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Participaci�n de las v�ctimas en investigaciones previas por delitos de violaci�n sexual en el cant�n �Eloy Alfaro�

 

Participation of victims in previous investigations for crimes of rape in the canton "Eloy Alfaro"

 

Participa��o de v�timas em investiga��es anteriores por crimes de estupro no cant�o "Eloy Alfaro"

 

 

Cristhian Paul Bonaga Yagual I
laurayane4@gmail.com
https://orcid.org/0000-0003-2178-163X
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Correspondencia: laurayane4@gmail.com

 

 

Ciencias Sociales y Pol�ticas ���

Art�culo de Investigaci�n

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* Recibido: 23 de agosto de 2022 *Aceptado: 12 de septiembre de 2022 * Publicado: 13 de octubre de 2022

 

  1. Abogado, Especialista en Derecho Procesal Penal, Estudiante Maestr�a en Derecho Penal.

Resumen

Esta investigaci�n se desarroll� en la parroquia Borb�n, cant�n Eloy Alfaro, de la provincia de Esmeraldas, en donde se registra una tendencia a la deserci�n de las v�ctimas en el proceso de juzgamiento por delitos de violaci�n sexual. El objetivo radica en: Determinar c�mo los contextos socioecon�micos y socioculturales, influyeron en la deserci�n de los procesos por delitos de violaci�n sexual en la parroquia Borb�n 2019-2020. El enfoque metodol�gico abordado se compagina con el enfoque multimodal: Del enfoque cualitativo se tom� la t�cnica de entrevista semiestructurada, del enfoque cuantitativo se tom� la t�cnica de observaci�n y el an�lisis estad�stico. Esto se aplic� a personas que: tuvieran conocimiento directo, tales como: jueces, fiscales y abogados de la unidad multicompetente de la Fiscal�a General del Estado con sede en Borb�n. De all� se tomaron casos y expedientes en los cuales se haya llevado a cabo un proceso en contra del cometimiento de un delito de violaci�n en la circunscripci�n parroquial. Entre los resultados destaca: La principal causa de la deserci�n en el proceso de juzgamiento por delitos de violaci�n es la mala interpretaci�n de la reparaci�n integral a las v�ctimas del delito de violaci�n. Por su parte, los lugares m�s frecuentes para el cometimiento el delito de acuerdo con las cifras observadas en la tabla fueron el domicilio de las v�ctimas y el domicilio de vecinos, este dato guarda estrecha relaci�n con el hecho de que la mayor parte de los casos de violaci�n ocurrieron en el contexto intrafamiliar.

Palabras Clave: Violencia sexual; delito; v�ctima; proceso judicial; deserci�n; impunidad.

 

Abstract

This research was carried out in the Borb�n parish, Eloy Alfaro canton, in the province of Esmeraldas, where there is a tendency for victims to drop out in the trial process for rape crimes. The objective lies in: Determine how the socioeconomic and sociocultural contexts influenced the desertion of the processes for crimes of sexual violation in the Borb�n parish 2019-2020. The methodological approach addressed is combined with the multimodal approach: The semi-structured interview technique was taken from the qualitative approach, and the observation technique and statistical analysis were taken from the quantitative approach. This was applied to people who: had direct knowledge, such as: judges, prosecutors and lawyers from the multi-competent unit of the State Attorney General's Office based in Borb�n. From there, cases and files were taken in which a process has been carried out against the commission of a crime of rape in the parish district. Among the results, it stands out: The main cause of desertion in the trial process for crimes of rape is the misinterpretation of comprehensive reparation for victims of the crime of rape. On the other hand, the most frequent places for committing the crime according to the figures observed in the table were the homes of the victims and the homes of neighbors, this data is closely related to the fact that most of the cases of rape occurred in the intrafamily context.

Keywords: sexual violence; crime; victim; Judicial process; desertion; impunity.

 

Resumo

Esta pesquisa foi realizada na par�quia de Borb�n, cant�o Eloy Alfaro, na prov�ncia de Esmeraldas, onde h� uma tend�ncia de as v�timas desistirem do processo de julgamento por crimes de estupro. O objetivo consiste em: Determinar como os contextos socioecon�micos e socioculturais influenciaram a deser��o dos processos por crimes de viola��o sexual na par�quia de Borb�n 2019-2020. A abordagem metodol�gica abordada � combinada com a abordagem multimodal: a t�cnica de entrevista semiestruturada foi adotada a partir da abordagem qualitativa, e a t�cnica de observa��o e an�lise estat�stica foram adotadas a partir da abordagem quantitativa. Aplicou-se a pessoas que: tinham conhecimento direto, tais como: ju�zes, promotores e advogados da unidade multicompetente da Procuradoria Geral do Estado com sede em Borb�n. A partir da�, foram levantados processos e processos em que foi instaurado um processo contra a pr�tica de crime de viola��o na freguesia. Entre os resultados, destaca-se: A principal causa de deser��o no processo de julgamento por crimes de estupro � a interpreta��o equivocada da repara��o integral das v�timas do crime de estupro. Por outro lado, os locais mais frequentes para a pr�tica do crime de acordo com os n�meros observados na tabela foram as casas das v�timas e as casas dos vizinhos, este dado est� intimamente relacionado ao fato de que a maioria dos casos de estupro ocorreu em o contexto intrafamiliar.

Palavras-chave: viol�ncia sexual; crime; v�tima; processo judicial; deser��o; impunidade.

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Introducci�n

Respecto a la concepci�n del hecho delictivo se considera que los hechos cometidos por el hombre, para que se los pueda sancionar con una pena, deben estar descritos en la ley. [�] (Mena Armijos, 2016, p.24-25) Consecuentemente es necesario repasar de forma breve los planteamientos hechos en esta investigaci�n respecto a los sujetos activo y pasivo, los cuales son dos de los componentes principales del delito de violaci�n, respecto a c�mo est�n contemplados en la legislaci�n ecuatoriana, nos referiremos a los aportes de Ojeda Lovato (2013) en los que define:

[�] al sujeto Activo como el autor del delito de violaci�n en un principio era solamente el hombre, por cuanto era el �nico que pod�a penetrar, as� lo sostiene Soler, para quien la mujer no puede cometer actos imp�dicos o introducir objetos por v�a anal o vaginal en otra persona, posteriormente el sujeto activo es considerado tanto el hombre como la mujer, esta �ltima ejerciendo violencia sobre la v�ctima.

Sujeto Pasivo como la v�ctima del delito de violaci�n como sujeto pasivo, jur�dicamente la v�ctima est� relacionada a la figura de perjudicado, siendo �ste la persona f�sica o jur�dica que a consecuencia de la comisi�n de un delito sufre un da�o y el sujeto pasivo es el titular del bien jur�dico protegido en peligro. [�] (p.13-15)

Respecto a los factores influyentes del delito de violaci�n o de alguna otra �ndole Mens�as Pav�n (2005) nos aporta argumentos de gran val�a para la investigaci�n, seg�n este entre los principales factores que originan el fen�meno delictivo est�n: El factor Econ�mico; el cual se expresa en un ingreso mensual para sobrevivir, por tanto, es l�gico pensar que el principal factor crimin�geno o causal de delincuencia es el econ�mico.

El factor Social; expresado en la forma en la que el factor anterior produce serios trastornos sociales con crisis de valores, incomunicaci�n o comunicaci�n distorsionada, falta de educaci�n, etc.

El factor cultural; este por su parte se expresa en cuanto los actos de los individuos est�n influenciados por una p�rdida de identidad y valores que produce alteraciones psicol�gicas, desnaturalizaci�n, despersonalizaci�n que termina con una conducta delictuosa.

Y el factor educaci�n; En el cual se encuentra en una escolaridad de tipo memor�stica, repetitiva, tradicional, que no incentiva una educaci�n cr�tica y participativa. Por otra parte explica que la educaci�n deber�a girar en torno al conocimiento de las leyes penales para que sean conocidas por todos ya que al ser juzgados nadie puede invocar su ignorancia como causa de disculpa.

�[�]

�En relaci�n con las afectaciones en el proyecto de vida, algunos de los elementos que presento la investigaci�n fueron: Expresi�n de sentimientos de culpa y tristeza, cambio en la estructura familiar debido a que en algunos casos el agresor era el padre de la v�ctima y en consecuencia de esto un alto riesgo de retracci�n para la denuncia. Tambi�n se determin� que antes de la denuncia las v�ctimas de abuso sexual cuentan con una aparente �libertad� que les permite proyectarse de alguna forma en la clandestinidad del hecho, de tal manera que cuando existe la denuncia de los hechos abusivos o m�s a�n una sentencia condenatoria para el abusador, el proyecto se desestabiliza, se cae el velo de la aparente libertad y la persona, como sus familiares sufren un da�o en el estado de su �bien estar� [�] (Moreira Escalante , 2017, pp.85 86).

En relaci�n al factor riesgo familiar, Peroni (2000) aporta puntos importantes para el an�lisis, en los cuales se unen interrogantes y planteamientos interesantes, en los cuales, se cuestiona en primer momento, si la familia, es el �nidito� de paz, amor, �y seguridad o fuente de violencia, abusos e infamias y lugar inseguro para ni�os y ni�as? En conclusi�n, la autora sostiene todas las familias tienen elementos potenciales en la estructura familiar que pueden provocar la ocurrencia de abusos sexuales, por lo tanto, el tema del abuso y violaci�n sexual deber�a tener un lugar de jerarqu�a prioritario como problema social y de salud p�blica.

Otro de los trabajos que sirvi� de referencia� para el desarrollo de la investigaci�n y que en cierto modo aborda temas de inter�s y similares al de la presente investigaci�n es� el realizado por Quispe N��ez (2016), en la cual se aborda el delito de violaci�n sexual desde la perspectiva de los factores socioecon�micos y en el cual se expresa que los factores socioecon�micos que influyeron en los casos de violaci�n sexual en el lugar de estudio se asociaban de manera directa con grado de instrucci�n o educaci�n del agresor, ocupaci�n laboral inestable, bajo ingreso remunerativo, consumo de alcohol para determinar la comisi�n de la violaci�n en estado sobrio o ebrio, y ubicaci�n de viviendas en sectores poblados o asentamientos humanos.

Por lo tanto, los responsables de los menores de edad cuando dejen a estos solos en casa o en compa��a de alg�n miembro de la familia (padre, padrastro, hermano, t�o o abuelo) o al cuidado de los vecinos o amigos de la familia, deben tener mucho cuidado y tomar las precauciones debidas, a fin de que los menores de edad no sean v�ctimas de violaci�n sexual.

Esta investigaci�n se desarroll� en la parroquia Borb�n, cant�n Eloy Alfaro, de la provincia de Esmeraldas, en donde se registra una tendencia a la deserci�n de las v�ctimas en el proceso de juzgamiento por delitos de violaci�n sexual. El objetivo radica en: Determinar c�mo los contextos socioecon�micos y socioculturales, influyeron en la deserci�n de los procesos por delitos de violaci�n sexual en la parroquia Borb�n 2019-2020. El enfoque metodol�gico abordado se compagina con el enfoque multimodal.

Materiales y m�todos

Bases te�ricas esenciales

Podemos empezar contextualizando el origen de la palabra violaci�n las cual de acuerdo con el trabajo realizado por ABRIL ULLOA (2007) seg�n la autora �la palabra violaci�n proviene del lat�n violare, y esta palabra, a su vez, de vis que significa fuerza� (p.21).

En un an�lisis m�s detallado explica:

�La violaci�n se ha distinguido de los otros delitos sexuales por la grav�simas penas con las que ha sido sancionada a lo largo de la historia como: en la antig�edad en donde la violaci�n era una forma de adquirir una esposa; el hombre se limitaba a violar una mujer que le apetec�a y luego se la llevaba a su tribu, convirti�ndola en su propiedad. All� ten�a que defenderla de los dem�s y evitar que ellos a su vez la violen o se apoderen de ella. Parece que este tipo de situaciones llev� a la redacci�n de las primeras leyes contra la violaci�n, en las que el bien jur�dico que se proteg�a no era la mujer, sino la propiedad o el honor del var�n due�o de esa mujer. (ABRIL ULLOA, 2007, p.22)

En otro contexto hist�rico explica Machuca Carpio (2011) con relaci�n en los indicios m�s antiguos sobre la tipificaci�n del delito de violaci�n:

[�] se remontan en Roma tomando en cuenta el C�digo de Hammurabi del a�o 1760 A.C, que es una codificaci�n de leyes basadas en la Ley del Tali�n que sancionaba fuertemente la violaci�n; en este c�digo no se reconoc�a la independencia de las mujeres, [�] El aspecto seg�n el cual se configuraba el delito de violaci�n no era el consentimiento sino la honorabilidad de la mujer, de igual manera el derecho can�nico no consideraba el consentimiento sino la existencia de la virginidad de la mujer pudiendo ser determinada violaci�n �nicamente cuando la mujer hubiese sido desflorada.(p.21)

Otras formas de castigar el cometimiento del delito fueron, la pena la castraci�n en Egipto, pena de muerte en Roma �nicamente sustituida por el exilio y la confiscaci�n de bienes, en Grecia por su parte se castigaba con la pena de contracci�n de matrimonio y la entrega de la mitad de sus bienes, sin embargo, se tipificaba que en caso de ser rechazado el matrimonio por parte de la v�ctima se ejecutar�a la pena de muerte. (Machuca Carpio, 2011, p.22)

En el Ecuador la figura jur�dica del Delito Sexual est� presente desde el a�o de 1837, cuando se aprob� el primer C�digo Penal en la Presidencia de Vicente Rocafuerte, [�] entre ellos el adulterio, el rapto, la seducci�n y el estupro, se dirig�a a controlar la vida sexual de las mujeres en una din�mica de restricciones indicando como v�ctimas entre otros casos a las mujeres p�beres e imp�beres, pero directamente no se hablaba de lo que es la violaci�n.

En 1872 se proteg�a a las familias en relaci�n con la misma moral, incorporando el delito de violaci�n, el aborto, el atentado contra el pudor, la prostituci�n y corrupci�n a menores.

En 1889 hasta 1906, se mantiene las anteriores figuras jur�dicas y se desarrolla la idea del cuerpo del delito como la existencia real o presunta de un hecho punible.

En 1936 estos delitos se encuentran denominados como delitos contra las personas hasta 1978 y es a partir de esa fecha que se denominan delitos sexuales [�] refiri�ndose al Atentado al Pudor, Violaci�n y Estupro, tomando en cuenta a hombres y mujeres, limitando una edad de consentimiento, esta �ltima circunstancia es irrelevante en dicho �mbito.(p.9)

Desde el 21 de julio de 1998, se encuentra vigente en el Art. 512 del C�digo Penal Ecuatoriano la figura jur�dica como es la violaci�n sexual que exige como una de sus circunstancias �cuando la v�ctima sea menor de 14 a�os de edad�, en donde para el juzgamiento de la persona procesada solo se requiere que se justifique el acceso carnal y la edad de la v�ctima menor de catorce a�os de edad, una prueba que a su vez no admite prueba en contrario, sin requerir ninguno de los otros requisitos como violencia, amenaza o indefensi�n de la v�ctima, privaci�n de raz�n, etc.(p.45)

�De aquellos c�digos penales al actual existe una modificaci�n en el bien jur�dico protegido, ahora ya no es la honra sino la libertad sexual, que significa que las personas tienen la libertad de auto determinarse en su opci�n sexual.

Bases legales

La Constituci�n de la Rep�blica del Ecuador (2008)

En su Art. 16 sostiene que.- El m�s alto deber del Estado consiste en respetar y hacer respetar los derechos humanos que garanticen esta Constituci�n.

Por su parte la Declaraci�n Universal de Derechos Humanos (1948)

En el Art 3.- sostiene que.-Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

Respecto al delito de violaci�n y otras formas de violencia sexual en el C�digo org�nico Integral Penal, (2021) se estipula:

En su Art. 171.- define:� Es violaci�n el acceso carnal, con introducci�n total o parcial del miembro viril, por v�a oral, anal o vaginal; o la introducci�n, por v�a vaginal o anal, de objetos, dedos u �rganos distintos al miembro viril, a una persona de cualquier sexo. Quien la comete, ser� sancionado con pena privativa de libertad de diecinueve a veintid�s a�os en cualquiera de los siguientes casos:

1. Cuando la v�ctima se halle privada de la raz�n o del sentido, o cuando por enfermedad o�� por discapacidad no pudiera resistirse.

2. Cuando se use violencia, amenaza o intimidaci�n.

3. Cuando la v�ctima sea menor de catorce a�os.

En el Art. 171.1.- Violaci�n incestuosa.- La persona que viole a un pariente que sea ascendiente, descendiente o colateral hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, ser� sancionada con el m�ximo de la pena privativa de libertad prevista en el art�culo anterior.

Si se produce la muerte de la v�ctima se sancionar� con pena privativa de libertad de veintid�s a veintis�is a�os.

Por otro lado, en lo referente a los derechos de la v�ctima y la fiscal�a general del estado en la fase de indagaci�n previa estipula:

Art. 11.- Derechos.- En todo proceso penal, la v�ctima de las infracciones gozar� de los siguientes derechos:

Numeral 1. A proponer acusaci�n particular, a no participar en el proceso o a dejar de hacerlo en cualquier momento, de conformidad con las normas de este C�digo. En ning�n caso se obligar� a la v�ctima a comparecer.

El Art. 584.- Reserva de la investigaci�n. Las actuaciones de la Fiscal�a, de la o el juzgador, del personal del Sistema especializado integral de investigaci�n, medicina legal y ciencias forenses, la Polic�a Nacional, y de otras instituciones que intervienen en la investigaci�n previa, se mantendr�n en reserva, sin perjuicio del derecho de la v�ctima y de las personas a las cuales se investiga y de sus abogados a tener acceso inmediato, efectivo y suficiente a las investigaciones, cuando lo soliciten.

METODOLOG�A

Dise�o metodol�gico

Del enfoque cualitativo se tomaron las t�cnicas de entrevista semiestructuradas y la Validaci�n de expertos, del enfoque cuantitativo se tom� la t�cnica de observaci�n Cient�fica y el An�lisis Documental.

Aplicaci�n:

���������� Personas de las que se tuviera conocimiento directo y cuyas actividades laborales permitieran considerarlas como informantes clave dentro de la investigaci�n como, jueces, fiscales y abogados de la unidad multicompetente de la fiscal�a general del estado con sede en Borb�n.

���������� Casos y expedientes en los cuales se haya llevado a cabo un proceso en contra del cometimiento de un delito de violaci�n en la circunscripci�n parroquial.

 

An�lisis y discusi�n de resultados

Basados en los objetivos claves de esta investigaci�n se analiz� el material recopilado a trav�s del trabajo de campo llevado a cabo, los datos fueron clasificados por tipo de herramienta utilizada entre ellas las Cualitativas y la cuantitativa, los resultados fueron los siguientes:

 

An�lisis de resultados Cualitativos.

Los datos que se presentan a continuaci�n fueron recopilados a trav�s de la observaci�n de campo y las entrevistas semiestructuradas:

De acuerdo con las entrevistas realizadas a jueces y trabajadores de la Fiscal�a General del Estado, se obtuvo que la principal causa de la deserci�n en el proceso de juzgamiento por delitos� de violaci�n es la mala interpretaci�n de la reparaci�n integral a las v�ctimas del delito de violaci�n , la cual es entendida y por lo tanto limitada por parte de los familiares de las victimas solamente una compensaci�n econ�mica.

Existe un marcado desconocimiento de la comunidad al diferenciar el delito de estupro con el delito de violaci�n sexual, a pesar de que los dos tienen implicancias graves en las victimas el delito de estupro es menos reportado debido a que culturalmente al interior del territorio en el cual la mayor parte son comunas, este tipo de problemas se resuelven con la uni�n de hecho o matrimonio entre personas.

La geograf�a del territorio y la dificultad de acceso vuelve complicado el seguimiento a los casos y a las victimas consecuentemente para llevar a estos casos a una instancia superior de juzgamiento, una vez las v�ctimas del delito y sus familias desertan del proceso en muchas ocasiones la fiscal�a pierde comunicaci�n con ellos.

 

An�lisis de resultados Cuantitativos.

Los datos que se presentan a continuaci�n fueron recopilados a trav�s de la encuesta sociodemogr�fica:

Tabla 1

Sexo de la victima

Descripci�n

Frecuencia

Porcentaje

Porcentaje v�lido

Porcentaje acumulado

V�lido

Hombre

2

3,8%

3,8%

3,8%

Mujer

51

96,2%

96,2%

100,0%

Total

53

100,0%

100,0%

 

 

Nota: En esta tabla se expresa el n�mero y porcentaje del sexo de las victimas

Gr�fico, Gr�fico circular

Descripci�n generada autom�ticamente

 

 

 

 

Discusi�n: La mayor parte de las v�ctimas del delito de violaci�n en la parroquia Borb�n en los a�os 2019 y 2020 pertenecen al sexo femenino, se puede analizar que las personas de sexo masculino son menos propensas a ser v�ctimas de este delito en la parroquia.

Tabla 2

Edad de la victima

 

Descripci�n

Frecuencia

Porcentaje

Porcentaje v�lido

Porcentaje acumulado

V�lido

5 a 9 A�os

1

1,9%

1,9%

1,9%

10 a 14 A�os

42

79,2%

79,2%

81,1%

15 a 19 A�os

10

18,9%

18,9%

100,0%

Total

53

100,0%

100,0%

 

Nota: En esta tabla se da a conocer los rangos de edades de las v�ctimas del delito de violaci�n

 

Gr�fico, Gr�fico circular

Descripci�n generada autom�ticamente

 

 

 

 

 

Discusi�n: Las personas pertenecientes a rangos de pertenecientes a rangos de edades de entre 10 y 19 y que corresponden un 98,1% de los casos resultaron ser los m�s propensos a ser v�ctimas del delito de violaci�n

Tabla 3

G�nero de Agresor

 

 

Frecuencia

Porcentaje

Porcentaje v�lido

Porcentaje acumulado

V�lido

Hombre

53

100,0%

100,0%

100,0%

Nota: En esta tabla se expresa el g�nero al que pertenec�an los agresores

 

 

Gr�fico, Gr�fico circular

Descripci�n generada autom�ticamente

 

 

 

 

Discusi�n: En la parroquia Borb�n para el a�o 2019 y 2020 la totalidad de agresores de v�ctimas de delito de violaci�n pertenecieron a g�nero masculino, se puede analizar que en el territorio las personas de g�nero masculino fueron m�s propensas a cometer este tipo de delito.

 

Tabla 4

Relaci�n con el agresor

 

Descripci�n

Frecuencia

Porcentaje

Porcentaje v�lido

Porcentaje acumulado

V�lido

Padre

3

5,7%

5,7%

5,7%

Padrastro

13

24,5%

24,5%

30,2%

Hermano

5

9,4%

9,4%

39,6%

T�o

3

5,7%

5,7%

45,3%

Abuelo

2

3,8%

3,8%

49,1%

Padrino

3

5,7%

5,7%

54,7%

Amigo de la familia

23

43,4%

43,4%

98,1%

Amigo de la v�ctima

1

1,9%

1,9%

100,0%

Total

53

100,0%

100,0%

 

Nota: En esta tabla se expresa la relaci�n de parentesco de la v�ctima con su agresor

Gr�fico, Gr�fico circular

Descripci�n generada autom�ticamente

 

 

 

 

 

 

 

Discusi�n: A pesar de que la tabla expresa que la mayor parte de los agresores son amigos de la familia, la mayor parte de los agresores guardaron una relaci�n de parentesco con la v�ctima y violaciones sexuales en consecuencia fueron llevadas a cabo en sus contexto intrafamiliares.

 

 

 

 

 

Tabla 5

Lugar de la agresi�n

 

Descripci�n

Frecuencia

Porcentaje

Porcentaje v�lido

Porcentaje acumulado

V�lido

Domicilio de la victima

23

43,4%

43,4%

43,4%

Domicilio de familiares

4

7,5%

7,5%

50,9%

Domicilio de vecinos

25

47,2%

47,2%

98,1%

Calle (v�a p�blica o lugar solitario)

1

1,9%

1,9%

100,0%

Total

53

100,0%

100,0%

 

Nota: En esta tabla se expresan los lugares mas frecuentes para el cometimiento del delito

 

Gr�fico, Gr�fico circular

Descripci�n generada autom�ticamente

 

 

 

 

 

 

Discusi�n: Los lugares m�s frecuentes para el cometimiento el delito de acuerdo con las cifras observadas en la tabla fueron el domicilio de las v�ctimas y el domicilio de vecinos, este dato guarda estrecha relaci�n con el hecho de que la mayor parte de los casos de violaci�n ocurrieron en el contexto intrafamiliar.

Tabla 6

Nivel de ecuanimidad del agresor

 

 

Frecuencia

Porcentaje

Porcentaje v�lido

Porcentaje acumulado

V�lido

Sobrio

48

90,6%

90,6%

90,6%

Ebrio

5

9,4%

9,4%

100,0%

Total

53

100,0%

100,0%

 

Nota: En esta tabla se expresa

 

Gr�fico, Gr�fico circular

Descripci�n generada autom�ticamente

 

 

 

 

 

Discusi�n: Como se puede observar en los datos proporcionados por la tabla, la mayor parte de los agresores al momento de cometer el hecho delictivo no se encontraban en estado de ebriedad , con lo que se puede analizar que la influencia de bebidas alcoh�licas salvo las excepciones tambi�n detalladas en la tabla no fue una causal imperante para el cometimiento del delito.

 

Tabla 7

Nivel de juzgamiento del delito

 

Descripci�n

Frecuencia

Porcentaje

Porcentaje v�lido

Porcentaje acumulado

 

V�lido

Indagaci�n Previa

43

81,1%

81,1%

81,1%

Instrucci�n fiscal

10

18,9%

18,9%

100,0%

Total

53

100,0%

100,0%

 

Nota: En esta tabla se expresa la instancia a las cuales llegaron los procesos llevados a cabo por el delito de violaci�n

 

Gr�fico, Gr�fico circular

Descripci�n generada autom�ticamente

 

 

 

 

 

Discusi�n: Se puede observar que en los a�os 2019 y 2020 en la parroquia Borb�n el nivel de porcentaje de procesos que solo llegaron a la etapa de indagaci�n previa es considerablemente mayor al n�mero de procesos que lograron llegar a etapas de instrucci�n fiscal y por ende al juzgamiento y condena de los agresores.

Tabla 8

A�o de la demanda

 

 

Frecuencia

Porcentaje

Porcentaje v�lido

Porcentaje acumulado

V�lido

A�o 2019

28

52,8%

52,8%

52,8%

A�o 2020

25

47,2%

47,2%

100,0%

Total

53

100,0%

100,0%

 

Gr�fico, Gr�fico circular

Descripci�n generada autom�ticamenteNota: En esta tabla se expresa la cantidad de casos de violaci�n registrados en los a�os estudiados en esta investigaci�n.

 

 

 

 

 

Discusi�n: Como se puede observar el a�o 2019 con relaci�n al a�o 2020 presenta un mayor registro de casos de violaci�n , el 2020 por su parte denota una ligera tendencia al decrecimiento de los porcentajes de ocurrencia del delito de violaci�n en la parroquia.

Conclusiones

 

Entre los a�os 2019 y 2020 el (96.2%) de las v�ctimas del delito de violaci�n en la parroquia Borb�n pertenecieron al sexo femenino, (98,1%) a rangos de edades de entre 10 y 19 y resultaron ser los m�s propensos a ser v�ctimas del delito de violaci�n, el 100,0% de los agresores de estas personas fueron hombres, la mayor parte de ellos guardaba una relaci�n de parentesco con las victimas el 43,4% era amigo de la familia otro 24,5% era el padrastro, el porcentaje restante 31,1% eran padres, hermanos, t�os, padrinos, abuelos y amigos personales, los lugares m�s frecuentes para el cometimiento del delito fueron los domicilios de las v�ctimas y domicilios de vecinos (90,6%), el (90,6%) de los agresores no se encontrabas bajo la influencia del alcohol u otra sustancia estupefaciente a la hora de cometer el delito, el 81,1% de los casos registrados no llegaron a una instancia de instrucci�n fiscal y juzgamiento del agresor, el (52,8%) de estos casos se registraron en el a�o 2019 y el (47,2%) restante en el a�o 2020.

La mayor�a de los casos analizados no ofrec�an informaci�n suficiente para obtener informaci�n de corte cualitativo de los casos por lo que fue necesario recurrir a la t�cnica de entrevistas a los miembros de la fiscal�a para poder analizar esa dimensi�n del estudio.

Aspectos como el escaso conocimiento legal, el cometimiento del delito por parte de familiares de las v�ctimas , la ubicaci�n geogr�fica y la condici�n econ�mica desfavorable de la mayor�a, el entendimiento tergiversado del derecho a la reparaci�n como una compensaci�n econ�mica, la poca colaboraci�n de v�ctimas y familiares en el proceso , fueron las principales causas que se encontraron en la investigaci�n y que se asociaron de manera directa a la deserci�n que afecto el proceso de juzgamiento de casos de violaci�n en la parroquia Borb�n durante los a�os 2019 y 2020 y que han dejado un gran n�mero de casos �nicamente en la etapa de investigaci�n previa y hasta la fecha en la impunidad.

 

 

 

 

Referencias

 

 

 

 

 

 

 

 

 

� 2022 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)

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