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Trastornos espec�ficos del aprendizaje: Una revisi�n cr�tica para la intervenci�n Educativa y Familiar

 

Specific learning disorders: A critical review for educational and family intervention

 

Perturba��es espec�ficas da aprendizagem: uma revis�o cr�tica para a interven��o educativa e familiar

 

Alicia Paulina Mart�nez Vera I
paulym392@gmail.com
https://orcid.org/0009-0009-8948-5377

,Mar�a Fernanda Delgado Leones II
ferchi2811@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-5881-8249
Johanna Lisette Martinez Vera III
johannamartinezvera@yahoo.com
https://orcid.org/0009-0008-3296-5022

,Jaime Antonio Cede�o Estrada IV
jaimecedeo827@yahoo.com
https://orcid.org/0009-0000-4663-7144
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Correspondencia: paulym392@gmail.com

 

 

Ciencias de la Educaci�n

Art�culo de Investigaci�n

 

 

* Recibido: 15 de enero de 2025 *Aceptado: 27 de febrero de 2025 * Publicado: �26 de marzo de 2025

 

 

        I.            Investigador Independiente, Ecuador.

      II.            Investigador Independiente, Ecuador.

   III.            Investigador Independiente, Ecuador.

   IV.            Investigador Independiente, Ecuador.


Resumen

Los Trastornos Espec�ficos del Aprendizaje (TEA) representan una preocupaci�n creciente en el �mbito educativo y cl�nico debido a su prevalencia y a las consecuencias que generan en el desempe�o acad�mico y emocional de ni�os, ni�as y adolescentes. Este tipo de trastornos afecta de forma persistente habilidades fundamentales como la lectura, la escritura y el c�lculo, pese a que los estudiantes que los presentan poseen un nivel de inteligencia dentro del promedio o incluso superior.

El presente art�culo constituye una revisi�n cr�tica que explora la definici�n, subtipos, criterios diagn�sticos y fundamentos neuropsicol�gicos de los TEA, con especial �nfasis en los tres m�s reconocidos: dislexia, disgraf�a y discalculia. Asimismo, se analizan sus implicaciones en el entorno escolar y familiar, subrayando la necesidad de intervenciones tempranas, sostenidas y personalizadas. Esta revisi�n recoge aportes recientes de investigaciones cient�ficas y propone estrategias de apoyo desde la escuela y el hogar.

Se concluye que los Trastornos Espec�ficos del Aprendizaje requieren una comprensi�n amplia que supere los enfoques reduccionistas y promueva la inclusi�n, el respeto por los ritmos individuales y la colaboraci�n entre familia, escuela y profesionales especializados.

Palabras clave: Trastornos del aprendizaje; dislexia; disgraf�a; discalculia; inclusi�n educativa; intervenci�n familiar; diagn�stico temprano.

 

Abstract

Specific Learning Disorders (SDD) represent a growing concern in the educational and clinical fields due to their prevalence and the consequences they have on the academic and emotional performance of children and adolescents. This type of disorder persistently affects fundamental skills such as reading, writing, and arithmetic, even though students with them have average or even higher intelligence levels.

This article constitutes a critical review that explores the definition, subtypes, diagnostic criteria, and neuropsychological foundations of ASD, with special emphasis on the three most recognized: dyslexia, dysgraphia, and dyscalculia. It also analyzes their implications for the school and family environment, highlighting the need for early, sustained, and personalized interventions. This review compiles recent contributions from scientific research and proposes support strategies for schools and homes. It is concluded that Specific Learning Disorders require a broad understanding that goes beyond reductionist approaches and promotes inclusion, respect for individual rhythms, and collaboration between families, schools, and specialized professionals.

Keywords: Learning disorders; dyslexia; dysgraphia; dyscalculia; educational inclusion; family intervention; early diagnosis.

 

Resumo

Os Transtornos Espec�ficos de Aprendizagem (TEA) representam uma preocupa��o crescente no campo educacional e cl�nico devido � sua preval�ncia e �s consequ�ncias que geram no desempenho acad�mico e emocional de crian�as e adolescentes. Este tipo de dist�rbio afeta persistentemente habilidades fundamentais como leitura, escrita e c�lculo, apesar de os alunos que os apresentam apresentarem um n�vel de intelig�ncia dentro da m�dia ou at� superior.

Este artigo constitui uma revis�o cr�tica que explora a defini��o, subtipos, crit�rios diagn�sticos e fundamentos neuropsicol�gicos do TEA, com especial �nfase nos tr�s mais reconhecidos: dislexia, disgrafia e discalculia. Da mesma forma, s�o analisadas as suas implica��es no ambiente escolar e familiar, destacando a necessidade de interven��es precoces, sustentadas e personalizadas. Esta revis�o inclui contribui��es recentes de pesquisas cient�ficas e prop�e estrat�gias de apoio na escola e em casa.

Conclui-se que os Transtornos Espec�ficos de Aprendizagem requerem uma compreens�o ampla que supere abordagens reducionistas e promova a inclus�o, o respeito aos ritmos individuais e a colabora��o entre fam�lia, escola e profissionais especializados.

Palavras-chave: Dist�rbios de aprendizagem; dislexia; disgrafia; discalculia; inclus�o educacional; interven��o familiar; diagn�stico precoce.

 

Introducci�n

Los procesos de ense�anza y aprendizaje no son iguales para todos los estudiantes. En cada aula existe una diversidad de ritmos, estilos y capacidades que desaf�an constantemente a los sistemas educativos. Dentro de esta diversidad, los Trastornos Espec�ficos del Aprendizaje (TEA) constituyen una categor�a de condiciones del neurodesarrollo que interfieren de manera significativa en la adquisici�n de habilidades acad�micas espec�ficas, a pesar de que no existe ninguna discapacidad intelectual, sensorial o emocional que explique estas dificultades.

En las �ltimas d�cadas, ha crecido el inter�s por entender los TEA desde una perspectiva multidisciplinaria. Ya no se los concibe como simples "problemas escolares", sino como condiciones que requieren una atenci�n integral desde el �mbito educativo, cl�nico y familiar. A pesar de su frecuencia, muchos casos contin�an sin ser detectados a tiempo, lo que conduce al fracaso escolar, a una baja autoestima y, en muchos casos, a la deserci�n educativa.

Esta revisi�n pretende ofrecer una mirada actualizada sobre los Trastornos Espec�ficos del Aprendizaje, abordando sus subtipos m�s comunes (dislexia, disgraf�a y discalculia), as� como los criterios diagn�sticos que los diferencian de otras condiciones. Se destacan tambi�n las caracter�sticas neuropsicol�gicas, la importancia de la intervenci�n familiar y docente, y se proponen estrategias pedag�gicas adaptadas que respondan a las necesidades individuales.

Desde esta perspectiva, se plantea que el abordaje de los TEA debe ir m�s all� del diagn�stico cl�nico. Requiere de una comprensi�n humanizada y comprometida, donde se reconozca la singularidad de cada estudiante y se valoren sus potencialidades, no solo sus limitaciones. El trabajo conjunto entre docentes, familias, psic�logos y terapeutas se vuelve indispensable para lograr trayectorias educativas m�s equitativas e inclusivas.

 

Fundamentaci�n te�rica

El concepto de Trastornos Espec�ficos del Aprendizaje ha sido objeto de debate desde diferentes disciplinas como la neuropsicolog�a, la pedagog�a, la psiquiatr�a y la psicolog�a evolutiva. Aunque su reconocimiento oficial proviene del �mbito cl�nico, hoy en d�a se acepta que su comprensi�n y abordaje requieren una mirada educativa y social complementaria.

Seg�n el Manual Diagn�stico y Estad�stico de los Trastornos Mentales en su quinta edici�n (DSM-5), los TEA son dificultades persistentes en el aprendizaje de habilidades acad�micas clave, que se manifiestan durante los a�os escolares y que no pueden explicarse por d�ficits sensoriales, retraso intelectual o falta de instrucci�n adecuada (American Psychiatric Association, 2013).

A diferencia de otros trastornos del neurodesarrollo como el Trastorno por D�ficit de Atenci�n con Hiperactividad (TDAH) o los trastornos del espectro autista, los TEA afectan de forma focalizada una o varias funciones cognitivas relacionadas con el aprendizaje formal. Es decir, un estudiante puede tener un rendimiento normal o sobresaliente en la mayor�a de las �reas, pero presentar severas dificultades para leer, escribir o realizar operaciones matem�ticas.

Los estudios en neurociencias han aportado evidencia s�lida de que estos trastornos tienen una base neurobiol�gica. En el caso de la dislexia, por ejemplo, se han identificado diferencias en el funcionamiento del hemisferio izquierdo, espec�ficamente en las �reas responsables de la decodificaci�n fonol�gica y la comprensi�n lectora (Shaywitz, 2003). En la discalculia, los estudios sugieren una alteraci�n en las redes neuronales encargadas del procesamiento num�rico, mientras que la disgraf�a se asocia a dificultades en la planificaci�n motora y la memoria de trabajo verbal.

Por otro lado, diversos autores coinciden en que los TEA no deben entenderse �nicamente desde el d�ficit, sino tambi�n desde una visi�n de potencial. Estudiantes con TEA, cuando reciben apoyos adecuados, pueden desarrollar trayectorias acad�micas exitosas, siempre que se les brinden oportunidades reales de aprendizaje, adaptaciones metodol�gicas y un entorno emocionalmente seguro.

 

Criterios diagn�sticos de los TEA

El diagn�stico de los Trastornos Espec�ficos del Aprendizaje ha evolucionado con los a�os, en parte gracias al avance de los instrumentos de evaluaci�n y al desarrollo de marcos conceptuales m�s amplios e integradores. Actualmente, el sistema de clasificaci�n m�s utilizado en el �mbito cl�nico y educativo es el Manual Diagn�stico y Estad�stico de los Trastornos Mentales (DSM-5), publicado por la American Psychiatric Association.

De acuerdo con el DSM-5 (2013), para que un estudiante sea diagnosticado con un TEA deben cumplirse los siguientes criterios:

         Dificultades persistentes en al menos una de las siguientes habilidades durante un periodo m�nimo de seis meses, a pesar de la provisi�n de intervenciones dirigidas:

         Lectura de palabras imprecisa o lenta.

         Dificultades para comprender lo que se lee.

         Errores ortogr�ficos frecuentes.

         Problemas para expresar ideas por escrito.

         Dificultades para dominar el sentido del n�mero, los datos num�ricos o el c�lculo.

         Problemas con el razonamiento matem�tico.

         El rendimiento acad�mico afectado est� cuantitativamente por debajo del nivel esperado para la edad cronol�gica del estudiante, y estas dificultades impactan significativamente en el desempe�o escolar, laboral o en actividades cotidianas.

         Las dificultades comenzaron durante los a�os escolares, aunque en algunos casos no se manifiestan claramente hasta que las demandas acad�micas superan las capacidades del estudiante.

         El trastorno no se explica mejor por discapacidad intelectual, deficiencias sensoriales, trastornos neurol�gicos, adversidad psicosocial, falta de dominio del idioma de instrucci�n ni instrucci�n educativa inadecuada.

Es fundamental que el diagn�stico se base en una evaluaci�n psicopedag�gica integral, que incluya pruebas estandarizadas, observaciones en el aula, entrevistas con familiares y un an�lisis de la trayectoria educativa del ni�o o adolescente. Adem�s, el juicio cl�nico del equipo evaluador debe considerar la historia individual y el contexto sociocultural del estudiante.

 

Subtipos de Trastornos Espec�ficos del Aprendizaje

Dislexia

La dislexia es, quiz�s, el trastorno del aprendizaje m�s conocido. Se define como una dificultad espec�fica para el desarrollo de las habilidades relacionadas con la lectura. Afecta principalmente la decodificaci�n de palabras, la fluidez lectora y, en muchos casos, la comprensi�n del texto.

Los ni�os y ni�as con dislexia suelen tener un historial de retraso en el lenguaje oral, confusiones en la pronunciaci�n, dificultades para recordar nombres de letras y una lectura inicial lenta y trabajosa. Con frecuencia, confunden sonidos similares, omiten o sustituyen letras, y tienen dificultades para relacionar los sonidos con las graf�as correspondientes.

Contrario a lo que algunos mitos sugieren, la dislexia no es producto de una baja inteligencia ni de falta de esfuerzo, sino de una diferencia neurobiol�gica en el procesamiento del lenguaje escrito. Las intervenciones m�s eficaces combinan m�todos fonol�gicos, ense�anza multisensorial, y adaptaciones en el entorno escolar que eviten penalizar los errores de lectura o escritura.

Disgraf�a

La disgraf�a se refiere a una dificultad en la producci�n escrita, tanto en el plano motor (trazo de letras) como en la organizaci�n y estructuraci�n de ideas. Aunque suele detectarse m�s tarde que la dislexia, muchos estudiantes muestran desde temprana edad una escritura lenta, ilegible, con errores gramaticales o de puntuaci�n, y una gran fatiga al escribir.

En algunos casos, la disgraf�a est� asociada a trastornos motores, como la dispraxia, pero tambi�n puede coexistir con dificultades en la memoria de trabajo verbal o en la estructuraci�n del discurso. Esto hace que el diagn�stico de la disgraf�a deba ser cuidadoso, y se realice con una evaluaci�n conjunta entre psic�logos, terapeutas ocupacionales y docentes especializados.

Es clave comprender que la disgraf�a no se corrige solo practicando caligraf�a. Los estudiantes con este trastorno necesitan apoyos espec�ficos, como el uso de ordenadores, dictado por voz, tiempos extendidos para las evaluaciones escritas y pautas claras que les permitan planificar sus textos paso a paso.

Discalculia

La discalculia, menos conocida pero igualmente limitante, se manifiesta como una dificultad persistente para comprender los conceptos num�ricos b�sicos, realizar operaciones matem�ticas y aplicar el razonamiento l�gico-matem�tico en problemas cotidianos.

Los ni�os con discalculia presentan errores frecuentes al contar, dificultades para recordar las tablas de multiplicar, para ordenar n�meros, estimar cantidades o aplicar procedimientos aritm�ticos simples. Estas dificultades no se deben a falta de pr�ctica o desinter�s, sino a diferencias en la manera en que el cerebro procesa la informaci�n num�rica y espacial.

Las investigaciones apuntan a alteraciones en regiones espec�ficas del l�bulo parietal, vinculadas a la representaci�n interna de la cantidad y al sentido del n�mero. Los enfoques de intervenci�n m�s eficaces incluyen el uso de material concreto, visualizaciones, estrategias metacognitivas y una ense�anza sistem�tica, adaptada al ritmo individual del estudiante.

 

Epidemiolog�a y prevalencia de los TEA

Los estudios epidemiol�gicos indican que los Trastornos Espec�ficos del Aprendizaje afectan a una proporci�n significativa de la poblaci�n escolar. Seg�n la Asociaci�n Internacional de Dislexia (IDA), entre el 10 % y el 15 % de los estudiantes pueden presentar alg�n tipo de TEA, siendo la dislexia el m�s com�n, con una prevalencia estimada del 5 % al 10 %.

La prevalencia var�a entre pa�ses y regiones, en parte por las diferencias en los criterios diagn�sticos, las metodolog�as utilizadas y el grado de conciencia y formaci�n del personal educativo y cl�nico. Muchos casos permanecen sin diagn�stico, especialmente en contextos con limitaciones en el acceso a evaluaciones especializadas.

Adem�s, se ha observado que los TEA tienden a ser m�s diagnosticados en varones que en mujeres, lo que podr�a deberse tanto a diferencias reales en la expresi�n de los s�ntomas como a sesgos en la identificaci�n. Las ni�as con dislexia o discalculia, por ejemplo, pueden desarrollar estrategias compensatorias que enmascaran las dificultades, retrasando su detecci�n.

Es importante se�alar que los TEA pueden coexistir con otros trastornos, como el TDAH, la ansiedad escolar o dificultades del lenguaje. Esta comorbilidad complica el diagn�stico y exige un enfoque multidisciplinar para su abordaje efectivo.

 

Caracter�sticas neuropsicol�gicas de los TEA

Los Trastornos Espec�ficos del Aprendizaje se vinculan a diferencias espec�ficas en la estructura y el funcionamiento del cerebro. Gracias al desarrollo de t�cnicas de neuroimagen, como la resonancia magn�tica funcional, se ha podido observar que los estudiantes con TEA presentan patrones de activaci�n cerebral distintos al realizar tareas escolares como la lectura, la escritura o el c�lculo.

En el caso de la dislexia, las alteraciones m�s relevantes se encuentran en las regiones del hemisferio izquierdo, particularmente en las �reas temporoparietales y occipitotemporales, que son esenciales para la decodificaci�n fonol�gica y la automatizaci�n del reconocimiento de palabras. En muchos estudiantes con dislexia, estas �reas muestran una activaci�n disminuida, lo que explica la lentitud lectora, los errores frecuentes y la dificultad para leer de forma fluida y comprensiva.

En la disgraf�a, los estudios neuropsicol�gicos revelan un funcionamiento at�pico en los circuitos frontoparietales, relacionados con la planificaci�n motora fina, la organizaci�n espacial y la memoria de trabajo. Por esta raz�n, los ni�os con disgraf�a no solo tienen una escritura deficiente, sino que tambi�n pueden experimentar ansiedad frente a las tareas escritas, debido a la fatiga cognitiva que estas implican.

En el caso de la discalculia, las investigaciones apuntan a una disfunci�n en las �reas parietales del cerebro, especialmente en la regi�n intraparietal, encargada de la representaci�n interna del n�mero y del razonamiento matem�tico. Esto puede traducirse en una pobre intuici�n num�rica, dificultad para estimar cantidades y errores al realizar operaciones b�sicas, incluso despu�s de repetidas ense�anzas.

Adem�s, desde el punto de vista neuropsicol�gico, los TEA suelen estar asociados a d�ficits en funciones ejecutivas espec�ficas como la atenci�n sostenida, la planificaci�n, la flexibilidad cognitiva y la memoria de trabajo. Estos procesos son esenciales para el aprendizaje, ya que permiten organizar la informaci�n, mantenerse enfocado en las tareas y autorregular el comportamiento durante el trabajo escolar. Su alteraci�n, por tanto, contribuye a las dificultades persistentes que presentan estos estudiantes.

 

Impacto en la vida escolar y emocional del estudiante

M�s all� de las dificultades acad�micas visibles, los TEA generan un impacto profundo en la vida emocional y social de los ni�os y adolescentes que los padecen. Cuando no son identificados a tiempo, o cuando se los interpreta err�neamente como falta de esfuerzo, los estudiantes pueden desarrollar sentimientos de frustraci�n, ansiedad y baja autoestima.

Numerosos estudios han documentado que los alumnos con TEA tienen mayor riesgo de presentar s�ntomas depresivos, retraimiento social y rechazo escolar. Esto se acent�a cuando no reciben apoyo adecuado y son expuestos a constantes comparaciones con sus compa�eros o a exigencias acad�micas desproporcionadas.

En el entorno escolar, muchos docentes no logran identificar las se�ales tempranas de estos trastornos, lo que retrasa el acceso a una evaluaci�n profesional y a intervenciones apropiadas. Adem�s, no siempre cuentan con herramientas para adaptar sus pr�cticas o para comprender el modo en que aprenden estos estudiantes.

Es com�n que los ni�os con TEA lleguen a la escuela con miedo, sinti�ndose �incapaces� o �diferentes�, especialmente cuando sus dificultades son objeto de burla por parte de sus pares o incluso de sanciones por parte de los adultos. Por eso, el acompa�amiento emocional es tan importante como las estrategias pedag�gicas.

La promoci�n de un clima escolar inclusivo, la formaci�n docente en diversidad de aprendizajes y el trabajo conjunto con psic�logos escolares son fundamentales para reducir el impacto emocional de estos trastornos y generar condiciones de aprendizaje m�s equitativas.

 

 

 

El rol de la familia en la detecci�n y acompa�amiento

La familia es, sin duda, un pilar fundamental en el proceso de detecci�n, aceptaci�n y acompa�amiento de los Trastornos Espec�ficos del Aprendizaje. Desde los primeros a�os de vida, son los padres y cuidadores quienes est�n en mejor posici�n para observar dificultades en el lenguaje, la escritura o el manejo de n�meros, as� como cambios en el estado emocional del ni�o ante las tareas escolares.

Sin embargo, en muchos casos, las familias desconocen qu� son los TEA o tienen ideas err�neas sobre ellos. Algunos padres atribuyen las dificultades a �pereza�, �falta de atenci�n� o �descuido�, sin comprender que se trata de una condici�n neurobiol�gica que requiere diagn�stico e intervenci�n profesional. Otros, al no recibir orientaci�n o respuestas claras desde la escuela, pueden sentirse confundidos o incluso culpables.

Es crucial que los centros educativos incluyan a las familias como aliadas en el proceso educativo. La comunicaci�n constante, la entrega de informes claros, la organizaci�n de talleres de formaci�n y el acceso a redes de apoyo pueden marcar una gran diferencia en el bienestar del ni�o o adolescente.

Adem�s, en casa, es necesario brindar apoyo emocional, establecer rutinas, fomentar la autonom�a y reforzar positivamente los logros, por peque�os que parezcan. Cuando la familia valida el esfuerzo del ni�o, reconoce sus avances y evita castigos por errores que no dependen de su voluntad, se construyen bases s�lidas para su desarrollo personal y escolar.

El empoderamiento familiar, por tanto, es un eje indispensable en toda estrategia de atenci�n a los TEA. Las madres, padres y cuidadores no son simples espectadores del proceso educativo; son protagonistas esenciales cuya participaci�n puede transformar la experiencia escolar de sus h

 

Estrategias de intervenci�n en el aula

El contexto escolar representa un escenario clave para la detecci�n temprana y la intervenci�n oportuna de los Trastornos Espec�ficos del Aprendizaje. Sin embargo, muchos docentes a�n no cuentan con la formaci�n suficiente para adaptar su pr�ctica a estudiantes con dislexia, disgraf�a o discalculia.

En este sentido, es fundamental que las estrategias pedag�gicas partan del principio de inclusi�n educativa, entendido no solo como el acceso a la escuela, sino como la participaci�n plena y significativa de todos los estudiantes, independientemente de sus caracter�sticas. Las siguientes son algunas de las intervenciones m�s efectivas documentadas en la literatura y en la pr�ctica docente:

a.       Para estudiantes con dislexia:

                    Priorizar la lectura multisensorial, integrando est�mulos visuales, auditivos y kinest�sicos.

                    Permitir el uso de audiolibros o lectores digitales con s�ntesis de voz.

                    Ofrecer tiempo adicional en actividades de lectura y evaluaciones escritas.

                    Enfatizar la comprensi�n del texto sobre la lectura en voz alta.

b.      Para estudiantes con disgraf�a:

                    Brindar alternativas a la escritura manual, como el uso del ordenador, aplicaciones de dictado o grabaci�n de audio.

                    Evitar penalizaciones por errores ortogr�ficos cuando estos forman parte del diagn�stico.

                    Proporcionar material de apoyo visual y gu�as estructuradas para planificar textos.

                    Valorar m�s el contenido que la forma, sobre todo en los primeros borradores.

c.       Para estudiantes con discalculia:

                    Emplear material concreto (cubos, regletas, tarjetas) para representar operaciones matem�ticas.

                    Fomentar el uso de estrategias verbales y visuales para recordar procedimientos.

                    Trabajar la comprensi�n num�rica mediante juegos, desaf�os manipulativos y trabajo por estaciones.

                    Utilizar recursos visuales como l�neas num�ricas, diagramas o software educativo.

Estas estrategias deben complementarse con la coordinaci�n entre docentes de distintas asignaturas, el apoyo del equipo de orientaci�n, y la participaci�n activa de las familias. Cada adaptaci�n no solo favorece al estudiante con TEA, sino que enriquece la ense�anza para toda la clase.

 

 

 

Estrategias de intervenci�n en el hogar

El hogar es el primer entorno de aprendizaje y tambi�n el m�s emocionalmente significativo. Por eso, las estrategias aplicadas en casa deben estar orientadas tanto al acompa�amiento emocional como al apoyo en el aprendizaje, sin convertir el hogar en una extensi�n r�gida del aula.

Algunas pr�cticas que han demostrado ser �tiles incluyen:

                    Establecer rutinas claras y predecibles para hacer tareas escolares, con espacios adecuados, sin distractores y tiempos definidos.

                    Dividir las tareas en etapas peque�as y alcanzables, celebrando cada logro.

                    Emplear material visual y pr�ctico para reforzar contenidos escolares.

                    Ayudar a organizar el tiempo y el espacio mediante agendas, cronogramas o pictogramas, seg�n la edad del estudiante.

                    Cultivar el gusto por la lectura sin imponerla como castigo; leer en voz alta, comentar historias, o incluso crear relatos juntos.

                    Mantener una comunicaci�n continua con la escuela, inform�ndose sobre los avances y dificultades del ni�o.

Sobre todo, el hogar debe ser un lugar donde el estudiante se sienta valorado, respetado y acompa�ado. El error no debe vivirse como un fracaso, sino como una oportunidad de aprendizaje.

 

Conclusiones

Los Trastornos Espec�ficos del Aprendizaje no son sin�nimo de fracaso escolar ni de incapacidad intelectual. Son condiciones neurobiol�gicas que, con el acompa�amiento adecuado, permiten que los estudiantes desarrollen sus habilidades, se mantengan motivados y alcancen sus objetivos educativos.

A lo largo de este art�culo se ha analizado la definici�n, los subtipos y las manifestaciones cl�nicas de la dislexia, la disgraf�a y la discalculia, as� como su impacto en la vida escolar y emocional de los estudiantes. Tambi�n se ha profundizado en el papel del entorno familiar y en la necesidad de construir un sistema educativo m�s flexible y humano.

La clave para responder adecuadamente a los TEA est� en el trabajo articulado entre docentes, familias, orientadores y profesionales de la salud. La detecci�n temprana, el respeto por la diversidad, y la formaci�n permanente del profesorado son pilares de una educaci�n verdaderamente inclusiva.

Reconocer que cada estudiante aprende de forma diferente no es solo una cuesti�n de equidad, sino de justicia pedag�gica.

 

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� 2025 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)

(https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/).

 

 

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