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Neurociencia y neuronas espejo

 

Neuroscience and mirror neurons

 

Neuroci�ncia e neur�nios-espelho

 

Esther Gonz�lez-Quezada I
esther.gonzalez@unl.edu.ec 
https://orcid.org/0000-0002-3910-3336 

,Cisna Piedad R�os-Robles II
cisna.rios@unl.du.ec 
https://orcid.org/0000-0002-7380-2341
Jorge Eduardo Far�as-Cede�o III
jorge.farias2@unae.edu.ec
https://orcid.org/0009-0009-5544-7911

,Mar�a Elisa Arias-Roura IV
rmaria2.arias@unae.edu.ec
https://orcid.org/0009-0003-1059-8464
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Correspondencia: esther.gonzalez@unl.edu.ec

 

Ciencias de la Salud

Art�culo de Investigaci�n

 

 

* Recibido: 09 de mayo de 2024 *Aceptado: 18 de junio de 2024 * Publicado: �25 de julio de 2024

 

        I.            Universidad Nacional de Loja, Mg. Sc, Loja, Ecuador.

      II.            Universidad Nacional de Loja, Mg. Sc, Loja, Ecuador.

   III.            Universidad Nacional de Educaci�n, Mg. Sc, Cuenca, Ecuador.

   IV.            Universidad Nacional de Educaci�n, Mg. Sc, Cuenca, Ecuador.

 


Resumen

Laura es una ni�a de 7 a�os, enfrenta m�ltiples desaf�os tras la p�rdida de su padre y ahora trabaja con su madre para contribuir en la econom�a familiar, por ello impacta negativamente en su rendimiento escolar; en efecto tambi�n agranda la situaci�n emocional y acad�mica de la falta de empat�a por parte de la docente. Para mejorar su entorno, es crucial examinar la actitud docente y relaci�n con el rendimiento escolar. De modo que, se despliega la presente investigaci�n explicativo neurocient�fica, respecto al impacto�� de la actitud docente en el rendimiento escolar de una estudiante de 7 a�os de edad.� El estudio correspondi� a un dise�o no experimental de alcance descriptivo, correlacional y explicativo, analizo como la exposici�n de una ni�a a condiciones de adversidad y de violencia psicol�gica de parte del docente afecta la estructura cerebral; la salud, el comportamiento y aprendizaje. Finalmente se enfatiza la importancia de afianzar habilidades socioemocionales como la empat�a docente en el �mbito educativo, para generar entornos saludables y motivadores de aprendizaje.

Palabras clave:� Empat�a; Neuronas espejo; Motivaci�n; Neuroeducaci�n.

 

Abstract

Laura is a 7-year-old girl, she faces multiple challenges after the loss of her father and now works with her mother to contribute to the family economy, which is why it negatively impacts her school performance; In fact, it also aggravates the emotional and academic situation of the lack of empathy on the part of the teacher. To improve her environment, it is crucial to examine the teacher's attitude and relationship with school performance. Thus, the present neuroscientific explanatory research is deployed regarding the impact of the teaching attitude on the school performance of a 7-year-old student. The study corresponded to a non-experimental design of descriptive, correlational and explanatory scope, I analyzed how the exposure of a girl to conditions of adversity and psychological violence on the part of the teacher affects the brain structure; health, behavior and learning. Finally, the importance of strengthening socio-emotional skills such as teacher empathy in the educational field is emphasized, to generate healthy and motivating learning environments.

Keywords: Empathy; Mirror neurons; Motivation; Neuroeducation.

 

 

 

Resumo

A Laura � uma menina de 7 anos, enfrenta m�ltiplos desafios ap�s a perda do pai e agora trabalha com a m�e para contribuir para a economia familiar, pelo que impacta negativamente o seu desempenho escolar; Na verdade, agrava tamb�m a situa��o emocional e acad�mica de falta de empatia do professor. Para melhorar o seu ambiente, � fundamental examinar a atitude e a rela��o do professor com o desempenho escolar. Assim, a presente investiga��o neurocient�fica explicativa desenrola-se a prop�sito do impacto da atitude docente no desempenho escolar de um aluno de 7 anos. O estudo correspondeu a um desenho n�o experimental de �mbito descritivo, correlacional e explicativo, analisei como a exposi��o de uma rapariga a condi��es de adversidade e viol�ncia psicol�gica por parte do professor afeta a estrutura cerebral; sa�de, comportamento e aprendizagem. Por fim, enfatiza-se a import�ncia de fortalecer compet�ncias socioemocionais como a empatia docente no �mbito educacional, para gerar ambientes de aprendizagem saud�veis ​​e motivadores.

Palavras-chave: Empatia; Neur�nios espelho; Motiva��o; Neuroeduca��o.

 

Introducci�n

La labor educativa se enriquece debido a la contribuci�n de la neurociencia a trav�s de la comprensi�n del estado inicial, la trayectoria de desarrollo y el estado final de los cambios cerebrales, particularmente del desarrollo cerebral de los infantes. El ser conscientes del funcionamiento cerebral en estas edades les permite a los educadores asumir con responsabilidad la mejora de su aprendizaje, as� como la comprensi�n y manejo adecuado de su comportamiento.

Seg�n las investigaciones realizadas por Marrupe (2023), respaldada por Sol�rzano (2023) y Bull�n (2017), la neurociencia se caracteriza por ser un valioso repositorio de conocimiento sobre los mecanismos de aprendizaje y el funcionamiento cerebral, otorgando una s�lida base para su aplicaci�n efectiva en el �mbito educativo. En efecto, no se pretende suplantar elementos existentes, sino que se incorpora como una disciplina adicional al trabajo pedag�gico.

Por ende, la neuroeducaci�n en lugar de desplazar otras pr�cticas enriquece el panorama educativo al brindar una comprensi�n m�s profunda de los procesos de aprendizaje. Esta perspectiva resulta crucial para identificar las causas que conducen al �xito o fracaso en el entorno educativo. Al aplicar la neurociencia en la educaci�n, se brinda la oportunidad de comprender de manera m�s exhaustiva los factores que influyen en el rendimiento y la eficacia en el aula.

La convergencia entre la neurociencia y la educaci�n evidencia la posibilidad de adquirir un conocimiento m�s preciso acerca de los mecanismos subyacentes del aprendizaje, proporcionando luz sobre la din�mica del aula y proporcionando herramientas valiosas para optimizar las estrategias pedag�gicas. La neuroeducaci�n se caracteriza por ser un recurso esencial para comprender tanto el "c�mo" como el "por qu�" del aprendizaje, consolid�ndose como un componente integral para la optimizaci�n de la ense�anza en el contexto educativo actual.

Sin embargo, la eficacia de la implementaci�n de la neurociencia en el �mbito educativo no solo se debe a la comprensi�n de c�mo los estudiantes aprenden, sino tambi�n a la comprensi�n o establecimiento de las directrices para la reflexi�n acerca de c�mo se debe ense�ar, cu�les son las actitudes docentes apropiadas para generar emoci�n e impactar en la motivaci�n de los alumnos hacia la tarea escolar.

Diversos estudios, como Howard-Jones (2011), confirman que el cerebro es pl�stico; lo cual significa que su estructura y conectividad pueden ser modificadas con la experiencia, teniendo como referencia que los cambios m�s dr�sticos se producen en la infancia y en la adolescencia. Por esta causa, el inter�s en el �mbito educativo por comprender estos aspectos de la evoluci�n cerebral, entre otras cuestiones, puede ayudar a precisar cambios en la disposici�n a responder de manera positiva o negativa a est�mulos ambientales.

Otros estudios, por su parte, no dejan de reconocer el tipo de sociedad emocional en la que se encuentran los individuos, y, por lo tanto, resulta imperativo destacar la relevancia de las emociones y sentimientos en la educaci�n. En consecuencia, se inicia una nueva perspectiva humanista de la neuroeducaci�n hacia el dominio �tico-moral, �en la que se podr�a cuestionarse si es posible hablar de neuroeducaci�n moral? M�s tarde, la epig�nesis proactiva ya se ha adoptado como base te�rica para propuestas pr�cticas que buscan responder a las demandas de una justicia �tica universal. De acuerdo con Howard-Jones (2014), dichas propuestas se han establecido a trav�s de una serie de programas de neurociencia cognitiva y del desarrollo que estudian c�mo la pobreza infantil determina el desarrollo cognitivo y emocional.

Andocilla (2023), citado por Sousa (2002), las investigaciones y descubrimientos de la neurociencia permiten la comprensi�n de los procesos involucrados en el aprendizaje estudiantil, lo que contribuye a una ense�anza eficaz, gratificante y pertinente. Este enfoque se fundamenta en la interconexi�n entre el aprendizaje, la memoria y las emociones, las cuales se encuentran intr�nsecamente relacionadas con la estructura nerviosa y el funcionamiento cerebral.

Sousa (2002), la investigaci�n en neurociencia desentra�a las complejidades de la asimilaci�n de informaci�n y el desarrollo de sus habilidades cognitivas, respaldada por Sousa (2002), sostiene que la investigaci�n en neurociencia desentra�a las complejidades de la asimilaci�n de informaci�n y el desarrollo de sus habilidades cognitivas. Este vasto conocimiento no solo revela los fundamentos m�s importantes del aprendizaje, sino que tambi�n proporciona una s�lida base para la implementaci�n de t�cticas pedag�gicas m�s eficaces.

Cabe destacar que la interacci�n entre aprendizaje, memoria y emociones no solo es te�rica, sino que se refleja en la pr�ctica educativa cotidiana. La comprensi�n de estos v�nculos brinda a los educadores herramientas valiosas para elaborar experiencias de aprendizaje m�s enriquecedoras, adaptadas a las complejidades de la estructura nerviosa y el funcionamiento cerebral.

En consecuencia, el cerebro constituye el fundamento de cualquier aprendizaje, siendo imperativo que algunas investigaciones neuronales en las personas biling�es se enfocan en la creaci�n de un conocimiento cada vez m�s complejo, tal como se ilustran las investigaciones neuronales en las personas biling�es, en las cuales la edad de inicio del segundo idioma determina la forma en que se trabajar� y c�mo esta afectar� a otras �reas cognitivas.

En conclusi�n, la fusi�n de la neurociencia y la educaci�n, junto con las investigaciones que en este contexto se han llevado a cabo y continuar�n aportando al conocimiento, no solo constituyen una estrategia para asegurar la educaci�n regular obligatoria, sino tambi�n constituyen fundamentos firmes para garantizar que la educaci�n sea verdaderamente inclusiva, equitativa y de calidad, libre de violencia y discriminaci�n, conforme a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la agenda 2030, �y la Constituci�n de la Rep�blica del Ecuador.

 

Procesos Cognitivos y Neurociencia

Al estudiar minuciosamente el sistema nervioso y sus mecanismos, la relaci�n intr�nseca entre la neurociencia y el proceso de aprendizaje tiene un impacto significativo en el rendimiento acad�mico. Esta disciplina no se limita a observar c�mo funciona el cerebro, sino que tambi�n proporciona informaci�n importante sobre c�mo las estructuras y los procesos neuronales interact�an con el proceso de aprender.

Seg�n las reflexiones de Zambrano (2022), el cerebro se considera el �rgano m�s complejo del ser humano, juega un papel importante en la coordinaci�n de todas las funciones corporales. Al comprender mejor la compleja estructura y funcionamiento del cerebro en su conjunto, la neurociencia ha hecho un gran aporte cient�fico. Este m�todo ofrece una comprensi�n s�lida de las ra�ces de los diversos comportamientos que surgen en los entornos educativos, sociales y emocionales, as� como de los elementos biol�gicos, los estilos de aprendizaje, los sentimientos, los pensamientos y las motivaciones. La neurociencia tambi�n revela las din�micas generadas por las experiencias en las relaciones sociales.

Estas investigaciones exhaustivas ofrecen una nueva perspectiva que va m�s all� de las fronteras disciplinarias y permite una comprensi�n m�s amplia de la interacci�n entre la actividad cerebral y el proceso educativo. Por lo tanto, la neurociencia es un elemento crucial para resolver los enigmas del aprendizaje y ha tenido un impacto significativo en el progreso de la pedagog�a y la comprensi�n humana.

El abordaje del rendimiento acad�mico revela una complejidad inherente que se origina en su conceptualizaci�n. Esta realidad puede ser descrita mediante distintos t�rminos, como "preparaci�n escolar" y "rendimiento escolar". Sin embargo, en t�rminos generales, la divergencia entre estos conceptos se reduce principalmente a consideraciones sem�nticas, ya que se emplean de manera sin�nima (Lamas, 2015, p. 3).

En concordancia a ello, Mart�nez (1996, como se cit� en Lamas, 2015), refiere que el desempe�o escolar es el producto del aprendizaje promovido por el dinamismo docente y exteriorizado por el estudiante; el resultado obtenido por los alumnos usualmente se representa por medio de las conocidas notas.

En este contexto, resulta esencial destacar que el desempe�o escolar guarda una estrecha relaci�n con el nivel de competencia que el estudiante demuestra en una disciplina espec�fica, considerando factores como la edad, el nivel acad�mico y los m�todos de evaluaci�n. Sin embargo, se subraya la importancia de implementar medidas pertinentes orientadas hacia la consecuci�n de una educaci�n de calidad, con el prop�sito de optimizar el aprovechamiento de los contenidos establecidos en los programas de estudio, representados mediante una escala convencional de calificaciones.

En consonancia con las reflexiones de Rosado (2023), citado por Berm�dez (2019), se resalta que el rendimiento acad�mico ocupa un lugar primordial en el �mbito educativo, siendo objeto de investigaci�n desde diversas perspectivas te�ricas y metodol�gicas. En este sentido, se ha buscado profundizar en la comprensi�n de c�mo opera el cerebro y los procesos cognitivos, con el objetivo de mejorar la eficacia de los procesos de ense�anza-aprendizaje y facilitar as� un mayor aprovechamiento durante la trayectoria educativa de los estudiantes.

 

Cerebro y aprendizaje

El cerebro es el �nico �rgano del ser humano que posee habilidades para adquirir conocimientos y saberes simult�neos. El cerebro est� distribuyendo una red de conexiones desde la etapa prenatal y estructurando un "cableado" �nico en cada ser humano, donde las experiencias desempe�an un papel esencial. Este vasto sistema de comunicaci�n entre neuronas, denominado sinapsis, posibilita la adquisici�n de conocimientos a trav�s de un segundo y otro.

Asimismo, la evoluci�n del cerebro se ve afectada por factores gen�ticos y ambientales. Un entorno apropiado y enriquecido estimula el cerebro para el aprendizaje y lo desarrolla. De este modo, diversos factores ejercen una influencia en el cerebro y, por consiguiente, en el aprendizaje, tales como el factor nutricional, factores gen�ticos, el entorno socioecon�mico y cultural, el ambiente emocional familiar del alumno, lesiones cerebrales, aprendizajes previos consolidados, entre otros. Esto implica que el educador necesita obtener mayor informaci�n acerca de la historia de vida de sus alumnos, si quiere aportar de manera significativa y asertiva al proceso de desarrollo desde su pr�ctica pedag�gica.� Barrera M (2009).

 

Aspectos cognitivos y neurociencia

La interacci�n intr�nseca entre la neurociencia y el proceso de aprendizaje tiene una gran influencia en el rendimiento acad�mico, al examinar minuciosamente el sistema nervioso y sus mecanismos. Esta disciplina no solo se limita a la observaci�n del funcionamiento cerebral, sino que tambi�n proporciona informaci�n esencial acerca de c�mo las estructuras cerebrales y los procesos neuronales se relacionan con el acto de aprender.

Seg�n las reflexiones de Zambrano (2022), se se�ala que el cerebro, considerado como el �rgano m�s complejo del ser humano, cumple un papel central en la coordinaci�n de todas las funciones corporales. La contribuci�n cient�fica de la neurociencia se puede apreciar al analizar la intrincada estructura y funcionamiento del cerebro en su totalidad. Este enfoque brinda una profunda comprensi�n de las ra�ces de diversos comportamientos que surgen en contextos educativos, sociales y emocionales, as� como en aspectos relacionados con los sentimientos, pensamientos, motivaciones, estilos de aprendizaje y componentes biol�gicos. La neurociencia tambi�n revela las din�micas estimuladas por las experiencias en el �mbito de las relaciones sociales.

Las investigaciones profundas propician una comprensi�n m�s detallada de la interacci�n entre la actividad cerebral y el proceso educativo. En consecuencia, la influencia de la neurociencia se convierte en un elemento fundamental para esclarecer los misterios del aprendizaje y contribuir significativamente al progreso de la pedagog�a y la comprensi�n humana.

El enfoque del rendimiento acad�mico presenta una complejidad intr�nseca que surge de su conceptualizaci�n. La presente situaci�n puede ser descrita mediante diversos t�rminos, tales como "preparaci�n escolar" y "rendimiento escolar". La diferencia entre estos conceptos, en general, se reduce principalmente a consideraciones sem�nticas, ya que se utilizan de forma sin�nima (Lamas, 2015, p. 3).

En concordancia con las reflexiones de Rosado (2023), citado por Berm�dez (2019), se evidencia que el rendimiento acad�mico se encuentra en el �mbito educativo, siendo objeto de investigaci�n desde diversas perspectivas te�ricas y metodol�gicas. Se ha propuesto profundizar en la comprensi�n del funcionamiento del cerebro y los procesos cognitivos, con el prop�sito de optimizar la eficacia de los procesos de ense�anza-aprendizaje y optimizar su aprovechamiento durante la trayectoria educativa de los estudiantes.

 

Procedimientos psicol�gicos en el aula

El prop�sito de la neuropsicolog�a consiste en la investigaci�n de los procesos psicol�gicos, tales como la memoria, la atenci�n o el lenguaje, cuyo desempe�o se eval�a y se desarrolla a seg�n su edad, entrenamiento y conocimiento. Asimismo, se eval�a la ocurrencia de alteraciones en su evoluci�n "normal", en el caso de trastornos del neurodesarrollo, o cuando estos, tras lograr esas habilidades, se pierden, tanto con el paso del tiempo, especialmente en la tercera edad, como consecuencia de alg�n trastorno o enfermedad.

Existe una estrecha conexi�n entre el mundo psicol�gico y el cerebro, como ocurre en el caso de algunos traumas y enfermedades psiqui�tricas. Esto se debe a que, a medida que la persona se va desarrollando, se van formando nuevas experiencias en la vida que van moldeando al individuo en c�mo es, y lo que hace, lo que afecta a las decisiones presentes y futuras.

Uno de los aspectos de mayor controversia radica en los or�genes de la psicolog�a, espec�ficamente en sus teor�as acerca del trauma infantil, lo cual los primeros autores sostienen que podr�a afectar a la persona durante el resto de su existencia. A veces se puede suponer que las decisiones actuales no son completamente "libres", ya que pueden verse determinadas de alguna manera, por la vivencia de experiencias traum�ticas del pasado.

La tarea de exponer el comportamiento de un individuo en funci�n de los acontecimientos vividos en su juventud resulta sumamente limitada. No obstante, la omisi�n de los eventos pasados, especialmente si fueron traum�ticos, puede ser desafortunado, ya que existen evidencias acerca de c�mo afectan al cerebro los trastornos infantiles.

En consecuencia, la neuroeducaci�n es uno de los avances m�s significativos de la educaci�n en los �ltimos a�os, donde se incorporan al aula los avances significativos que se han logrado desde las neurociencias, en el estudio del origen y evoluci�n de los procesos cognitivos, y en particular, en c�mo optimizarlos en el entorno escolar, lo que aumenta la eficacia del aprendizaje por parte del alumnado.

 

La motivaci�n en la neuroeducaci�n

�La motivaci�n y las neurociencias desempe�an un papel fundamental en la neuroeducaci�n, ya que proporcionan datos sobre c�mo el cerebro funciona y c�mo podemos mejorar los procesos de aprendizaje y motivaci�n. La neuroeducaci�n se fundamenta en dos disciplinas, la neurociencia y la neuropsicolog�a. De acuerdo con Aguilar (2020), citado por Quevedo (2019). Estos procesos superiores desempe�an un papel fundamental al abordar la informaci�n sensorial, tanto externa como interna, al percibirla y analizarla para proporcionar una respuesta coherente y adecuada.

 

Neuronas Espejos

Quezada et al, (2024). Las neuronas espejo constituyen un tema sumamente fascinante en el �mbito de las neurociencias y el proceso de aprendizaje. Estas neuronas desempe�an una funci�n fundamental en la comprensi�n de las acciones y emociones de los individuos, ejerciendo as� una potencial influencia en el proceso educativo.

Se trata de un tipo especial de neuronas que se activan tanto durante la ejecuci�n de una acci�n como al observar a otro individuo llevar a cabo la misma actividad. Su relevancia se manifiesta de manera destacada en la empat�a, la capacidad de imitaci�n y la interpretaci�n de las intenciones ajenas.

En el contexto del aprendizaje, las neuronas espejo pueden ejercer un impacto significativo en la capacidad de adquirir conocimientos mediante la observaci�n de otros. Por ejemplo, los ni�os a menudo aprenden imitando las acciones de sus progenitores o cuidadores, y en este proceso, las neuronas espejo pueden desempe�ar un papel clave.

Asimismo, se sugiere su participaci�n en el aprendizaje a trav�s de la observaci�n de modelos, como docentes o expertos en determinado campo. En resumen, las neuronas espejo constituyen un componente esencial en el �mbito de las neurociencias que puede tener repercusiones significativas en el proceso educativo, particularmente en relaci�n con la imitaci�n y la observaci�n de los dem�s.

 

Fundamental legal

La Constituci�n Pol�tica de la Rep�blica del Ecuador

MINEDUC. (2013) El art�culo 343 establece que: �El sistema nacional de educaci�n tendr� como finalidad el desarrollo de capacidades y potencialidades individuales y colectivas de la poblaci�n, que posibiliten el aprendizaje, y la generaci�n y utilizaci�n de conocimientos, t�cnicas, saberes, artes y cultura. El sistema tendr� como centro al sujeto que aprende, y funcionar� de manera flexible y din�mica, incluyente, eficaz y eficiente.

El sistema nacional de educaci�n integrar� una visi�n intercultural acorde con la diversidad geogr�fica, cultural y ling��stica del pa�s, y el respeto a los derechos de las comunidades, pueblos y nacionalidades�.

El art�culo 344 menciona que: �El sistema nacional de educaci�n comprender� las instituciones, programas, pol�ticas, recursos y actores del proceso educativo, as� como acciones en los niveles de educaci�n inicial, b�sica y bachillerato, y estar� articulado con el sistema de educaci�n superior.

El Estado ejercer� la rector�a del sistema a trav�s de la autoridad educativa nacional, que formular� la pol�tica nacional de educaci�n; asimismo, regular� y controlar� las actividades relacionadas con la educaci�n, as� como el funcionamiento de las entidades del sistema�.��

 

Metodolog�a

El presente estudio se desarroll� bajo un dise�o no experimental, donde se establecieron relaciones entre categor�as y conceptos en un contexto natural, sin la intervenci�n del investigador (Hern�ndez et al., 2014). La investigaci�n tuvo un alcance descriptivo, correlacional y explicativo; Se inici� con una descripci�n de la actitud docente y el rendimiento escolar, analizando sus caracter�sticas y manifestaciones. Posteriormente, se analiz� un an�lisis correlativo para determinar el grado de asociaci�n entre variables. Finalmente, se adopt� un enfoque neurocient�fico para explicar la relaci�n entre la actitud docente y el bajo rendimiento escolar, considerando las condiciones en las que se presenta.� Este enfoque tambi�n permiti� una comprensi�n m�s amplia de la empat�a de la empat�a en el �mbito educativo, a partir de la teor�a de las neuronas espejo.

 

M�todos y t�cnicas

El enfoque de estudio utiliz� m�todos te�ricos, como el anal�tico-sint�tico, que implica descomponer el objeto de estudio en sus partes (an�lisis) y luego integrar para un mejor entendimiento hol�stico (s�ntesis) (Bernal, 2010, p. 60). Este proceso se orient� a comprender c�mo la actitud docente influye en el rendimiento escolar, apoy�ndose en t�cnicas como la revisi�n bibliogr�fica de fuentes te�ricas cient�ficas, Adem�s, se aplicaron m�todos l�gicos de inducci�n y deducci�n, se parti� con una premisa inductiva de la incidencia, respecto a la neurociencia, la empat�a del docente frente al desempe�o escolar, seguida de un razonamiento deductivo para validar esta conclusi�n. Explicadas desde las teor�as de las neuronas espejo y sus implicaciones emp�ticas en el ambiro educativo.

 

Caso pr�ctico

La secci�n subsecuente describe el desarrollo del caso pr�ctico objeto del presente estudio, y sus resultados tras la ejecuci�n del proceso de investigaci�n referido. El siguiente enunciado corresponde a la asignaci�n literal e individual de caso pr�ctico por el IMF - UiDE (2022):

Laura de 7 a�os acaba de perder a su padre por una enfermedad. Su familia ahora est� compuesta por Laura, su madre y una hermana menor. Su madre para poder subsistir ha decidido vender cebollas en el mercado, Laura participa de esta actividad para ayudar a su familia. Laura sigue estudiando por lo que al terminar las ventas del d�a se dirige de forma r�pida a la escuela sin poder asearse previamente. Al llegar a su aula su maestra permanentemente le dice que es una ni�a sucia y que huele mal. Para Laura asistir a esta clase con esa docente ha provocado un impacto negativo en su rendimiento escolar.

El proceso metodol�gico asumido para el desarrollo del caso pr�ctico es meramente descriptivo correlacional y explicativo, concretados a su vez, con t�cnicas de recopilaci�n bibliogr�fica, cuya informaci�n sometida a procesos de an�lisis y s�ntesis permiten a su vez contar con referentes te�rico cient�ficos claros, para adentrarse en procesos de inducci�n y deducci�n para responder las preguntas generadoras:

1.                  Explicar �Por qu� impacta la actitud de la docente en el rendimiento escolar de Laura?

2.                  Explique la empat�a desde la teor�a de las neuronas espejo y su importancia en la educaci�n

 

�Por qu� Impacta la Actitud de la Docente en el Rendimiento Escolar de Laura?

La p�rdida de un ser allegado constituye para la mayor�a, por no decir la totalidad de la humanidad, una de las m�s duras experiencias que se puede vivir; m�s a�n cuando se trata de un padre o madre, y quien la experimenta es un ni�o o ni�a.

Como se sabe, al cerebro humano lo integran c�lulas nerviosas conocidas como neuronas, las mismas permiten a los infantes reaccionar frente a est�mulos a su alrededor; por lo que la exposici�n del ni�o a situaciones adversas, como la violencia o p�rdida de un ser querido durante la edad temprana puede conllevar a serios problemas en el desarrollo de conexiones neuronales, o en la arquitectura del cerebro; cuyos efectos pueden trascender a largo plazo tanto en su salud f�sica como mental, as� como tambi�n en su comportamiento y el aprendizaje (Araujo, 2015); ya que todos estos efectos los determina la forma c�mo reacciona el cerebro.

As�, a tan corta edad, dado al estado de madurez del cerebro, es muy l�gico pensar que Laura no estaba preparada para modular sus emociones ante tan lamentable experiencia; por lo que sentimientos de tristeza, culpa, ira, miedo, desamparo, impotencia y estr�s, pueden ser los detonantes sin control de otros problemas en la ni�a a nivel f�sico, biol�gico y social, tales como: agotamiento en general, trastorno del sue�o y del apetito, problemas cognitivos o escolares y de interacci�n social.

Adicional a la situaci�n emocional, la p�rdida del padre de Laura, represent� no s�lo para ella sino para toda la familia el detrimento econ�mico para el hogar. En tal contexto, la ni�a sobrelleva la dura tarea de acompa�ar a su madre a trabajar para sobrevivir. Si bien es cierto, el aporte de la ni�a a los ingresos de la familia puede ser significativa; no obstante, dicha actividad puede representar un riesgo para su salud en general, adem�s de reducir su tiempo para acceder a cabalidad a otros derechos inherentes e ineludibles a su etapa infantil tales como la recreaci�n, y sobre todo de educaci�n.

Puesto en claro el panorama sobre la situaci�n en general de Laura, es de advertir con facilidad que, en s� la ni�a no lleva su mejor mochila socio-emocional al centro educativo. La situaci�n se agrava al encontrarse con una docente que, a pesar de su grado y posici�n profesional, no advierte o desconoce en Laura esa necesidad de cercan�a, seguridad o escucha activa para darle la oportunidad de descargar sus emociones, tenciones y posibles frustraciones. En simples palabras, a la docente le cuesta adoptar una actitud emp�tica con Laura, actitud que necesita la ni�a para fortalecer su seguridad como estudiante; y a su vez resguardarse de la marginaci�n de sus pares.

Por el contrario, a simple vista, se advierte un ambiente hostil y de acoso psicol�gico generalizado por parte de la docente, cuyas consecuencias trascienden en la desmotivaci�n de Laura hacia el aprendizaje, problema plasmado en su rendimiento escolar. Al respecto la UNESCO declara:

La violencia y el acoso en el �mbito escolar pueden ser devastadores para las v�ctimas. Entre sus consecuencias cabe mencionar que ni�os, ni�as y adolescentes tienen dificultad para concentrarse en la escuela, pierden clases, evitan las actividades escolares, se ausentan de los centros educativos sin justificaci�n o, directamente, abandonan los estudios. Lo anterior repercute negativamente en los logros acad�micos y las perspectivas educativas y laborales futuras. Un ambiente de ansiedad, miedo e inseguridad es incompatible con el aprendizaje y, por tanto, los entornos de aprendizaje inseguros pueden socavar la calidad de la educaci�n de ni�os, ni�as y adolescentes (2021, p. 4).

Ahora bien, se tiene claro que, lo que el ser humano aprende se almacena en la memoria juntamente con sus emociones; por ello resulta obvio pensar que si un ni�o mientras aprende se siente aburrido, angustiado, o como el caso de Laura, triste, asustada, reprimida y acosada; es natural que el cerebro despierte un estado de alerta que busque desechar o bloquear esa mala experiencia; lo cual se va evidenciar en un bajo desempe�o escolar. Por el contario, si el ambiente que propicia la docente partiendo desde su actitud, estimulara la alegr�a y la curiosidad innata de los ni�os, despertar�a en ellos esa fuerza interna que los mueve a aprender naturalmente, forjando simult�neamente relevantes conexiones sin�pticas con acceso a la memoria de largo plazo. En resumen, sin emoci�n no hay aprendizaje significativo.

Por otro lado, para entender el impacto de la actitud docente en el rendimiento escolar de Laura, tambi�n es necesario considerar que el cerebro humano, gracias a su asombrosa plasticidad neuronal durante la primera etapa de la vida, es muy sensible a la influencia del medio; es decir, f�cilmente intensifica o genera nuevos circuitos neuronales que pueden trascender en aspectos positivos y otros lamentablemente negativos.

As�, experiencias violentas como los insultos o el acoso verbal pueden trascender en la mente del individuo, particularmente de los ni�os, siendo el autoconcepto uno de los primeros factores de la personalidad afectado, y dicho efecto puede perpetuarse f�cilmente y llegar a perturbar incluso la autoestima. Por lo que cualquier indicio de que se puede ser no deseado, es exagerado y puede imponerse al ni�o, y lo mismo puede ocurrir cuando llegue a la edad adulta (Torres, 2017).

El estado emocional del aula depende del docente. �El mayor y mejor rendimiento escolar est� vinculado a maestros que tienen una buena relaci�n afectiva con sus alumnos, que tienen una apreciaci�n positiva de los mismos y de sus capacidades para aprender� (Torres, 1995, p. 82). No obstante, en un aula donde se percibe adem�s de la violencia psicol�gica, expresiones paralingu�sticas de desaire, y m�s a�n si est�n deliberadamente direccionadas a alguien particular; pues en ese alguien, es f�cil advertir la automatizaci�n de sus neuronas espejo y con ellas otras �reas del cerebro como el sistema l�mbico, para darle significado o interpretar dichas acciones; significado que es f�cil de entender que en el caso de Laura s�lo acrecienta su desmotivaci�n escolar.

La creaci�n de un clima escolar saludable es entonces un papel clave de los docentes en general, no solo desde actitudes individuales de respeto a la diversidad, solidaridad y buen trato, sino tambi�n estableciendo pr�cticas de gesti�n que permitan construir y sostener estas relaciones en el tiempo (Wubbels et al., citado en Frontiers, 2017).

 

La Empat�a desde la Teor�a de las Neuronas Espejo y su Importancia en la Educaci�n

La empat�a es la forma de comprender, percibir, ser sensible y experimentar de forma indirecta los sentimientos, pensamientos y experiencias de otros individuos (Webster, citado por Cherry, 2022).

La empat�a con la emoci�n de otra persona activa �reas en el cerebro del individuo que, por lo general, se encienden mientras �l o ella experimenta dicha emoci�n. El reflejo en forma de espejo, sorprendentemente, permite mapear una percepci�n sensorial externa de forma directa, en las propias �reas de acci�n neuronal. El mediador celular de este mapeo entre el yo y el otro son las neuronas espejo, conocidas como neuronas espejo.

La denominaci�n espejo es literal debido a que se ha demostrado que su funci�n es reflejar en el propio individuo las emociones que observa, imagina o imita del otro, u otros. De acuerdo con Jankowiak, et al. (2011), las investigaciones sobre el desarrollo del comportamiento revelan que el comportamiento imitativo es fundamental para desarrollar habilidades cognitivas sociales. Los v�nculos conductuales entre la imitaci�n y la cognici�n social sugieren un papel esencial para el sistema de neuronas espejo no solo en la comprensi�n de las intenciones de los dem�s, sino tambi�n en el intercambio de las emociones de los dem�s.

Asimismo, en estudios realizados para determinar el papel de las neuronas espejo, se ha demostrado que cuando las personas observan o imitan expresiones faciales de diferentes emociones, se activan estructuras relacionadas con la representaci�n de estados emocionales y movimientos faciales: el surco temporal superior, la �nsula anterior, la am�gdala y la corteza premotora. Estos datos indican que un mecanismo que utilizan las mismas neuronas afectivas est� tanto conectado con la generaci�n de los propios estados emocionales como con el funcionamiento emocional del Sistema neuronal espejo (Jankowiak, et al., 2011).

A partir de esta perspectiva, la empat�a es una noci�n de gran valor educativo en el �mbito educativo. Al comprender c�mo piensan y sienten los estudiantes, los docentes pueden reorientar su trabajo hacia satisfacer requerimientos individuales y educativos. Los estudios han revelado la importancia positiva de tales relaciones sociales en la salud f�sica y mental de este binomio educativo. Al adoptar una actitud emp�tica hacia los dem�s, se estimula la regulaci�n de las emociones propias, y dicha regulaci�n emocional resulta significativa debido a que permite gestionar lo que se experimenta, a pesar del estr�s, sin experimentar agobiado. De este modo, la conducta emp�tica propicia conductas de asistencia y autoasistencia (Cherry, 2022)

No cabe duda que el cultivar una cultura emp�tica por parte de quienes ejercen la acci�n educativa en los centros escolares, constituye una prioridad por no decir una obligaci�n; en consideraci�n de que bajo el enfoque de la empat�a es posible asegurar una relaci�n de alta calidad entre el docente y sus alumnos, porque se favorece un ambiente c�lido de trabajo, de respeto, consideraci�n y sobre todo de aliento hacia la tarea educativa; d�nde la emoci�n positiva del docente frente a su quehacer se proyecta en sus actitudes; frente a lo cual sin duda alguna, sus alumnos responden con emociones positivas y curiosidad que los predispone activamente para aprender y alcanzar grandes logros a nivel educativo.

 

 

 

Conclusiones

         La actitud docente en el desarrollo de la pr�ctica escolar, tanto a nivel pr�ctico como socio afectivo, es sumamente determinante para el �xito escolar de sus estudiantes; ya que una actitud positiva del maestro cimentada bajo una perspectiva emp�tica, favorece el establecimiento de �ptimos entornos escolares para fomentar la motivaci�n escolar y, en consecuencia, garantizar altos logros educativos. La comprensi�n de los sentimientos y necesidades de los estudiantes, aunque son infantes, es esencial para establecer conexiones sin�pticas en la memoria de largo plazo.

         Los docentes poseen la habilidad de influir en el autoconcepto de sus estudiantes, ya sea de manera positiva o negativa. Al fomentar las relaciones emp�ticas y la pr�ctica de la escucha activa, los educadores fortalecen en los infantes su autoestima, autonom�a y los entrenan en su regulaci�n emocional. Los entornos escolares hostiles impiden la capacidad de respuesta de los alumnos, ya que la reacci�n innata de alerta del cerebro ante una situaci�n que la estima amenazante como la actitud grotesca del docente, conlleva a su vez en los ni�os actitudes de apat�a a la labor acad�mica, falta de autonom�a, incompetencia o desmotivaci�n por la actividad escolar en general; lo cual puede trascender en problemas de fracaso y deserci�n escolar.

         El conocimiento de los principios fundamentales de la neurociencia y su aplicaci�n en la educaci�n es, sin duda, un requisito fundamental en el ejercicio de la acci�n docente, en el cual se enfoque en comprender el funcionamiento del cerebro. Los infantes y j�venes est�n a su disposici�n. Dado que el conocimiento del funcionamiento cerebral en estas edades posibilita la adquisici�n de conocimientos conscientes, as� como el manejo adecuado de su comportamiento, y de esta manera, ajustar la labor pedag�gica a satisfacer estos requerimientos.

         Teniendo en cuenta el panorama sobre la situaci�n en general de Laura, es evidente con facilidad que, en si la ni�a no lleva su mejor mochila socio-emocional al centro educativo, en s� la ni�a no lleva su mejor mochila socio-emocional al centro educativo. La situaci�n se agrava al encontrarse con una docente que, a pesar de su trayectoria profesional y posici�n profesional, no advierte o desconoce en Laura esa necesidad de cercan�a, seguridad o escucha activa para darle la oportunidad de descargar sus emociones, tenciones y posibles frustraciones. En otras palabras, a la docente le resulta dif�cil adoptar una actitud emp�tica con Laura, actitud que necesita la ni�a para reforzar su seguridad como estudiante; y a su vez protegerse de la marginaci�n de sus pares.

 

Referencias

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