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Doble presencia como riesgo psicosocial en el sector productivo flor�cola de mulal�, Cotopaxi, Ecuador

 

Double presence as a psychosocial risk in the flower production sector of Mulal�, Cotopaxi, Ecuador

 

Dupla presen�a como risco psicossocial no setor de produ��o de flores de Mulal�, Cotopaxi, Equador

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: camilamoreira1@hotmail.com

 

Ciencias T�cnicas y Aplicadas

Art�culo de Investigaci�n

 

 

* Recibido: 18 de enero de 2025 *Aceptado: 21 de febrero de 2025 * Publicado: �31 de marzo de 2025

 

        I.            Universidad T�cnica de Cotopaxi, Latacunga, Ecuador.

      II.            Universidad T�cnica de Cotopaxi, Latacunga, Ecuador.

 

Resumen

El presente estudio evalu� el impacto de la doble presencia como riesgo psicosocial en los trabajadores del sector flor�cola de Mulal�, Cotopaxi, Ecuador, durante el periodo 2024; entendiendo este fen�meno social como la demanda conflictiva entre las responsabilidades laborales y familiares. El estudio se abord� mediante un enfoque cuantitativo, descriptivo, correlacional y de corte transversal. Utilizando el cuestionario de evaluaci�n de riesgo psicosocial del Ministerio del Trabajo (2018), se encuest� a una muestra no probabil�stica de 771 colaboradores/as, seleccionados/as entre personal administrativo y operativo. Los resultados evidencian que las condiciones laborales y el estado de salud autopercibido son los principales factores asociados a esta problem�tica, afectando principalmente a las mujeres debido a la carga desproporcionada de responsabilidades familiares. Adem�s, los hallazgos contribuyen a visibilizar una problem�tica poco atendida, proporcionando informaci�n clave para dise�ar estrategias que mejoren las condiciones laborales y promuevan un equilibrio entre las responsabilidades familiares y laborales. Se identifican estrategias de intervenci�n desde el Trabajo Social que incluyen la promoci�n de pol�ticas de conciliaci�n laboral-familiar, la sensibilizaci�n sobre corresponsabilidad de g�nero, la mejora de las condiciones laborales y el fortalecimiento del apoyo psicosocial, asimismo, se destaca la necesidad de una regulaci�n m�s amplia de los riesgos psicosociales en la legislaci�n ecuatoriana.

Palabras clave: doble presencia; riesgos psicosociales; g�nero; trabajo social; conciliaci�n laboral-familiar.

 

Abstract

This study evaluated the impact of double presence as a psychosocial risk on workers in the floriculture sector of Mulal�, Cotopaxi, Ecuador, during the period from 2024 to 2024. This social phenomenon is understood as the conflicting demands between work and family responsibilities. The study was conducted using a quantitative, descriptive, correlational, and cross-sectional approach. Using the Ministry of Labor's psychosocial risk assessment questionnaire (2018), a non-probabilistic sample of 771 employees, selected from among administrative and operational staff, was surveyed. The results show that working conditions and self-perceived health status are the main factors associated with this problem, primarily affecting women due to their disproportionate burden of family responsibilities. Furthermore, the findings contribute to highlighting an under-addressed issue, providing key information for designing strategies to improve working conditions and promote a balance between family and work responsibilities. Social work intervention strategies are identified, including promoting work-life balance policies, raising awareness about gender co-responsibility, improving working conditions, and strengthening psychosocial support. Furthermore, the need for broader regulation of psychosocial risks in Ecuadorian legislation is highlighted.

Keywords: dual presence; psychosocial risks; gender; social work; work-life balance.

 

Resumo

Este estudo avaliou o impacto da dupla presen�a como risco psicossocial nos trabalhadores do setor da floricultura de Mulal�, Cotopaxi, Equador, durante o per�odo de 2024; entendendo este fen�meno social como a exig�ncia conflituosa entre o trabalho e as responsabilidades familiares. O estudo foi abordado atrav�s de uma abordagem quantitativa, descritiva, correlacional e transversal. Com recurso ao question�rio de avalia��o de risco psicossocial do Minist�rio do Trabalho (2018), foi inquirida uma amostra n�o probabil�stica de 771 colaboradores, selecionados entre o pessoal administrativo e operacional. Os resultados mostram que as condi��es de trabalho e a autoperce��o do estado de sa�de s�o os principais fatores associados a este problema, afetando principalmente as mulheres devido � sua carga desproporcional de responsabilidades familiares. Al�m disso, as descobertas contribuem para evidenciar um problema pouco relatado, fornecendo informa��es importantes para a elabora��o de estrat�gias que melhorem as condi��es de trabalho e promovam o equil�brio entre as responsabilidades familiares e profissionais. S�o identificadas estrat�gias de interven��o do servi�o social, incluindo a promo��o de pol�ticas de equil�brio entre a vida pessoal e profissional, a sensibiliza��o para a corresponsabilidade de g�nero, a melhoria das condi��es de trabalho e o refor�o do apoio psicossocial. Al�m disso, destaca-se a necessidade de uma regulamenta��o mais ampla dos riscos psicossociais na legisla��o equatoriana.

Palavras-chave: dupla presen�a; riscos psicossociais; g�nero; trabalho social; equil�brio entre a vida pessoal e profissional.

 

 

 

Introducci�n

La doble presencia, entendida como la demanda conflictiva entre las responsabilidades laborales y familiares, constituye un riesgo psicosocial significativo, especialmente en sectores productivos como en una flor�cola donde las condiciones laborales demandantes se suman a las desigualdades de g�nero, profundamente arraigadas en el contexto cultural ecuatoriano. Este fen�meno afecta de manera particular a las mujeres, quienes suelen asumir una mayor carga en las tareas dom�sticas y familiares, adem�s de sus responsabilidades laborales; traduci�ndose en un factor que compromete su bienestar f�sico, mental y social, lo cual tiene efectos adversos en su calidad de vida y productividad laboral.

A pesar de que la normativa ecuatoriana, como el Acuerdo Ministerial No. MDT-2017-0082, promueve la prevenci�n de riesgos psicosociales, su implementaci�n sigue siendo limitada y carece de un enfoque integral que considere las desigualdades de g�nero.

El trabajo en el sector productivo flor�cola tiene una participaci�n significativa en la econom�a de la poblaci�n, sobre todo en Cotopaxi que es uno de los m�s importantes de la regi�n: �Pichincha es la provincia con mayor concentraci�n de flor�colas seguido de Carchi y Cotopaxi, Imbabura, Tungurahua y otras� (Observatorio Econ�mico y Social de Tungurahua, 2020, p. 1); sin embargo, los trabajadores de este sector, especialmente las mujeres, enfrentan altos niveles de estr�s y agotamiento emocional por la falta de pol�ticas laborales que aborden los riesgos psicosociales de manera efectiva.

Este art�culo busca visibilizar el impacto de la doble presencia en el bienestar psicosocial de los trabajadores del sector flor�cola de Mulal�, Cotopaxi. A trav�s de un enfoque cuantitativo, correlacional y descriptivo, se analizan las condiciones socioculturales de g�nero y laborales que perpet�an esta problem�tica, y se proponen estrategias para mitigar sus efectos. El estudio se fundamenta en la aplicaci�n del cuestionario de evaluaci�n de riesgos psicosociales del Ministerio del Trabajo (2018), validado por su confiabilidad y precisi�n para diagnosticar factores de riesgo en entornos laborales.

La relevancia de esta investigaci�n radica en su contribuci�n a la comprensi�n y gesti�n de los riesgos psicosociales en el sector productivo flor�cola, con �nfasis en la equidad de g�nero y el desarrollo de entornos laborales m�s saludables y sostenibles. Asimismo, busca aportar al Trabajo Social herramientas y perspectivas que favorezcan un abordaje integral de los problemas psicosociales, promoviendo el bienestar de los trabajadores y la igualdad en el �mbito laboral/dom�stico.

Se pretende abordar c�mo el entorno social y la demanda laboral exponen a ambos g�neros, pero principalmente a la mujer, a presiones, estr�s, inequidades, discriminaci�n y juicios de valor estereotipados por los entornos socioculturales en los que el g�nero femenino asume la responsabilidad del trabajo dom�stico, as� mismo, las tareas que tienen relaci�n con el acompa�amiento escolar:� la asistencia, el acompa�amiento continuo, los eventos escolares, las reuniones familiares, las actividades extracurriculares y la gesti�n emocional de los hijos e hijas.

Esta sobrecarga, no solo impacta en la salud f�sica y emocional de las mujeres, sino que tambi�n limita sus oportunidades de desarrollo profesional y personal; en este sentido, se perpet�an din�micas de desigualdad que dificultan la conciliaci�n entre la vida laboral y familiar, reproduciendo patrones tradicionales de g�nero que asignan de forma impl�cita o expl�cita estos roles de cuidado.

Por medio de la (Ley Org�nica del Derecho al Cuidado Humano , Suplemento del Registro Oficial No. 309 , 12 de Mayo 2023) se entiende la igualdad de g�nero, con base a una reestructuraci�n de los sistemas de trabajo y sociales, con el fin de conseguir una participaci�n m�s equitativa de hombres y mujeres, tanto en el mercado laboral como en la vida familiar; permitiendo una mayor compatibilidad entre las responsabilidades laborales y las obligaciones familiares, especialmente para las mujeres, quienes reportan mayores niveles de doble presencia.

 

Marco te�rico

Mediante la revisi�n bibliogr�fica se sustentan conceptos y teor�as que explican la afectaci�n de la doble presencia como un riesgo psicosocial; al cual se exponen las colaboradoras/es del sector laboral productivo flor�cola y dom�stico-familiar, pudiendo comprometer la salud que no solo es el estado de bienestar f�sico, sino tambi�n psicol�gico y social. Su importancia investigativa radica en la poca visibilidad que tiene esta problem�tica a nivel individual, familiar, social y laboral/productivo; por tanto, se busca analizar y proponer medidas preventivas que aborde los hallazgos escatimados sobre la doble presencia, los cuales son pertinentes atender desde el Trabajo Social con un enfoque de derechos y de g�nero.

En la Gu�a para la aplicaci�n del cuestionario de evaluaci�n de riesgo psicosocial se define a la doble presencia como �una demanda conflictiva entre el trabajo y vida personal/familia� (Ministerio del Trabajo, 2018) siendo una de las 8 dimensiones que contempla el cuestionario para evaluar situaciones que pueden producir da�o a la salud del trabajador/servidor proporcionando un diagn�stico inicial desde el punto de vista psicosocial. Este concepto constituye un punto de partida para evaluaciones m�s espec�ficas en aquellas �reas que se presentan deficiencias, brechas e inequidades de g�nero frente a la responsabilidad laboral y personal/familiar.

La Organizaci�n Internacional del Trabajo OIT (2019) define a la �doble presencia�, tambi�n conocida como �doble jornada� a la necesidad de responder a las demandas del trabajo remunerado y del trabajo dom�stico/familiar o reproductivo; tal planteamiento contiene un sesgo social sutil frente al g�nero que esclarece la carga que enfrenta mayoritariamente las mujeres.

La legislaci�n ecuatoriana no incluye en el C�digo del Trabajo ni en la Ley de Seguridad Social una definici�n espec�fica de los factores psicosociales del trabajo, ni de los elementos que estos abarcan; sin embargo, se contempla de manera general a los riesgos de trabajo como un concepto macro que abarca todos los tipos de riesgos f�sicos, sociales y laborales, excluyendo la afectaci�n psicol�gica, a pesar de que es un elemento clave para entender los factores de riesgo en los trabajadores.

Por otro lado, la Organizaci�n Internacional del Trabajo, OIT (2019) define a los factores de riesgo psicosocial como aquellas caracter�sticas de las condiciones de trabajo que afectan a la salud de las personas a trav�s de mecanismos psicol�gicos y fisiol�gicos a los que se denomina �estr�s� de manera cotidiana.

Los riesgos psicosociales han aumentado considerablemente con la pandemia, el estado psicol�gico y emocional de las personas ha cambiado de forma significativa, lo cual puede resultar perjudicial para el trabajador, pero tambi�n pueden ser contraproducente para la estabilidad laboral y econ�mica (Beltr�n & Freire, 2022).

Si bien es cierto que la industria flor�cola en el pa�s ha creado numerosas oportunidades de empleo, tambi�n ha provocado condiciones adversas para la salud de los trabajadores, especialmente en lo relacionado con aspectos psicosociales (Torres et al., 2019, p. 2). Por las condiciones demandantes que pueden exacerbar los efectos de la doble presencia en los colaboradores, se suman los contextos socioculturales que naturalizan y perpet�an roles de g�nero perjudiciales para la salud psicosocial de las mujeres, especialmente por el nivel sociocultural de los pa�ses latinoamericanos, puesto que es en donde no suele compartirse la corresponsabilidad en la pareja (Sorbara et al., 2021).

Usualmente, las mujeres trabajadoras de una flor�cola presentan una sobrecarga mayor por las preocupaciones, demandas del trabajo y del hogar; por su parte, los hombres lidian con tareas extralaborales como la agricultura, simult�neamente con la imposici�n del rol de g�nero de ser proveedor (Torres et al., 2019).

Trabajadores tanto hombres como mujeres est�n expuestos a las demandas laborales; sin embargo, la doble presencia como fen�meno enmarca las afectaciones entre el contexto laboral y familiar (Sanabria, 2024); las exigencias que han generado las expectativas culturales al respecto son contradictorias, pues se pretende que quien alcanza el �xito profesional debe invertir tiempo, compromiso, esfuerzo y al mismo tiempo, si tienen responsabilidades parentales, deben dedicar gran parte de su energ�a, compromiso y presencia f�sica-emocional a la familia procurando el bienestar de todos los integrantes (Fern�ndez L�pez, Fern�ndez Fidalgo, & Siegrist, 2005).

Cumplir con ambas responsabilidades genera tensiones �sentimientos depresivos y de ansiedad; en el trabajo estos sentimientos influyen de manera directa en su productividad, mientras que en la vida familiar se produce diferencias entre sus miembros� (Beltr�n Avalos y Freire Medina, 2022) tambi�n reconocido en teor�a como �el conflicto trabajo-familia; este tiene importantes consecuencias psicol�gicas para los individuos, que comprenden estr�s, ansiedad, depresi�n, disminuci�n de la satisfacci�n laboral y familiar, y, agotamiento emocional� (Le�n Espinoza, 2023, p. 87).

Los hallazgos del estudio de Le�n Espinoza (2023) expresan que el conflicto trabajo-familia es un estresor que puede tener consecuencias negativas para el desempe�o laboral. Asimismo, los resultados sugieren que el g�nero y el nivel educativo son variables demogr�ficas importantes a considerar en la investigaci�n, puesto que se evidencia el ligero aumento del compromiso laboral hacia el g�nero femenino, el cual podr�a estar relacionado con un mayor conflicto trabajo-familia y un mayor compromiso afectivo de manera directa.

El tiempo destinado al trabajo no remunerado; es decir, dom�stico, puede extenderse hasta 4 horas m�s para las mujeres, resultando en una carga de trabajo global superior en t�rminos de tiempo y participaci�n (Jim�nez et al., 2020). En la investigaci�n de Torres et al. (2019) todas las dimensiones reflejan un nivel de riesgo psicosocial alto, siendo la �doble presencia� la dimensi�n con mayor riesgo (73.5%), reflej�ndose en ambos sexos, mayormente entre las trabajadoras. Sin embargo, no existe asociaci�n entre la doble presencia y el resto de las dimensiones correspondientes a los factores de riesgos psicosociales.

La menci�n bibliogr�fica permite excluir las respuestas del resto de dimensiones del cuestionario aplicado, con el fin de focalizar la obtenci�n de resultados concretos y mitigar las posibles limitaciones y desaf�os en la aplicaci�n de mismo como: sesgos y ambig�edades al aplicar el instrumento de recolecci�n, ralentizaci�n en la recolecci�n de datos debido a la cantidad de preguntas y el tiempo de respuesta. Estos enfoques te�ricos ofrecen diversos prismas a trav�s de los cuales se puede estudiar el fen�meno de la doble presencia y su impacto en el bienestar psicosocial de los/as colaboradores/as del sector flor�cola.

 

Metodolog�a

El presente estudio es de tipo cuantitativo de corte transversal descriptivo puesto que, como lo determina (Hern�ndez Sampieri et al., 2014) con este m�todo se pretende medir y estimar magnitudes de los fen�menos o problemas de investigaci�n que se pueden expresar en una relaci�n entre dos o m�s conceptos o variables con puntuaciones num�ricas.

Se puntualiza que es de car�cter transversal puesto que se considera la recolecci�n de datos en un �nico periodo de tiempo espec�fico. As� mismo, la investigaci�n es de car�cter descriptivo, ya que se llev� a cabo un an�lisis del que se describen las respuestas cuantitativas relacion�ndolas con los elementos del g�nero, nivel de escolaridad de los trabajadores y antig�edad.

Se plantea a la encuesta como t�cnica de investigaci�n utilizando de instrumento a la �Gu�a para la aplicaci�n del cuestionario de evaluaci�n de riesgo psicosocial� del MDT (Ministerio del Trabajo, 2018) el cual est� validado por medio del an�lisis con el coeficiente alfa de Cronbach de 0,967 y Coeficiente r de Pearson para determinar fiabilidad y validez. El cuestionario est� dise�ado para evaluar los riesgos psicosociales de forma v�lida y fiable, consta de 58 �tems agrupados en 8 dimensiones en los incluye el an�lisis de la Doble presencia (laboral � familiar).

Las opciones de respuesta tienen una escala de Likert que va desde completamente de acuerdo, parcialmente de acuerdo, poco de acuerdo y en desacuerdo; cada opci�n de respuesta tiene una puntuaci�n de 1 a 4. Se tiene presente la incorporaci�n de preguntas estructuradas que abarquen los datos sociodemogr�ficos, incluyendo variables independientes como el g�nero, etnia, nivel de escolaridad, estado civil y el n�mero de hijos.

La poblaci�n contempla a los trabajadores del sector flor�cola de la empresa, que data de 2200 colaboradores entre el personal administrativo y operativo. La muestra sustra�da es de 771 obtenida por medio del tipo de muestreo no probabil�stico por conveniencia (Canales Cer�n, 2006) m�todo elegido para este estudio debido al prop�sito investigativo que se centran en determinadas �reas tales como: el g�nero, antig�edad y nivel de escolaridad.

Para el procesamiento de la informaci�n y an�lisis estad�stico se establece una base de datos utilizando el programa SPSS. Se emplear�n medidas descriptivas como frecuencias y porcentajes, adem�s de pruebas de asociaci�n como el test de chi-cuadrado de independencia, con el fin de evaluar la relaci�n entre las variables sociodemogr�ficas (g�nero, nivel de escolaridad, antig�edad) y los niveles de riesgo psicosocial identificados en el cuestionario. Esta prueba permitir� determinar si las diferencias observadas entre los grupos son estad�sticamente significativas.

El muestreo no probabil�stico se caracteriza por la presencia del juicio personal del investigador en la estrategia de selecci�n de elementos, permitiendo decidir qu� variables se utilizar�n, el tama�o de la poblaci�n y el n�mero que comprende la muestra.

Se distingue de otros tipos de muestreo porque la responsabilidad de elegir qu� criterios se consideran y cuales se rechazan, reside en la pertinencia de los elementos para efectuar el estudio. (Canales Cer�n, 2006). A partir de los se�alamientos bibliogr�ficos, los criterios de inclusi�n sobre la poblaci�n encuestada a considerar se recogen en la Figura 1.

 

Figura 1: Criterios de inclusi�n de los/as participantes en el estudio.

Nota. Elaboraci�n propia. Informaci�n adaptada sobre el m�todo de muestreo no probabil�stico del libro de Metodolog�as de investigaci�n social de Canales Cer�n (2006).

 

Resultados

Esta investigaci�n estudia c�mo la doble presencia afecta a los trabajadores que participan en el trabajo de campo de flores en Mulal�, Cotopaxi. Las estad�sticas de investigaci�n mostraron resultados significativos al identificar elementos que afectan la percepci�n de doble presencia. Se realizaron pruebas de correlaciones y an�lisis a nivel de finca.

En cuanto al g�nero, se observa que la mayor�a de los trabajadores son mujeres, representando el 57.46% del total, mientras que los hombres constituyen el 42.54% (Tabla 1). Este hallazgo es relevante, ya que estudios previos sugieren que las mujeres suelen experimentar una mayor carga en la conciliaci�n entre el trabajo y la vida familiar (Ruperti-Lucero et al., 2021).

La sobrecarga de responsabilidades dom�sticas y laborales podr�a estar vinculada a niveles m�s altos de estr�s y riesgo psicosocial, lo que hace fundamental analizar las diferencias de percepci�n entre ambos g�neros

 

Tabla 1: Frecuencia de g�nero

Nota. Elaboraci�n propia.

 

Respecto al nivel de escolaridad, se encontr� que m�s de la mitad de los trabajadores (53.05%) tienen como nivel educativo m�s alto el bachillerato, seguido de un 27.76% que solo han completado la primaria. Un porcentaje menor ha alcanzado estudios superiores, con un 6.49% de trabajadores con t�tulo superior y un 4.28% que ha cursado estudios universitarios sin completar (Tabla 2).

Estos resultados sugieren que la mayor�a de los trabajadores tienen un nivel educativo medio-bajo, lo que podr�a limitar sus oportunidades de crecimiento dentro del sector y afectar su percepci�n de estabilidad y satisfacci�n laboral. Tambi�n podr�a influir en su experiencia del riesgo psicosocial, ya que trabajadores con menor formaci�n pueden tener menos herramientas para manejar situaciones de estr�s laboral.

 

 

 

Tabla 2: Frecuencia de nivel de escolaridad

Nota. Elaboraci�n propia.

 

El an�lisis de la antig�edad en la empresa muestra que la gran mayor�a de los trabajadores (82.49%) tienen menos de 2 a�os de experiencia en su actual empleo. Un 14.79% han trabajado entre 3 y 10 a�os, mientras que solo el 2.20% han permanecido entre 11 y 20 a�os, y un 0.52% tienen m�s de 21 a�os en la empresa (Tabla 3). Estos datos reflejan una alta rotaci�n laboral, caracter�stica com�n en el sector flor�cola. La inestabilidad laboral puede generar incertidumbre en los trabajadores, afectando su bienestar emocional y aumentando los niveles de estr�s. La falta de una trayectoria laboral prolongada dentro de la empresa podr�a tambi�n significar menores oportunidades de desarrollo y dificultades para establecer un equilibrio entre la vida laboral y familiar.

 

Tabla 3: Frecuencia de antig�edad en la empresa

Nota. Elaboraci�n propia.

 

En relaci�n con la edad, la poblaci�n trabajadora es predominantemente joven. El 43.06% de los trabajadores tienen entre 25 y 34 a�os, seguido por un 30.74% en el rango de 16 a 24 a�os. Esto indica que casi tres cuartas partes de la fuerza laboral son menores de 35 a�os. El 19.58% tienen entre 35 y 43 a�os, mientras que solo un 5.97% tienen entre 44 y 52 a�os, y un 0.65% son mayores de 53 a�os (Tabla 4). La composici�n etaria de la poblaci�n sugiere que la mayor�a de los/as colaboradores/as pueden enfrentar menores dificultades para conciliar sus responsabilidades laborales y familiares en comparaci�n con aquellos de mayor edad, quienes pueden tener cargas familiares m�s pesadas. Sin embargo, los trabajadores m�s j�venes pueden experimentar otro tipo de desaf�os, como la falta de estabilidad laboral y menores beneficios, lo que tambi�n puede afectar su percepci�n del riesgo psicosocial.

 

Tabla 4: Frecuencia de rango de edad

Nota. Elaboraci�n propia.

 

Los resultados de la caracterizaci�n de la poblaci�n indican que el sector flor�cola estudiado en Mulal�, Cotopaxi, est� compuesto mayoritariamente por mujeres j�venes con un nivel educativo medio-bajo y con una alta rotaci�n laboral. Estos factores pueden influir significativamente en la percepci�n del riesgo psicosocial y la doble presencia, ya que la estabilidad laboral, la educaci�n y el peso de responsabilidades familiares juegan un papel clave en el bienestar de los trabajadores. Analizar c�mo estas caracter�sticas impactan en la percepci�n del estr�s, la carga laboral y la conciliaci�n entre trabajo y familia permitir� comprender mejor las necesidades de esta poblaci�n y desarrollar estrategias de intervenci�n efectivas.

De la aplicaci�n del cuestionario de evaluaci�n de riesgo psicosocial en las fincas se observa que, en la mayor�a de las dimensiones, el riesgo bajo es predominante, representando m�s del 60% de los trabajadores en la mayor�a de los casos (Figura 2). Sin embargo, hay variaciones importantes entre dimensiones, donde algunas presentan un mayor porcentaje de riesgo medio y alto, lo que sugiere que ciertos aspectos del entorno laboral pueden estar generando condiciones de mayor vulnerabilidad para los trabajadores.

Entre las dimensiones con una mayor proporci�n de riesgo medio y alto, destacan Dimensi�n 6 (Recuperaci�n), Dimensi�n 8.2 (Acoso Laboral) y Dimensi�n 8.6 (Doble Presencia Laboral-Familiar). Esto sugiere que aspectos como el descanso, el ambiente laboral y la conciliaci�n entre el trabajo y la vida personal pueden estar generando mayores desaf�os para los trabajadores del sector flor�cola. Este an�lisis permite identificar las �reas en las que se requiere una mayor intervenci�n para reducir los riesgos psicosociales y mejorar el bienestar de los trabajadores.

 

Figura 2: Resultado por dimensi�n de la evaluaci�n de riesgo psicosocial

Nota. Elaboraci�n propia.

 

El an�lisis de las medidas descriptivas de las dimensiones del riesgo psicosocial permite identificar la tendencia central y la dispersi�n de los puntajes obtenidos en cada una de ellas. Se analizaron las dimensiones evaluadas en el estudio, considerando la media, mediana, desviaci�n est�ndar, valores m�nimos y m�ximos.

En general, las dimensiones del riesgo psicosocial presentan valores de media y mediana cercanos, lo que indica una percepci�n homog�nea entre los trabajadores; sin embargo, la desviaci�n est�ndar revela diferencias en la dispersi�n de los datos, sugiriendo que ciertos factores afectan de manera desigual a los empleados.

Dimensiones como Organizaci�n del Trabajo (5) y Liderazgo (3) muestran valores medios m�s altos, lo que podr�a estar asociado con mayores niveles de riesgo psicosocial, mientras que Recuperaci�n (6) y Doble Presencia Laboral-Familiar (8.6) presentan una mayor variabilidad, indicando condiciones m�s vulnerables para algunos trabajadores (Tabla 5), la presencia de valores m�ximos elevados en ciertas dimensiones se�ala que algunos empleados enfrentan niveles cr�ticos de riesgo, lo que resalta la necesidad de intervenciones espec�ficas para mitigar el impacto del entorno laboral en su bienestar.

 

Tabla 5: Medidas Descriptivas del Riesgo Psicosocial

Nota. Elaboraci�n propia.

 

Las medidas descriptivas reflejan que, si bien en general los niveles de riesgo psicosocial tienden a concentrarse en valores medios, existen dimensiones con una mayor variabilidad y presencia de puntajes elevados. Estos resultados resaltan la importancia de abordar el riesgo psicosocial de manera integral, con especial atenci�n en las �reas de organizaci�n del trabajo, liderazgo y conciliaci�n laboral-familiar, donde los trabajadores pueden estar experimentando mayores dificultades.

Correlaci�n entre Doble Presencia y Variables Sociodemogr�ficas

El an�lisis de la prueba de Chi-cuadrado muestra que g�nero, escolaridad y antig�edad tienen una asociaci�n significativa con la doble presencia, mientras que la edad no presenta una relaci�n estad�sticamente relevante. En cuanto al g�nero (Chi� = 12.29, p = 0.0021), los resultados sugieren que hombres y mujeres perciben de manera distinta la carga laboral y familiar, posiblemente debido a los roles de g�nero y las expectativas sociales. La escolaridad tambi�n influye en la conciliaci�n trabajo-familia (Chi� = 42.50, p = 0.0113), donde los trabajadores con menor nivel educativo pueden enfrentar mayores barreras para equilibrar ambas esferas, debido a la falta de oportunidades laborales con mayor estabilidad y flexibilidad. Asimismo, la antig�edad en la empresa muestra una relaci�n significativa (Chi� = 25.35, p = 0.0003), indicando que los trabajadores con m�s tiempo en la organizaci�n pueden haber desarrollado estrategias para gestionar mejor la doble presencia, mientras que los de menor antig�edad enfrentan mayores dificultades.

En contraste, la edad no present� una asociaci�n estad�sticamente significativa (Chi� = 13.81, p = 0.0866), lo que sugiere que la percepci�n del riesgo de doble presencia es similar en distintos grupos etarios. Estos hallazgos resaltan la necesidad de dise�ar estrategias diferenciadas para mitigar el impacto de la doble presencia, considerando factores como g�nero, nivel educativo y estabilidad laboral, con el fin de mejorar el bienestar y la calidad de vida de los trabajadores (Tabla 6).

 

Tabla 6: Correlaci�n entre Doble Presencia y Variables Sociodemogr�ficas

Nota. Elaboraci�n propia.

 

An�lisis de la Correlaci�n de Spearman con Doble PresenciaPrincipio del formulario

Final del formulario

 

El an�lisis de correlaciones de Spearman permite identificar la relaci�n entre la doble presencia y las distintas dimensiones del riesgo psicosocial. Dado que los datos no siguen una distribuci�n normal, se utiliz� esta prueba no param�trica para evaluar la fuerza y direcci�n de las asociaciones entre variables.

Los resultados muestran correlaciones significativas entre la doble presencia y varias dimensiones psicosociales, lo que indica que la manera en que los trabajadores perciben su carga laboral y familiar est� estrechamente relacionada con ciertos factores del entorno de trabajo. Entre las dimensiones con una correlaci�n m�s fuerte, destacan Organizaci�n del Trabajo (0.55) y Liderazgo (0.54), lo que sugiere que la manera en que se estructuran las actividades laborales y el estilo de liderazgo pueden influir significativamente en la percepci�n de la doble presencia (Tabla 7). Un entorno organizacional con poca claridad en la distribuci�n de tareas o un liderazgo ineficaz podr�a incrementar la sensaci�n de carga laboral, dificultando la conciliaci�n entre el trabajo y la vida personal.

Asimismo, se observa una correlaci�n significativa con Margen de Acci�n y Control (0.48) y Carga y Ritmo de Trabajo (0.40), lo que indica que los trabajadores con menor autonom�a y mayor carga de trabajo tienden a experimentar con mayor intensidad la doble presencia (Tabla 7). Esto sugiere que la rigidez en la gesti�n del tiempo y la falta de control sobre las propias actividades laborales pueden contribuir a un mayor conflicto entre las responsabilidades laborales y familiares.

 

Tabla 7: Correlaciones de Spearman con Doble Presencia

Nota. Elaboraci�n propia.

 

Los resultados evidencian que la doble presencia no es un fen�meno aislado, sino que est� fuertemente influenciado por factores organizacionales como la gesti�n del trabajo, el liderazgo y la autonom�a laboral. Estas correlaciones sugieren que mejorar las condiciones de trabajo y brindar mayor apoyo a los/as colaboradores/as en la gesti�n de su carga laboral puede ser clave para reducir la percepci�n de doble presencia y mejorar su bienestar.

La investigaci�n revela que las condiciones laborales adversas y el estado de salud autopercibido son los principales predictores de esta problem�tica, lo que sugiere una necesidad urgente de intervenci�n desde el Trabajo Social para mitigar sus efectos y promover el bienestar de los trabajadores.

 

Conclusiones

Los resultados de esta investigaci�n muestran que la �doble presencia� como fen�meno tiene implicaciones significativas para el bienestar psicosocial de los/as colaboradores/as del sector de floricultura de Mulal� en Cotopaxi; se encontr� que la percepci�n de la doble presencia es diferente seg�n el sexo, el nivel educativo y la antig�edad laboral, lo que confirma el impacto de las variables sociodemogr�ficas en la conciliaci�n de la vida laboral y familiar.

Las pruebas chi-cuadrado confirmaron que el g�nero es un factor determinante, ya que las mujeres contin�an asumiendo una parte desproporcionada tanto del trabajo remunerado como del no remunerado, lo que justifica la necesidad de estrategias de apoyo m�s espec�ficas para ellas, y tambi�n se encontr� una asociaci�n significativa entre el nivel educativo y el fen�meno de la doble presencia, lo que sugiere que los trabajadores con menos educaci�n son m�s propensos a enfrentar mayores dificultades para equilibrar responsabilidades debido a peores condiciones laborales y menos acceso a empleo flexible.

Por otro lado, la antig�edad en la empresa mostr� una relaci�n estad�sticamente significativa, lo que significa que los/as colaboradores/as m�s experimentados parecen haber desarrollado estrategias de afrontamiento para hacer frente a las consecuencias negativas de la vida cotidiana dual, mientras que los/as colaboradores/as menos experimentados parecen tener mayores dificultades para tratar con los problemas de equilibrio entre trabajo y vida personal.

La edad no mostr� una asociaci�n significativa con la doble presencia, lo que sugiere que este fen�meno afecta a los trabajadores de manera transversal, independientemente de su etapa de vida; sin embargo, factores como la carga y ritmo de trabajo, la organizaci�n del trabajo y la estabilidad emocional presentaron correlaciones significativas con la doble presencia, lo que confirma que el dise�o del entorno laboral influye directamente en la percepci�n de este fen�meno.

A trav�s del an�lisis de correlaciones utilizando el m�todo de Spearman, fue posible verificar que elementos espec�ficos como la recuperaci�n, el liderazgo y el alcance de acci�n y control est�n positivamente correlacionados de manera fuerte con el fen�meno de la doble presencia, esto sugiere que las personas que tienen una insuficiente recuperaci�n del trabajo, poca autonom�a en el trabajo o limitadas habilidades de liderazgo tienden a tener niveles m�s altos de percepci�n de doble presencia, lo que significa un aumento del riesgo psicosocial.

En t�rminos generales, los resultados de este estudio enfatizan la necesidad de incorporar la doble presencia del trabajador como un elemento determinante en la salud ocupacional de los/as colaboradores/as del sector flor�cola, puesto que su impacto no solo compromete la salud emocional, sino que puede provocar un mayor desgaste, estr�s y dificultad en la conciliaci�n de la vida laboral y familiar, lo que a su vez redunda en la productividad.

Para reducir los efectos de la doble presencia y mejorar el bienestar psicosocial de los trabajadores en el sector de la floricultura, es imperativo implementar estrategias que apoyen un mejor equilibrio entre el trabajo y la familia. En este sentido, se consideran pol�ticas de reconciliaci�n trabajo-familia, como horarios laborales flexibles y fomentar espacios de di�logo entre empleadores y empleados para determinar posibles necesidades.

Establecer guarder�as o servicios de asistencia familiar en las empresas florales ayudar�a a aliviar esta carga para este grupo. Adem�s, se deber�a aumentar la estabilidad laboral reduciendo la rotaci�n de personal y fomentando contratos m�s permanentes y, por lo tanto, seguros, lo que aliviar�a la ansiedad de los trabajadores por la inseguridad laboral y proporcionar�a un mayor bienestar.

Fortalecer la educaci�n y capacitaci�n de los trabajadores, con especial atenci�n a las herramientas de gesti�n del tiempo, tambi�n es vital. La capacitaci�n en la gesti�n del estr�s y la planificaci�n puede ayudar a aliviar la sensaci�n de carga entre el personal menos educado. La supervisi�n emp�tica o la supervisi�n de la gesti�n de recursos humanos pueden mejorar la distribuci�n justa de las tareas y mejorar el ambiente laboral. Por �ltimo, debe haber una evaluaci�n continua de los sistemas de monitoreo de riesgos psicosociales, particularmente sobre los efectos de la doble presencia en la salud y el bienestar de los empleados para asegurar que las estrategias implementadas est�n funcionando y se hagan ajustes cuando sea pertinente.

 

 

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