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Neurociencia y aprendizaje: conexiones cerebrales, plasticidad, mitos y su importancia en la educaci�n
Neuroscience and learning: brain connections, plasticity, myths and their importance in education
Neuroci�ncia e aprendizagem: conex�es cerebrais, plasticidade, mitos e sua import�ncia na educa��o
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Correspondencia: vpgastiaburb@istx.edu.ec
Ciencias de la Salud
Art�culo de Investigaci�n
* Recibido: 22 de julio de 2024 *Aceptado: 04 de agosto de 2024 * Publicado: �17 de septiembre de 2024
I. Docente Investigadora, Mag�ster en Educaci�n Inicial, modalidad metodolog�a y tecnolog�a avanzada, Mag�ster en Psicopedagog�a, menci�n en Neurodesarrollo, Licenciada en Ciencias de la Educaci�n, menci�n Parvularia, Docente Instituto Superior Tecnol�gico Cotopaxi (IST), Latacunga, Ecuador.
II. Docente Investigadora, Mag�ster en Psicopedagog�a, menci�n en Neurodesarrollo, Licenciada en Ciencias de la Educaci�n, menci�n Educaci�n B�sica, Docente Escuela de Educaci�n B�sica �Luis Fernando Vivero�, Latacunga, Ecuador.
Resumen
La neurociencia ha revolucionado la comprensi�n del aprendizaje humano al revelar c�mo el cerebro procesa, almacena y recupera informaci�n. La plasticidad cerebral, o capacidad del cerebro para reorganizarse y adaptarse, desempe�a un papel crucial en el aprendizaje, ofreciendo nuevas oportunidades para mejorar la educaci�n. La investigaci�n que se presenta tuvo como objetivo general: Explorar las conexiones entre neurociencia, plasticidad cerebral y su impacto en los procesos de aprendizaje. Metodol�gicamente se utiliz� un enfoque cualitativo con un dise�o y nivel explicativo, basado en un an�lisis documental, la t�cnica empleada fue la revisi�n de contenido, evaluando estudios y teor�as sobre la plasticidad neuronal y sus aplicaciones educativas. Dentro de los hallazgos se destac� que la plasticidad cerebral permite a los estudiantes mejorar sus habilidades mediante la pr�ctica y el uso de estrategias adecuadas, la neurociencia ha demostrado c�mo la repetici�n y la exposici�n a est�mulos positivos fortalecen las conexiones neuronales, mejorando el rendimiento acad�mico. Se concluye que, la comprensi�n de las conexiones cerebrales y la plasticidad neuronal es fundamental para desarrollar estrategias pedag�gicas que potencien el aprendizaje y la neurociencia proporciona herramientas esenciales para adaptar la ense�anza a las necesidades cognitivas de los estudiantes.
Palabras clave: Educaci�n; Neurociencia; Cerebro; Plasticidad; Aprendizaje.
Abstract
Neuroscience has revolutionized the understanding of human learning by revealing how the brain processes, stores and retrieves information. Brain plasticity, or the brain's ability to reorganize and adapt, plays a crucial role in learning, offering new opportunities to improve education. The general objective of the research presented was: Explore the connections between neuroscience, brain plasticity and their impact on learning processes. Methodologically, a qualitative approach was used with a design and explanatory level, based on a documentary analysis, the technique used was content review, evaluating studies and theories on neuronal plasticity and its educational applications. Among the findings, it was highlighted that brain plasticity allows students to improve their skills through practice and the use of appropriate strategies. Neuroscience has shown how repetition and exposure to positive stimuli strengthen neural connections, improving academic performance. It is concluded that understanding brain connections and neuronal plasticity is essential to develop pedagogical strategies that enhance learning and neuroscience provides essential tools to adapt teaching to the cognitive needs of students.
Keywords: Education; Neuroscience; Brain; Plasticity; Learning.
Resumo
A neuroci�ncia revolucionou a compreens�o da aprendizagem humana ao revelar como o c�rebro processa, armazena e recupera informa��es. A plasticidade cerebral, ou a capacidade do c�rebro de se reorganizar e adaptar, desempenha um papel crucial na aprendizagem, oferecendo novas oportunidades para melhorar a educa��o. O objetivo geral da pesquisa apresentada foi: Explorar as conex�es entre neuroci�ncia, plasticidade cerebral e seu impacto nos processos de aprendizagem. Metodologicamente, utilizou-se uma abordagem qualitativa com n�vel de design e explicativo, baseado em an�lise documental, a t�cnica utilizada foi a revis�o de conte�do, avaliando estudos e teorias sobre plasticidade neuronal e suas aplica��es educacionais. Dentre as descobertas, destacou-se que a plasticidade cerebral permite que os alunos melhorem suas habilidades por meio da pr�tica e do uso de estrat�gias adequadas. A neuroci�ncia tem mostrado como a repeti��o e a exposi��o a est�mulos positivos fortalecem as conex�es neurais, melhorando o desempenho acad�mico. Conclui-se que compreender as conex�es cerebrais e a plasticidade neuronal � essencial para desenvolver estrat�gias pedag�gicas que potencializem a aprendizagem e a neuroci�ncia fornece ferramentas essenciais para adaptar o ensino �s necessidades cognitivas dos alunos.
Palavras-chave: Educa��o; Neuroci�ncias; C�rebro; Plasticidade; Aprendizado.
Introducci�n
La neurociencia, como disciplina cient�fica, tiene sus ra�ces en pr�cticas antiguas como la trepanaci�n, una t�cnica utilizada para tratar des�rdenes conductuales mediante la perforaci�n del cr�neo con el fin de liberar esp�ritus o males. Hallazgos f�siles en Ucrania sugieren que esta pr�ctica se remonta al Neol�tico, hace unos 7.000 a�os, y tambi�n se ha documentado su uso en Sudam�rica alrededor del 700 a.C. No obstante, ser�a en el antiguo Egipto donde, a trav�s del papiro de Edwin Smith atribuido a Imhotep (c. 2690-2610 a.C.), se realizaron descripciones detalladas de las estructuras cerebrales, incluyendo procedimientos diagn�sticos y quir�rgicos pioneros (Ib��ez y Garc�a, 2015). En este papiro, Imhotep fue el primero en describir de manera precisa las estructuras del cerebro, las suturas craneales, las meninges y el l�quido cefalorraqu�deo, tambi�n recomend� el uso de anestesia para realizar intervenciones en el cerebro, y ofreci� observaciones sobre la relaci�n entre este �rgano y los movimientos corporales. A pesar de estos avances, los egipcios segu�an considerando que las emociones y pensamientos resid�an en el coraz�n, aunque hoy sabemos que estos procesos ocurren en el cerebro, tal como ya se suger�a en los escritos de Imhotep.
En la antigua Grecia, pensadores como Alcme�n de Crotona ya atribu�an al cerebro un rol central en la conciencia humana (S�nchez, 2016). Arist�teles, por su parte, planteaba que las pasiones, originadas en el coraz�n, eran reguladas por el cerebro, que funcionaba como un enfriador de la sangre. Aunque esta visi�n es considerada incorrecta hoy en d�a, reflejaba un esfuerzo por entender la funci�n del cerebro en la conducta humana (R�bano, 2018). Aunque estos fil�sofos ofrec�an interpretaciones basadas en especulaciones, la teor�a hipocr�tica aport� una perspectiva m�s fisiol�gica. Hip�crates sugiri� que los desequilibrios en los humores corporales (sangre, bilis negra, bilis amarilla y flema) afectaban tanto la salud como el comportamiento humano, y que era necesario mantenerlos en equilibrio para evitar enfermedades (Sanguineti, 2014).
En este sentido, Galeno influido por esta teor�a, propuso que el cerebro y el cerebelo controlaban diferentes aspectos del comportamiento humano: el cerebelo regulaba los m�sculos, mientras que el cerebro se relacionaba con las sensaciones y la memoria. Adem�s, sosten�a que los humores se desplazaban hacia los ventr�culos cerebrales a trav�s de los nervios, lo que influ�a en las acciones del cuerpo (Calzadilla, 2017; Duque et al., 2014). A finales del siglo XX, surgi� nuevamente inter�s en estas ideas a trav�s del concepto del aprendizaje basado en el cerebro, inicialmente como una t�cnica educativa que, gracias a la integraci�n de disciplinas como la psicolog�a cl�nica y educacional, se han explorado con mayor profundidad los mecanismos cerebrales que subyacen al proceso de aprendizaje (Saavedra, 2001).
En este contexto, la investigaci�n que se plantea tiene como objetivo general: Explorar las conexiones entre neurociencia, plasticidad cerebral y su impacto en los procesos de aprendizaje. Para alcanzarlo fue crucial abordar aspectos conceptuales, te�ricos, avances recientes y propuestas que contribuyan a enriquecer el campo educativo, en beneficio de docentes, profesionales, estudiantes y la sociedad en general.
Este documento tambi�n busca guiar al lector a trav�s de los conceptos introductorios y fundamentales de la neurociencia aplicada a la educaci�n, abarcando desde su definici�n hasta su relevancia y algunas de sus ramas derivadas.
Fundamentaci�n te�rica
La neurociencia
La neurociencia es una disciplina interdisciplinaria que colabora con campos como la psicolog�a, las matem�ticas, la qu�mica, la biolog�a, la filosof�a y la ling��stica, se fundamenta en disciplinas como la fisiolog�a, la psicolog�a, la bioqu�mica y la pedagog�a, que explican la estructura, funciones y desarrollo del sistema nervioso y sus divisiones (Haines, 2014; Sousa, 2014). Aunque ha emergido como un �rea de estudio expl�cita desde finales del siglo XX, sus or�genes se remontan a tiempos antiguos, tal como se explica en el apartado de la introducci�n, se centra en el estudio del sistema nervioso y su relaci�n con las funciones cognitivas que luego dan lugar al comportamiento (Zeise, 2021).� Tambi�n se define como una rama de las ciencias de la vida que se dedica a estudiar la anatom�a, bioqu�mica y biolog�a molecular de los nervios y el tejido nervioso, en conexi�n con el comportamiento y el proceso de aprendizaje humano (Diccionario Merriam Webster, 2021).
En la actualidad, el campo de la neurociencia educativa ha ganado impulso en las �ltimas tres d�cadas, gracias a la colaboraci�n multidisciplinaria entre educadores, psic�logos y cient�ficos. Este enfoque conjunto ha permitido desarrollar estrategias que integran el conocimiento sobre el funcionamiento del cerebro en los procesos de ense�anza y aprendizaje (Sousa, 2015). El sistema nervioso no solo es responsable de generar pensamientos, emociones y comportamientos, sino que tambi�n regula funciones corporales esenciales, como la respiraci�n. Su estudio nos permite profundizar en la comprensi�n de la biolog�a humana, lo que a su vez facilita el desarrollo de estrategias para mejorar condiciones que afectan al cerebro, el sistema nervioso y el cuerpo en general (Eunice Kennedy Shriver National Institute of Child Health and Human Development, 2019).
En el �mbito educativo, la neurociencia ofrece herramientas para diferenciar las pr�cticas m�s efectivas para el aprendizaje. Esto permite identificar las habilidades innatas de los estudiantes, y aplicar intervenciones significativas mediante estrategias que optimicen el aprendizaje y contribuyan a mejorar el rendimiento acad�mico.
Cerebro, elementos y sus funciones
El cerebro es el �rgano responsable de las funciones mentales cognitivas superiores, se encarga de desarrollar, controlar y regular las �reas de la memoria, el juicio, el pensamiento, la personalidad, la percepci�n y el aprendizaje.� Es un �rgano complejo, que conjuntamente con la medula espinal, interviene en todos los procesos que regulan el cuerpo humano y forman el Sistema Nervioso Central (SNC) (Jhons Hopkins Medicine, 2019).
Asimismo, el cerebro se compone en un 60% de grasa, el restante 40% es una combinaci�n de agua, sales, carbohidratos y prote�nas. Contiene vasos sangu�neos, nervios, c�lulas gliales y neuronas. Forman parte de el, con diferentes funciones elementales: l�bulo frontal, l�bulo parietal, l�bulo temporal, l�bulo occipital, cuerpo estriado, tronco encef�lico, cerebelo y medula espinal (Ver Figura 1).
Figura 1
Partes
b�sicas del cerebro y sus funciones elementales
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Dividido en materia gris y blanca, la primera se compone de somas neuronales y la segunda de axones que son los tallos largos que conectan las neuronas entre s�, envueltos en mielina que es una capa protectora. Cada regi�n cumple una funci�n espec�fica, la materia gris procesa la informaci�n, y la materia blanca la transmite a otras partes, env�a y recibe se�ales qu�micas y el�ctricas en todo el cuerpo, estos mensajes son almacenados, mientras otros se transmiten a trav�s de la medula espinal, por la columna vertebral, por el Sistema Nervioso Central (SNC), dotado de millones de neuronas que son las c�lulas nerviosas (Jhons Hopkins Medicine, 2019).
El l�bulo frontal es clave en funciones cognitivas superiores, como la planificaci�n, toma de decisiones, control de conductas, percepci�n y coordinaci�n. Est� involucrado en la capacidad de razonar y emitir juicios, adem�s de ser esencial para la memoria y el comportamiento sexual. Este l�bulo tambi�n regula la ejecuci�n de movimientos y el lenguaje, las funciones motoras, como mover partes del cuerpo, se inician en el �rea motora del l�bulo frontal.
Asimismo, el l�bulo parietal su funci�n principal es la percepci�n de los sentidos, en especial el tacto, el dolor y el manejo de las sensaciones corporales, se encuentra dividido en dos hemisferios; lado izquierdo se encarga de la comprensi�n del lenguaje y la realizaci�n de c�lculos matem�ticos. Lado derecho est� relacionado con las funciones motoras del cuerpo, especialmente aquellas que requieren coordinaci�n sensorial y espacial.
Por su parte el l�bulo occipital est� relacionado con la visi�n y el procesamiento de est�mulos visuales. Se encarga de interpretar las formas, movimientos y colores, siendo crucial para la percepci�n visual y la interpretaci�n del entorno visual. El l�bulo temporal desempe�a un papel en la audici�n y el olfato, y se encuentra cerca del hipocampo, que es fundamental para la memoria, el l�bulo temporal dominante est� relacionado con el reconocimiento de palabras, objetos y nombres, mientras que la parte no dominante se enfoca en el procesamiento de sonidos no verbales y en la memoria visual.
El cerebelo regula el balance del cuerpo, la postura y la coordinaci�n de los movimientos voluntarios, tambi�n es responsable de afinar las acciones motoras para que sean fluidas y precisas, como al caminar o escribir, se interrelaciona con el sistema motor del l�bulo frontal, asegurando que los movimientos ejecutados sean coordinados y equilibrados. El tronco encef�lico controla funciones autom�ticas vitales, como la respiraci�n, el ritmo card�aco y el sue�o, adem�s, act�a como una v�a de conexi�n entre el cerebro y la m�dula espinal, esta estructura es esencial para mantener las funciones b�sicas de supervivencia, ya que regula las respuestas autom�ticas del cuerpo.
En este orden de ideas, la m�dula espinal conecta el cerebro con los nervios que recorren la mayor parte del cuerpo, funciona como una v�a de comunicaci�n que transmite se�ales desde el cerebro hacia los m�sculos y �rganos, y viceversa. Esta conexi�n es fundamental para la coordinaci�n de los movimientos y para que el cerebro reciba informaci�n sensorial. El cuerpo estriado tambi�n conocido como n�cleo estriado, recibe informaci�n de la corteza cerebral y participa en el control de los movimientos y en el aprendizaje de h�bitos motores, se conecta con otras estructuras del cerebro para regular tanto las acciones voluntarias como los patrones de comportamiento repetitivo.
El cerebro funciona como un sistema integrado, donde las diferentes estructuras est�n interconectadas para coordinar las funciones cognitivas, emocionales y motoras, el l�bulo frontal se comunica con el cerebelo para afinar los movimientos, mientras que tambi�n interact�a con el l�bulo temporal para gestionar la memoria y el reconocimiento de palabras. El l�bulo parietal interpreta las se�ales sensoriales recibidas del cuerpo a trav�s de la m�dula espinal, permitiendo que el cerebro procese y responda de manera efectiva a los est�mulos t�ctiles y motores. El tronco encef�lico asegura que los procesos autom�ticos como la respiraci�n, regulados por el cerebro se mantengan activos y funcionales, en conjunto, estas estructuras permiten una coordinaci�n efectiva entre las funciones conscientes, como el razonamiento y el movimiento, y las funciones autom�ticas del cuerpo, esenciales para la vida diaria.
Estructuras profundas del cerebro
El cerebro por su complejidad posee estructuras m�s profundas, en donde se destacan la gl�ndula pituitaria, el hipot�lamo, la am�gdala, el hipocampo, la gl�ndula pineal, los ventr�culos y l�quido cefalorraqu�deo. Asimismo, tiene dos conjuntos de vasos sangu�neos que suministran sangre y ox�geno: las arterias vertebrales y las arterias car�tidas (Jhons Hopkins Medicine, 2019). La gl�ndula pituitaria es una estructura del tama�o de un guisante que se encuentra en lo profundo del cerebro detr�s del puente de la nariz, gobierna la funci�n de otras gl�ndulas del cuerpo (Ver Figura 2).
Figura 2
Estructuras profundas del cerebro
Nota: Adaptaci�n propia (2024), a partir de Jhons Hopkins Medicine (2019)
Asimismo, el hipot�lamo es el encargado de enviar mensajes qu�micos a la gl�ndula pituitaria que controlan su funci�n, tambi�n regula temperatura corporal, patrones de sue�o, hambre, sed y juega un papel principal en algunos aspectos de la memoria y las emociones. La am�gdala son peque�as estructuras en forma de almendra, ubicadas en cada mitad del hemisferio del cerebro, regulan las emociones y la memoria, asociada con el sistema de recompensa del cerebro, el estr�s y las respuestas ante la necesidad de lucha o huida, es decir, con mecanismos de sobrevivencia.
En este sentido el hipocampo es un �rgano curvo en forma de caballito de mar, forma parte de la formaci�n hipocampal, determina la memoria, el aprendizaje, la navegaci�n y percepci�n del espacio. La gl�ndula pineal ubicada en lo profundo del cerebro y unida por un tallo en la parte superior del ventr�culo, responde a la luz, la oscuridad, secreta melatonina que regula los ciclos circadianos y el ciclo del sue�o.
Las funciones principales del cerebro van desde controlar el comportamiento y movimiento, procesar informaci�n sensorial hasta controlar funciones homeost�ticas como la presi�n arterial, latidos del coraz�n y la temperatura del cuerpo. Para ello, se vale de diferentes mecanismos, impulsos el�ctricos y qu�micos.� Las neuronas juegan un papel importante en estas funciones, son c�lulas diminutas que pertenecen al sistema nervioso, formadas en el hipocampo, regener�ndose constantemente. Se estima que existen m�s de 100 mil millones de neuronas que se conectan entre s� para permitir las diversas y complejas funciones del cerebro, tambi�n liberan sustancias qu�micas llamados neurotransmisores (Uriarte, 2019). En la siguiente Figura 3 se puede observar la composici�n de una neurona.
Figura 3
Composici�n
de una neurona
Nota: Adaptaci�n propia (2024), a partir de Jhons Hopkins Medicine (2019)
En vista que las neuronas cumplen la funci�n de comunicar la informaci�n de una parte del cuerpo hacia otras, regulan y controlan desde el parpadeo de los ojos, hasta los pensamientos y sentimientos a trav�s de las se�ales el�ctricas denominadas impulsos nerviosos. Se clasifican en una determinada tipolog�a acorde a sus funciones: neuronas sensoriales, motoras, interneuronas y de rel�. Burgu�n y Schinder (2012) afirman que �Cada vez se acumula m�s evidencia que respalda la idea de que los comportamientos dependientes del hipocampo activan nuevas neuronas y que esas neuronas son muy relevantes para el procesamiento de la informaci�n�. Cada cerebro humano, aunque coincidente en estructura, en la mayor�a de los casos, es �nico e irrepetible, parecido a una huella digital, dotado de una constelaci�n neuronal �nica en cada persona, raz�n por la cual existe infinidad de reacciones ante una misma situaci�n (Blanco, 2019).
Cerebro, funcionamiento neuronal y el aprendizaje
El cerebro es un coordinador de la informaci�n interna (sistemas org�nicos cardiovascular, digestivo, respiratorio, muscular) y externa (est�mulos del medio, educaci�n, entorno, relaciones, captados por los sentidos), capaz de procesar un aproximado de mil millones de datos por segundo. La neurona es la unidad principal de este complejo mecanismo. (Blanco, 2019) enfatiza en que la neurona �Recibe impulsos electromagn�ticos y emite respuestas de forma inmediata o dilatada a cada est�mulo que absorbe, adem�s de memorizar la informaci�n a fin de utilizarla en situaciones posteriores semejantes� (p. 13).
Permite el aprendizaje mediante la actividad y conectividad neuronal, mientras m�s conexiones tienen el cerebro cuando aprende, logrado a trav�s de una experiencia integral de estimulaci�n cognitiva, se abre la posibilidad de que haya m�s comprensi�n del nuevo material a ser aprendido, esto permite a la actividad cerebral asociar la informaci�n almacenada con la reci�n incorporada, y efectuar nuevas conexiones con contenidos ya existentes (S�nchez y Moros, 2020).
Otra caracter�stica destacada del funcionamiento neuronal es el principio r�tmico, donde la neurona se activa o desactiva de manera completa, indiferentemente del est�mulo recibido, lo que hace una diferencia entre la respuesta a estos est�mulos de una persona a otra. As�, ante una nueva circunstancia el cerebro activa una serie de neuronas para ofrecer una respuesta adecuada, formando un circuito que se alimenta del reforzamiento para no realizar la misma inversi�n de energ�a ante un est�mulo igual o similar, mediante este circuito se da la respuesta autom�tica del cerebro, lo que permite que no utilice tanta energ�a y atenci�n, y tenga a la disposici�n esos recursos que ahorra con la automatizaci�n, para resolver otros retos m�s complejo (Brookman y Thomas, 2018).
Es as�, como la automatizaci�n juega un papel crucial en el proceso de aprendizaje, y en la mayor�a de las actividades intelectuales, que normalmente gozan de complejidad, un ejemplo de ello es la comprensi�n lectora que no se puede desarrollar sin la previa lectura mec�nica, asimismo la expresi�n oral, donde debe trabajarse el vocabulario, Blanco (2019) �Pr�cticamente todas las habilidades superiores de pensamiento descansan en automatismos neurol�gicos desarrollados con anterioridad� (p.15).
Es por ello que, el gran reto en la infancia radica en la formaci�n de la mayor�a de los circuitos neuronales de la automatizaci�n para las funciones superiores, a raz�n de ello, la educaci�n ha invertido mucho tiempo en pr�cticas repetidas para asentar circuitos neurol�gicos que fundamentan el pensamiento abstracto y la aplicaci�n del conocimiento. Esto se logra a trav�s de la comunicaci�n que existe entre las neuronas (sinapsis) que se da por v�a qu�mica y electromagn�tica.
El neuroaprendizaje como enfoque educativo
El neuroaprendizaje se refiere a la integraci�n de la psicolog�a, pedagog�a y neurociencia para comprender c�mo funciona el cerebro durante el proceso de aprendizaje. En la actualidad, existen evidencias sobre los mecanismos del cerebro humano para aprender, lo que ha permitido desarrollar herramientas que explican c�mo se adquiere el conocimiento desde las primeras etapas de la vida y a lo largo del desarrollo humano (Diamond y Ling, 2016).
Estas herramientas educativas permiten abarcar una diversidad de estilos de aprendizaje, m�ltiples inteligencias, y diferentes canales sensoriales, adem�s de facilitar la forma de abordar desaf�os. Se sabe que existen per�odos cr�ticos en el desarrollo cognitivo, especialmente en los primeros a�os de vida, desde el nacimiento hasta los tres a�os, cuando se producen m�s conexiones sin�pticas (P�rez, et al., 2018).
A pesar de su potencial, la implementaci�n del neuroaprendizaje en el �mbito educativo ha generado debates. Algunos expertos sugieren que es necesario priorizar factores sociales que influyen en la educaci�n durante la infancia antes de aplicar este enfoque. Estas cr�ticas, junto con preocupaciones metodol�gicas sobre la fiabilidad de las im�genes cerebrales funcionales (Tomas, et al., 2020), subrayan la importancia de recordar que la neurociencia es una disciplina multidisciplinaria que abarca �reas como las ciencias cognitivas y conductuales (Diamond y Ling, 2016).
Aunque la neurociencia presenta limitaciones metodol�gicas, estas no deber�an desalentar la colaboraci�n interdisciplinaria. Por el contrario, integrar conocimientos de diversas �reas puede potenciar la pr�ctica educativa (Jolles y Jolles, 2018).
Neuroeducaci�n
La American Psychological Association (APA, 2020), define la neuroeducaci�n como �el estudio de las actividades que ocurren en el cerebro cuando las personas aprenden y la aplicaci�n de este conocimiento para mejorar las pr�cticas de instrucci�n en el aula y optimizar el dise�o del plan de estudios�. Asimismo, la define Garc�a (2021) como �una disciplina que promueve la integraci�n de la educaci�n, la neurolog�a, la psicolog�a y las ciencias cognitivas para producir mejores m�todos de ense�anza y programas did�cticos� (p.01).
Figura 4
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Ciencias que convergen en la neuroeducaci�n
Nota: Adaptado por las autoras (2024), a partir de (Garc�a, 2021)
En este contexto, un ejemplo de investigaci�n neuroeducativa, es la relaci�n entre la comprensi�n de las estructuras espaciales de los infantes y el desarrollo del sentido espacial y num�rico, como resultado el docente realiza una serie de actividades en el aula para estimular la adquisici�n de estas habilidades. La educaci�n ha estado enriquecida por diferentes modelos, que buscan entender y proporcionar estrategias para el aprendizaje en sus diferentes niveles. La neurociencia se encuentra abri�ndose paso de una concepci�n de aprendizaje poco tradicional, en vista que requiere la introducci�n de un conocimiento de procesos biol�gicos complejos que interact�an, y que se articulan en cuatro componentes funcionales y particulares del ser humano, como lo es: la motivaci�n, la emoci�n, la atenci�n y la memoria (Lucio, 2020).
En las �ltimas d�cadas, algunos educadores se han capacitado en enfoques cl�sicos de los fundamentos biol�gicos del aprendizaje que han establecido el cerebro como un �rgano est�tico. Estos enfoques han establecido una visi�n fija de la base biol�gica de los comportamientos y respaldan puntos de vista precisos de la relaci�n entre el aprendizaje y la biolog�a (Naegele, 2015).
Sin embargo, la investigaci�n neurocient�fica contempor�nea ahora ha proporcionado evidencia de un sistema nervioso desarrollado en estrecha relaci�n con la experiencia. As�, la investigaci�n en neurociencia desaf�a algunas ideas fuertemente arraigadas en la educaci�n, como la idea de la relaci�n entre la inteligencia y el n�mero de sinapsis, o la idea de que el cerebro solo cambia con la edad debido a la muerte o apoptosis de las c�lulas neuronales (Garc�a, 2020).
Actualmente llamada neuroeducaci�n y/o neurociencia educativa, trata de la aplicaci�n de los aportes de la neurociencia en los modelos y pr�cticas educativas, para ello, es necesario profundizar en los procesos cerebrales y mentales involucrados en el aprendizaje. Es un campo cient�fico multidisciplinario emergente (Centre for Educational Neurocience, 2021). Entre los estudios realizados en este �mbito se destacan los mecanismos neuronales de la lectura, la cognici�n num�rica, la atenci�n y sus dificultades concomitantes, entre otros. Uno de los objetivos de la neuroeducaci�n es generar investigaci�n b�sica y aplicada para dar explicaci�n al aprendizaje de una forma transdisciplinar.
La neuroeducaci�n desde lo transdisciplinar
La intervenci�n y combinaci�n de la neurociencia con la psicolog�a cognitiva y la pedagog�a para abordar la educaci�n, produce lo que se puede denominar enfoques neuropsicol�gicos de la educaci�n. Este enfoque tiene la tarea de explicar la organizaci�n, el funcionamiento, la diversidad e individualizaci�n del cerebro. Relaciona la capacidad de aprendizaje del alumno con el cerebro y su funci�n, con el objetivo de poder atender la experiencia de cada persona seg�n su desarrollo (P�rez, et al., 2018).
Seg�n (Punset, 2009) mencionado en (P�rez, eta al., 2018) la corteza cerebral se modifica con la experiencia y la educaci�n, �sta afecta la organizaci�n del cerebro, la alteraci�n de la corteza cerebral y el desarrollo de sus habilidades. Una vez que se desarrollan estas habilidades, se estabilizan e influyen en casi todo lo que se hace, as� que educar es modificar el cerebro. La relaci�n entre neurociencia con la pedagog�a es muy estrecha porque involucra el aprendizaje del individuo por medio de estrategias educativas basadas en el conocimiento del funcionamiento del cerebro, su estimulaci�n adecuada y sus procesos (Cevallos y Moya, 2019).
Dentro del proceso de aprendizaje, se puede entender que el individuo que aprende (conocido como educando) adquiere mejoras en sus habilidades cognitivas (orientaci�n, atenci�n, memoria, lenguaje, funciones ejecutivas, entre otras) producto de estrategias de aprendizaje propuestas por un educador con previo conocimiento de los procesos cerebrales y neuronales (Santana, 2016; Trianes, 2016).�
Neuropedagog�a
Es una ramificaci�n de las neurociencias aplicada a la utilizaci�n de los conocimientos de la neurolog�a cognitiva, la psicofisiolog�a diferencial, los conocimientos neuropsicol�gicos, los datos sobre la organizaci�n cerebral de los procesos de dominio de los diferentes tipos de material educativo, teniendo en cuenta la compatibilidad de las de los estudiantes y los profesores en el proceso educativo (Centro Europeo de Postgrado del Per�, 2017).
El objetivo central de la neuropedagog�a es la resoluci�n de las tareas pedag�gicas de forma �ptima y creativa en la pr�ctica, utilizando los conocimientos de las caracter�sticas individuales del cerebro en sus funciones mentales superiores (Centro Europeo de Postgrado del Per�, 2017). La neuropedagog�a posee un sistema de principios que se fundamentan en:
� La confianza en la experiencia previa y la b�squeda de sentido como cualidades innatas del cerebro
� El cerebro busca el significado a trav�s del establecimiento de regularidades
� El desarrollo del cerebro se estimula en un entorno de libertad creativa y se bloquea en un entorno de presi�n, coacci�n y amenaza.
� Una persona entiende y recuerda mejor las cosas cuando los conocimientos y las habilidades se graban en el sistema de memoria visual-espacial
� Los procesos de conciencia y subconsciencia en el cerebro del alumno se desarrollan simult�neamente.
� El cerebro opera al menos dos sistemas de memoria: un sistema de memoria visual-espacial y un sistema memor�stico.
� La ense�anza y el aprendizaje son mecanismos naturales de desarrollo del cerebro.
� Las emociones son cruciales en el aprendizaje y la ense�anza
� Cada cerebro humano posee su propia singularidad.
� El cerebro es capaz de absorber informaci�n simult�neamente en condiciones de atenci�n focalizada y percepci�n perif�rica.
Una comprensi�n conceptual sobre el desarrollo del cerebro puede ayudar a los docentes a observar de manera m�s integral a los estudiantes, las lecciones o las interacciones en el aula. Esto les permitir� tomar decisiones m�s informadas sobre c�mo abordar una situaci�n particular. La investigaci�n en el campo de la neurociencia cognitiva muestra que los ni�os se benefician de un entorno de aprendizaje rico que incluya actividades que despierten la curiosidad y estimulen las habilidades del lenguaje y del pensamiento (Jolles y Jolles, 2018).
La neuropedagog�a tiene como objetivo la estimulaci�n de nuevas regiones del cerebro y establecer conexiones para el aprendizaje (Naegele, 2015). En la investigaci�n interdisciplinaria, la combinaci�n de la pedagog�a, psicolog�a, neurolog�a y la cibern�tica, hace posible que la neuropedagog�a resuelva las tareas del proceso de aprendizaje de una forma creativa, utilizando los conocimientos sobre las caracter�sticas individuales de la organizaci�n cerebral de las funciones mentales superiores (Centro Europeo de Postgrado del Per�, 2017), incluyendo las condiciones neurobiol�gicas de la realidad educativa (Chojak, 2019).
Como finalidad el mayor efecto sobre los logros y el progreso del proceso de aprendizaje se produce cuando se proporciona una retroalimentaci�n eficaz que contribuye a la b�squeda de mejores resultados, bas�ndose en la investigaci�n de la neurociencia, donde el entorno emocional en el proceso educativo es de suma importancia considerar (Baranova y Kazlauskiene, 2020).
En este orden de ideas, el cerebro es capaz de absorber informaci�n focalizada o mediante la percepci�n perif�rica, es importante organizar el proceso de aprendizaje de tal forma, que las caracter�sticas de la percepci�n perif�rica puedan utilizarse como factores constructivos de aprendizaje. Un ejemplo de ello, es la estimulaci�n recibida viendo un cortometraje, donde las fotograf�as son expuestas con una m�sica de fondo adecuada para mejorar el contexto de la grabaci�n (Centro Europeo de Postgrado del Per�, 2017).
Estrategias de aprendizaje, neuroeducaci�n y neuropedagog�a
Los mecanismos que rigen las funciones cerebrales y su impacto en el aprendizaje es uno de los aportes de la neurociencia en la educaci�n, sin embargo, aunque se encuentran �ntimamente relacionados, las adaptaciones de los conocimientos cient�ficos en las practicas del aula al parecer tienen una amplia brecha. En el apartado anterior se mencionaron los neuromitos, que normalmente son creados por las interpretaciones y aplicaciones de conocimiento sobre neurociencia en las aulas, pero que difieren de los estudiado por esta disciplina, que se considera la ciencia de cerebro y del sistema nervioso. Los avances tecnol�gicos han permitido que, se puedan observar las ramificaciones o �reas del cerebro que son estimuladas al momento de recibir, percibir o procesar informaci�n en el cerebro, esto conlleva a la complejidad de las estrategias de aprendizaje id�neas para lograr un desarrollo educativo en los estudiantes.
Tambi�n la interrogante de c�mo se deben preparar los programas curriculares y en qu� �rea el docente debe especializarse, sabiendo que la investigaci�n de la neurociencia se divide aproximadamente en cinco niveles: el nivel gen�tico, gen�tico molecular, las actividades neuronales y sus v�nculos, los circuitos cerebrales y los sistemas funcionales, as� como los trastornos y s�ndromes del comportamiento humano, estos niveles poseen influencias unos sobre otros (Cui y Zhang, 2021).
Los m�todos de investigaci�n avanzados han contribuido significativamente en mejorar la comprensi�n de los mecanismos subyacentes del aprendizaje, el papel del pensamiento, razonamiento y sentimientos, desde la perspectiva del funcionamiento del cerebro humano. Asimismo, las investigaciones avanzan en el conocimiento de la maduraci�n del cerebro y su relaci�n con los cambios de desarrollo en la cognici�n, la funci�n emocional y el comportamiento (Jolles y Jolles, 2018).
Retomando el enfoque interdisciplinario de la neuroeducaci�n, donde intervienen diferentes �reas de la ciencia, pero particularmente la pedagog�a que se dedica al aprendizaje y los procesos educativos, la psicolog�a con respecto a sus avances en la cognici�n y el comportamiento, y la neurociencia que se centra en el funcionamiento del sistema nervioso central y el desarrollo del cerebro.
Los aportes que estas tres disciplinas facilitan en el proceso de aprendizaje, pueden potenciar estrategias que permitan avances sobre la interacci�n, funcionamiento y desarrollo del cerebro y las funciones neuronales para mejorar los procesos educativos, si bien es cierto, y fue enfatizado con claridad en los apartados anteriores, que hay opiniones diversas, controversiales y en muchos casos cerradas ante a la idea que la neurociencia pueda incorporarse con �xito en la educaci�n. Tambi�n es necesario considerar la importancia de poner en pr�ctica los conocimientos, cerrando lo m�s que se pueda la brecha entre las diversas disciplinas que act�an en este espacio novedoso de la neuroeducaci�n.
La plasticidad cerebral, la neuroeducaci�n y el aprendizaje
La plasticidad hace referencia a la propiedad de un material para ser moldeado o transformado, con la intenci�n de cambiar de forma. Cuando se habla particularmente de plasticidad cerebral, se define como �la capacidad del sistema nervioso para cambiar su estructura y funcionamiento a lo largo de la vida como reacci�n a la diversidad del entorno y las experiencias de una persona� (Garc�a, 2021, p.02).
En estos t�rminos el cerebro posee capacidad para recuperarse y reestructurarse a lo largo de una lesi�n o impacto, como lo realizar�a cualquier m�sculo del cuerpo humano. Esto ha demostrado que posee la facilidad de ajustarse y funcionar con nuevos conocimientos, entendimientos, comportamientos y patrones, siendo este �ltimo determinante para el proceso did�ctico. Cada vez que un nuevo aprendizaje se arraiga en la mente de una persona, deja una marca, construyendo novedosas conexiones y extendiendo toda la red neuronal del individuo (Codina, 2014).
Ahora bien, la plasticidad cerebral evidentemente es una capacidad innata del cerebro humano, su estudio en el campo neurocient�fico puede brindar aportes valiosos que acerquen a los programas educativos metodolog�as, t�cnicas y herramientas para brindar un desarrollo �ptimo y constante en el proceso de aprendizaje. Esto sin �nimos de devaluar, desechar o menospreciar los actuales paradigmas educativos o las t�cnicas que se utilizan, m�s bien, con la finalidad de potenciar y mejorar esas metodolog�as para obtener resultados m�s satisfactorios.
Cuando se aplican las estrategias basadas en la neurociencia, se ve que estas promueven la ense�anza y se pueden lograr mejores resultados a la hora de adquirir, retener y aplicar los aprendizajes en los estudiantes, teniendo en cuenta que al comprender c�mo funciona el cerebro, los educadores est�n mejor equipados para ayudar a los estudiantes en todas las �reas, desde la atenci�n enfocada hasta una mayor retenci�n.
Esa es la promesa del aprendizaje basado en el cerebro, aprovechando el conocimiento de los campos de la neurociencia, la psicolog�a. Llevar esta informaci�n al aula puede ayudar a los docentes a crear un entorno de aprendizaje rico, despertando el inter�s por aprender, aliviando la desatenci�n, mejorando habilidades y autocontrol. Tomando en consideraci�n a din�micas y funciones cerebrales que permiten identificar los 8 sistemas de aprendizaje (Tomas, et al., 2018):
� Sistema para memorizar momentos espec�ficos. Se hace uso de la memoria epis�dica o autobiogr�fica. Las funciones cerebrales que act�an son el hipocampo y las estructuras que lo rodean. Este sistema es din�mico y cambia sus conexiones muy r�pidamente.
� Capacidad cerebral para aprender asociaciones entre informaci�n perceptiva y respuestas motoras. Detecta patrones espaciales y temporales complejos, sucede dentro de la corteza cerebral.
� Asociaciones inconscientes asociadas a estructuras emocionales l�mbica profundas.� Las asociaciones entre est�mulo y respuesta generalmente, conocidas como condicionamiento cl�sico. Pueden formarse en segundos y minutos.
� El cerebro aprende a controlar los sistemas de contenido espec�fico en la corteza posterior para que se activen en los contextos apropiados. Involucra la corteza prefrontal, que tambi�n interact�a con las estructuras l�mbicas para integrar la planificaci�n con la emoci�n.
� Sistema basado en recompensas que resuelve lo que tenemos que hacer para obtener lo que queremos. Se promueve la gratificaci�n y se evita el fracaso, este sistema opera en segundos y minutos.
� Sistema de aprendizaje procedimental para actividades de aprendizaje frecuentes (atarse los cordones de los zapatos, leer o conducir un autom�vil). Estas habilidades autom�ticas pueden tomar decenas o cientos de horas para aprender a trav�s de la pr�ctica. Se implican los circuitos circulares de exterior a interior que conectan la corteza a trav�s de los ganglios basales con el t�lamo, el cerebelo y viceversa.
� El cerebro puede aprovechar sus amplios circuitos para percibir y comprender a otras personas. Las habilidades se pueden aprender simplemente observando a otras personas, lo que se denomina modelado.
� El cerebro puede aprovechar sus circuitos generalizados para usar el lenguaje para construir nuevos conceptos y planes. Las habilidades se puedan aprender a trav�s de la instrucci�n.
Todo esto, sin mencionar el principio m�s amplio de todos, hacer que todos estos procesos se hagan en autom�tico, donde la practica conlleva a una rapidez de esa automatizaci�n en diversas tareas y procesos. Tomas et al., (2018) �Las habilidades se transfieren progresivamente a los ganglios basales y las estructuras del cerebelo. Cuantos m�s conocimientos/habilidades se utilizan, m�s se vuelven autom�ticos�.
El comportamiento humano y el aprendizaje, que incluye decidir, crear, pensar, sentir y recordar, tienen sus or�genes en el cerebro. Este se desarrolla a trav�s de un proceso din�mico. Donde, desde temprana edad el ni�o organiza su cerebro paulatinamente, agregando experiencias sociales, emocionales y cognitivas. El protagonismo de la educaci�n en este proceso viene dado en conjunto, por la relaci�n entre la crianza, la biolog�a en el desarrollo y la escolarizaci�n.
Por ello, la interacci�n entre la experiencia y la biolog�a es sumamente importante para la educaci�n, en la medida que los neurocient�ficos aprenden sobre los aspectos que tienen m�s probabilidad de influir en esta �ltima, los docentes o educadores est�n desarrollando experiencias, intervenciones y evaluaciones educativas en interacci�n con el proceso de aprendizaje del infante (Immordino y Fischer, 2015).
En este clima interdisciplinario y aplicado, los educadores se encuentran en una posici�n particularmente buena para ayudar a generar nuevas preguntas y temas para la investigaci�n sobre el aprendizaje y el cerebro, ya que se ocupan a diario de los problemas y situaciones del desarrollo que afectan a ni�os y adultos reales en su vida. aprendizaje. Por esta raz�n, los docentes, deben estar familiarizados con la neurociencia y el funcionamiento del cerebro, a fin de convertirse en lo m�s informados de los hallazgos relevantes desde el punto de vista educativo y contribuyentes para identificar y dar forma a nuevas preguntas que la neurociencia debe abordar (Baranova y Kazlauskiene, 2020).
Sin embargo, esto no significa que la neurociencia sea capaz de aportar conocimientos sobre todos los problemas educativos. Uno de los desaf�os para el este campo es que los docentes aprendan sobre la aplicabilidad, las implicaciones y los l�mites de la investigaci�n en neurociencia y los neurocient�ficos al mismo tiempo aprendan sobre los problemas, cuestiones y procesos de la educaci�n, de modo que los dos campos puedan colaborar de la manera m�s productiva posible (Lucio, 2020).
Para que esto suceda, los educadores y los investigadores educativos deben estar en conocimiento de las herramientas, las t�cnicas, los supuestos y los enfoques que gu�an la investigaci�n neurocient�fica sobre el aprendizaje, y deben desarrollar una capacidad cr�tica para consumir y digerir los hallazgos neurocient�ficos y evaluarlos para determinar su aplicabilidad en el aula.
M�todos y materiales
En este estudio, cuyo objetivo general fue explorar las conexiones entre neurociencia, plasticidad cerebral y su impacto en los procesos de aprendizaje, se emple� una metodolog�a basada en el enfoque cualitativo. Esta elecci�n permiti� profundizar en la comprensi�n de los fen�menos que involucran tanto los procesos cerebrales como la importancia educativa que deriva del conocimiento. A continuaci�n, se detallan los elementos metodol�gicos clave que guiaron este an�lisis.
Enfoque de la investigaci�n
Se opt� por un enfoque cualitativo dado que la naturaleza del fen�meno a estudiar requer�a una interpretaci�n detallada y exhaustiva de c�mo la neurociencia y la plasticidad cerebral influyen en el aprendizaje. El enfoque cualitativo permiti� analizar teor�as, modelos, estudios previos y mitos, lo que posibilit� generar un marco interpretativo que vincul� conceptos neurocient�ficos con la pedagog�a.
El enfoque cualitativo se fundament� en la necesidad de captar las sutilezas y complejidades de las interacciones entre las funciones cerebrales y los procesos educativos, ya que los datos disponibles en esta �rea consisten principalmente en estudios de caso, investigaciones etnogr�ficas y an�lisis textuales. Seg�n (Hern�ndez y Mendoza, 2018) el enfoque cualitativo es ideal cuando se exploran fen�menos que no se pueden cuantificar f�cilmente y requieren una interpretaci�n contextual. Este tipo de an�lisis permiti� un acercamiento m�s human�stico y comprensivo a la interacci�n entre cerebro y aprendizaje.
Dise�o y nivel de la investigaci�n
El dise�o de la investigaci�n fue de tipo explicativo, ya que se busc� no solo describir las conexiones entre neurociencia y aprendizaje, sino tambi�n explicar c�mo y por qu� la plasticidad cerebral impacta en la adquisici�n de conocimientos. Este tipo de dise�o se utiliz� para generar hip�tesis te�ricas basadas en la revisi�n documental que explicaran las relaciones complejas entre los distintos elementos estudiados.
Este dise�o sirvi� para responder al objetivo de la investigaci�n, ya que permiti� comprender los mecanismos subyacentes al fen�meno de la plasticidad cerebral y su relevancia en el �mbito educativo. Esta elecci�n se bas� en la necesidad de identificar patrones y relaciones que no pueden ser observados a simple vista, requiriendo una investigaci�n m�s profunda (Hernandez et al., 2014). Se pretendi� ir m�s all� de la simple descripci�n y explorar los factores causales que explican c�mo la plasticidad cerebral puede influir en el rendimiento acad�mico y en la capacidad de adaptaci�n del estudiante.
Tipo de investigaci�n
La metodolog�a tambi�n incluy� un an�lisis documental, que consisti� en la recopilaci�n y revisi�n de textos cient�ficos, estudios emp�ricos, libros especializados y art�culos acad�micos recientes sobre neurociencia, plasticidad cerebral y educaci�n. El an�lisis documental es una t�cnica ampliamente utilizada en investigaciones cualitativas que buscan interpretar datos ya existentes a trav�s de la selecci�n y organizaci�n sistem�tica de la informaci�n.
Para esta investigaci�n, se consultaron bases de datos acad�micas como Scopus, Google Scholar, y PubMed, con el fin de obtener material actualizado y de alta relevancia cient�fica. La revisi�n se centr� en estudios realizados en los �ltimos diez a�os, con especial atenci�n a los publicados en los �ltimos cinco a�os, dado que el campo de la neurociencia aplicada a la educaci�n ha avanzado significativamente en este periodo (Bennett & Hacker, 2019). Esta t�cnica fue clave para construir una base s�lida de conocimiento te�rico y emp�rico que apoyara las conclusiones del estudio.
El an�lisis documental permiti� una comprensi�n profunda de las teor�as y hallazgos m�s relevantes sobre la plasticidad neuronal y su impacto en los procesos de aprendizaje, lo que sirvi� para identificar los aspectos m�s relevantes y actuales del tema de estudio. Seg�n Bowen (2019), el an�lisis documental es una herramienta valiosa en investigaciones cualitativas ya que ofrece una fuente rica de informaci�n secundaria y permite al investigador construir una narrativa coherente sobre el fen�meno estudiado.
T�cnicas y procesamiento de la informaci�n
Revisi�n de contenido
La t�cnica principal empleada en la investigaci�n fue la revisi�n de contenido que, consisti� en un an�lisis sistem�tico de los textos seleccionados, a trav�s del cual se identificaron y categorizaron las principales ideas, teor�as y hallazgos relacionados con la neurociencia, la plasticidad cerebral y su influencia en el aprendizaje. La revisi�n de contenido permiti� examinar c�mo la plasticidad cerebral ha sido conceptualizada y aplicada en diferentes contextos educativos y c�mo estos conceptos han evolucionado a lo largo del tiempo.
Se siguieron las recomendaciones de Hsieh y Shannon (2018) para la implementaci�n de la revisi�n de contenido, que sugiere un enfoque inductivo - deductivo. Primero, se realiz� una lectura detallada de los textos para identificar temas emergentes (enfoque inductivo) y, posteriormente, se compararon estos temas con las teor�as preexistentes sobre plasticidad cerebral (enfoque deductivo). Esto permiti� no solo generar nuevas hip�tesis, sino tambi�n validar las existentes.
Durante el proceso de revisi�n de contenido, se prest� especial atenci�n a c�mo los estudios m�s recientes describen la relaci�n entre las funciones cerebrales, como la memoria, el control ejecutivo y la atenci�n, con el aprendizaje. La t�cnica tambi�n permiti� evaluar cr�ticamente las aplicaciones de estos conceptos en el aula, lo que ayud� a formar una visi�n m�s clara sobre las estrategias pedag�gicas basadas en neurociencia.
Selecci�n de estudios y teor�as
La selecci�n de los estudios y teor�as a revisar se realiz� bajo criterios espec�ficos para asegurar la calidad y relevancia de los textos. Se incluyeron investigaciones que cumplieran con los siguientes requisitos:
� Publicaci�n en revistas acad�micas de alto impacto o libros de editoriales reconocidas.
� Estudios emp�ricos y te�ricos publicados en los �ltimos cinco a�os para garantizar la actualidad de la informaci�n.
� Investigaciones que se enfocaran en la relaci�n entre la neurociencia y la educaci�n, con �nfasis en la plasticidad cerebral.
Los criterios de exclusi�n incluyeron estudios demasiado antiguos o con enfoques que no se alineaban con el objetivo de esta investigaci�n. En total, se revisaron alrededor de 27 documentos, entre art�culos, libros y reportes, que aportaron evidencia sobre los principales hallazgos relacionados con la plasticidad cerebral y su aplicaci�n en el aprendizaje.
La selecci�n de estudios recientes fue clave para asegurar que la investigaci�n estuviera alineada con las �ltimas tendencias en neurociencia educativa. Seg�n (Hern�ndez y Mendoza, 2018), la selecci�n de fuentes actualizadas es esencial en investigaciones de este tipo, ya que la neurociencia es un campo en constante evoluci�n, y los descubrimientos de las �ltimas d�cadas han transformado las pr�cticas pedag�gicas. El proceso de recolecci�n de datos comenz� con la b�squeda en bases de datos acad�micas, utilizando t�rminos clave como �neurociencia�, �plasticidad cerebral�, �aprendizaje� y �educaci�n�. Posteriormente, los art�culos y libros seleccionados fueron organizados en categor�as seg�n su relevancia para el objetivo de la investigaci�n.
Resultados y discusi�n
Un problema importante en la aplicaci�n del conocimiento de las neurociencias a la educaci�n y el aprendizaje, se refiere a los llamados �neuromitos�. Los cuales son conceptos err�neos sobre la funci�n cerebral que resultan de malentendidos, lecturas o citas err�neas de hechos cient�ficamente establecidos de investigaciones sobre el funcionamiento del cerebro para justificar el uso de estos estudios sobre el cerebro en la educaci�n y otros contextos (Macdonald, et al., 2017).
El creciente inter�s en las bases neuronales de la funci�n cognitiva, ha conllevado en un intento de realizar aplicaciones directas de los avances de las neurociencias en la pr�ctica educativa, lo que ha tra�do posturas como Brain Based Education, que es la educaci�n basada en el cerebro, esto a su vez, �ha generado mitos y errores de concepci�n entorno a la investigaci�n cient�fica sobre mente y cerebro� (Codina, 2014, p.76).
Los neuromitos y el aprendizaje
En el a�o 2002, el proyecto Organization for Economic Cooperation and Development (OECD) sobre cerebro y aprendizaje, tom� en consideraci�n las advertencias del neurocirujano Alan Crockard, de c�mo ideas sobre el cerebro y su funci�n, que carec�an de comprobaci�n cient�fica se estaban incorporando en la cultura m�dica. Diversos estudios tambi�n han demostrado una destaca prevalencia de neuromitos entre los docentes, a tal punto que se han definido factores (Ver Figura 5), (Ver Tabla 1) que han hecho posible la proliferaci�n de estas interpretaciones.
Figura 5
Factores principales que proliferan a los neuromitos
Nota: Adaptado por las autoras (2024), a partir de (Macdonald, et al., 2017)
Ante esta situaci�n la OECD centr� su atenci�n en reconocer estos errores, defini�ndolos como �neuromitos�, haciendo alusi�n como el �concepto err�neo generado por un malentendido, una mala interpretaci�n o una mala citaci�n de los hechos cient�ficamente establecidos (por la investigaci�n del cerebro) para argumentar a favor del uso de la investigaci�n cerebral en educaci�n y en otros contextos� (Codina, 2014, p.76).
Tabla 1
Neuromitos y su explicaci�n desde la neurociencia
Nota: Adaptado por las autoras (2024), a partir de (Codina, 2014).
Existen muchos m�s neuromitos, en esta tabla solo se destacan algunos de los m�s comunes, el peligro de los neuromitos es que se aplican inadecuadamente en el aula, lo que conduce a una ense�anza y un aprendizaje menos efectivos. Por lo tanto, los profesionales de la educaci�n deben ser conscientes de la posibilidad de que sus creencias sobre la neurociencia puedan afectar negativamente su ense�anza.
El mayor problema de estos neuromitos son las falsas expectativas, disfrazadas de afirmaciones y enlaces cient�ficos, donde se dan falsas interpretaciones a los docentes que, con mala formaci�n en neurociencia, solo buscan mejorar en su profesi�n. En este sentido investigadores mantienen una postura controversial, unos opinan que existe una distancia muy lejana entre neurociencia y educaci�n (Egan y Bruer, 2019), otros opinan que la neurociencia si puede hacer importantes contribuciones al �rea educativa (Fischer y Heikinner, 2017), pero gradualmente y respetando los l�mites de ambas disciplinas (Codina, 2014).
Un claro ejemplo de un neuromito que ha persistido incluyendo los descritos en la Tabla 1, es el que establece que a las personas se les debe ense�ar seg�n su estilo de aprendizaje preferido, ya sea visual, auditivo o kinest�sico. Sin embargo, se han publicado numerosos art�culos de investigaci�n en la �ltima d�cada, indicando repetidamente que los estilos de aprendizaje no existen (Macdonald, et al., 2017).� Creer en este mito puede ser perjudicial para el estudiante y para el docente, ya que los estilos de aprendizaje preferidos no siempre se alinean mejor con los objetivos de aprendizaje y dificultan el desarrollo de experiencias con otras estrategias de aprendizaje.
Adem�s de las causas neurol�gicas, tambi�n hay que tener en cuenta el poder de la creencia que los descubrimientos neurocient�ficos pueden tener sobre la opini�n p�blica. Los neurocient�ficos y los expertos en educaci�n nos han advertido sobre el atractivo de las explicaciones neurocient�ficas, lo que puede influir en las opiniones de las personas sobre cuestiones pol�ticas, legales o educativas o animarlas a comprar algo que no necesitan. Hay casos en los que las personas son particularmente susceptibles a emitir juicios sobre predicciones sesgadas cuando se enfrentan a evidencia neurocient�fica (Chojak, 2019).
�En el lado positivo, el hecho es que la creencia en neuromitos prevalece entre los docentes. apoya la idea de que el conocimiento del cerebro est� involucrado en el aprendizaje y la ense�anza. Curiosamente, se han encontrado pruebas s�lidas de que la tasa de creencia en los neuromitos es alta entre los profesionales de la educaci�n. Esto se puede tomar como un indicativo de que es dif�cil para los educadores encontrar conocimiento neurocient�fico v�lido en la web y en su literatura profesional.� Esto enfatiza la idea de que una base de conocimiento v�lida y confiable de la neurociencia es esencial, porque su comprensi�n permitir� a los educadores evitar usar o promover conceptos err�neos sobre el cerebro y para enfatizar en una aplicaci�n de estrategias educativas con validez cient�fica dentro de las neurociencias (Macdonald, et al., 2017).
Implicaciones y aplicaciones psicopedag�gicas de la neurociencia
La educaci�n se encuentra en una b�squeda constante para mejorar los procesos de aprendizaje, y la neurociencia trae como aporte la comprensi�n del sistema nervioso, as� como el funcionamiento y desarrollo de los procesos cerebrales. Tal como expresa el Informe de la Royal Society del Reino Unido (2011) �Este terreno com�n sugiere un futuro en el que la pr�ctica educativa puede ser transformada por la ciencia, al igual que la pr�ctica m�dica fue transformada por la ciencia hace aproximadamente un siglo�.
Es as� como, los avances recientes en los m�todos neurocient�ficos han llevado a una mayor comprensi�n de los mecanismos neuronales que subyacen a la cognici�n y el comportamiento. A su vez, esto ha provocado un creciente inter�s en la relevancia de la neurociencia para la educaci�n, la comunicaci�n y la colaboraci�n son principios clave de la neurociencia educativa. Adem�s de reunir a investigadores de m�ltiples disciplinas, los docentes tambi�n son una parte clave de la conversaci�n.
Las discusiones entre educadores e investigadores conducen a investigaciones cient�ficas que abordan a la neurociencia hacia predicciones espec�ficas sobre lo que podr�a funcionar en la educaci�n, los docentes pueden brindar perspectivas importantes sobre la viabilidad de estas ideas y c�mo podr�an implementarse en las instituciones educativas.
Proporcionar nuevas estrategias pedag�gicas e informaci�n extra�da de la investigaci�n cient�fica permitir� a los docentes elegir el m�todo m�s apropiado para un escenario determinado en los procesos de ense�anza-aprendizaje, y la neurociencia puede brindar un aporte significativo de aplicabilidad en la psicopedagog�a, desde sus propios hallazgos (Brookman y Thomas, 2018).
Sin embargo, para que la nueva informaci�n sobre el cerebro y el aprendizaje influya en el dise�o de entornos de aprendizaje, los docentes y los actores e instituciones involucradas en la pol�tica y el dise�o educativos deben conocer los principios m�s recientes sobre el cerebro y el aprendizaje. Asimismo, los neurocient�ficos deben investigar fen�menos que sean relevantes para el aprendizaje y el desarrollo en el mundo real (Immordino y Fischer, 2015).
Tambi�n es importante considerar que, en los �ltimos a�os, tal como se ha explicado en apartados anteriores, se han producido m�ltiples interpretaciones sobre el funcionamiento del cerebro mal aplicadas (neuromitos). La comunidad cient�fica est� de acuerdo en que gran parte de lo que se ha llamado educaci�n basada en el cerebro descansa sobre terreno muy inestable (Immordino y Fischer, 2015).
Hay una proliferaci�n de textos escritos, pero sin un enfoque cient�fico sobre la aplicaci�n de la neurociencia al aprendizaje, y aunque algunos de estos documentos pueden presentar interpretaciones �tiles de la neurociencia para los educadores, muchos de ellos adolecen de una falta de comprensi�n b�sica sobre el significado y las limitaciones de la investigaci�n en neurociencia sobre el aprendizaje y los procesos relacionados (Immordino, 2017). Estas implicaciones son importantes reconocerlas, en vista que la pedagog�a basada en la neuroeducaci�n o la influencia de la neurociencia en la educaci�n, se sustenta en principios derivados de resultados relevantes de la investigaci�n cient�fica sobre el cerebro.
Conclusiones
Se han presentado argumentos a priori en contra de la relevancia de la neurociencia para la educaci�n, as� como cr�ticas al funcionamiento pr�ctico actual del campo y dudas sobre la viabilidad de los m�todos neurocient�ficos para el diagn�stico de trastornos o la predicci�n de diferencias individuales (Tomas, et al., 2018).
En ciertos aspectos, estas cr�ticas y dudas son comprensibles, incluso (Jolles y Jolles, 2018) afirman que �no es posible traducir los conocimientos de la neurociencia directamente en did�ctica e intervenciones educativas innovadoras. Sin embargo, adem�s de la prescripci�n sobre la ense�anza, existe un conocimiento conceptual sobre la interacci�n entre mente, cerebro y educaci�n� (p.03).
En ese sentido, es importante que las diversas disciplinas y participantes promuevan un respeto mutuo por el conocimiento, las ideas y los m�todos de otras disciplinas, reconociendo las diferencias y buscando puntos de encuentro, desde un enfoque multidimensional y multidisciplinar de innovaci�n educativa.
Aun cuando quedan puntos por esclarecer, la neuroeducaci�n se perfila como una oportunidad de seguir avanzando en estrategias que aseguren un aprendizaje optimo, aliado con la biolog�a y la forma en que el cerebro humano funciona y se desarrolla. Este conocimiento no ha estado alejado de los docentes, ni de las instituciones educativas, pero actualmente con los avances de las neurociencias se pueden conocer a profundidad y aclarar aspectos relevantes para la educaci�n.
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