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Impacto de la actividad f�sica en la salud mental de ni�os y adolescentes en edad escolar

 

Impact of physical activity on mental health of school-aged children and adolescents

 

Impacto da atividade f�sica na sa�de mental de crian�as e adolescentes em idade escolar

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: milton.chacon@educacion.gob.ec

 

Ciencias de la Educaci�n

Art�culo de Investigaci�n

 

 

* Recibido: 29 de noviembre de 2024 *Aceptado: 13 de diciembre de 2024 * Publicado: �16 de enero de 2025

 

         I.            Magister en Educaci�n Menci�n Pedagog�a en Entornos Digitales, Docente de Educaci�n F�sica en la Unidad Educativa Ram�n Barba Naranjo, Cotopaxi, Ecuador.

       II.            Licenciada en Ciencias de la Educaci�n Especialidad Cultura F�sica, Docente de Educaci�n F�sica en la Unidad Educativa Ram�n Barba Naranjo, Cotopaxi, Ecuador.

     III.            Licenciado en Ciencias de la Educaci�n Especialidad Cultura F�sica, Docente de Educaci�n F�sica en la Unidad Educativa Ram�n Barba Naranjo, Cotopaxi, Ecuador.

    IV.            Magister en Cultura F�sica y Entrenamiento Deportivo, Magister en Planeamiento y Administraci�n Educativos, Licenciado en Ciencias de la Educaci�n Especializaci�n Cultura F�sica, Tecn�logo en Inform�tica Menci�n An�lisis de Sistemas, Docente de Educaci�n F�sica en la Unidad Educativa Dr. Trajano Naranjo Iturralde, Cotopaxi, Ecuador.

Resumen

Este estudio tuvo como objetivo determinar el impacto de la actividad f�sica en la salud mental de ni�os y adolescentes en edad escolar, enfoc�ndose en indicadores emocionales, sociales y de bienestar general. La hip�tesis alterna propon�a que la actividad f�sica regular tiene un efecto positivo significativo en la salud mental, reflejado en una reducci�n de s�ntomas de ansiedad, depresi�n y comportamientos disruptivos, mientras que la hip�tesis nula suger�a que no existir�an cambios relevantes en estos indicadores. Se utiliz� un enfoque cuantitativo descriptivo dentro del paradigma positivista. La muestra estuvo compuesta por 50 estudiantes seleccionados aleatoriamente de la zona 3 del sistema educativo. El instrumento utilizado fue validado por un comit� de expertos y mostr� una alta confiabilidad con un Alfa de Cronbach de 0.87. Se aplic� la prueba t de Student para verificar las diferencias entre grupos, y la d de Cohen permiti� medir el tama�o del efecto. Los resultados revelaron que la actividad f�sica tiene un impacto significativo en la salud mental de los estudiantes, especialmente en la reducci�n de s�ntomas de ansiedad y depresi�n. Estos hallazgos respaldan la hip�tesis alterna y refuerzan la importancia de incorporar la actividad f�sica en los programas escolares como estrategia para mejorar el bienestar emocional y social de los j�venes.

Palabras clave: actividad f�sica; salud mental; bienestar; adolescentes; escuela.

 

Abstract

This study aimed to determine the impact of physical activity on the mental health of school-aged children and adolescents, focusing on emotional, social and general well-being indicators. The alternative hypothesis proposed that regular physical activity has a significant positive effect on mental health, reflected in a reduction of symptoms of anxiety, depression and disruptive behaviors, while the null hypothesis suggested that there would be no relevant changes in these indicators. A descriptive quantitative approach was used within the positivist paradigm. The sample consisted of 50 students randomly selected from zone 3 of the educational system. The instrument used was validated by a committee of experts and showed high reliability with a Cronbach's alpha of 0.87. Student's t test was applied to verify the differences between groups, and Cohen's d allowed measuring the effect size. The results revealed that physical activity has a significant impact on the mental health of students, especially in reducing symptoms of anxiety and depression. These findings support the alternative hypothesis and reinforce the importance of incorporating physical activity into school programs as a strategy to improve the emotional and social well-being of young people.

Keywords: physical activity; mental health; well-being; adolescents; school.

 

Resumo

Este estudo teve como objetivo determinar o impacto da atividade f�sica na sa�de mental de crian�as e adolescentes em idade escolar, com foco nos indicadores emocionais, sociais e de bem-estar geral. A hip�tese alternativa propunha que a atividade f�sica regular tem um efeito positivo significativo na sa�de mental, refletido na redu��o dos sintomas de ansiedade, depress�o e comportamentos disruptivos, enquanto a hip�tese nula sugeria que n�o haveria altera��es relevantes nestes indicadores. Foi utilizada uma abordagem quantitativa descritiva dentro do paradigma positivista. A amostra foi constitu�da por 50 alunos selecionados aleatoriamente da zona 3 do sistema educativo. O instrumento utilizado foi validado por um comit� de especialistas e apresentou uma elevada fiabilidade com um alfa de Cronbach de 0,87. O teste t de Student foi aplicado para verificar as diferen�as entre os grupos, e o teste d de Cohen permitiu medir o tamanho do efeito. Os resultados revelaram que a atividade f�sica tem um impacto significativo na sa�de mental dos estudantes, especialmente na redu��o dos sintomas de ansiedade e depress�o. Estas descobertas apoiam a hip�tese alternativa e refor�am a import�ncia de incorporar a actividade f�sica nos programas escolares como estrat�gia para melhorar o bem-estar emocional e social dos jovens.

Palavras-chave: atividade f�sica; sa�de mental; bem-estar; adolescentes; escola.

 

Introducci�n

El impacto de la actividad f�sica en la salud mental de ni�os y adolescentes en edad escolar ha sido ampliamente investigado en la literatura cient�fica, constituyendo un tema de creciente inter�s debido a su relevancia para el desarrollo integral de esta poblaci�n. Diversos estudios han destacado los beneficios de la actividad f�sica en la promoci�n del bienestar psicol�gico, la reducci�n de s�ntomas de ansiedad y depresi�n, y la mejora del rendimiento acad�mico. Esta tem�tica ha sido abordada desde perspectivas multidisciplinarias, incluyendo las ciencias de la salud, la psicolog�a y la educaci�n, lo que subraya su car�cter integral y la necesidad de un abordaje hol�stico.

Se ha documentado que la actividad f�sica regular contribuye significativamente a la regulaci�n de los niveles de estr�s y al fortalecimiento de la resiliencia emocional en ni�os y adolescentes. Seg�n Garc�a et al. (2021), en un estudio realizado con una muestra de 1,200 estudiantes de nivel secundario en Europa, se encontr� que aquellos que practicaban actividad f�sica moderada al menos tres veces por semana mostraban una reducci�n del 35% en los niveles de ansiedad en comparaci�n con sus pares sedentarios. Estos hallazgos son consistentes con los resultados presentados por L�pez y Rodr�guez (2022), quienes informaron una mejora del 40% en la autoestima y un aumento del 28% en la percepci�n de bienestar general en adolescentes que participaron en programas deportivos escolares durante un a�o acad�mico.

La literatura sugiere que la actividad f�sica act�a como un modulador clave en la prevenci�n de trastornos mentales comunes, promoviendo un desarrollo saludable tanto en el �mbito emocional como en el social. Mart�nez et al. (2023) demostraron que la implementaci�n de un programa de ejercicio f�sico supervisado en una muestra de 500 estudiantes de educaci�n primaria en Am�rica Latina result� en una disminuci�n significativa de los s�ntomas depresivos, con una reducci�n promedio del 45% en comparaci�n con el grupo control. Asimismo, estudios realizados por Johnson y Wang (2023) en Asia reportaron una disminuci�n del 30% en la incidencia de comportamientos disruptivos en entornos escolares vinculada a la pr�ctica deportiva sistem�tica.

El an�lisis de estas investigaciones resalta la importancia de integrar la actividad f�sica como una estrategia clave en los programas educativos, con el objetivo de fomentar el bienestar psicol�gico de los estudiantes. El enfoque preventivo de la actividad f�sica se basa en sus efectos positivos sobre la regulaci�n de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, lo que contribuye a la estabilizaci�n del estado de �nimo. Adem�s, la participaci�n en actividades f�sicas grupales favorece el desarrollo de habilidades sociales, como la cooperaci�n y la resoluci�n de conflictos, aspectos destacados por P�rez y G�mez (2024), quienes encontraron un aumento del 50% en el comportamiento prosocial en estudiantes involucrados en actividades deportivas extracurriculares.

En t�rminos de pertinencia, la promoci�n de la actividad f�sica se considera una intervenci�n efectiva, de bajo costo y accesible para mejorar la salud mental en entornos escolares. Este enfoque es particularmente relevante en contextos de vulnerabilidad socioecon�mica, donde el acceso a servicios de salud mental puede ser limitado. La Organizaci�n Mundial de la Salud (2023) subray� que la actividad f�sica en la infancia y la adolescencia es un determinante clave para prevenir trastornos mentales en la vida adulta, destacando su inclusi�n en pol�ticas p�blicas educativas.

La evidencia presentada destaca que la actividad f�sica no solo mejora la salud f�sica, sino que tambi�n desempe�a un papel crucial en el bienestar emocional y social de los ni�os y adolescentes. El estudio de estos aspectos resulta fundamental para desarrollar intervenciones educativas efectivas y sostenibles que favorezcan un desarrollo integral y saludable. De este modo, la investigaci�n sobre el impacto de la actividad f�sica en la salud mental en edad escolar se presenta como un campo de estudio prioritario y de alta pertinencia para la comunidad cient�fica y las instituciones educativas a nivel global.

 

Objetivo de la investigaci�n

Determinar el impacto de la actividad f�sica en la salud mental de ni�os y adolescentes en edad escolar, considerando indicadores emocionales, sociales y de bienestar general.

Hip�tesis alterna: La actividad f�sica regular tiene un efecto positivo significativo en la salud mental de ni�os y adolescentes en edad escolar, reflej�ndose en una reducci�n de s�ntomas de ansiedad, depresi�n y comportamientos disruptivos.

Hip�tesis nula: La actividad f�sica regular no tiene un efecto significativo en la salud mental de ni�os y adolescentes en edad escolar, no produciendo cambios relevantes en los indicadores de bienestar emocional y social.

 

Metodolog�a de investigaci�n

El presente estudio se enmarc� dentro del paradigma positivista, con un enfoque cuantitativo de tipo descriptivo. La recolecci�n de datos se realiz� mediante un instrumento previamente validado por un comit� de expertos, asegurando as� su validez de contenido. La confiabilidad del instrumento fue evaluada mediante el coeficiente Alfa de Cronbach, obteni�ndose un valor de 0.87, lo que indica un alto nivel de confiabilidad y consistencia interna.

La muestra estuvo conformada por 50 estudiantes de educaci�n b�sica pertenecientes a la zona 3 del sistema educativo, seleccionados mediante un muestreo aleatorio simple. La verificaci�n de la hip�tesis se llev� a cabo utilizando la prueba estad�stica t de Student para determinar diferencias significativas entre los grupos evaluados. El impacto del estudio se calcul� utilizando la d de Cohen, proporcionando una medida del tama�o del efecto y permitiendo interpretar la magnitud de las diferencias observadas.

Los datos recopilados fueron procesados y analizados utilizando software estad�stico especializado como el SPSS, garantizando la precisi�n y validez de los resultados obtenidos. Los hallazgos permitieron establecer relaciones significativas entre la pr�ctica de actividad f�sica y la mejora en los indicadores de salud mental, respaldando as� la hip�tesis alterna propuesta y contribuyendo a la comprensi�n de los beneficios multidimensionales asociados con la actividad f�sica en la poblaci�n escolar estudiada.

 

Resultados

 

Tabla 1: Resultados cuantitativos del impacto de la actividad f�sica en la salud mental de estudiantes

 

Los resultados cuantitativos evidencian un impacto significativo de la actividad f�sica en la salud mental y el desarrollo psicosocial de los estudiantes. La reducci�n del 42% en los s�ntomas de ansiedad confirma la hip�tesis alterna, validando la eficacia del programa de actividad f�sica implementado. Este resultado se alinea con estudios previos que resaltan el ejercicio f�sico como una intervenci�n efectiva en la regulaci�n de trastornos emocionales.

La disminuci�n de comportamientos disruptivos en un 45% refuerza el impacto positivo en el entorno escolar, contribuyendo a un ambiente de aprendizaje m�s armonioso. Esto se correlaciona con investigaciones que vinculan la actividad f�sica con el fortalecimiento de la autorregulaci�n emocional y el autocontrol.

El aumento del 48% en la autoestima, seg�n el Inventario de Coopersmith, destaca una mejora sustancial en la percepci�n personal y social de los estudiantes. La actividad f�sica, al promover el logro de metas y el reconocimiento social, act�a como un catalizador para el desarrollo de una autoimagen positiva.

El incremento del 50% en la cohesi�n grupal y la competencia social seg�n la Escala de Harter resalta el papel del deporte en la construcci�n de habilidades sociales esenciales, como la cooperaci�n y la empat�a. Estos indicadores son claves para desarrollar un clima escolar inclusivo y colaborativo.

En t�rminos metodol�gicos, estos hallazgos se respaldan en la validez y confiabilidad del instrumento, con un alfa de Cronbach de 0.87, indicando alta consistencia interna. La verificaci�n de la hip�tesis mediante la prueba t de Student refuerza la significancia estad�stica de los resultados, mientras que la medida del impacto calculada con la d de Cohen confirma un efecto de gran magnitud.

El programa de actividad f�sica implementado no solo alcanz� los objetivos planteados, sino que tambi�n gener� beneficios colaterales significativos en la motivaci�n acad�mica y la satisfacci�n escolar, consolidando la pertinencia de integrar estrategias de ejercicio en los planes educativos como una pol�tica de salud integral y prevenci�n psicosocial.

 

Tabla 2: Impacto de la actividad f�sica en la reducci�n de comportamientos disruptivos

 

 

El an�lisis estad�stico revela una reducci�n significativa en los comportamientos disruptivos tras la implementaci�n del programa de actividad f�sica. Los resultados obtenidos son consistentes con la hip�tesis alterna planteada, que sostiene que la actividad f�sica tiene un efecto positivo en la salud mental y el comportamiento escolar.

Los valores de t-Student confirman que las diferencias observadas son estad�sticamente significativas (p < 0.05), lo que indica que los cambios no son atribuibles al azar. Adem�s, los tama�os del efecto medidos mediante la d de Cohen, que oscilan entre 1.17 y 1.35, se consideran grandes, lo que sugiere un impacto considerable.

Las correlaciones altas (r > 0.74) destacan una relaci�n fuerte y positiva entre la participaci�n en actividades f�sicas y la mejora en la conducta escolar. La reducci�n promedio del 45% en comportamientos disruptivos coincide con estudios previos que asocian el ejercicio regular con mejoras en la autorregulaci�n emocional y la disminuci�n de comportamientos conflictivos en el aula.

Estos hallazgos respaldan la metodolog�a adoptada y confirman la relevancia del enfoque cuantitativo. La validez de los instrumentos y la alta confiabilidad (Alfa de Cronbach = 0.87) garantizan la precisi�n de los resultados, lo que subraya el impacto positivo de la actividad f�sica como estrategia educativa integral.

 

Tabla 3: Indicadores y an�lisis estad�stico de la incidencia de comportamientos disruptivos en el aula durante el periodo de intervenci�n

 

 

Los resultados obtenidos en el periodo de intervenci�n reflejan una mejora significativa en varios aspectos del comportamiento y desempe�o de los estudiantes, lo cual est� estrechamente vinculado con la metodolog�a utilizada en la intervenci�n. A continuaci�n, se realiza un an�lisis detallado de los indicadores y su interpretaci�n en relaci�n con la hip�tesis, el impacto y las correlaciones entre las variables:

 

Reducci�n de Comportamientos Disruptivos

El primer indicador m�s relevante es la reducci�n de los comportamientos disruptivos en el aula, que experiment� una disminuci�n del 45%. Esto es consistente con la hip�tesis planteada, que sugiere que una intervenci�n estrat�gica en el manejo del aula, combinada con t�cnicas pedag�gicas espec�ficas, puede disminuir significativamente la incidencia de comportamientos disruptivos. Los informes de los docentes y los observadores externos reflejan que la reducci�n en la frecuencia de estos comportamientos favoreci� un ambiente de aprendizaje m�s positivo. Este cambio no solo est� respaldado por un valor t de Student de 5.6 (significativo a un nivel alto) sino tambi�n por un impacto de Cohen de 1.2, lo cual indica un efecto grande.

 

Frecuencia de Interrupciones

Otro indicador importante es la frecuencia de interrupciones, que disminuy� en un 47%. Este resultado es coherente con la reducci�n de comportamientos disruptivos, ya que menos interrupciones permiten un flujo m�s continuo de la ense�anza. El valor t de 3.8 y el impacto de Cohen de 1.0 (efecto moderado) apoyan la validez de este resultado. Adem�s, la correlaci�n de 0.85 entre la reducci�n de interrupciones y la mejora en el ambiente de clase subraya una relaci�n positiva y fuerte.

 

Tiempo de Atenci�n al Profesor

El tiempo dedicado por los estudiantes a la atenci�n al profesor mostr� un incremento significativo del 100%, lo cual refleja una mejora en la disciplina y el enfoque hacia las actividades acad�micas. Esto est� alineado con el aumento en el �ndice de participaci�n activa en clase, que subi� un 75%. La mejora en estos indicadores puede ser interpretada como un resultado directo de la intervenci�n, donde la estructura y las din�micas de clase promovieron un mayor compromiso de los estudiantes. Los valores t y Cohen (4.3 y 1.1 respectivamente) son indicativos de un efecto positivo y moderado.

 

Participaci�n Activa de los Estudiantes

La participaci�n activa tambi�n experiment� una mejora notable, alcanzando un aumento del 75%. Esta mejora en la participaci�n refleja un mayor nivel de implicaci�n de los estudiantes en las actividades de clase, lo cual puede ser resultado de metodolog�as activas implementadas durante la intervenci�n. La correlaci�n de 0.92 entre participaci�n activa y reducci�n de comportamientos disruptivos refuerza la idea de que el aumento en la implicaci�n est� estrechamente relacionado con un entorno de aula m�s positivo.

 

Observaciones de Conflictos entre Compa�eros

En cuanto a los conflictos entre compa�eros, la intervenci�n parece haber tenido un impacto significativo, reduciendo las observaciones de conflictos en un 70%. Esto sugiere que la intervenci�n no solo impact� en los comportamientos disruptivos individuales, sino tambi�n en la din�mica de grupo. La correlaci�n de 0.78 con otros indicadores, como la mejora en la participaci�n y la resoluci�n de conflictos, muestra que las metodolog�as aplicadas ayudaron a promover un clima m�s colaborativo y menos conflictivo en el aula.

 

Satisfacci�n Docente

La satisfacci�n docente aument� en un 70%, lo cual es una respuesta positiva a la intervenci�n, tanto desde el punto de vista de la gesti�n del aula como en el desempe�o acad�mico general. Los docentes no solo vieron una mejora en el comportamiento de los estudiantes, sino que tambi�n percibieron un mayor nivel de compromiso y cooperaci�n por parte de ellos, lo que contribuy� a su bienestar profesional.

 

Impacto en el Desempe�o Acad�mico

El desempe�o acad�mico promedio de los estudiantes mejor� un 14.3%, un resultado que refleja indirectamente los efectos positivos de la mejora en la conducta y el ambiente de aprendizaje. Si bien el cambio no es tan pronunciado como en otros indicadores, es significativo y apoya la hip�tesis de que la mejora en el ambiente conductual tiene un impacto directo en el rendimiento acad�mico. El valor t de 2.9 y el impacto de Cohen de 0.7 indican un efecto moderado.

 

Correlaciones entre Variables

Las correlaciones entre los diferentes indicadores son en su mayor�a positivas y fuertes, lo que sugiere que los cambios en un aspecto (como la reducci�n de comportamientos disruptivos) est�n estrechamente relacionados con otros indicadores (como el aumento en la participaci�n y la resoluci�n de conflictos). Estas correlaciones proporcionan una validaci�n adicional del enfoque integral de la intervenci�n y su eficacia general en la mejora del ambiente de aprendizaje.

Los resultados obtenidos demuestran que la intervenci�n tuvo un impacto considerable en la reducci�n de comportamientos disruptivos y en la mejora general del ambiente de aprendizaje en el aula. La disminuci�n del 45% en los comportamientos disruptivos, junto con el incremento en la participaci�n activa, la satisfacci�n docente y la mejora en el desempe�o acad�mico, refuerzan la validez de la metodolog�a aplicada. Adem�s, los an�lisis de t de Student, los valores de Cohen y las correlaciones entre las variables indican que la intervenci�n fue efectiva y que sus efectos son significativos y de impacto.

 

Tabla 4: Indicadores y an�lisis estad�stico de la mejora de la autoestima

 

Los resultados obtenidos en la intervenci�n sobre la autoestima de los participantes, medidos mediante el Inventario de Autoestima de Coopersmith, muestran una mejora considerable del 48% en la percepci�n personal y social. Esta mejora es un reflejo claro de los efectos positivos de la intervenci�n, aline�ndose con la hip�tesis de que la implementaci�n de estrategias did�cticas y emocionales podr�a potenciar la autoestima de los participantes. A continuaci�n, se realiza un an�lisis detallado de cada indicador y su interpretaci�n:

 

Mejora en la Autoestima General

La autoestima general mostr� un aumento del 45%, pasando del 55% al 80%, lo que representa una mejora sustancial en la percepci�n general de los participantes sobre s� mismos. Este cambio es consistente con la hip�tesis planteada de que una intervenci�n dirigida al autorreflexi�n y al fortalecimiento de las competencias emocionales puede resultar en una mejora en la autoestima general. El valor t de Student de 4.7 y el impacto de Cohen de 1.3 (efecto grande) confirman la relevancia y la significancia estad�stica de esta mejora.

 

 

 

Autoestima Personal y Social

La autoestima personal y la autoestima social mostraron incrementos de 50% y 41.7%, respectivamente. Este hallazgo sugiere que los participantes no solo aumentaron su percepci�n sobre su valor personal, sino tambi�n su percepci�n sobre su capacidad para interactuar y ser aceptados en el entorno social. Estas mejoras son cruciales para el bienestar emocional de los participantes y reflejan el impacto de la intervenci�n en ambos aspectos de la autoestima, personal y social. Las correlaciones de 0.88 y 0.85 con otras dimensiones como la percepci�n de la capacidad para lograr objetivos y la confianza en las relaciones interpersonales respaldan esta interpretaci�n.

 

Confianza en las Relaciones Interpersonales

El aumento en la confianza en las relaciones interpersonales del 45% es un indicador clave de la intervenci�n, ya que demuestra que los participantes no solo mejoraron su percepci�n de s� mismos, sino tambi�n su capacidad para establecer y mantener relaciones positivas. Un valor t de 5.0 y un impacto de Cohen de 1.3 respaldan la validez de estos resultados, indicando un efecto significativo.

 

Sentimiento de Pertenencia y Percepci�n de Logros

El sentimiento de pertenencia en el grupo y la percepci�n de capacidad para lograr objetivos aumentaron en un 41.4% y 41.5%, respectivamente. Estos resultados reflejan una mayor integraci�n social y una visi�n m�s optimista sobre el futuro de los participantes, aspectos fundamentales para el bienestar emocional y social. La correlaci�n de 0.87 entre estos dos indicadores muestra que las personas que se sienten parte de un grupo tienden a tener una mayor percepci�n de sus capacidades personales.

 

Actitudes hacia el Futuro y Autoaceptaci�n

Los participantes tambi�n mostraron una mejora significativa en sus actitudes hacia el futuro (42.3%) y en su autoaceptaci�n (40.4%). Estos aspectos son cruciales para un desarrollo psicol�gico saludable, ya que indican una mayor esperanza y confianza en las propias habilidades, as� como una aceptaci�n de su identidad. Los valores t entre 4.5 y 4.9, junto con los impactos de Cohen que var�an entre 1.1 y 1.3, muestran que la intervenci�n tuvo un impacto moderado a alto en estas dimensiones.

 

Percepci�n de Competencia Acad�mica

Un indicador adicional relevante es la percepci�n de competencia en tareas acad�micas, que mejor� en un 41.7%. Esto muestra que, adem�s de los beneficios emocionales, los participantes tambi�n experimentaron una mejora en su autoestima relacionada con el desempe�o acad�mico. Este resultado puede explicarse por el hecho de que una mayor confianza en uno mismo se traduce en una mayor motivaci�n y desempe�o en diversas �reas, incluida la acad�mica. La correlaci�n de 0.83 refuerza la relaci�n entre la autoestima y el desempe�o.

 

Correlaciones entre las Variables

Las correlaciones entre las diferentes dimensiones de la autoestima son generalmente altas, lo que sugiere que las mejoras en un �rea (por ejemplo, autoestima personal) tienden a estar vinculadas con mejoras en otras �reas (por ejemplo, autoestima social, confianza en relaciones interpersonales). Estas correlaciones indican que la intervenci�n tuvo un impacto generalizado en los participantes, ayud�ndoles a mejorar su autopercepci�n tanto en el �mbito personal como social, lo que refuerza la hip�tesis de que trabajar en la autoestima puede tener efectos positivos en m�ltiples �reas de la vida de los participantes.

Los resultados obtenidos reflejan una mejora notable en la autoestima de los participantes, con un aumento del 48% seg�n el Inventario de Autoestima de Coopersmith. Los valores de los indicadores, los valores t y los impactos de Cohen respaldan la eficacia de la intervenci�n y demuestran que la mejora en la autoestima fue significativa y de impacto moderado a alto. Adem�s, las correlaciones entre las variables indican que los cambios positivos en una dimensi�n de la autoestima est�n relacionados con mejoras en otras �reas, lo que subraya el car�cter integral de la intervenci�n. Esto valida la hip�tesis de que el trabajo emocional y la autorreflexi�n promovidos por la intervenci�n pueden generar un impacto positivo en la percepci�n personal y social de los participantes.

 

Discusi�n

Los resultados obtenidos de la intervenci�n de actividad f�sica en la salud mental y el comportamiento de los estudiantes muestran una serie de mejoras significativas, tanto en aspectos emocionales como conductuales. La reducci�n de s�ntomas de ansiedad (-42%) y depresi�n (-37%), junto con la disminuci�n de comportamientos disruptivos (-45%), son indicadores clave que respaldan la efectividad de la actividad f�sica en el bienestar psicosocial de los estudiantes. Estos resultados son consistentes con otros estudios previos que han documentado efectos similares de la actividad f�sica en la salud mental de los j�venes, resaltando la importancia del ejercicio regular como un medio de regulaci�n emocional y de mejora del estado de �nimo (Hegberg et al., 2022; Zschucke et al., 2013).

Sin embargo, es importante contrastar estos resultados con investigaciones que presentan diferentes contextos y metodolog�as. Por ejemplo, el estudio de Smith et al. (2019) sobre la actividad f�sica en adolescentes mostr� una reducci�n menos pronunciada en la ansiedad y depresi�n, lo que podr�a deberse a la diferencia en la duraci�n e intensidad de las intervenciones, o al tipo de actividades realizadas. En el presente estudio, la intervenci�n consisti� en una combinaci�n de ejercicio moderado y actividades grupales, lo que pudo haber favorecido la mejora en la cohesi�n grupal y la competencia social, con aumentos del 50% en estos indicadores. Comparado con investigaciones previas que solo se enfocan en el ejercicio f�sico individual (Biddle et al., 2013), esta combinaci�n podr�a haber contribuido a los resultados superiores en aspectos psicosociales, como la autoestima (mejorada en un 48%) y la cohesi�n grupal.

Los resultados sobre la mejora de la participaci�n activa y la satisfacci�n escolar tambi�n se alinean con estudios previos. La participaci�n activa aument� un 41% y la satisfacci�n escolar un 43%, datos que se corresponden con investigaciones que sugieren que el ejercicio f�sico no solo mejora el estado de �nimo, sino que tambi�n incrementa el compromiso en el aula y la motivaci�n acad�mica (Donnelly et al., 2016). Sin embargo, algunos estudios como el de Lounsbery et al. (2017) indican que los efectos del ejercicio sobre la motivaci�n acad�mica son m�s modestos, lo que puede reflejar diferencias en el enfoque pedag�gico o en las caracter�sticas del grupo de estudio.

La mejora en la autoestima es otro hallazgo importante, con un aumento del 48%, que se alinea con investigaciones como la de Bri�re et al. (2016), que reportan efectos positivos del ejercicio en la autopercepci�n de los adolescentes. Este aumento en la autoestima, medido a trav�s de la escala de Coopersmith, puede explicarse por la sensaci�n de logro y la mejora en la imagen corporal que los estudiantes experimentan al participar en actividades f�sicas. No obstante, en algunos estudios, como el de Thompson et al. (2015), los cambios en la autoestima fueron menores, lo que podr�a atribuirse a la falta de enfoques integrales que combinen ejercicio con otros elementos psicosociales.

La reducci�n de comportamientos disruptivos en un 45% y la mejora en la resoluci�n de conflictos en el aula, con una disminuci�n del 70% en los conflictos entre pares, son hallazgos que corroboran la literatura existente sobre el impacto del ejercicio f�sico en la autorregulaci�n emocional y el autocontrol (Mikkelsen et al., 2020). Estudios como el de Sibley et al. (2015) tambi�n encontraron mejoras en el comportamiento de los estudiantes a trav�s de programas de actividad f�sica, aunque en su investigaci�n, los efectos sobre los conflictos interpersonales fueron menos pronunciados, lo que podr�a deberse a diferencias en la implementaci�n del programa y en la naturaleza del entorno escolar.

En t�rminos de la relaci�n entre actividad f�sica y rendimiento acad�mico, los resultados del presente estudio muestran un incremento del 14.3% en el desempe�o acad�mico, lo que es consistente con estudios que sugieren que la mejora en la salud mental y la conducta tiene un impacto positivo indirecto en el rendimiento acad�mico (Singh et al., 2012). No obstante, algunos estudios como el de Beauchamp et al. (2017) reportan que la relaci�n entre actividad f�sica y rendimiento acad�mico puede no ser tan directa y depende de factores contextuales como la calidad del programa de intervenci�n y el apoyo docente.

La validez de los instrumentos utilizados y la alta consistencia interna (alfa de Cronbach = 0.87) refuerzan la fiabilidad de los resultados obtenidos, lo que es consistente con las buenas pr�cticas en la investigaci�n educativa (Cohen et al., 2013). La utilizaci�n de la t de Student y la d de Cohen tambi�n confirma la significancia estad�stica y el tama�o de los efectos, lo que ratifica la robustez de los hallazgos.

En resumen, los resultados de este estudio coinciden en gran medida con investigaciones previas que destacan los beneficios de la actividad f�sica en la salud mental, el comportamiento escolar y el rendimiento acad�mico de los estudiantes. No obstante, las diferencias en los efectos observados en estudios previos pueden atribuirse a factores como la metodolog�a empleada, la duraci�n de la intervenci�n y el tipo de actividades f�sicas incluidas. Este estudio contribuye a la comprensi�n de c�mo un enfoque integral de la actividad f�sica puede mejorar no solo la salud mental, sino tambi�n aspectos psicosociales cruciales para el desarrollo acad�mico y personal de los estudiantes.

 

 

Conclusiones

Los resultados de este estudio refuerzan la idea de que la integraci�n de la inteligencia artificial como herramienta pedag�gica en la ense�anza de matem�ticas no solo facilita la comprensi�n de conceptos complejos, como las secciones c�nicas, sino que tambi�n fomenta una mayor motivaci�n y participaci�n activa de los estudiantes. Esto demuestra la importancia de adoptar nuevas tecnolog�as en el aula para enriquecer los procesos de ense�anza y aprendizaje, ofreciendo experiencias personalizadas que mejoran el rendimiento acad�mico de los estudiantes. Los an�lisis realizados indican que los estudiantes que interactuaron con herramientas basadas en inteligencia artificial (como GeoGebra y Desmos) presentaron una mejora significativa en su desempe�o, especialmente en la comprensi�n de conceptos abstractos como las par�bolas y las elipses. Este hallazgo subraya el potencial de las tecnolog�as educativas en la optimizaci�n de resultados de aprendizaje, especialmente cuando se implementan de manera estrat�gica dentro de un enfoque pedag�gico adecuado.

El estudio evidencia que el uso de metodolog�as activas como el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) y el Aprendizaje Basado en Problemas (PBL), combinadas con tecnolog�as interactivas, favorece una comprensi�n m�s profunda y duradera de las secciones c�nicas. Los estudiantes no solo logran internalizar los conceptos matem�ticos, sino que tambi�n desarrollan habilidades cr�ticas como la resoluci�n de problemas y la colaboraci�n. Esto resalta la necesidad de replantear los m�todos

 

Referencias

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