Calidad de atención de enfermería y su repercusión en cuidados postmortem

Lizbeth Natividad Cherrez Pelaez; Francis Daniela Mora Castillo; Janeth del Rosario Rodríguez Sotomayor

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Calidad de atenci�n de enfermer�a y su repercusi�n en cuidados postmortem

Nursing personnel interventions and their impact on postmortem care

Qualidade do cuidado de enfermagem e seu impacto no cuidado p�s-morte

Correspondencia: lcherrez2@utmachala.edu.ec

Ciencias de la Salud

Art�culo de Investigaci�n

�� *Recibido: 20 de febrero de 2023 *Aceptado: 21 de marzo de 2023 * Publicado: 17 de abril de 2023

I. Estudiante de Enfermer�a, Ecuador.

II. Estudiante de Enfermer�a, Ecuador.

III. Estudiante de Enfermer�a, Ecuador.

Resumen

Introducci�n: La formaci�n de profesionales de enfermer�a acerca de los conceptos como la muerte y el duelo, que comienzan con la p�rdida y en algunas ocasiones terminan con la aceptaci�n de la nueva realidad, crea en s� mismo un compromiso con la vida, sin embargo, un aspecto que no se toca en las aulas son los cuidados luego de la muerte, lo que tiene como consecuencia tener profesionales que no tienen la capacidad de brindar cuidados postmortem. Objetivo: Valorar la calidad de atenci�n de enfermer�a y su repercusi�n en cuidados postmortem. Materiales y m�todos: Se realiz� un estudio descriptivo, cualitativo de tipo no probabil�stico en el Hospital General Te�filo D�vila, por muestreo de conveniencia participaron 51 profesionales de enfermer�a que laboran en las �reas de emergencia, medicina interna, neonatolog�a y unidad de cuidados intensivos. Resultados:� El 82,4% (n)=42 dijeron que no existen protocolos de cuidados de enfermer�a post mortem dentro de Hospital General Te�filo D�vila. As� mismo el 76,5% (n)=46 contestaron que no aplican de manera correcta los protocolos. Discusi�n: en un estudio realizado en M�xico se evidencio que la mayor�a de los establecimientos de salud y hospitales carecen de protocolos para un correcto manejo de pacientes postmortem, ya que el 62,5% de los profesionales de enfermer�a dijeron que el protocolo debe estar orientado en la identificaci�n de los cad�veres, la causa de muerte a causa de que circunstancias se encontraba, e incluso el procedimiento de como trasladar el cuerpo a otra sala para evitar incomodidad y una contaminaci�n cruzada.

Palabras Claves: Enfermer�a; Cuidados Post Mortem; Muerte.

Abstract

Introduction: The training of nursing professionals about concepts such as death and mourning, which begin with loss and sometimes end with the acceptance of the new reality, creates in itself a commitment to life, however, An aspect that is not covered in the classroom is care after death, which has the consequence of having professionals who do not have the capacity to provide postmortem care. Objective: To assess the quality of nursing care and its impact on postmortem care. Materials and methods: A descriptive, qualitative, non-probabilistic study was carried out at the Te�filo D�vila General Hospital, by convenience sampling, 51 nursing professionals who work in the areas of emergency, internal medicine, neonatology and intensive care unit participated. Results: 82.4% (n)=42 said that there are no postmortem nursing care protocols within the Te�filo D�vila General Hospital. Likewise, 76.5% (n)=46 answered that they do not apply the protocols correctly. Discussion: in a study carried out in Mexico, it was evidenced that most health establishments and hospitals lack protocols for proper management of postmortem patients, since 62.5% of nursing professionals said that the protocol should be oriented in the identification of the corpses, the cause of death due to what circumstances it was found, and even the procedure of how to transfer the body to another room to avoid discomfort and cross contamination.

Keywords: Nursing; Postmortem Care, Death.

Resumo

Introdu��o: A forma��o dos profissionais de enfermagem sobre conceitos como morte e luto, que se iniciam com a perda e por vezes terminam com a aceita��o da nova realidade, gera em si um compromisso com a vida, por�m, um aspecto que n�o � abordado na sala de aula � o cuidado ap�s a morte, o que tem como consequ�ncia ter profissionais que n�o t�m capacidade para prestar cuidados post mortem. Objetivo: Avaliar a qualidade da assist�ncia de enfermagem e seu impacto na assist�ncia p�s-morte. Materiais e m�todos: Estudo descritivo, qualitativo, n�o probabil�stico, realizado no Hospital Geral Te�filo D�vila, por amostragem de conveni�ncia, com a participa��o de 51 profissionais de enfermagem que atuam nas �reas de emerg�ncia, cl�nica m�dica, neonatologia e unidade de terapia intensiva . Resultados: 82,4% (n)=42 afirmaram que n�o existem protocolos de cuidados de enfermagem p�s-morte no Hospital Geral Te�filo D�vila. Da mesma forma, 76,5% (n)=46 responderam que n�o aplicam os protocolos corretamente. Discuss�o: em estudo realizado no M�xico, evidenciou-se que a maioria dos estabelecimentos de sa�de e hospitais carecem de protocolos para o manejo adequado de pacientes post mortem, pois 62,5% dos profissionais de enfermagem afirmaram que o protocolo deve ser orientado na identifica��o dos cad�veres, a causa da morte em que circunst�ncias foi constatada, e ainda o procedimento de como mover o corpo para outra sala para evitar desconforto e contamina��o cruzada.

Palavras-chave: Enfermagem; Cuidados P�s-morte; Morte.

Introducci�n

Durante la formaci�n acad�mica de los profesionales de enfermer�a crean un compromiso para respetar el derecho a la vida y una muerte digna, un aspecto que dentro de las aulas de clases se carece ya que no existe una correcta preparaci�n para brindar cuidados de enfermer�a referente a la muerte, dado que se necesita de protocolos, en vista que la muerte es algo inesperado y que ocurre de manera repentina (Hern�ndez, Navarro, & Navarro, 2020); entonces, resulta imperante abordar este tema desde el �mbito profesional para mantener la humanizaci�n de los cuidados brindados y lograr una mayor efectividad en el cuidado tanto al paciente que acaba de fallecer como a sus familiares,� siempre cuidando de s� mismos ya que el exponerse a la muerte de manera frecuente y sin conocimientos de su manejo, puede minar la salud emocional del profesional y afectar directamente a la calidad de atenci�n que brinda (Gonz�lez & Hern�ndez, 2019).

Por esto se debe integrar en la preparaci�n y formaci�n de profesionales de enfermer�a conceptos como la muerte y el duelo, un proceso fisiol�gico, que comienzan con la p�rdida y en algunas ocasiones terminan con la aceptaci�n de la nueva realidad (Sanchez, Olvera, & Noriega, 2019). Teniendo en cuenta que la superaci�n de esta etapa depende de factores independientes como la personalidad y cogniciones del sujeto: vinculaci�n ansiosa, ambivalencia obsesiva y las caracter�sticas de la muerte: la reacci�n no es la misma ante una muerte esperada que una muerte repentina o calamitosa�(Ram�n, y otros, 2021). A nivel mundial la muerte es considerada una amenaza constante a la que deben estar sujetos los profesionales de enfermer�a, por lo que las actitudes y aptitudes que posean los mismos ante la misma, junto a las emociones y sentimientos que expresen, podr�an influir a la calidad de atenci�n que brindan y tener repercusiones desfavorables e inesperadas hacia el fallecido y sus seres allegados.

La mortalidad de pacientes dentro de una entidad de salud var�a seg�n el �rea en el que se desenvuelva el enfermero; por ejemplo, en el �rea de cuidados intensivos de adultos la tasa de mortalidad reflejada oscila entre el 10 y el 29%, lo que nos proporciona un promedio de hasta dos muertes a la semana en este servicio, estos datos nos indican que el personal de enfermer�a debe enfrentar la muerte repetitivamente por lo que debe tener una preparaci�n ajustada a las necesidades de la situaci�n y conocimientos suficientes del manejo postmortem�(Duque, Manrique, Galvis, Casta�eda, & Hern�ndez, 2020), recordando que la atenci�n de enfermer�a no termina con la muerte del paciente ya que se encarga de cuidados postmortem como la preparaci�n del cuerpo, el apoyo a las necesidades culturales y religiosas, la facilitaci�n de deseos y costumbres (Bloomer, y otros, 2022).

En Brasil, la muerte ha creado un impacto desfavorecedor en las instituciones de salud ya que se ha generado un escenario lleno de conflictos entre los profesionales debido a la falta de conocimientos y preparaci�n para enfrentarse al deceso de un paciente�(Rivera, Zambrano, & Romero, 2019). Lo mismo ocurre en Espa�a, donde se evidencia la deficiencia de planes curriculares y programas de capacitaci�n acerca del abordaje de situaciones estresantes y cr�ticas como lo es la muerte y el duelo (Tu�as, 2019). Esta falta de preparaci�n y capacitaci�n influyen de forma negativa en los profesionales de enfermer�a de acuerdo a un estudio realizado en M�xico, donde, de los 71 profesionales encuestados, se evidencio que la mayor�a de ellos posee una actitud indiferente ante la muerte de un paciente (Morales, 2021).

Con lo expuesto, podemos afirmar que existe una deficiencia importante en la formaci�n integral de un enfermero, donde temas como el manejo de la muerte y cuidados postmortem no son impartidos a cabalidad lo que se refleja en la atenci�n brindada en las �reas asistenciales generando muchas veces repercusiones negativas no solo en los pacientes y sus familiares sino tambi�n en los enfermeros, ya que al no tener una preparaci�n �ntegra, se ve afectada indudablemente su salud emocional y mental por lo que este tipo de situaciones pueden marcar de forma abismal la vida y accionar de un enfermero (Nathalia & Valeria, 2019).�

En Ecuador, un estudio realizado en la ciudad de Cuenca nos indica que durante la formaci�n acad�mica profesional, las instituciones de tercer nivel no cuentan con la preparaci�n requerida para el manejo de emociones necesarias para enfrentarse a situaciones que pueden minar la salud mental de un enfermero como es la muerte, por lo que, en diversas ocasiones los enfermeros asistenciales, tienen que enfrentarse a estos panoramas con conocimientos m�nimos de cuidados postmortem, con dudas inminentes y en muchas ocasiones sin el apoyo de capacitaciones y estrategias de afrontamiento psico-emocional de las instituciones en las que laboran (Guaman & Garcia, 2017).

Por lo tanto, la exposici�n frecuente a la muerte de pacientes puede tener un gran impacto en las actividades que desarrollan los enfermeros, debido a que la influencia de emociones pueden frenar la capacidad de desenvolverse ante la presencia de un deceso, por esto es necesario implementar estrategias que permitan separar las emociones propias para educar y acompa�ar a los familiares de una manera profesional logrando una experiencia de consuelo, solidaridad y comprensi�n ante su p�rdida (Valenzuela, Bernales, & Ja�a, 2020).

Dentro de la historia, la enfermera teorista Virginia Henderson se�ala el siguiente enunciado �enfermer�a es ayudar al individuo enfermo o sano a realizar aquellas actividades que contribuyan a la salud, su recuperaci�n o a una muerte en paz y que podr�a llevar a cabo sin ayuda si tuviese la fuerza, la voluntad y los conocimientos necesarios� (Hern�ndez, Larrinaga, & Pacheco, 2016).

En concordancia con las fuentes bibliogr�ficas analizadas y con el fin de ofrecer a la sociedad un aporte actualizado sobre esta problem�tica de salud; el presente art�culo cient�fico tiene como objetivo valorar la calidad de atenci�n de enfermer�a y sus repercusiones en pacientes post mortem; para esto se evaluar� el conocimiento del personal de salud acerca del manejo de la muerte; una realidad que parece ser un punto ciego ya que no se evidencia preparaci�n adecuada en las pr�cticas preprofesionales, menos a�n durante la formaci�n acad�mica del profesional de enfermer�a.

Dentro de la generalidad de la formaci�n del enfermero/a podr�amos decir que existe una deficiencia en el manejo de la muerte, cuando se integran a la parte profesional los estudiantes generalmente afrontan esta experiencia desde su perspectiva moral y cultural ya que las mallas curriculares contemplan temas human�sticos tales como prevenir, mantener y recuperar la salud; pero su contenido sobre la muerte es casi nulo, incluso tienen conocimiento de la terapia paliativa pero no de como se enfrentan los diferentes tipos de muerte que pueden ocurrir dentro de un hospital, esto influye negativamente sobre la calidad de atenci�n que brindan a los pacientes que fallecen bajo su cuidado (Sandoval, y otros, 2020).

Parte del cuidado directo propio del enfermero es brindar acompa�amiento a todo tipo de pacientes, por esto cuando un paciente fallece es com�n que el profesional se pueda llegar a sentir culpable e incluso puede percibir esto como un propio fracaso profesional, esto est� intr�nseco en la capacitaci�n constante que recibe sobre salvar vidas, incluso existen �reas donde se presencia m�s muertes que en otras como por ejemplo las unidades de cuidados intensivos, sin embargo los mismos profesionales de estos� servicios �experimentan sentimientos de negaci�n respecto a la muerte y la tristeza que les causa enfrentarla en el trabajo (Sandoval, y otros, 2020).

El conocimiento de la experiencia de p�rdida favorece el desarrollo de habilidades compasivas, emp�ticas y de comunicaci�n, elementos importantes para el duelo y que les permite mejorar la relaci�n con los familiares m�s all� del conocimiento cient�fico, creando as� el v�nculo enfermero-paciente y eliminando el tab� que rodea la muerte la cual se minimiza y estigmatiza a las familias que tienen que pasar por este proceso (Valenzuela, Bernales, & Ja�a, 2020).

A pesar de la escasa preparaci�n sobre el manejo postmortem; cada vez son m�s los profesionales de la salud que toman conciencia de la importancia de compartir los sentimientos que atraviesan ante la muerte hablando entre s� y permitiendo decirlo en voz alta para reducir la tensi�n de la represi�n de emociones que incluye a m�dicos y enfermeras, esto ha reflejado respuestas positivas y mejora de la calidad de atenci�n de los profesionales permitiendo una nueva forma de practicar la asistencia sanitaria durante la muerte (Peyr�, Longueira, Ponce, & Fern�ndez, 2018).

La enfermer�a paliativa es la �nica rama donde se estudia la muerte como parte de la formaci�n acad�mica, abordando la muerte digna como pilar fundamental, sin embargo, el enfoque va direccionado a personas que por su condici�n sanitaria se espera que mueran pronto de manera inevitable y se garantiza la humanizaci�n de este proceso, entonces las enfermeras paliativas son las �nicas que por su trabajo est�n conscientes que ver�n morir a cada uno de sus pacientes (Borda, Pereira, Nurczyk, & Videla, 2019).

La muerte inesperada se define como un proceso en el cual no ha existido un diagn�stico previo, tambi�n se la considera como muerte s�bita, se puede dar por diferentes razones como: muerte de forma catastr�fica, accidente, terrorismo o suicido o todas esas situaciones donde la persona no ten�a el conocimiento de que iba a fallecer, los duelos por este tipo de muerte suelen ser m�s duraderos y traum�ticos, como personal de enfermer�a� se debe estar capacitado para enfrentar todo tipo de situaciones en las cuales se relacione el fallecimiento para brindar apoyo a los familiares y orientar a que realicen terapia para superar la perdida�(Manso & Barber�a, 2019).

Actuaci�n de enfermer�a ante la muerte del paciente

Presenciar la muerte de un paciente es la principal tarea de los profesionales de enfermer�a, cuidar a los sanos o enfermos para que puedan mantener o recuperar su salud y en casos excepcionales, cuidar a un enfermo terminal para que pueda morir con dignidad es un cuidado que requiere ciertas actitudes, conocimientos y habilidades logrados y perfeccionados durante la formaci�n profesional�(Morales, 2021).

Es importante determinar la actitud del personal de enfermer�a ante el proceso de morir o la muerte de un paciente hospitalizado�(Gallardo, Palomar, Garc�a, & Palomar, 2020). La actitud de una persona no puede liberarse de la influencia de la sociedad, ni los sentimientos pueden expresarse hasta que esa persona experimente la muerte o trate con pacientes terminales; sin embargo, en la pr�ctica diaria de los profesionales de la salud, las m�ltiples experiencias relacionadas con vivir alrededor de la muerte exigen una recalibraci�n de las acciones y actitudes frente al proceso, dado que es una tarea y muchas veces el cuidado es deshumanizado (Avenda�o, Estrada, & Rodr�guez, 2017).

Importancia de la atenci�n de enfermer�a en pacientes postmortem

La labor de enfermer�a involucra el cuidado en todo el ciclo vital que es desde el nacimiento hasta la muerte complementando los cuidados post mortem sin profundizar las dimensiones culturales, �ticas y religiosas que rodean el acto (Pamplona, Cobo, Gab�s, & Arbu�s, 2020). Los cuidados post mortem se proporcionan a cad�veres para conservar en su mejor estado el cuerpo hasta el momento de su traslado. Antes de un traslado el fallecido debe recibir los cuidados pertinentes por parte del profesional de enfermer�a. A estos cuidados tambi�n se los conoce como �amortajamiento�� que es el conjunto de intervenciones de enfermer�a que brinda al cad�ver con el objetivo de prepararlo para el velatorio o cremaci�n (Garc�a, 2020).

Por lo estimado comprendemos que la atenci�n post mortem es un acumulo de intervenciones que se le proporcionan al paciente tales como:

● Avisar con respeto a los familiares sobre el deceso del paciente

● Solicitar a un representante religioso previo consentimiento de los familiares, respetando siempre las creencias del fallecido y su familia.

● Preparar el equipo para el cuarto de trabajo, sin olvidar la elaboraci�n de etiquetas de identificaci�n.

● Aislar el cad�ver, retirar ropa de cama y del paciente, as� como ap�sitos, sondas y otros.

● Alinear el cuerpo, cerrar los p�rpados, colocar pr�tesis dental y elevar ligeramente la cabecera de la cama.

● Presionar ligeramente el abdomen, taponar cavidades y sellar incisiones.

● Asear parcial o totalmente el cad�ver.

● Colocar etiquetas de identificaci�n en t�rax y extremidades inferiores.

● Realizar el amortajamiento.

● Retirar el equipo utilizado para guardar las pertenencias del fallecido en una bolsa para entregarlas a los familiares (Garc�a, 2020).

Los cuidados de enfermer�a en el post morten son tan importantes como aquellos que se dan a la persona con vida, por ello se debe seguir los protocolos de cada instituci�n de salud para de esa manera tener un ambiente limpio y respetando tanto a los pacientes como al difunto, por ello el personal de enfermer�a debe ser capacitado para c�mo actuar con la familia y ayudar con el proceso de duelo (D�valos, 2018). Por ello el presente trabajo tiene como objetivo valorar la calidad de atenci�n de enfermer�a y su repercusi�n en cuidados postmortem.

Materiales y m�todos

Se realiz� un estudio descriptivo, trasversal con enfoque cualitativo de tipo no probabil�stico en el Hospital General Te�filo D�vila, la muestra estuvo conformado por 71 profesionales de enfermer�a que laboran en las �reas de emergencia, medicina interna, neonatolog�a y unidad de cuidados intensivos, teniendo como universo a� 51 profesionales de enfermer�a por muestreo� de conveniencia, excluyendo a m�dicos y personal de apoyo.

Se aplic� un cuestionario de 10 preguntas de opci�n m�ltiple como herramienta para la recolecci�n de datos con el objetivo de evaluar el conocimiento del personal de enfermer�a sobre la atenci�n de pacientes post mortem, la misma que fue tomada de un estudio realizada en la Universidad de Babahoyo, con el tema � Intervenciones de enfermer�a y su incidencia en los cuidados� post mortem del �rea de medicina interna del hospital general� Alfredo Noboa Montenegro, Guaranda � Bol�var, periodo Mayo �Septiembre del 2019�

Posteriormente se realiza la codificaci�n de los datos mediante el programa estad�stico IBM SPSS versi�n 26, para realizar la descripci�n de cada una de las variables, para luego proceder a la tabulaci�n de datos mediante tablas con informaci�n de porcentajes e indicadores, para as� proceder a realizar la discusi�n.��

Resultados

Tabla N�1: Protocolos dentro de la unidad de Salud

	Existen protocolos de cuidados		Aplica correctamente protocolos		Respeta el valor de la vida
	Frecuencia ( n)=51	Porcentaje ( n)=51	Frecuencia ( n)=51	Porcentaje ( n)=51	Frecuencia ( n)=51	Porcentaje�� ( n)=51
Si	9	17,6%	12	23,5%	46	90,2%
No	42	82,4%	39	76,5%	5	9,8%

Los resultados obtenidos muestran que el 82,4% (n)=42 dijeron que no existen protocolos de cuidados de enfermer�a post mortem dentro de Hospital General Te�filo D�vila, mientras que el 17,6% (n)=9 que s�. As� mismo el 76,5% (n)=46 contestaron que no aplican de manera correcta los protocolos, el 23,5 (n)=5 que s�; Por otra parte, el 90,2% (n)=46 que el personal de enfermer�a reconoce, cuida y respeta el valor de la vida humana desde su iniciaci�n hasta el final, el 9.8% (n)=5 no. Se puede destacar que dentro del Hospital no existen protocolos que ayudan a que el personal de enfermer�a pueda realizar los respectivos cuidados despu�s del fallecimiento de una persona, respetando su intimidad y derechos que incluso despu�s de muerto los tiene.

Tabla N� 2: Contacto con el paciente post mortem

	Reconoce cuando el paciente ha fallecido		Integridad f�sica del fallecido		Reconoce necesidades del familiar
	Frecuencia ( n)=51	Porcentaje ( n)=51	Frecuencia ( n)=51	Porcentaje ( n)=51	Frecuencia ( n)=51	Porcentaje�� ( n)=51
Si	51	100%	46	90,2%	39	76,5%
No			5	9,8%	12	23,5%

El 100% (n)=51 de los profesionales de enfermer�a s� reconocen cuando el paciente si ha fallecido. Por otro lado, el 90.2% (n)=46 manifiesta que, si protege la integridad f�sica del fallecido, mientras que el 9,8% (n)=5 indica que no. Por �ltimo tenemos el 76,5% (n)=39 el personal de enfermer�a s� reconoce las necesidades individuales de la familia del fallecido, el 23,5% (n)=12 que no. Aqu� se puede reconocer que el personal de enfermer�a a pesar de estar preparado y capacitado de alguna manera para atender y brindar cuidados post mortem a�n hace falta mucho para poder brindar un cuidado en donde se pueda ayudar a los familiares a sobrellevar el duelo.�

Tabla N� 3: Preparaci�n de paciente post mortem

	Se involucra en la preparaci�n del fallecido		Apoyo psicol�gico a los familiares		Consulta las costumbres y ritos
	Frecuencia ( n)=51	Porcentaje ( n)=51	Frecuencia ( n)=51	Porcentaje ( n)=51	Frecuencia ( n)=51	Porcentaje�� ( n)=51
Si	43	84,3%	31	60,8%	23	45,1%
No	8	15,7%	20	39,2%	28	54,9%

En relaci�n al contacto del fallecido y la familia tenemos que el 84,3% (n)=31 del personal de enfermer�a si se involucra en la preparaci�n del fallecido para que este presentable para la familia, el 15,7% (n)=20 no. El 60,8% (n)=23 brinda apoyo psicol�gico a los familiares en la despedida de un ser querido y procesar el duelo, por el contrario, el 39,2% (n)=28 que no. As� mismo el 45,1% (n)=23 si han consultado las costumbres y ritos antes de tener contacto con los familiares, el 54,9 % (n)=28 dijeron que no. Es importante conocer todos los aspectos de los familiares e incluso de la persona fallecida para de esta manera brindar los cuidados adecuados.�

�� Tabla N� 4: �Se moviliza a otra habitaci�n al fallecido para evitar un ambiente inc�modo para los dem�s?

Movilizaci�n a otra habitaci�n al fallecido para evitar un ambiente inc�modo
	Frecuencia ( n)=51	Porcentaje ( n)=51
Si	26	51,0%
No	25	49,0%

Por �ltimo tenemos que el 51% (n)=26 contestaron que si se moviliza al fallecido a otra habitaci�n para evitar un ambiente inc�modo para los dem�s, mientras que el 49% (n)=25 contestaron que no. Podemos observar que a�n existe una falencia en el manejo del post mortem, esto puede ser causado por la falta de espacio o de personal, ya que para una correcta movilizaci�n de un paciente post morten se necesita tanto de recursos humanos y materiales, para evitar una contaminaci�n cruzada dentro de la unidad de salud, pudiendo causar un ambiente inc�modo para el resto de los pacientes incluso de los familiares.��

Discusi�n�

En los resultados obtenidos se demostr� que el 82,4% (n)=42 dijeron que no existen protocolos de cuidados de enfermer�a post mortem dentro de Hospital General Te�filo D�vila, en un estudio realizado en M�xico se evidencio que la mayor�a de los establecimientos de salud y hospitales carecen de protocolos para un correcto manejo de pacientes post morten, donde el 62,5% de los profesionales de enfermer�a manifestaron que el protocolo debe estar orientado en la identificaci�n de los cad�veres, la causa de muerte en qu� circunstancias se encontraba, e incluso el procedimiento de como trasladar el cuerpo a otra sala para evitar incomodidad y una contaminaci�n cruzada, disminuyendo as� las enfermedades adquiridas dentro de la instituci�n de salud, lo que no se evidencia en los protocolos existentes. (Nieto, L�pez, & Guti�rrez, 2020). As� mismo el 76,5% (n)=46 contestaron que no aplican de manera correcta los protocolos, lo que concuerda con lo mencionado con un estudio realizado en M�xico quienes aseguraron que los personales de enfermer�a no cumplen con los protocolos para manejar pacientes fallecidos, ya que al fallecer una persona los mantienen en el �rea donde se encuentran los dem�s pacientes, adem�s de no tener la capacidad� de brindar apoyo a la familia y respetar la integridad� del mismo�(Viera, 2021).

Por otra parte, el 90,2% (n)=46 que el personal de enfermer�a reconoce, cuida y respeta el valor de la vida humana desde su iniciaci�n hasta el final, para� (Deza, 2020) menciona que el paciente fallecido es una persona� que se debe respetar la intimidad, el dolor la confidencialidad del paciente y de la familia tras su fallecimiento, recordando que a pesar de su deceso tiene los mismo derechos que una persona viva, por consiguiente la familia merece que sea tratado con dignidad para brindarse un cuidado humanitario.

El 100% (n)=51 de los profesionales de enfermer�a s� reconocen cuando el paciente ha fallecido,� (S�nchez, C�rdova, & G�mez, 2016) acotaron que el profesional de salud est� capacitado para reconocer a la muerte como un hecho inevitable y que ayuda esto al crecimiento personal, ya que aceptar que la muerte es algo natural ayuda a evitar alg�n trauma que tenga como consecuencia el bajo rendimiento dentro del �mbito laboral. Adem�s, el 90.2% (n)=46 responde que si protege la integridad f�sica del fallecido, lo que concuerda con los dicho por (Palomino & Zamora, 2021) que manifiesta que uno de los derechos esenciales del hombre es la integridad incluso despu�s de la muerte, por lo que se debe realizar una promoci�n de la misma que consiste en el reconocimiento del respeto hacia la persona y familia ayudando a sobrellevar el duelo y verificando que este tenga una muerte digna con los cuidados adecuados y un trato digno respetando as� mismo a los dem�s pacientes. Para (Moreno, y otros, 2020) el personal de enfermer�a no es capaz de reconocer de las necesidades de las familias de las personas fallecidas, ya que en muchas ocasiones les falta empat�a y humanismo, en especial� para los cuidadores que es dif�cil sobrellevar la partida de un ser querido, lo que no concuerda con el estudio realizado.�

El 84,3% (n)=31 del personal de enfermer�a si se involucra en la preparaci�n del fallecido para que este presentable para la familia, lo que tiene relaci�n con los estudios realizados por� (Gonz�lez & Hern�ndez, 2019) donde dicen que la falta de preparaci�n del personal de enfermer�a durante el proceso de muerte tiene como consecuencia que no exista un correcto manejo y preparaci�n del paciente fallecido para mostrarlo ante los familiares, ya que se debe respetar los derechos de los mismo incluso en la muerte. El 60,8% (n)=23 brinda apoyo psicol�gico a los familiares en la despedida de un ser querido y procesar el duelo,� esto no tiene relaci�n con lo mencionado con (Chaparro, 2022) que no existe un apoyo en la parte psicol�gica a familiares que han perdido familiares, en algunas ocasiones se debe dar terapia conductual y grupal para superar el duelo, siendo como principal comunicador enfermer�a, ya que esta tiene contacto con el fallecido y su familia. Las ceremonias y rituales despu�s de la muerte en muchas culturas son muy importantes, pero no se respetan dentro de los hospitales m�s aun por los profesionales de la salud y vulneran los derechos que tiene una persona a tener una muerte digna�(Mendoza, 2021),lo que corresponde con el estudio realizado ya que el 54,9 % (n)=28 dijeron que no han consultado las costumbres y ritos antes de tener contacto con los familiares. Por ultimo tenemos que el 51% (n)=26 contestaron que si se moviliza al fallecido a otra habitaci�n para evitar un ambiente inc�modo, por ello un estudio realizado en Bogot� dijeron que el traslado es importante para evitar infecciones y para la misma familia es inc�modo tener a su familiar en un lugar lleno de personas y sin respetar su intimidad�(MPS, 2020).