos lleven a reflexionar sobre su naturaleza, los �mbitos que ella comprende y el papel que desempe�a en la sociedad. Entre las m�ltiples definiciones se encuentra la realizada por la academia de Lenguas de Oxford que parafraseada dice: La universidad es una Instituci�n destinada a la ense�anza superior, aquella que proporciona conocimientos especializados de cada rama del saber, que est� constituida por varias facultades y que concede los grados acad�micos correspondientes.

Tambi�n se podr�a definir a la Universidad como un espacio acad�mico donde se congrega un universo muy amplio y diversificado de personas con fines comunes de superaci�n y crecimiento intelectual. El t�rmino academia se usa a partir de la escuela fundada por Plat�n, en homenaje al bosque asignado en honor al h�roe Academo, a partir de ah� tanto Cicer�n y San Agust�n, son los fil�sofos que promulgan la ense�anza filos�fica plat�nica. (Ortega y Gasset, 1930)

Por otro lado, la cultura concebida como un bien inmaterial, es necesario e imprescindible para la humanidad, se halla inmiscuido en el diario accionar de los seres humanos, manifest�ndose en variadas formas y momentos. La sociedad en general va gestando cambios, producto de la interacci�n de unos grupos humanos con otros, estas acciones pueden desencadenar en el aparecimiento de nuevas manifestaciones culturales, cada una de ellas con caracter�sticas propias, pero a la vez con grandes similitudes.

Los avances cient�ficos y tecnol�gicos han generado nuevas formas culturales, quiz� como una simbiosis necesaria para trascender como seres humanos y, en otros casos como un proceso innegable de aculturaci�n. Sin embargo, es indiscutible que como sociedad nos veamos afectados en este proceso, pues se rompen tradiciones, costumbres, leyendas, celebraciones propias de un lugar o regi�n y se adoptan rasgos y costumbres for�neas que en la mayor�a de los casos no aportan en nada a la cultura local, m�s bien abonan a su deterioro.

Con el surgimiento de los medios de comunicaci�n masiva desde finales del siglo XIX, el manejo de la intervenci�n y el manejo institucional de estos campos va a ser cada vez menos un asunto del Estado, del mecenazgo o de grupos de la sociedad civil, y pasa a ser controlado progresivamente por las industrias culturales, del entretenimiento y de las comunicaciones. Corporaciones transnacionales que sit�an el control de estos mercados en las metr�polis, lejos de los pa�ses llamados subdesarrollados, que al tiempo que promueven la mercantilizaci�n de algunos productos culturales locales y regionales, expanden por todo el planeta la m�sica, el cine y las formas de entretenimiento norteamericano y europeo. (Pardo R., 2010)

Si bien, la globalizaci�n y mundializaci�n con sus m�s media y los nuevos movimientos art�sticos han tra�do beneficios a la cultura, tambi�n han sesgado las formas de entender y concebir el arte local, en algunos casos se ha llegado a considerar como obras art�sticas a objetos, elementos mitificados, que distan mucho con el objetivo de brindar y conseguir goce y placer est�tico.

Gilberto Gim�nez enfoca la cultura global de la siguiente manera:

La cultura se vuelve �global� cuando ciertas formas, influencias o pr�cticas culturales originarias de ciertos lugares claramente localizables, se encuentran tambi�n en otras partes del mundo. Seg�n el otro tipo de discurso, la �cultura global� es una cultura homogeneizada, industrialmente elaborada y difundida por el mundo entero por medio de los medios masivos de comunicaci�n (Gim�nez, 2002)

Ante las arremetidas de la globalizaci�n y mundializaci�n que han sido evidentes en todos los �rdenes, donde se ha internacionalizado una l�nea acad�mica neoliberal, con nuevas formas de producci�n mercantilista para favorecer a los grandes monopolios y emporios del sistema financiero perverso que nos mantiene endeudados de por vida, crean tecnolog�a desechable para tenernos entretenidos y contentos chateando en celulares de �ltima generaci�n, gastando el tiempo en juegos en l�nea, sin realizar ning�n esfuerzo ni motivaci�n por crear, autoformarse o se un ente productivo , todo esto en detrimento de peque�os productores y emprendedores, es aqu� donde� la Universidad debe jugar un papel preponderante con el tema formativo y cultural, se debe reconocer que la cultura es el producto de la interacci�n entre los miembros de la sociedad a la que se pertenece, por lo tanto, es la instituci�n id�nea para promover entre estudiantes y maestros espacios de discusi�n, an�lisis, debates sobre el quehacer creativo y el desarrollo cultural de la sociedad que apunte a resolver los problemas m�s �lgidos de la sociedad. (Batthy�ny, 2019)

Los vertiginosos cambios que se suscitan en la sociedad, hace que la Universidad se transforme, vaya generando estrategias para la soluci�n de los problemas comunitarios, para ello hace uso de planes acad�micos de grado y �postgrado, fortaleciendo la docencia a trav�s de un curr�culo pertinente e integrador, aunada la investigaci�n, la cultura y la vinculaci�n con la sociedad, siendo estos los tres soportes fundamentales en los que se sustenta la educaci�n superior, por otro lado, el talento humano que involucra a autoridades, docentes, estudiantes, personal de apoyo, todos ellos para la producci�n del conocimiento, bienes y servicios en funci�n de mejorar la calidad de vida de la sociedad en general, especialmente en los sectores sociales donde la universidad tiene mayor impacto.

Actualmente, las universidades ecuatorianas, especialmente las de car�cter p�blico, han demostrado poco inter�s para apoyar los proyectos culturales que parten de la iniciativa de alumnos y docentes, ya sea por los constantes recortes presupuestarios a los que se ve sometida la educaci�n por parte del gobierno central, la falta de motivaci�n de sus integrantes, o por el poco inter�s �que demuestra el p�blico beneficiario y que tiene m�s apego a consumir elementos culturales for�neos frente al goce, disfrute y potenciaci�n� de las manifestaciones art�sticas locales y /o nacionales generando as� el desmedro de la producci�n art�stica cultural de� nuestro pa�s.

Sin embargo, cada nuevo d�a ser� el momento propicio para retomar el protagonismo, no solo en la producci�n y manejo de las ciencias, sino tambi�n en las artes y sobre todo, en la formaci�n de talentos humanos con capacidades suficientes para promover el desarrollo a escala humana, por lo tanto, se constituye en el eje fundamental el fortalecimiento, la creaci�n, promoci�n, y difusi�n de la cultura en todas sus manifestaciones, ll�mese esto fiestas, ritos, leyendas, tradiciones, gastronom�a, arquitectura, pintura, escultura, literatura, teatro, danza, cine, ecolog�a, , etc.

Para adentrarnos en el papel que debe asumir la universidad frente a la cultura, es preciso definirla partiendo de la concepci�n de que ella es la instituci�n que basa sus principios fundamentales de su accionar en la libertad de pensamiento y conciencia, inter�s por la investigaci�n y la formaci�n de nuevos profesionales con sentido de pertenencia y aptos para enfrentar los retos y exigencias de la sociedad. Dentro de esta profesionalizaci�n se debe fomentar los valores por la cultura como s�mbolo de identidad, y tener claro lo que significa la cultura dentro de nuestra vida en una sociedad globalizada. La definici�n m�s acertada es la que asume Edward Taylor �Cultura es todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, la costumbre y cualquier otro h�bito adquirido por el hombre en cuanto que es miembro de la sociedad� (Taylor, 1871)

La palabra cultura proviene del lat�n cultus, que a su vez se deriva de la palabra colere cuya acepci�n es muy amplia, va desde cultivar, sembrar en lo agr�cola y metaf�ricamente se traslada al cultivo de la mente: cultivarse, conocer, saber, aprender, proteger y hasta sentir adoraci�n y respeto por algo. De la misma manera, se define a la cultura como:

La totalidad de los logros y el rendimiento humano en la conquista del universo mediante la ciencia, el arte y la t�cnica. La historia cultural aborda el estudio de los imaginarios y las representaciones, junto con el de las pr�cticas sociales que los producen. Se enfoca en hechos hist�ricos que suceden entre los grupos que no conforman la elite de una sociedad, como el carnaval, las fiestas populares y los rituales p�blicos. Tambi�n se ocupa de las tradiciones populares como la trasmisi�n oral de cuentos, canciones, poemas �picos y otras formas de tradici�n oral. (Khaler, 2012)

Si tomamos en cuenta lo que afirma Khaler, la cultura es un espectro amplio de acciones sucesivas que nacen y /o aparecen de forma espont�nea en un grupo humano delimitado territorial y socialmente, las relaciones que se generen con otros grupos humanos dan origen a nuevas formas culturales, sin que desaparezcan en su totalidad las anteriores que les dieron origen, a este proceso le podr�amos llamar predaci�n, es decir, tomar lo bueno, valioso y necesario que otras culturas nos ofrecen sin afectar la nuestra ni la otra de la que tomamos prestado. Adem�s, enfatiza en que la cultura comprende todo el quehacer del hombre en un contexto socio hist�rico, econ�mico y pol�tico que no solo involucra las artes en general sino, a todo aquello que lo identifica como un ente social. La cultura entonces es un acto social que se construye, es la representaci�n de nuestra forma de vida, de sentir y actuar, por lo tanto, goza de dinamismo, es un dar y recibir, son las generaciones anteriores quienes se encargan de perpetuarla en las nuevas.

Freire considera la cultura como capacidad de transformaci�n de la realidad y como tal respeta el proceso que hace a la persona sujeto y no objeto, todo este proceso transformador se consigue en la liberaci�n, no en la reproducci�n sin m�s de un h�bito tradicional o de un elemento cultural cualquiera. Debe aportar con significado y como tal ampliarla no minimizarla.

Es�� importante identificar las m�s comunes manifestaciones culturales, buscar la verdad en el conocimiento, en lo �tico y lo est�tico a trav�s de hombres con cualidades creativas y aut�nomas. En tal virtud, las universidades deben mantener la formaci�n basada en las ciencias y su importancia como sucedi� en la �poca de S�crates y Plat�n, pero tambi�n es preciso que ella propicie el espacio y potencialice el valor human�stico y est�tico que tuvieron las artes en la cultura occidental, vistas como elementos capaces de causar goce est�tico y placer en los seres humanos. Se confirma esta concepci�n cuando en 1930 Jos� Ortega y Gasset le concede a la universidad tres funciones espec�ficas con relaci�n a la cultura �La universidad debe poseer tres funciones b�sicas: a) transmisi�n de la cultura, b) ense�anza de las profesiones, c) educaci�n de nuevos hombres de ciencia� (Ortega y Gasset, 1930)

A todo esto se podr�a afirmar� que, la Universidad no podr�a estar completa si no fusiona estas tres actividades b�sicas como son la ense�anza, la investigaci�n y la cultura, las primeras han gozado siempre de protagonismo,� en ellas se ha fundamentado la ense�anza y formaci�n de profesionales de variadas y m�ltiples especialidades, incluso, en algunas universidades se dio protagonismo a la formaci�n de profesionales en las ramas artesanales, las mismas que funcionaban como�� parte sustancial de ellas, �mientras que la cultura, vista desde un segundo plano, ��ha sido relegada por varias d�cadas como si se tratara de un hecho poco trascendente para la vida de los hombres y solo se debe producir hombres capaces de contribuir con el mercado productivo capitalista a trav�s de la pr�ctica cient�fica, entonces es la hora para que las universidades de nuestro pa�s sean el eje vertebrador para crear, preservar, promover, revalorizar y difundir la cultura, sin que esto signifique restarle la importancia que tienen� los dem�s elementos constitutivos.

En cuanto a las pol�ticas culturales universitarias se afirma que:

La cultura tiene fuerza y validez solo en la medida en que aporta a la formaci�n integral de la comunidad universitaria. La actividad cultural debe coadyuvar a las interrelaciones entre las funciones universitarias para promover el desarrollo y la b�squeda de la paz, pues la cultura es la vida de los pueblos, todo pueblo tiene su propia cultura por m�s peque�o que este sea, la misma que se convierte en su c�dula de identidad (Aguirre, 2002).

�En la antig�edad se consideraba culto a quien practicaba las bellas artes, arquitectura, literatura, m�sica y filosof�a, se la relacionaba con el conocimiento intelectual, hoy su definici�n se ha ampliado y no solo involucra a las artes, tambi�n se vincula con toda expresi�n del ser humano que contribuya a fortalecer su dignidad.

La dimensi�n conceptual de cultura la entendemos como las actividades que realiza el hombre en la cotidianeidad, su forma de ser y existir en su comunidad a m�s de las artes y las letras, tambi�n con sus costumbres, tradiciones, leyendas, mitos, s�mbolos, signos, su gastronom�a, su vivienda, formas de vida, etc.

No existe sociedad en el mundo que no sea due�a de su propia cultura, todo pueblo por m�s peque�o�� que sea tiene sus rasgos caracter�sticos que lo identifican y diferencian de los dem�s, su forma de vida, su conocimiento y sabidur�a ancestral trasmitida de una generaci�n a otra en forma gr�fica, oral o escrita y que les garantiza su perdurabilidad y existencia. En nuestro pa�s la riqueza cultural es inmensa, va desde el arte rupestre y las culturas abor�genes, desde la multiplicidad de lenguas y etnias que se hallan extendidas a lo largo de todo el territorio ecuatoriano y que comparten rasgos en com�n, as� como tambi�n aspectos que las hace diferentes. Cada uno de estos pueblos, ll�mense shuaras, cofanes, saraguros, z�paros, ts�chilas, �peras, j�baros, tukanos, waos, tereros, choc�s, chapal�s, paicocas, quichuas, tsafikis, etc., poseen su propia identidad, tienen sus propios ritos, festejos y tradiciones que las comparten entre s�, as� como su lengua que proviene de un mismo tronco com�n, pero tambi�n tienen elementos que las hacen totalmente diferentes como sus restos arqueol�gicos, �la �vestimenta, la m�sica, la pintura, la danza, su forma de vivienda, la forma de preparar sus alimentos,� algunos de ellos se pintan la cara y brazos, cada trazo tiene un significado simb�lico �nico, la forma de atar sus cabelleras tambi�n son s�mbolos culturales que los identifican y diferencian a la vez.

La riqueza cultural y ling��stica se ha visto afectada de manera muy notoria, muchas de ellas desaparecen permanentemente. La falta de responsabilidad social� y la decadencia del sistema educativo han ido produciendo degeneraciones sustanciales, hasta hace tres o cuatro d�cadas aproximadamente, �en nuestro pa�s se ense�aba como asignatura obligatoria la moral y c�vica y lugar natal, en ella se profundizaba� el respeto imprescindible hacia los hombres y mujeres, este mismo respeto inclu�a los valores culturales, este deterioro ha ido profundiz�ndose y ganando terrenos insospechados, donde� se pregonan los derechos humanos y a la vuelta de la esquina se los vulnera, se habla de recuperar nuestra identidad y� permitimos que se� reproduzcan modelos for�neos y se ridiculicen nuestra cultura aborigen y aut�ctona.� �La herencia hisp�nica, cristalizada en torno a valores teol�gicos de la colonizaci�n, el h�brido de un autoritarismo brutal, sexista y atraso intelectual y �tico ha prevalecido a lo largo de la historia� (Subirats, 2008)

Entonces, vale la pena preguntarse si dentro de nuestros sistemas de educaci�n superior se han formulado prop�sitos claros, relacionados con una educaci�n caracterizada por la universalidad de saberes y conocimientos, origen de la concepci�n de universidad. Si no es m�s humana la concepci�n de universidad en la que predominan, adem�s de la ciencia y la tecnolog�a, el empe�o por desarrollar en la persona humana posibilidades de compartir con los dem�s, a trav�s de la permanente reflexi�n sobre s� mismas, la concepci�n que se tiene del mundo y la forma de relacionarse con este, el desarrollo de la sensibilidad, mediante el crecimiento del sentimiento est�tico y los imaginarios derivados de las ideas planteadas por los artistas en sus obras; propuestas que conducen a alcanzar en las personas niveles elevados en valores de orden superior, como la solidaridad, la justicia y la paz. �Por qu� las universidades del mundo consumidor cierran las puertas, con tanta facilidad, a los programas art�stico-human�sticos, cuando en los pa�ses de alta productividad se invierten alt�simos presupuestos para que permanezcan e irradien formaci�n en todos sus profesionales, egresados de los m�s prestigiosos centros de estudios superiores? (Fadi�o F, 2004)

Vista as� la realidad y la importancia de la cultura, las universidades ecuatorianas deben apuntar y proponer que la cultura sea una pol�tica de estado, donde se incentive la creaci�n, promoci�n y difusi�n de las expresiones y manifestaciones est�ticas culturales. Es preciso que las instituciones de educaci�n en todos sus niveles, especialmente en las de ense�anza superior deben crear un plan estrat�gico de desarrollo cultural, el mismo que tendr� que involucrar no solo a los estamentos universitarios sino, tambi�n a organismos y gobiernos locales ampliando as� su radio de acci�n y efectividad.

�El momento actual es el de la vigencia de una "modernidad-mundo", anclada en la materialidad de un sistema econ�mico mundial. la globalizaci�n provoca un cierto desarraigo de los segmentos econ�micos y culturales respecto de las sociedades nacionales, integr�ndolos a una totalidad que la distancia de los grupos sociales m�s pobres, marginales al mercado de trabajo o y de consumo� (Rosales A., 2008)

La �nica forma de acrisolar nuestra cultura es mediante la formaci�n permanente de nuestros talentos humanos, y es precisamente la universidad el espacio id�neo donde se d� cabida a la cultura, partiendo desde la iniciativa de �incluir en la malla curricular de todas las carreras, como eje transversal, la asignatura de Apreciaci�n est�tica, Identidad nacional, �Cr�tica del arte, Cr�tica literaria (el prop�sito de estimular un pensamiento cr�tico y organizar �mbitos grupales de reflexi�n creativa), adem�s� la asistencia obligatoria a las programaciones permanentes de conciertos de m�sica, recitales de poes�a, presentaciones de danza, de teatro, exposiciones de arte y actividades de cultura en general; se pueden autofinanciar actividades culturales, pues esto permitir� a m�s del conocimiento de la cultura, la valoraci�n� e interpretaci�n de las diferentes expresiones, nadie� ama lo que no conoce, y es precisamente la debilidad de nuestra educaci�n, la mayor�a de universidades cuentan con carreras afines a� las manifestaciones art�sticas, por lo tanto es una propuesta viable, pues no necesita contar con nuevos recursos �y profesionales, sino el aprovechamiento y potenciaci�n �de los ya existentes. A m�s de una necesidad debe ser una exigencia social que todas las universidades cuenten con un departamento de cultura, provisto con todas las herramientas e instrumentos de publicaci�n, salas de exposiciones, auditorios para encuentros, conferencias, simposios, conciertos etc., con autonom�a y recursos econ�micos y humanos capaces de satisfacer estos requerimientos.

En este mundo, compete a la universidad, a la �convivencia universitaria� dentro de sus planes y programas de acci�n combinar la ciencia, la t�cnica e instrumentos internacionales con los valores asimismo t�cnicos, cient�ficos y culturales de raigambre nacional para, en un programa sostenido, manejar equilibradamente los contenidos en el proceso educativo en la mira del cumplimiento de los objetivos universitarios, en tanto formadora de� profesionales, para su desempe�o en la misma zona y regi�n (Aguirre, 2002)

Es la hora de empoderarnos de una bandera cultural que nos haga diferentes a los� grupos humanos de otros continentes, pero que nos permita� a la vez identificarnos entre nosotros y trascender con� rasgos identitarios propios, sin contaminantes, para ello es preciso que las universidades de todo el pa�s, especialmente las p�blicas retomen la formaci�n y profesionalizaci�n de hombres con sentido de pertenencia, cr�ticos, autocr�ticos �y propositivos, orgullosos de sus ancestros culturales y creadores, con capacidades suficientes para interpretar� ese mensaje on�rico, m�gico, subjetivo y transferible que tienen las artes en su multiplicidad y su estrecha relaci�n con el medio ambiente como una acci�n ineludible.

Es tiempo que desde la universidad se promueva una formaci�n que erradique en nuestro pa�s el regionalismo, racismo, homofobia, y todo tipo de violencia, de manera que construyamos una sociedad �que contribuya al desarrollo equitativo, reduciendo la brecha de los m�s pobres, dar oportunidad a los grupos vulnerables a una educaci�n de calidad, crear espacios para una profesionalizaci�n a la comunidad de ind�genas para mejorar sus condiciones de vida, respetando su idioma y costumbres, y formas de ser, de manera que se inserten en el aparato productivo del pa�s, promoviendo un respeto mutuo entre diferentes nacionalidades, conviviendo entre diferentes, �encontrando unidad en la diversidad.

En efecto, su meta fundamental es contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades ind�genas mediante el fortalecimiento de la calidad educativa de la EIB (Educaci�n intercultural Biling�e). Busca este fortalecimiento brindando capacitaci�n y profesionalizaci�n a los docentes ind�genas en la convicci�n de que esto mejorar� la educaci�n de la ni�ez y juventud y contribuir� al desarrollo de los pueblos hist�ricamente marginados�. (Mato, 2008)

Seg�n la revista digital �Palabra maestra� La cultura en la academia universitaria debe estar abierta a la realidad vivencial de los estudiantes, el conocimiento que se presenta debe estar asociado a las circunstancias que les toca vivir, en este sentido el aula es un �mbito de significados que se comparten a trav�s del di�logo mismo, jam�s debe ser un espacio de poder, en la cultura no hay lugar para un sujeto esquivo y/o mezquino que no acepta sugerencias, que no act�a democr�ticamente, �y que desea por siempre acabar victorioso, asumiendo relaciones de poder que truncan todo proceso de crecimiento y transformaci�n de las sociedades, ll�mese religi�n, pol�tica, educaci�n, cultura o ciencia, m�s bien es una� zona de liberaci�n que permite crecer y transformar, lo cual es un proceso paulatino, como seres humanos, vamos evolucionando a trav�s del tiempo, cambiamos morfol�gica y fisiol�gicamente, pero tambi�n cambiamos nuestro esquema mental, la forma de pensar, actuar, de generar conocimientos, incluso el conocerse a uno mismo. El discurso se convierte cada d�a en las apropiaciones conceptuales del hoy; en pocas palabras por los conocimientos atra�dos y con las oportunidades del entorno que mueven la esencia y renuevan una nueva cultura sin dogmatismos que dan una posibilidad liberadora.� De las conversaciones, di�logos, debates y otras formas de comunicaci�n dial�gica debemos ser capaces de construir nuevas columnas para fijarlos cimientos para el desarrollo institucional que forje nuevas conquistas en las aulas de clases y m�s all� de ella, es imperativo reflexionar que sin di�logo no existe la verdadera cultura acad�mica y no se puede hablar de transformaci�n social, educativa o cultural. (Palabra maestra, 2019)

En estos �ltimos a�os el desarrollo latinoamericano est� dominado bajo el influjo de pol�ticas neoliberales, estamos en manos de las instituciones de Bretton Woods, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, dirigidos por grupos de poder capitalistas y las transnacionales que manipulan y aplican sus pol�ticas en el mercado global, imponiendo los sistemas de educaci�n, cultura e ideolog�a.� Dentro de todo este caos generado por la intromisi�n de corporaciones for�neas, el incremento y la expansi�n de empresas transnacionales que promueven la internalizaci�n de su negocio y que est�n al servicio de un min�sculo grupo de empresarios que son los due�os del planeta, ellos deciden que productos debemos consumir, que tipo de pel�culas debemos ver, y que moda debemos vestir, que elementos culturales debemos mantener y que debemos olvidar, manejando a nuestros gobernantes como marionetas al servicio de esta pol�tica neoliberal.

�A todo esto, se suma la poca responsabilidad acad�mica a la hora de ense�ar arte, cultura, literatura, etc., se designa esta tarea tan importante y prioritaria a cualquier docente, se cree que es f�cil y poco trascendente, por lo tanto, no hace falta profesionales especializado en estas �reas; una vez m�s se relega la cultura a un segundo plano.

No solo nuestro pa�s, sino toda am�rica latina est� necesitando de pol�ticas educacionales que devuelvan el sentido, la raz�n y los fines para los que existe la educaci�n, que regrese la �tica y la moral, es preciso un cambio de mentalidad pol�tica, que esta sea vista como una oportunidad de servicio y no de aprovechamiento y enriquecimiento personal o familiar, causa desesperanza ver que con cada gobierno �elegido democr�ticamente�, las arcas del estado se van quedando en extrema pobreza y todo aquello que est� destinado para la educaci�n, �en todos sus niveles, pasa a ser la fortuna de unos cuantos pol�ticos de turno y sus secuaces.

Una de las mayores preocupaciones que se gestan en el Ecuador es la falta de oportunidades de los j�venes para tener su ingreso a la universidad, la pol�tica gubernamental de hace una d�cada atr�s , bajo el pretexto de la existencia de �universidad de garaje, como las llamaron, �cerr� varias universidades negando el espacio a miles de j�venes bachilleres, que vieron truncadas sus aspiraciones de seguir una carrera universitaria, a este problema se sum� un bachillerato com�n que gener� muchas falencias a los estudiantes que no superaron� un examen de ingreso, donde los que lograban pasar deb�an estudiar la carrera que �se les asignara, sin importar que fuera o no� de su agrado y en lugares �distantes de la ciudad de su residencia, en la situaci�n pol�tica actual, esa realidad no ha cambiado, a�n� se mantienen las trabas para ingresar a las universidades, adem�s existe muy poca difusi�n en lo que respecta a la formaci�n art�stico-cultural que ofertan las �reas acad�micas human�sticas.

Esta acci�n del gobierno desde mi punto de vista favoreci� a las universidades privadas que en su gran mayor�a responden a intereses econ�micos y los sectores pobres de la sociedad son� v�ctimas de un capitalismo arrasador,� desalmados, sin miramientos, tienen empresas, para hacer dinero, disfrazadas de universidades, centro educativos que� cobran cuantiosas cantidades de dinero por una titulaci�n de tercer nivel y se ha convertido en �un negocio redondo� las maestr�as y doctorados de cuarto, estudiantes que haciendo grandes esfuerzos logran� profesionalizarse y� una vez que tienen su t�tulo, quedan endeudados ellos y� sus familiares, estos nuevos profesionales no consiguen trabajo, siendo obligados por la sociedad a emigrar y /o realizar trabajos que nada tiene que ver con sus especialidades y perfiles profesionales, muchas veces trabajos denigrantes.

En la mayor�a de las universidades del pa�s, en lo que respecta al arte y la cultura, es prioridad de las carreras de Artes visuales, Literatura, artes esc�nicas, como si para las dem�s estuviera vetado este derecho a cultivar las manifestaciones espirituales en sus educandos.

La educaci�n no ser� el privilegio de quienes puedan pagarla; la polic�a no ser� la maldici�n de quienes no puedan comprarla; la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volver�n a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda; una mujer, negra, ser� presidenta de Brasil y otra mujer, negra, ser� presidenta de los Estados Unidos de Am�rica; una mujer india gobernar� Guatemala y otra, Per�; en Argentina, las locas de Plaza de Mayo ser�n un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria (Galeano, 1999)

Galeano tiene demasiada raz�n, la educaci�n no es un privilegio, al igual que en la mayor�a de los pa�ses latinoamericanos, en el nuestro, la educaci�n es una obligaci�n del estado y dentro de este �mbito se halla la cultura, el arte y las ciencias.

En varios art�culos se aborda sobre la importancia de la extensi�n universitaria, en unas la enmarcan en lo educativo no formal, limitando el papel que tienen las actividades curriculares para inculcar valores de significaci�n cultural al profesional que se forma en las universidades. En otras la conciben como un proceso integral y dial�gico entre los miembros de la comunidad intra y extrauniversitaria, cuyo prop�sito es la creaci�n y transformaci�n permanente de la cultura; faltando la promoci�n como uno de sus objetivos.

Es vista como un sistema de interacciones de la Universidad y la Sociedad, mediante la actividad y la comunicaci�n que se realizan dentro y fuera del centro de educaci�n superior, con el prop�sito de promover la cultura en la comunidad universitaria y extrauniversitaria, para contribuir a su desarrollo cultural; aqu� se abordan las regularidades esenciales del proceso extensionista y el requerimiento de preparar a la comunidad universitaria con el fin de poder contribuir a la transformaci�n de la comunidad extrauniversitaria. (Galeano, 1999)

 

Conclusiones

La cultura y el arte cumplen las funciones m�s importantes de la convivencia social arm�nica, pues a trav�s de ellas podemos comunicar, educar y formar valores, el ser humano puede adquirir su propia visi�n, concepci�n y conocimientos relacionados con sus ra�ces culturales y su identidad, a la conservaci�n de elementos socioculturales necesarios para compartir un mismo espacio cultural y de pertenencia.

Como una respuesta ps�quico-social y est�tica, la cultura es la expresi�n m�s genuina de la especie humana, ha sido una equilibrante y reguladora operaci�n a trav�s de la cual logra penetrar en el mundo, lo transforma y somete a una constante superaci�n. En ella queda materializada su actividad transformadora, su ideolog�a, sus puntos de vista, y su conocimiento ancestral. Por otro lado, vincular la cultura y el arte a la vida cotidiana eleva potencialmente los lazos de afectividad, la conciencia e identidad en la poblaci�n.

La educaci�n, la cultura y el arte ser�n siempre el camino que nos conduzcan hacia el progreso y desarrollo individual y colectivo, tres elementos indestructibles que nos hacen mejores seres humanos, pues esta trilog�a nos sensibiliza ante las acciones desestabilizadoras de grupos sociales del poder.

La universidad es la instituci�n rectora que debe jugar un papel importante y protag�nico para generar cambios sustanciales que la sociedad requiere en lo social, econ�mico, pol�tico y cultural, a trav�s de la formaci�n, investigaci�n y vinculaci�n con la sociedad, potenciando el inter�s por el desarrollo art�stico cultural y de identidad nacional en todas las �reas del pensamiento.

Solo en la interacci�n cultural de la universidad con la sociedad se lograr�a cumplir con la funci�n social de esta instituci�n, es importante valorar nuestro legado art�stico y cultural de nuestros ancestros, para a partir de ah� construir la patria nueva, una patria con una sociedad que aprenda a convivir entre diferentes, potenciando los rasgos identitarios de cada grupo y etnia, combinar las diferencias, respetando la diversidad de nacionalidades, identidad indiscutible de pluriculturalidad y multietnicidad que enriquece nuestro territorio.

La universidad es un espacio acad�mico id�neo donde se gesta todo principio de pensamiento, de arte, cultura e identidad, no por ello menos importante la formaci�n acad�mica basada en las ciencias.

Dice Bachelard, citando a Galeano: �El derecho de so�ar no figura entre los treinta derechos humanos que las Naciones Unidas proclamaron a fines de 1948. Pero si no fuera por �l y por las aguas que da de beber, los dem�s derechos se morir�an de sed (Bachelard, 1986).

Las autoridades universitarias de todo el pa�s deben aprender que la cultura no es un elemento suntuario y que en nada aporta al desarrollo de la sociedad, por el contrario, debemos evitar estas concepciones que se constituyen en otro motivo para la p�rdida de la cultura, su responsabilidad es retomar el espacio que le corresponde a trav�s de la reestructuraci�n de departamentos culturales en las instituciones de car�cter p�blico-estatal.

Las manifestaciones culturales son, por naturaleza o por definici�n, actividades p�blicas cuya caracter�stica radica en producir un acto comunicacional alrededor del cual un grupo m�s o menos definido se identifica. La condici�n fundamental radica en su estado p�blico sin el cual no se pueden cumplir las condiciones identitarias. De ah� surge un serio cuestionamiento a la obra de arte, literaria o artesanal, cuya existencia, como manifestaci�n cultural, solo adquiere vigencia cuando se la comunica, cuando adquiere estado p�blico. La obra autoral pasa a ser cultura en el momento que participa de un proceso de comunicaci�n. De ah� el valor de la galer�a, del museo, de la sala de conciertos, de la publicaci�n y del acto de lanzamiento de una obra literaria. (Massucco, 2000)

Es preciso so�ar que la cultura en nuestro pa�s dejar� de ser la mujer gris a los que todos esconden la cara y vestirla del mejor traje para que evolucione a trav�s de la formaci�n de los j�venes y nuevos profesionales universitarios.

 

Referencias

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