Resumo

O objetivo do estudo foi interpretar as percep��es dos professores sobre as a��es, esfor�os e estrat�gias em educa��o ambiental no n�vel b�sico superior. Uma Unidade Educacional localizada na prov�ncia de Los R�os-Equador, durante o per�odo escolar 2020-2021, foi tomada como estudo de caso. A pesquisa adotou o paradigma interpretativo com abordagem qualitativa, sob o m�todo fenomenol�gico, apoiado na hermen�utica. Trabalhamos com a t�cnica de entrevista com roteiro de perguntas, dirigido a quatro (4) professores das �reas de Ci�ncias Naturais e Sociais da institui��o, realizada por meio da plataforma Zoom. Pelas vozes e a��es dos professores entrevistados, ficou evidenciada a falta de comunica��o efetiva para a promo��o de estrat�gias pedag�gicas inovadoras quanto ao tratamento de res�duos s�lidos, al�m da baixa participa��o e intera��o com as comunidades do entorno, o que merece a organiza��o, planejamento e controle das atividades em programas de educa��o ambiental, com foco na gest�o eficiente de res�duos s�lidos. Os resultados permitiram a cria��o de macroconceitos como parte do entendimento da realidade estudada, o que constitui um n�cleo para continuar a pesquisa na busca de gerar um modelo te�rico did�tico na �rea de educa��o ambiental.

Introducci�n

La preocupaci�n constante a nivel nacional e internacional en el marco de los problemas ambientales, representa uno de los elementos recurrentes en muchos convenios, alianzas y estrategias que se vienen proponiendo, ante el agotamiento de los recursos naturales de la tierra, y los escenarios degradantes que contaminan el ambiente, los cuales representan una amenaza para la supervivencia del hombre sobre la tierra, por lo que se entiende que la educaci�n representa un �ngulo medular para promover las nuevas circunstancias constructivas de valores ambientales desde la escuela, como centro de creaci�n de conocimientos y transformaci�n de conductas dentro de la apropiaci�n del fen�meno ambiental (L�pez y Rodr�guez, 2022).

En esta perspectiva, la producci�n de residuos s�lidos constituye un elemento significativo en la problem�tica ambiental actual, donde se entiende que toda persona tiene alg�n nivel de responsabilidad derivada de su caracterizaci�n como consumidor y actor en actividades productivas (Benavente et al. 2014). La afectaci�n medioambiental, es actualmente un tema de gran preocupaci�n mundial por sus efectos negativos sobre los ecosistemas y la vida humana que pueden transformarse en irreversibles en poco tiempo (Maturana, 2016), que de acuerdo con la Organizaci�n de las Naciones Unidas (ONU, 2017) se presentan 12,6 millones de muertes en el mundo atribuidas a factores ambientales.

El conocimiento, dimensionamiento, comportamiento y cultura humana, referentes al manejo de desechos s�lidos, son elementos insertos en un tema amplio para su abordaje desde diferentes �reas del conocimiento, y entre ellas; un �ngulo medular es la educaci�n. En este contexto, Polo (2018) expresa: �es de vital importancia educar a la humanidad hacia una actitud con mayor responsabilidad en la conservaci�n del medio ambiente y encaminarlos hacia la prevenci�n� (p. 12). En este orden de ideas, emerger�n situaciones que reflejen cambios de paradigmas hacia la b�squeda de soluciones, competencias y habilidades integradas al desarrollo curricular significado en torno a los dilemas relacionados con el medio ambiente.

Los esquemas y pr�cticas pedag�gicas� en el �rea de educaci�n ambiental han de cubrir las expectativas de estrategias hol�sticas, capaces de provocar reflexiones en la promoci�n de escenarios participativos y de comportamientos conscientes hacia el medio ambiente y sus recursos naturales para poder responder con la intensidad motivadora de actividades coadyuvantes al proceso de ense�anza y aprendizaje (L�pez y Rodr�guez, 2022).

La educaci�n ambiental, desde una visi�n integral en el manejo de los residuos y desechos s�lidos, es una tarea de todos los actores sociales que forman parte del hecho educativo y a ello no escapa la instituci�n objeto de estudio, por lo que la contribuci�n de la investigaci�n se convierte en soporte ontol�gico y epistemol�gico, sobre el reto institucional que supone la presencia de una gesti�n escolar fundamentada en una visi�n prospectiva y proyectiva de la realidad ambiental.

Expuesto lo anterior, surge la siguiente interrogante: �Cu�les son las percepciones de los docentes sobre las acciones, gestiones y estrategias en educaci�n ambiental en el nivel b�sico superior?.

El desarrollo de una conciencia ambientalista debe ir en� armon�a y equilibrio con� los hechos cotidianos del hacer social del ser humano, en sus actividades productivas y de consumo, a fin de mantener el compromiso con la vida misma, los eventos de sostenibilidad que apoyen el desarrollo efectivo de estrategias ideales para mejorar el ambiente; lo que da cabida al refuerzo de nuevas realidades acad�micas, curriculares y de gesti�n c�nsona con eventos cognoscitivos y reflexivos. De all� que el prop�sito del estudio fue interpretar las percepciones de los docentes sobre las acciones, gestiones y estrategias en educaci�n ambiental en el nivel b�sico superior de la Unidad Educativa Centinela de Los R�os de la parroquia Patricia Pilar, cant�n Buena Fe, provincia de Los R�os-Ecuador.

Revisi�n de la literatura

L�pez y Rodr�guez (2022) en su estudio titulado: Educaci�n ambiental y gesti�n de residuos s�lidos: Un estudio en el nivel b�sico superior de Ecuador, afirman que la problem�tica ambiental ha tomado fuerza en las �ltimas d�cadas dado que el ser humano por sus actividades diarias causa impactos, ocasionando cambios en las estructuras naturales que llevan a crear situaciones de riesgo propio y en los ecosistemas, especies, recursos, as� como en el paisaje natural; por lo cual a trav�s de la educaci�n ambiental se busca la formaci�n de ciudadanos responsables con el medio y la generaci�n de conductas satisfactorias con el entorno desde el escenario de la escuela, en una poblaci�n etaria en proceso de formaci�n escolar b�sica,� lo cual resulta importante en un caso concreto de una realidad espec�fica capaz de replicarse y reproducirse en an�logas circunstancias, especialmente en el tratamiento de un problema que incluye a todos como lo es la producci�n y gesti�n de residuos s�lidos.

La investigaci�n de Manning (2021) titulada: The role and potential of environmental education for enhancing the wellbeing of young people: a case study of the field studies council, slapton ley, resalta que las explicaciones del bienestar que proyectan los padres de familia en los j�venes restringen sus percepciones sobre el ambiente por lo que manifiestan particulares formas de participaci�n donde se involucran sus emociones en entornos educativos.

Por su parte, Dornhoff et al. (2019) en su estudio titulado: Nature relatedness and environmental concern of young people in Ecuador and Germany, hacen un llamado de atenci�n a la p�rdida de biodiversidad, cuyas consecuencias radican en el cambio clim�tico y la contaminaci�n ambiental, resaltando que los esquemas ambientales en la formaci�n curricular cobran inter�s en activar desde la juventud y adolescencia, los aspectos de la biodiversidad, conservaci�n ambiental y los diversos temas relacionados con el equilibrio de la naturaleza, como factores psicol�gicos a tomar en cuenta para el fortalecimiento, equilibrio y adecuaci�n de comportamientos proambientales.

En los hallazgos de la investigaci�n de Aikens (2019) titulada: A Critical Policy Analysis of Environmental and Sustainability Education in Canada, se evidenciaron tres grupos de pol�ticas distintas en el tema ambiental provincial, relacionado con la sostenibilidad: el escenario ambiental, la educaci�n ambiental y la educaci�n ind�gena, cada una enfatizando focos de diferentes relaciones con un conjunto global de educaci�n fundamentada en el desarrollo sostenible.

Tomando en consideraci�n los antecedentes nacionales e internacionales consultados, la contribuci�n del estudio en el marco de la Educaci�n Ambiental, cobra vigencia frente a los requerimientos de un mundo globalizado que intercede, a trav�s de convenios y alianzas estrat�gicas entre los pa�ses, para afianzar� la disposici�n y disponibilidad de la sociedad mundial en la buena voluntad, para asistir a las recomendaciones derivadas en congresos, simposios, talleres, cursos, entre otros; destinados a mejorar el comportamiento de la sociedad y la conciencia sobre la situaci�n actual en la que se encuentra el planeta, bajo la relaci�n que tiene el ser humano� con el ecosistema en cual se habita; por tanto; se activa la mirada integral de la formaci�n desde las escuelas, las percepciones de los docentes sobre esta �rea disciplinar y las estrategias pedag�gicas que utilizan en los espacios de aprendizaje, en el sentido de resaltar la importancia del tema, la creaci�n de conciencia sobre la naturaleza y de este modo, garantizar a las futuras generaciones un ambiente ecol�gico sano.

Acciones, Gestiones y Estrategias Pedag�gicas para el desarrollo de la Educaci�n Ambiental

Toda instituci�n educativa debe fomentar valores por el medio ambiente para que los actores institucionales puedan participar activamente en su cuidado y conservaci�n a trav�s de distintas acciones y actividades donde se pueda practicar una buena educaci�n ambiental, entre �stas se encuentran, realizar actividades en la naturaleza, aprender a reutilizar los recursos, participar en tareas de limpieza, debatir y reflexionar sobre el cuidado del ambiente, entre otras. Por tanto, la gesti�n escolar ambiental debe ir encaminada a identificar los problemas que afectan el medio ambiente de su entorno para emprender acciones desde la instituci�n educativa que contribuyan a buscar alternativas de soluci�n.

Li, y Chen (2019) dan a conocer que el derecho ambiental tiene la mayor demanda de �tica y justicia y en cierto sentido, es la fuerza que impulsa la protecci�n humana en funci�n de la prevenci�n de la contaminaci�n y la sostenibilidad de la vida sobre la tierra. He all�, donde se explica lo que significa la gobernanza ambiental que debe ir en l�nea directa con el desarrollo cient�fico tecnol�gico en el marco del respeto a la naturaleza y el estado de derecho ambiental, por lo tanto; es el momento de guiar el dilema �tico del Estado en la materia para avizorar la amplitud �tica que permita su actuaci�n con justicia.

En esta perspectiva, se debe fomentar el pensamiento cr�tico y creativo para analizar y responder temas complejos, sociales, culturales y afines correlacionados con la naturaleza. Tambi�n permite el desarrollo de la curiosidad y mejora las habilidades cient�ficas, incluido el uso adecuado de tecnolog�a que investiga, indaga y resuelve problemas ambientales con oportunidades para la innovaci�n.

En este orden de ideas, las estrategias pedag�gicas constituyen las acciones que desarrolla un docente, para facilitar la formaci�n y el aprendizaje de estudiantes; implica la organizaci�n de actividades formativas y la interacci�n del proceso ense�anza-aprendizaje para alcanzar conocimientos, valores, pr�cticas, procedimientos y problemas inherentes al �mbito de formaci�n (Gamboa et al., 2013). Esto apunta hacia la prioridad de los aprendizajes para la vida en la implicaci�n innovadora y efectiva de los objetivos did�cticos que ampl�an la din�mica del hacer, pensar y sentir de la educaci�n ambiental, a trav�s de los enfoques de la ense�anza creativa, reflexiva, cr�tica que permita la organizaci�n de proyectos dentro de un modelo integrador (L�pez y Rodr�guez, 2022).

La necesidad de nuevas herramientas que avalen la capacidad del docente para crear intereses ambientales de tipo pr�ctico, debe aprovecharse para reforzar conocimientos, valores y actitudes. Es necesario transformar la cultura de las personas individual y socialmente frente a la formaci�n ambiental, mediante la creaci�n de un entorno de aprendizaje permanente que perdure en los conocimientos, actitudes, comportamientos, valores y h�bitos para el mantenimiento de un ambiente saludable del cual se piense como una fuente agotable de beneficios que debe devolverse igual o minimizar el impacto de las actividades humanas (Melo, 2019).

El� docente� cuando� se� documenta� y� transmite� lo� asimilado� al� educando, debe� hacerlo de forma natural exponiendo lo ya aprendido y� vincul�ndolo� con� situaciones� reales� del� entorno, creando as� mayor motivaci�n por parte del estudiantado(Rodr�guez, 2000). Se trata de planificar actividades pedag�gicas abiertas a la participaci�n, donde los estudiantes est�n en contacto con la naturaleza; el desarrollo de campa�as ecol�gicas para impulsar actitudes, h�bitos y valores; conformaci�n de grupos ecol�gicos; (Melo, 2019). Ello incluye conferencias de sensibilizaci�n; actividades socioculturales; proyecci�n de videos ambientalistas, entre otras. No obstante, en el presente estudio, se busc� determinar las estrategias de educaci�n ambiental que desarrollan los docentes del nivel b�sico superior de la Unidad Educativa objeto de estudio, respecto a la identificaci�n sensible de su implementaci�n efectiva en la realidad de disposici�n y disponibilidad que transforme los escenarios de aprendizajes en la materia.

Estos requerimientos, se comparten con la postura de Paiva et al. (2016) en cuanto se comprende que el eje pedag�gico ambiental sembrado en la juventud y adolescencia a trav�s de estrategias centradas en los cambios de comportamientos actuales que toman la reorientaci�n hacia el futuro, conceden de igual manera, la fortaleza de actuaciones del adulto en cuanto a la preocupaci�n ambiental, resaltando el acopio de actividades de organizaci�n y liderazgo ambiental de manera efectiva, implicando la concreci�n de reflexiones conjuntas de influencia en el comportamiento humano de las comunidades, al punto de poder minimizar los problemas de la naturaleza en colaboraci�n con los otros, mostrando as� capacidades de adoptar nuevas formas de vida adapt�ndonos a diferentes entornos ambientales.

M�todo

La investigaci�n se sustent� en el paradigma interpretativo con enfoque cualitativo, el cual privilegia el an�lisis profundo y reflexivo de los significados subjetivos e intersubjetivos que forman parte de las realidades estudiadas (Rodr�guez, 2020). Se asumi� el m�todo Fenomenol�gico, apoyado en la hermen�utica el cual se identifica como un m�todo de investigaci�n social que interpreta y comprende, de manera sistem�tica los fen�menos relacionados con el comportamiento humano.

En sentido trascendental, se describen los hechos que van m�s all� de las voces de los actores sociales, lo que da cabida al aporte de las propias vivencias y experiencias sobre la realidad indagada. Se resaltaron los sentidos y significados en la manifestaci�n de los trozos discursivos de los actores sociales (docentes) en el contexto de la Unidad Educativa Centinela de los R�os. El empleo de esta metodolog�a se fundament� en la b�squeda de informaci�n al describir, explicar y analizar ideas, creencias, significados, conocimientos y pr�cticas (para el caso ambientales y de gesti�n de desechos s�lidos) en un sistema social determinado (Hern�ndez, et al. 2014).

Se trabaj� con cuatro (4) docentes, uno (1) masculino y tres (3) femeninos, que imparten los cursos de 8�, 9� y 10�, seleccionados de manera intencionada por conveniencia, los cuales forman parte de la plantilla profesoral de las �reas de Ciencias Naturales y Sociales de la instituci�n. La t�cnica utilizada fue la entrevista a trav�s del guion de preguntas y fue realizada a trav�s de la plataforma Zoom con la finalidad de interpretar las percepciones de los docentes sobre las acciones, gestiones y estrategias en educaci�n ambiental en el nivel b�sico superior de la Unidad Educativa Centinela de Los R�os.

Los temas contemplados en la entrevista se centraron en la educaci�n ambiental y la gesti�n de los desechos s�lidos en la instituci�n, los valores eco-ambientales, acciones, gestiones, comportamientos, motivaciones, percepciones y estrategias pedag�gicas, con la finalidad de interpretar las percepciones de los docentes sobre la propia formaci�n ambiental, recursos, necesidades, valores, actitudes y conductas ambientales presentes en la instituci�n en el ciclo lectivo y niveles investigados.

Resultados y� discusi�n

La interpretaci�n de los resultados surge de la informaci�n obtenida de las entrevistas a los docentes del �rea de Ciencias Naturales y Sociales de este contexto, para la identificaci�n de sus vivencias y experiencias en la realidad del fen�meno de estudio, donde se alcanzaron los procesos de categorizaci�n abierta y codificaci�n.

Las categor�as fueron designadas por las investigadoras para orientar la selecci�n de los extractos discursivos como unidades sem�nticas de an�lisis, en funci�n de las intenciones investigativas que fueron las siguientes: cognitiva (informaci�n y comprensi�n ambiental), afectiva (percepci�n de creencias y sentimientos medioambientales), conativa (criterios y conductas proambientales) y activa (acciones y comportamientos diligentes para la soluci�n de problemas ambientales). A continuaci�n, se muestran las cuatro (4) entrevistas realizadas las cuales permitieron comprender los distintos escenarios, pr�cticas y percepciones de los docentes.

Figura 1: Actor 1

Elaboraci�n propia (2022)

Mediante la categorizaci�n y codificaci�n, se evidencia que no existen programas o planes que realicen una evaluaci�n de los procesos antes mencionados en la Unidad Educativa objeto de estudio, premisas que indican que no se dispone de un definido manejo de residuos s�lidos. Igualmente, el escenario develado hace pensar sobre los requerimientos de la implementaci�n de proyectos dirigidos al fomento de una cultura ambiental, tanto por los profesores y estudiantes, como en los dem�s miembros instituciones a fin de tomar en cuenta, una actitud y compromiso adecuado para el proyecto ambiental dentro de la unidad educativa.

En el mismo orden de ideas, se interpreta los requisitos de mantener una permanente reflexi�n sobre la contribuci�n consciente que cada miembro de la organizaci�n, ha de valorar en pro del ambiente a trav�s de mecanismos integrales de acci�n grupal, lo que da base para pensar que en la instituci�n no se profundiza el hacer ambiental conjunto, de acuerdo con las l�neas estrat�gicas concebidas en la materia curricular, lo que se demuestra que no se cuenta relativamente con la planificaci�n de procesos de aprendizaje, no se especifica la evaluaci�n de situaciones que tengan que ver con los hechos preocupantes de la gesti�n de residuos, asociados a los procesos de educaci�n ambiental, para que toda la comunidad maneje de forma adecuada y pertinente la contaminaci�n generada por pr�cticas de consumo incorrectas.

En concreto, la categor�a abierta en el marco de criterios cognitivos, devel� los sentidos y significados atribuidos por los docentes sobre la informaci�n de comprensi�n ambiental. Es as� como fundamentalmente se distingui� la subcategor�a: organizaci�n medioambiental, participaci�n y comunicaci�n, la cual dio a entender los pocos escenarios de comunicaci�n que se manejan en la gesti�n de los residuos s�lidos como problem�tica generada en el hacer cotidiano.

En este orden de ideas, cobra importancia la investigaci�n de Debrah et al. (2021) al referir los criterios multifac�ticos que comprenden la problem�tica de la gesti�n de residuos s�lidos en las instituciones escolares, lo cual tiene que ver con aspectos pol�ticos, socioecon�micos, culturales, ambientales y de gesti�n institucional. Al mismo tiempo, la falta de comunicaci�n y orientaci�n ambiental, adquiere importancia frente a la brecha que existe entre el conocimiento de los procesos ambientales y los aprendizajes ecol�gicos, por la falta de conciencia, actitudes negativas frente a la contaminaci�n y poca efectividad en la orientaci�n de proyectos medioambientales que combinen todos estos esfuerzos dentro de una planificaci�n educativa.

En cuanto a la categor�a abierta: afectiva, como sistema de creencias, sentimientos medioambientales y percepciones de los docentes, se signific� principalmente, a trav�s de la subcategor�a: percepci�n en el proceso y residuos, que los docentes no le concede importancia a la disposici�n y manejo de residuos s�lidos en la instituci�n, ello se percibi� en el trozo discursivo del actor social 1, al declarar su desconocimiento sobre los proyectos ambientales institucionales que se centralicen en las actividades en funci�n del manejo adecuado de los residuos s�lidos en la unidad educativa del estudio.

En palabras de Dauda et al. (2017) es reconocible el inter�s que deben tener los docentes al evaluar sus propios conocimientos y mejorar las actitudes de los estudiantes hacia el manejo de residuos s�lidos, como aspecto fundamental de tipo afectivo, situaci�n que da pie para generar una serie de actividades, procesos y planes de acci�n que permita la ense�anza adecuada, motivadora y de sensibilidad en la adquisici�n de conocimientos cr�ticos y reflexivos acerca del tema ambiental.

En cuanto a la categor�a abierta: Conativa, la cual hace referencia a los criterios y conductas proambientales, se identificaron los sentidos y significados atribuidos por los docentes, principalmente a trav�s de la subcategor�a: plan de acci�n por gesti�n, donde se devel� el desconocimiento del plan de acci�n institucional que fundamente el car�cter din�mico que exige la puesta en pr�ctica de las actividades relacionadas con la gesti�n de residuos s�lidos.

Esta situaci�n concuerda con los resultados de la investigaci�n de Yusul, y Faraji (2022) al reconocer que el entorno educativo es un escenario ideal para fomentar los procesos de educaci�n ambiental en el marco de las diversas pol�ticas y programas para el buen uso y manejo de los residuos s�lidos. Este basamento es centrado en el comportamiento, compromiso y responsabilidad ambiental de los estudiantes como premisa motivadora de participaci�n que proyecta las buenas actitudes ambientales como parte del comportamiento humano, cuyo inter�s es la b�squeda de un sistema de mejora en los problemas ambientales.

Con relaci�n a la categor�a abierta: activa, referida a las acciones y comportamientos diligentes para la soluci�n de problemas ambientales, fue significada por los docentes, principalmente a trav�s de la subcategor�a: evaluaci�n de procesos, lo cual dio cabida a develar qu� las experiencias y vivencias en la pr�ctica educativa se conjugan en el desarrollo de actividades did�cticas que perfilan las manifestaciones sensibles del curr�culo para los procesos inherentes a la gesti�n de residuos s�lidos en la instituci�n.

Estas implicaciones, igualmente se dejan ver en las investigaciones realizadas por Ifegbesan (2008) en el sentido de fortalecer la conciencia ambiental, el conocimiento y las pr�cticas por parte de los estudiantes respecto a la gesti�n de residuos, donde cuenta mucho las actuaciones y las opiniones que ellos sostienen como reconocibles en sus comunidades frente a las consecuencias de malas pr�cticas que derivan esta problem�tica y exigen la participaci�n de todos.

En el ejercicio comprensivo de las categor�as abiertas, hubo la manifestaci�n de las opiniones de los docentes en el marco de sus vivencias y experiencias como pr�cticas de la educaci�n ambiental en el �rea espec�fica de la gesti�n de residuos s�lidos, en la Unidad Educativa Centinela de Los R�os de la parroquia Patricia Pilar, cant�n Buena Fe, provincia de Los R�os-Ecuador, que devel� limitaciones, tanto en el conocimiento de los planes de acci�n institucional como en el esquema de los aprendizajes orientadores de la educaci�n ambiental hacia los estudiantes, por la poca comunicaci�n eficaz que se genera en el tema, falta de evaluaci�n pertinente con el cumplimiento de las pol�ticas educativas en esta materia y poca sensibilidad que se muestra en las actitudes y percepciones de los docentes. En este sentido, se pueden observar las interrelaciones de las subcategor�as como significados conectados a las categor�as abiertas, visualizadas en la figura 1.

Fuente: Elaboraci�n propia (2022)

Figura 2: Categor�as Abiertas y Subcategor�as Emergentes del Actor Social 1

La visi�n hol�stica interpretada en las categor�as abiertas: cognitiva, afectiva, conativa y activa, captan los sentidos y significados atribuidos a las experiencias de los docentes en el marco de la educaci�n ambiental focalizada en el manejo de los residuos s�lidos, frente a lo cual se generaron las subcategor�as: organizaci�n medioambiental, participaci�n y comunicaci�n, percepci�n en el proceso y residuos, plan de acci�n por gesti�n, participaci�n activa, manejo de residuos s�lidos, evaluaci�n de procesos, convivencia del tutor, apoyo de iniciativa, empat�a y motivaci�n, las cuales constituyen un primer nivel te�rico.

Al seguir los razonamientos de Rodr�guez (2020) por proceso inductivo y debido a la complementariedad sem�ntica entre las subcategor�as mencionada, se procedi� a su integraci�n para la comprensi�n de un nivel te�rico de mayor profundidad, creando as� unas nuevas conceptualizaciones denominadas: macroconceptos, los cuales formaron parte medular del modelo te�rico generado. Estos se identifican en la figura 2.

Fuente: Elaboraci�n propia (2022)

Figura 3: Macroconceptos creados del discurso del actor social 1

La figura 2, presenta los macroconceptos derivado de los discursos del actor social 1, los cuales fueron sustentados en la edificaci�n del conocimiento investigativo sobre la educaci�n ambiental para la gesti�n de los residuos s�lidos en la instituci�n del estudio. As�, se identific� el macroconcepto uno: plan de acci�n del manejo participativo de los residuos s�lidos y el macroconcepto dos: iniciativas motivadoras para la evaluaci�n de procesos.

A continuaci�n, la tabla 2, la cual presenta la categorizaci�n/codificaci�n de la informaci�n aportada por el actor social 2.

Figura 4: Actor 2

Fuente: Elaboraci�n propia (2022)

De acuerdo a lo reflejado en la categorizaci�n y codificaci�n del extracto de la entrevista realizada al Actor 2, se aprecia que en la Unidad Educativa se ha propiciado programas para la pr�ctica ambiental, ya que es un imperativo fortalecer las acciones de gesti�n de reciclaje, a fin de estimular la educaci�n ambiental de los estudiantes.

Respecto a la categor�a abierta: cognitiva, el actor social 2 devel� que desconoce que exista� manejo actual de la situaci�n problem�tica de los residuos s�lidos en la instituci�n, cuesti�n que da base para pensar que los procesos cognoscitivos y las capacidades deben ser fomentada de manera organizada para que exista mayor flujo de informaci�n entre los docentes y al mismo tiempo se propongan esquemas, estrategias y proyectos relacionados con el manejo de residuos s�lidos como problem�tica ambiental dirigidos a los estudiantes de la educaci�n b�sica superior en la Unidad Educativa Centinela de Los R�os de la parroquia Patricia Pilar, cant�n Buena Fe, provincia de Los R�os-Ecuador.

Lo anterior trae a colaci�n los planteamientos de Wongpaibool et al. (2016) seg�n los cuales se han de mantener los procesos de investigaci�n en el contexto social, respecto al equilibrio en el medio ambiente y la forma de vida que sostiene la cultura comunitaria, a partir de la comunicaci�n efectiva entre los miembros de la instituci�n escolar y su contexto social, lo que significa que el proceso de comunicaci�n en t�rminos de la educaci�n ambiental debe fundamentarse en la interacci�n permanente de la escuela en su zona de influencia social a trav�s de actividades culturales que permitan evaluar la eficiencia de los procesos en el marco de la gesti�n de residuos s�lidos.

En cuanto a la categor�a abierta: afectiva, el actor social 2 coincidi� con el significado otorgado por el actor social 1, en cuanto a la subcategor�a: percepci�n en el proceso y residuos, lo que da cabida al sentido de cumplimiento de las normativas educativas que avalan las pol�ticas del sector en el marco de la educaci�n ambiental para la procura de procesos que atiendan el manejo de residuos s�lidos en la realidad contextual de la instituci�n.

Es as� como los esquemas de aprendizaje y la orientaci�n de los estudiantes por parte de los docentes respecto a la problem�tica que afecta la salud integral, es un escenario complejo de acuerdo a las indicaciones de Bardecki, y McCarthy (2020) de cara a los requerimientos que coadyuvan a dar forma atractiva en el cuidado ambiental de la escuela en correspondencia con la visi�n de los curr�culos ambientales, lo cual proporciona el desarrollo de elementos institucionales claves para apoyar y contribuir a la implementaci�n de la educaci�n ambiental.

Asimismo, los trozos discursivos del actor social 2, en t�rminos de las vivencias y experiencias otorgadas en la realidad de la educaci�n ambiental y particularmente en la gesti�n de los residuos s�lidos, se percibi� en la categor�a abierta: conativa, como parte de los criterios y conductas proambientales, a trav�s de la subcategor�a: percepci�n en el proceso y residuos, como parte de la recurrencia de esta realidad tambi�n develada en el actor social 1.

En este mismo sentido, se destacan los resultados obtenidos en la investigaci�n de Ardoin et al. (2017) frente al enriquecimiento de pr�cticas sensibles que tratan de visualizar posibles soluciones y beneficios acad�micos dentro de la educaci�n ambiental para los estudiantes en el marco de fundamentos emp�ricos de esas descripciones, programas y estrategias que sistem�ticamente se proponen en la revisi�n permanente de las actividades acad�micas, que resultan provechosas para la atracci�n al estudio de las situaciones de aprendizaje propuestas de los diferentes programas, lo cual hace ver a su vez, la flexibilidad, versatilidad y sensibilizaci�n de la educaci�n ambiental como oportunidades para enfoques innovadores en el dise�o del pensamiento educativo.

Asimismo, se devel� el significado que concede el actor social 2, en cuanto a la categor�a: activa, develada a trav�s de la subcategor�a: plan de acci�n por gesti�n. Con las mismas manifestaciones que se derivaron del discurso develado del actor social 1, hubo la coincidencia de esta significaci�n de las actividades ambientales en la instituci�n del estudio, donde se reconoce la existencia de "un plan de gesti�n de los residuos s�lidos".

Estos planteamientos coinciden con los resultados obtenidos en la investigaci�n de Molina y Catan (2021) referido a los diversos problemas inherentes a los aspectos sanitarios, ambientales y socioecon�micos que se exigen en el compromiso institucional como agentes de cambio integrados a los procesos de ense�anza y aprendizaje, lo cual da lugar a manifestaciones cognitivas, afectivas y atrayentes a trav�s de la participaci�n efectiva en las iniciativas escolares frente a los residuos s�lidos y el manejo responsable de su tratamiento.

En suma, es importante la integraci�n de estas categor�as abiertas para observar las complementariedades que se han de tratar en lo que respecta a la educaci�n ambiental y espec�ficamente en el tratamiento o gesti�n de los residuos s�lidos escolares con manifestaciones sensibles a esta realidad por parte de todos los actores del seno educativo, que registren diferentes fuentes de apoyo para fortalecer la conciencia a trav�s de buenas pr�cticas en t�rminos de segregaci�n, reducci�n, reutilizaci�n, reciclaje y eliminaci�n de residuos, tanto en el �mbito escolar como en las diferentes comunidades.

Con la ampliaci�n de los significados interpretados sobre la base de los trozos discursivos revelados a partir de las percepciones del actor social 2, se tiene una realidad mancomunada de hechos que transfieren la posibilidad de mejoramiento de pr�ctica y procesos con el mayor �nfasis en la gesti�n institucional para ofrecer diferentes escenarios de participaci�n que promuevan una nueva realidad de acciones m�s all� del aula. En este sentido, la figura 3, puede ser representativa de la situaci�n ofrecida por el actor social 2, en t�rminos de la distinci�n en las categor�as abiertas y sus subcategor�as.

Fuente: Elaboraci�n propia (2022)

Figura 5: Categor�as Abiertas y Subcategor�as Emergentes del Actor Social 2

�Debido a la recurrencia de las mismas subcategor�as develadas tanto en el actor social 1 como en el actor social 2, se interpreta la comprensi�n integral de las categor�as abiertas, a trav�s de la red sem�ntica de significados que se derivan al revisar la condici�n hol�stica de mayor densidad comprensiva de los conceptos emergentes, lo cual da cabida para reforzar el conocimiento investigativo, que alcanza nuevamente el proceso abductivo para formar una dimensi�n de conocimientos percibidos con contenido te�rico de orden superior, reconocidos por Straus, y Corbin (2002) como categor�as selectivas y que en esta investigaci�n, se denominaron macroconceptos, expuestos en la figura 4, dada a continuaci�n.

Fuente: Elaboraci�n propia (2022)

Figura 6: Macroconceptos creados del discurso del actor social 2

De acuerdo con la visualizaci�n de la figura 4, la creaci�n de los macroconceptos derivados de los discursos del actor social 2, como punto significativo considerado en la educaci�n ambiental para la gesti�n de los residuos s�lidos en la instituci�n objeto de estudio, identific� el macroconcepto tres: convivencia del autor para apoyar iniciativas ambientales y el macroconcepto cuatro: participaci�n activa de los miembros de la comunidad educativa. A continuaci�n, la tabla 3, la cual presenta la transcripci�n, categorizaci�n/codificaci�n de la informaci�n aportada por el actor social 3, a la realidad del estudio.

Figura 7: Actor 3

Elaboraci�n propia (2022)

De acuerdo con lo apreciado en el proceso de categorizaci�n y codificaci�n, se rescata que en la Unidad Educativa no se ha impartido un plan efectivo de educaci�n ambiental orientado a los estudiantes a tener una mayor conciencia y sensibilidad ambiental dentro del modelo sustentable, pero se ha previsto una proyecci�n de documentales, charlas y a trav�s de las diferentes asignaturas a la sensibilizaci�n de los padres de familia, estudiantes, y comunidad en general sobre la importancia de mantener un ambiente sano, ense��ndoles a reciclar, tambi�n ser�a excelente que se les ense�e lo importante que es preservar la naturaleza y sus elementos para la conservaci�n de los ecosistemas.

En este orden de ideas, las evidencias presentadas por el actor social 3, sostuvieron similitud en los trozos discursivos, cuesti�n que destac� la prevalencia de las categor�as abiertas, con lo cual la informaci�n se complement� de acuerdo con los sentidos y significados atribuidos a la realidad del contexto investigativo en cuanto a la gesti�n de los residuos s�lidos en el marco de la educaci�n ambiental.

De all� que la categor�a abierta: cognitiva, referida a la informaci�n y comprensi�n ambiental, fue manifestada por el actor social 3 en los siguientes t�rminos: "no se evidencia un adecuado manejo de residuos s�lidos en la Unidad Educativa Centinela...". Esta concreci�n de hechos, resaltan la falta de apoyo institucional en los directivos del plantel para reforzar la din�mica de la educaci�n ambiental y fortalecer la generaci�n de conocimientos en el �rea del manejo de los residuos s�lidos a fin de valorar las capacidades, integraci�n de saberes y experiencias acad�micas que respalden la conservaci�n ambiental.

La informaci�n y comprensi�n ambiental en el ejercicio de la organizaci�n medioambiental,� participaci�n y comunicaci�n, proyecta el sentido de interacciones permanentes sobre la din�mica que ata�e a la problem�tica en la materia, lo cual es visto por Salvia et al. (2021) con gran preocupaci�n por las consecuencias negativas para la salud y el medio ambiente, debido al creciente progreso que no logra limitar sus pr�cticas de consumo sumado a las pol�ticas ambientales que no son aplicadas a trav�s de programas sostenibles en la gesti�n de residuos dentro de las m�ltiples capas, din�micas sociales complejas y redes de responsabilidades quienes no confrontan la realidad mediante la interacci�n proyectada en el conocimiento sensible para tomar decisiones que encuadren en el contexto de la educaci�n ambiental y particularmente en la gesti�n de residuos s�lidos.

En el mismo esquema de significados, se destac� la percepci�n del actor social 3, respecto a la categor�a abierta: afectiva, a trav�s de la subcategor�a de mayor dominio y recurrencia que en los casos anteriores, identificada como: percepci�n en el proceso y residuos, al mantener el desconocimiento acerca de la existencia institucional de un proceso definido para el manejo de residuos s�lidos con la confluencia de los miembros de la organizaci�n. Estos criterios y conductas que se develan en la existencia misma de la problem�tica ambiental sostienen de trasfondo un comportamiento negativo sobre esta realidad que no permite percibir el impacto y las consecuencias de la acumulaci�n de los residuos s�lidos.

Sobre esta misma perspectiva, se argumenta el pensamiento de Fadhullah et al. (2022) quienes avalan la necesidad del mantenimiento ambiental, planificado y de apoyo apropiado para la recolecci�n, tratamiento e informaci�n respecto a los m�ltiples problemas que se derivan de la contaminaci�n del aire, el agua y el suelo. Por lo tanto, el ejercicio cognitivo y afectivo, que se debe resaltar en esta situaci�n para conseguir una mejor salud y bienestar para la comunidad educativa, proporciona amplios espacios de interacci�n que valoren esta realidad con mayor sensibilidad.

En cuanto a la din�mica de las respuestas del actor social 3, en los criterios y conductas proambientales como definici�n de la categor�a abierta: conativa, se refleja que el significado atribuido fue mayormente producto de la percepci�n en el proceso y residuos que est�n muy lejos de mantener la informaci�n y el conocimiento pertinente para avalar las estrategias que fortalecen una conducta positiva tanto en el pensar c�mo en el hacer acerca de la educaci�n ambiental.

Situaci�n que avalan las consideraciones cient�ficas de Desa et al. (2012) dentro de un referente reflexivo en la proximidad de escenarios indeseables que pueden generar formulaci�n de los residuos s�lidos derivado de las actividades humanas, en tanto, se afirma que es la ignorancia y el desconocimiento de las personas en la perspectiva de despreciar los materiales y no cambiar de actitud hacia los desechos. Estos razonamientos, proporcionan ideas para la creaci�n de alternativas posibles en la soluci�n de la problem�tica ambiental, adem�s, de los cambios de h�bitos, comportamiento y participaci�n en este tipo de actividades.

De igual manera, la categor�a: activa en cuanto a la posici�n de los actores sociales para fundamentar acciones y comportamientos diligentes en la resoluci�n de problemas ambientales, se identific� el sentido y significado que consider� el actor social 3, en los t�rminos de la subcategor�a: evaluaci�n de procesos, que da lugar a un discurso bastante preocupante, frente a la necesidad de cambios de mentalidades y reflexiones en la tem�tica ambiental, al punto que el discurso se concentr� a identificar las estrategias que se focalizan en la eliminaci�n de la basura en las aulas y en los espacios educativos, lo cual deja ver la falta de planificaci�n y desarrollo de proyectos ambientales integrales.

Sobre la base de estas consideraciones, resalta el pensamiento de Ives et al. (2020) frente al llamado de atenci�n que reviste la continua degradaci�n de los ecosistemas y la profundizaci�n de la problem�tica ambiental. De all� que tanto los fen�menos relacionados con la sostenibilidad integral como la organizaci�n y estructura social colectiva, debe ser un punto de apoyo donde se integren conductas, pensamientos, sentimientos e identidades para fortalecer las acciones, las capacidades de transformaci�n y los cambios que proyectan una educaci�n ambiental m�s s�lida en las escuelas. De esta manera, se presenta en la figura 5, la complementariedad sem�ntica visualizada en la conexi�n de las mismas subcategor�as recurrentes para el actor social 3.

Fuente: Elaboraci�n propia (2022)

Figura 8: Categor�as Abiertas y Subcategor�as Emergentes del Actor Social 3

La situaci�n que domina el discurso repetitivo del actor social 3, se identific� igualmente entre los actores 1 y 2, respectivamente, lo que significa que manejan la misma situaci�n respecto a las estrategias, esquemas y percepciones de la educaci�n ambiental en cuanto al manejo de los residuos s�lidos con relaci�n a la manifestaci�n cognitiva, conativa, afectiva y de acci�n en el desarrollo de los aprendizajes en� los� estudiantes del nivel b�sico superior de la Unidad Educativa Centinela de Los R�os, Ecuador.

Estas consideraciones reflejan una realidad que manifiesta su trascendencia limitada en el ejercicio de los proyectos educativos referidos al manejo de los residuos s�lidos, en tanto, se han de edificar los cambios en el marco de mayor apoyo institucional y conocimientos que puedan derivar estrategias innovadoras percibidas con la participaci�n y la responsabilidad compartida. En este orden de ideas, el despliegue de las subcategor�as, se proyecta hacia una nueva situaci�n de complementariedad sem�ntica a trav�s del proceso inductivo que permiti� elevar hacia un orden superior, la densidad te�rica de las nuevas categor�as denominadas macroconceptos, visualizadas en la figura 6, siguiendo las recomendaciones procedimentales de T�jar (2006).

Fuente: Elaboraci�n propia (2022)

Figura 9: Macroconceptos creados del discurso del actor social 3

Los macroconceptos creados, constituyen aspectos medulares para la gesti�n de los residuos s�lidos en la instituci�n objeto de estudio, por lo cual fueron interpretados en este escenario propio de la generaci�n del conocimiento investigativo. En t�rminos de los macroconceptos, derivados de los discursos del actor social 3, se identific� el macroconcepto cinco relacionado con la organizaci�n institucional para el desarrollo de proyectos ambientales y el macroconcepto seis que comprende las situaciones de control y seguimiento de los proyectos ambientales. A continuaci�n, la Tabla 4 que refleja la voz del actor social 4.

Figura 10: Actor 4

Elaboraci�n propia (2022)

Dada la categorizaci�n y codificaci�n en la voz del Actor 4, se refleja que en la Unidad Educativa objeto de estudio se ha propiciado un programa para la pr�ctica ambiental. Como respuestas favorables se impulsar� en el centro educativo la gesti�n de residuos con el fin de implantar procesos de separaci�n en los diferentes contenedores para reciclar, ya que es imperativo impulsar acciones de gesti�n de reciclaje a fin de estimular la educaci�n ambiental de los estudiantes, as� como del aseo de la Instituci�n de mejora notable.

De acuerdo con la informaci�n aportada por el actor 4, hubo nuevamente recurrencia en las subcategor�as derivadas de cada una de las categor�as abiertas, lo que significa que se manifiesta la complementariedad de los sentidos y significados atribuidos por los docentes a la realidad del fen�meno de estudio relacionado con la educaci�n ambiental en el marco de la gesti�n de los residuos s�lidos escolares.

En esta perspectiva, se puede considerar que la categor�a abierta: cognitiva, referida a la informaci�n y comprensi�n ambiental, cobra relevancia en los aspectos que ata�en a la organizaci�n medioambiental, participaci�n y comunicaci�n. Sobre esta base el actor mencion� los escenarios inadecuados en el manejo de residuos s�lidos de la instituci�n del estudio, lo cual genera un permanente foco de contaminaci�n.

Los planteamientos de Phan & Kato (2016) se�alan que es prioritario mantener el avivamiento hacia el conocimiento de los estudiantes de la escuela b�sica sobre el manejo de residuos s�lidos y el valor por el ambiente; ejerciendo diferentes actividades para buscar los cambios de comportamiento en un aprendizaje para toda la vida que ayude a dilucidar los mejores materiales para recolectar las basuras y la eliminaci�n de bolsas de pl�stico que son dif�cil de componer de forma natural, ello con base a la organizaci�n de los grupos y la sistematizaci�n de las actividades escolares en el marco de la educaci�n ambiental.

En cuanto a la categor�a abierta: afectiva,� la voz del actor social 4, dio a entender la poca afectividad que se implementa en la realidad de la Unidad Educativa Centinela, puesto que las experiencias de buenas pr�cticas ambientales unido a la evaluaci�n peri�dica de los procesos que le son inherentes, no son planificados en periodos determinados para el manejo de residuos s�lidos, sino que ante la emergencia y el car�cter cotidiano, estos requerimientos se ajustan a las labores de mantenimiento.

En este sentido, refieren Rugatiri et al. (2021) algunos elementos significativos frente a los numerosos desaf�os de incentivar en las instituciones educativas la gesti�n de residuos s�lidos con la participaci�n, concientizaci�n y sensibilizaci�n del conglomerado organizacional en las respectivas pr�cticas de reducci�n y reutilizaci�n adecuada, reciclaje y eliminaci�n. Por lo tanto, se ha de entender que el desarrollo de los aprendizajes en estos t�rminos, avalan la representatividad de situaciones posibles de resolver frente a la segregaci�n y eliminaci�n de los residuos s�lidos.

En relaci�n con la categor�a abierta: conativa, referida a los criterios y conductas proambientales, el actor social 4, dej� ver su discurso significado a trav�s de la subcategor�a: apoyo de iniciativas, lo que da lugar a buscar la mayor comprensi�n y apoyo de las autoridades para la gesti�n de la educaci�n ambiental en la tem�tica del manejo de residuos s�lidos en la Unidad Educativa Centinela.

En este mismo escenario de implicaciones, se argumenta la investigaci�n de� Runhaar et al. (2019) quienes exploraron las se�ales proambientales en los estudiantes de secundaria como una fuerza situacional presente en las escuelas que permiten reconocer buenas pr�cticas y un sistema de relaciones pertinentes para valorar el control conductual percibido en este tipo de actitudes e intenciones, propios del papel representativo de influencia de la educaci�n ambiental en el largo plazo a trav�s de los aprendizajes que permiten desarrollar capacidades cr�ticas, reflexivas, �ticas y creativas sobre los problemas circundantes en este tema.

En los mismos t�rminos, se devel� el sentido y significado otorgado por el actor social 4, a la categor�a abierta: activa, a trav�s de la subcategor�a: evaluaci�n de procesos, dentro de lo cual se�al� que situaciones experienciales respecto a la educaci�n ambiental y particularmente en el hecho de proponer esquemas de acci�n para dinamizar las actividades relacionado con el manejo de residuos s�lidos, se vienen desarrollando a trav�s de actividades l�dicas y did�cticas en correspondencia con los lineamientos curriculares.

Estas consideraciones, tambi�n son argumentadas en la investigaci�n de Liao y Li (2019) en relaci�n con las din�micas y estrategias desarrolladas en el cumplimiento de los objetivos educacionales en el marco de la educaci�n ambiental sostenible, a fin de lograr niveles sustanciales en lo que corresponde a la separaci�n de los residuos s�lidos que involucra la participaci�n de los j�venes como impulso al cambio y en el objetivo de comprender la intenci�n que subyace a este tipo de aprendizaje en virtud de fortalecer las actitudes positivas.

Esta proposici�n es relevante para ser considerada por los docentes al reflexionar acerca del manejo de los residuos s�lidos en la Unidad Educativa Centinela, como sustento y apropiaci�n de una planificaci�n, sistematizaci�n y organizaci�n de informaci�n y conocimiento en cuanto al manejo de los residuos s�lidos escolares, dentro de implicaciones de comportamientos presentes y futuros que se discuten como actitudes positivas. La singularidad de recurrencia de estas subcategor�as en la apropiaci�n del discurso del actor social 4, en cuanto a los significados otorgados a las categor�as abiertas: cognitiva, conativa, afectiva y acci�n, se dejan ver de manera entrelazada en la siguiente figura 7.

Fuente: Elaboraci�n propia (2022)

Figura 11: Categor�as Abiertas y Subcategor�as Emergentes del Actor Social 4

Al significar el proceso de integraci�n y selecci�n constructiva de un orden te�rico superior, se procedi� a generar los macroconceptos que formaron parte de la edificaci�n del conocimiento investigativo sobre educaci�n ambiental para el manejo de los residuos s�lidos en la Unidad Educativa Centinela. De acuerdo con el proceso inductivo y el pensamiento abductivo, el procedimiento permiti� por s�ntesis comprensiva construir los macroconceptos que se observan en la figura 8.

Fuente: Elaboraci�n propia (2022)

Figura 12: Macroconceptos creados del discurso del actor social 4

La situaci�n integral representativa de los sentidos y significados que se derivan de los discursos del actor social 4, en el procedimiento de s�ntesis comprensiva y dentro del proceso inductivo, permiti� generar el macroconcepto siete: apoyo institucional para el manejo de los residuos s�lidos y el macroconcepto 8: acci�n interinstitucional para la eliminaci�n de residuos s�lidos, los cuales fueron argumentados en el proceso investigativo.

Ante los requerimientos de la educaci�n ambiental en la Unidad Educativa Centinela, es propicio la conjunci�n de esfuerzos, recursos y proyectos que moldeen las actitudes y el comportamiento de los estudiantes a trav�s de l�neas estrat�gicas relacionadas con la gesti�n de residuos s�lidos en la ampliaci�n de proyectos organizativos donde participen los entornos culturales en planes de acci�n orientados hacia la sostenibilidad.

Conclusiones

Las relaciones de equilibrio y b�squeda de soluciones a los problemas relacionados con los criterios eco-ambientales, transitan en una realidad de aprendizajes exigentes de nuevos posicionamientos, conocimientos y capacidades del docente para presentar los contenidos del medio ambiente, de una manera amigable, atractiva y en concordancia con la motivaci�n de sus estudiantes, para el an�lisis y el pensamiento creativo en la formulaci�n de proyectos integrales que beneficien el impacto ambiental, al identificar los niveles de participaci�n hacia la b�squeda de la calidad de vida.

Las condiciones dadas, avalan la manera recurrente de asumir la realidad de la educaci�n ambiental por parte de los docentes, lo cual hacer ver la falta de coordinaci�n en la condici�n de poner en pr�ctica los valores ambientales y el tema de la sostenibilidad ambiental. Por ello, se concluye sobre la base de los resultados obtenidos, que se han de realimentar las estrategias pedag�gicas y la confluencia de la gesti�n de los residuos s�lidos en la instituci�n en el marco de sustentar y fortalecer la conciencia ambiental en los estudiantes.

Se concluye sobre la priorizaci�n de ajustar acuerdos sensibles al ambiente desde la planificaci�n y orientaci�n institucional para manejar las estrategias que de manera particular, cada docente afianza en t�rminos de buscar un mayor compromiso con el cuidado del ambiente, situaci�n que al mismo tiempo, se traslada en la orientaci�n y formaci�n de los estudiantes en la b�squeda de formaci�n integral de ciudadan�a responsable con el ambiente, dentro de actitudes y comportamientos que se valoran para la creaci�n de conciencia sobre los problemas ambientales circundantes de la instituci�n y la comunidad.

Los resultados permitieron crear los macroconceptos como parte de la comprensi�n de la realidad estudiada, lo cual constituye un n�cleo medular para continuar la investigaci�n hacia un modelo te�rico did�ctico en el �rea de educaci�n ambiental.

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� 2022 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)

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