Impacto de los determinantes sociales en la propagacin de enfermedades infecciosas en comunidades vulnerables
Impact of social determinants on the spread of infectious diseases in vulnerable communities
Impacto dos determinantes sociais na propagao de doenas infeciosas em comunidades vulnerveis
Correspondencia: marielis0788@hotmail.es
Ciencias de la Salud
Artculo de Investigacin
* Recibido: 23 de mayo de 2025 *Aceptado: 11 de junio de 2025 * Publicado: 09 de julio de 2025
I. Universidad Estatal del Sur de Manab, Msc., Docente Maestra en Laboratorio Clnico, Instituto de Posgrado, Jipijapa, Ecuador.
II. Universidad Estatal del Sur de Manab, Estudiante de la Maestra en Laboratorio Clnico Mencin Microbiologa, Instituto de Posgrado, Jipijapa, Ecuador.
III. Universidad Estatal del Sur de Manab, Estudiante de la Maestra en Laboratorio Clnico Mencin Microbiologa, Instituto de Posgrado, Jipijapa, Ecuador.
IV. Universidad Estatal del Sur de Manab, Ecuador.
Resumen
La provincia de Manab, Ecuador, enfrenta un complejo escenario epidemiolgico influenciado por determinantes sociales como pobreza, bajo nivel educativo, acceso limitado a servicios bsicos y condiciones ambientales desfavorables, lo que favorece la propagacin de enfermedades infecciosas como dengue, Chagas y leishmaniasis. Este estudio, parte de un proyecto de vinculacin universitaria, tuvo como objetivo analizar estos determinantes y evaluar el impacto de estrategias educativas en comunidades vulnerables, especialmente en una parroquia rural del cantn Jipijapa. Mediante una metodologa mixta y transversal, se aplicaron encuestas, entrevistas y talleres para caracterizar el contexto sociodemogrfico y los conocimientos comunitarios sobre estas enfermedades. Los resultados: La mayora de los encuestados son adultos (30% entre 40-59 aos), jefes de hogar (33,33%) o cnyuges (23,33%), con bajo nivel educativo (36,67% solo bsica) y alta dependencia del trabajo independiente (63,33%). El conocimiento sobre transmisin, sntomas y complicaciones de dengue, Chagas y leishmaniasis es limitado: solo 40-66% identifica correctamente la va vectorial y menos del 10% reconoce otros factores de riesgo o sntomas, lo que dificulta la prevencin y el control efectivo de estas enfermedades en la parroquia. Se concluye que la educacin sanitaria debe fortalecerse para mejorar la prevencin, reconociendo que las condiciones sociales y culturales condicionan fuertemente la salud en estas comunidades.
Palabras Clave: Dengue; chagas; leishmaniasis; factores de riesgos.
Abstract
The province of Manab, Ecuador, faces a complex epidemiological scenario influenced by social determinants such as poverty, low educational attainment, limited access to basic services, and unfavorable environmental conditions, which favor the spread of infectious diseases such as dengue, Chagas disease, and leishmaniasis. This study, part of a university outreach project, aimed to analyze these determinants and evaluate the impact of educational strategies in vulnerable communities, especially in a rural parish in the Jipijapa canton. Using a mixed and cross-sectional methodology, surveys, interviews, and workshops were conducted to characterize the sociodemographic context and community knowledge about these diseases. Results: Most respondents were adults (30% between 40 and 59 years old), heads of household (33.33%) or spouses (23.33%), with low educational levels (36.67% only basic) and a high dependence on self-employment (63.33%). Knowledge about the transmission, symptoms, and complications of dengue, Chagas disease, and leishmaniasis is limited: only 4066% correctly identify the vector route and less than 10% recognize other risk factors or symptoms, which hinders the effective prevention and control of these diseases in the parish. It is concluded that health education should be strengthened to improve prevention, recognizing that social and cultural conditions strongly influence health in these communities.
Keywords: Dengue; Chagas disease; leishmaniasis; risk factors.
Resumo
A provncia de Manab, Equador, enfrenta um cenrio epidemiolgico complexo influenciado por determinantes sociais como a pobreza, o baixo nvel educacional, o acesso limitado a servios bsicos e condies ambientais desfavorveis, que favorecem a propagao de doenas infeciosas como a dengue, a doena de Chagas e a leishmaniose. Este estudo, parte de um projeto de extenso universitria, teve como objetivo analisar estes determinantes e avaliar o impacto das estratgias educativas em comunidades vulnerveis, especialmente numa parquia rural do canto de Jipijapa. Utilizando uma metodologia mista e transversal, foram realizados inquritos, entrevistas e workshops para caracterizar o contexto sociodemogrfico e o conhecimento da comunidade sobre estas doenas. Resultados: A maioria dos inquiridos eram adultos (30% entre os 40 e os 59 anos), chefes de famlia (33,33%) ou cnjuges (23,33%), com baixa escolaridade (36,67% apenas o bsico) e elevada dependncia do trabalho independente (63,33%). O conhecimento sobre a transmisso, os sintomas e as complicaes da dengue, da doena de Chagas e da leishmaniose limitado: apenas 40% a 66% identificam corretamente a via do vetor e menos de 10% reconhecem outros fatores de risco ou sintomas, o que dificulta a preveno e o controlo eficazes destas doenas no concelho. Conclui-se que a educao para a sade deve ser reforada para melhorar a preveno, reconhecendo que as condies sociais e culturais influenciam fortemente a sade nestas comunidades.
Palavras-chave: Dengue; doena de Chagas; leishmaniose; fatores de risco.
Introduccin
La salud de una poblacin no depende exclusivamente de la disponibilidad de servicios mdicos o del control clnico de las enfermedades. Diversos factores sociales, econmicos, ambientales y culturales conocidos como determinantes sociales de la salud tienen una influencia directa y profunda en la aparicin, propagacin y control de enfermedades, particularmente en contextos vulnerables. En este marco, la provincia de Manab, ubicada en la regin litoral del Ecuador, representa un escenario epidemiolgico desafiante, donde convergen condiciones socioeconmicas precarias, desigualdades territoriales y deficiencias en el acceso a servicios bsicos, todo lo cual contribuye al incremento de enfermedades infecciosas en su poblacin (De La Guardia, & Ruvalcaba, 2020).
El presente artculo parte del anlisis de un proyecto de vinculacin universitaria que propone estrategias para la prevencin y promocin de la salud en pacientes con infecciones en distintas zonas de Manab, las cuales presentan condiciones de riesgo diversas. Este proyecto, desarrollado en articulacin con asignaturas como bacteriologa, parasitologa, micologa y virologa, no solo busca intervenir en el plano comunitario, sino tambin fortalecer la formacin acadmica y profesional del talento humano en salud mediante la integracin entre teora y prctica.
La provincia de Manab, en Ecuador, enfrenta un desafo epidemiolgico multifactorial que refleja las profundas desigualdades sociales, econmicas y ambientales de la regin (Hidalgo et al, 2022). En comunidades urbanas y rurales, la convergencia de pobreza, acceso limitado a servicios de salud y condiciones ambientales adversas ha creado un caldo de cultivo para enfermedades infecciosas como el dengue, infecciones respiratorias, gastrointestinales y dermatolgicas (Llerena & Mayorga, 2022). Este escenario exige un anlisis integral de los determinantes sociales de la salud (DSS), entendidos como las circunstancias en las que las personas nacen, crecen y viven, que condicionan su vulnerabilidad ante patologas prevenibles (R. 2024).
Manab, una regin con una poblacin predominantemente montubia y rural, presenta disparidades crticas. Segn datos del proyecto de investigacin vinculado a la Universidad Estatal del Sur de Manab, el 16.5% de los habitantes de la zona sur ha reportado casos de dengue, situndola como la enfermedad infecciosa ms prevalente. Este dato contrasta con la percepcin del 77% de la poblacin que califica su salud como "buena" o "regular", lo que sugiere una normalizacin de las patologas endmicas y una brecha en la conciencia sanitaria (Ministerio de Salud Pblica, 2024).
Aunque el acceso a agua potable (77%) y saneamiento bsico (74%) supera los promedios de otras regiones ecuatorianas, persisten focos crticos sin cobertura. Estas carencias, sumadas a las lluvias estacionales y la proliferacin de criaderos de Aedes aegypti, explican la persistencia del dengue (Losa, J. 2021). Adems, el 23% de los hogares sin agua segura y el 26% sin saneamiento adecuado enfrentan riesgos elevados de enfermedades diarricas y parasitosis, especialmente en nios menores de 5 aos (Ministerio de Salud Pblica, 2024).
El 62% de la poblacin de Manab vive con ingresos inferiores al salario bsico ecuatoriano (USD 450 en 2025), limitando su capacidad para acceder a medicamentos, repelentes o mosquiteros. La pobreza tambin se correlaciona con el hacinamiento: el 18% de las viviendas rurales alberga a ms de 5 personas en un solo cuarto, facilitando la transmisin de infecciones respiratorias agudas (IRA), que representan el 34% de las consultas peditricas en la provincia (Mamelund, 2021).
La educacin emerge como otro eje crtico. Solo el 9% de los adultos en zonas rurales tiene educacin superior, lo que reduce la adopcin de medidas preventivas. Por ejemplo, el 41% de las familias desconoce los protocolos para eliminar criaderos de mosquitos, y el 28% an almacena agua en recipientes sin tapar (Macas-Intriago, 2024). Estas prcticas, arraigadas en la necesidad de sobrevivir a sequas estacionales, evidencian cmo la falta de alfabetizacin en salud perpeta ciclos de enfermedad (Vergara, 2022).
En reas urbanas como Jipijapa, el crecimiento poblacional no planificado ha derivado en asentamientos sin drenaje pluvial, donde las aguas estancadas tras las lluvias incrementan un 40% los casos de leptospirosis y dengue (Azua et al, 2023). Por otro lado, en zonas rurales, la deforestacin y el uso de pozos spticos contaminan fuentes hdricas, vinculndose al 22% de los casos de hepatitis A y parasitosis intestinales (Pin et al, 2021).
El cambio climtico agrava estos riesgos: el aumento de la temperatura media en 1.2C (2000-2025) ha extendido la temporada de reproduccin del Aedes aegypti de 6 a 9 meses anuales, segn registros del Instituto Nacional de Meteorologa e Hidrologa (INAMHI). Las instituciones de salud en Ecuador, actualmente no brindan servicios de campaas sobre temas de prevencin de infecciones en general. En este contexto, el anlisis de oferta es bajo, debido a que las comunidades rurales de una parroquia rural del cantn Jipijapa no se les ha brindado campaas de prevencin sobre los factores predisponentes de infecciones (Poblete & Sottovia 2020).
Metodologa
Se realiz un estudio de tipo mixto, alineado al modelo descriptivo, con un enfoque transversal para caracterizar los determinantes sociales que inciden en la propagacin de enfermedades infecciosas en comunidades vulnerables de la provincia de Manab. La metodologa integr tcnicas cuantitativas para la recoleccin de datos epidemiolgicos y sociodemogrficos, y mtodos cualitativos para comprender las percepciones y prcticas comunitarias.
Poblacin y rea de estudio: La investigacin se desarroll en una parroquia rural del cantn Jipijapa con alta incidencia de enfermedades infecciosas. La poblacin objetivo incluy habitantes de comunidades vulnerables, lderes comunitarios, promotores de salud y personal de centros sanitarios.
Muestreo: Se emple un muestreo no probabilstico por conveniencia para seleccionar comunidades con caractersticas socioambientales diversas y acceso limitado a servicios de salud. Dentro de estas, se seleccionaron hogares y actores clave para la aplicacin de instrumentos de recoleccin de datos.
Procedimiento
Fase diagnstica:
Aplicacin de cuestionarios y encuestas en campo para obtener datos cuantitativos.
Realizacin de entrevistas y talleres para recabar informacin cualitativa y fomentar la participacin comunitaria.
Fase de intervencin:
Diseo y elaboracin de materiales educativos adaptados cultural y lingsticamente, en colaboracin con docentes e investigadores.
Capacitacin terico-prctica a lderes comunitarios y promotores de salud sobre higiene, saneamiento y prevencin de enfermedades.
Implementacin de actividades comunitarias de promocin y prevencin.
Evaluacin y seguimiento:
Monitoreo de indicadores epidemiolgicos y cambios en prcticas de salud mediante encuestas de seguimiento.
Retroalimentacin continua con la comunidad y ajustes en las estrategias segn resultados.
Anlisis de datos: Los datos cuantitativos se analizaron mediante estadstica descriptiva (frecuencias, porcentajes) utilizando software estadstico. Los datos cualitativos fueron transcritos y procesados mediante anlisis temtico para identificar patrones y categoras emergentes relacionadas con percepciones y comportamientos de salud.
Biotica:
En el desarrollo de este estudio se garantiz el respeto a los principios bioticos fundamentales, priorizando la confidencialidad y el anonimato de los participantes. Para proteger la identidad de las personas involucradas, se aplic un riguroso proceso de anonimizacin en la recoleccin y manejo de datos, eliminando cualquier informacin que pudiera permitir la identificacin directa o indirecta de los sujetos. Este enfoque biotico fue esencial para fomentar la confianza y la participacin voluntaria de la poblacin estudiada, asegurando que la informacin sensible recopilada durante las encuestas, entrevistas y talleres fuera tratada con estricta reserva.
Resultados
En esta seccin se presentan los hallazgos obtenidos a partir del anlisis de los datos cuantitativos y cualitativos recolectados durante las fases de diagnstico e intervencin. Los resultados permiten identificar los principales determinantes sociales que influyen en la propagacin de enfermedades infecciosas en las comunidades vulnerables de Manab, as como evaluar el impacto de las estrategias implementadas para la promocin y prevencin de la salud. A continuacin, se describen los aspectos ms relevantes relacionados con las condiciones sociodemogrficas, el acceso a servicios de salud, las prcticas comunitarias y la efectividad de las acciones educativas desarrolladas.
Tabla 1. Factores sociodemogrficos de una parroquia rural del cantn Jipijapa |
||
Datos sociodemogrficos |
||
Estatus del encuestado |
||
Alternativas |
N |
% |
Estatus |
||
Jefe de hogar |
15 |
50% |
Cnyuge |
11 |
38% |
Hijo >18 aos |
3 |
8% |
Otros (tos/abuelos) |
1 |
4% |
Grupos de Edad |
||
Adulto joven (18-39 aos) |
12 |
40% |
Adulto (40-59 aos) |
10 |
32% |
Adulto mayor (≥ 65 aos |
8 |
28% |
Sexo |
||
Femenino |
14 |
46% |
Masculino |
16 |
54% |
Estado civil |
||
Casado |
16 |
52% |
Unin libre |
12 |
40% |
Soltero |
1 |
4% |
Otros |
1 |
4% |
Nivel educativo y econmico |
||
Bsica |
17 |
56% |
Secundaria |
12 |
40% |
Tercer nivel |
1 |
4% |
Cuarto nivel |
0 |
0% |
Fuente de ingreso econmico |
||
Entidad pblica |
0 |
0% |
Entidad privada |
1 |
4% |
Independiente |
29 |
96% |
Jubilado |
0 |
0% |
Encuesta de Factores sociodemogrficos de una parroquia rural del cantn Jipijapa |
El anlisis de la Tabla 1 muestra el perfil sociodemogrfico de los encuestados en una parroquia rural del cantn Jipijapa. Se evidencia que la mayora de los participantes son jefes de hogar (50%) y cnyuges (38%), lo que indica una representacin significativa de las figuras responsables del ncleo familiar, fortaleciendo as la pertinencia de los datos recogidos sobre las dinmicas domsticas.
En cuanto a la edad, predomina la poblacin adulta joven entre 18 y 39 aos (40%), seguida de adultos entre 40 y 59 aos (32%) y adultos mayores de 65 aos o ms (28%). Esta distribucin revela que la mayora se encuentra en edades productivas, aunque tambin hay una proporcin considerable de adultos mayores, lo cual es relevante al considerar necesidades especficas en salud y bienestar.
Respecto al sexo, se observa una participacin relativamente equilibrada, con una ligera mayora de hombres (54%) frente a mujeres (46%). Esta distribucin sugiere una representacin equitativa de gnero en la muestra.
En relacin con el estado civil, el 52% de los encuestados est casado y el 40% vive en unin libre, mientras que los solteros y otros estados civiles representan un 4% cada uno. Este patrn indica una prevalencia de relaciones conyugales formales o estables dentro de la comunidad.
En el mbito educativo, se identifica un bajo nivel de escolaridad formal: el 56% posee educacin bsica y el 40% secundaria, mientras que solo un 4% ha accedido a educacin superior (tercer nivel). No se reportaron personas con formacin de cuarto nivel, lo que refleja limitaciones en el acceso a estudios avanzados.
En cuanto a la fuente de ingresos econmicos, el 96% de los encuestados se desempea como trabajador independiente, y apenas un 4% labora en el sector privado. No se reportaron empleados pblicos ni jubilados, lo cual evidencia un alto grado de informalidad laboral y escaso acceso a estabilidad y beneficios sociales.
En conjunto, estos datos reflejan una comunidad compuesta principalmente por adultos en edad productiva, con bajo nivel educativo formal y una economa basada en el autoempleo informal. Estas condiciones pueden limitar el acceso a servicios esenciales como salud, educacin y seguridad social, y representar un reto importante en la implementacin de polticas pblicas efectivas, especialmente en el mbito de la prevencin de enfermedades infecciosas en contextos vulnerables.
Tabla 2. de Factores de riesgo asociado a Dengue en una parroquia rural del cantn Jipijapa |
||
Dengue |
||
Conocimiento |
||
Alternativas |
N |
% |
Forma de contagio |
||
Picadura de mosquito transmisor Aedes aegypti) |
18 |
60% |
Criadero de larvas |
12 |
40% |
Signos y sntomas |
||
Fiebre |
25 |
85% |
Dolor de cabeza intenso |
2 |
5% |
Dolores musculares y articulares |
0 |
0% |
Cansancio extremo |
0 |
0% |
Nuseas y vmitos |
3 |
10% |
Factores de riesgos |
||
Vivir en zonas tropicales |
2 |
5% |
Chagas |
11 |
40% |
Falta de uso de mosquiteros |
17 |
55% |
Viajar a zonas endmicas |
0 |
0% |
Complicaciones |
||
Hemorragias |
27 |
90% |
Lesin heptica |
0 |
0% |
Alteraciones cardacas |
0 |
0% |
Insuficiencia renal |
3 |
10% |
Fuente: Encuestas de habitantes pertenecientes a una parroquia rural del cantn Jipijapa |
El anlisis de la Tabla 2 revela que existe un nivel bsico de conocimiento entre los encuestados sobre los factores de riesgo asociados al dengue. En cuanto a las formas de contagio, el 60% de los participantes identific correctamente la picadura del mosquito Aedes aegypti como la principal va de transmisin, mientras que el 40% reconoci los criaderos de larvas como un factor determinante en la propagacin de la enfermedad. Estos resultados evidencian que, aunque hay conciencia sobre el vector, an se requiere reforzar la comprensin del ciclo de vida del mosquito.
Respecto a los signos y sntomas del dengue, la fiebre fue mencionada por el 85% de los encuestados, lo que indica que es ampliamente reconocida como uno de los principales sntomas. Sin embargo, otros signos como nuseas y vmitos fueron identificados solo por el 10%, y sntomas importantes como el dolor de cabeza intenso (5%) y los dolores musculares y articulares (0%), as como el cansancio extremo (0%) son poco reconocidos, lo que limita una identificacin temprana de la enfermedad.
En cuanto a los factores de riesgo, el 55% de los encuestados seal la falta de uso de mosquiteros como un elemento clave en la exposicin al dengue, seguido por un 40% que mencion Chagas, lo que refleja una posible confusin entre enfermedades endmicas transmitidas por vectores. Solo el 5% reconoci que vivir en zonas tropicales constituye un riesgo, y ningn encuestado identific el viajar a zonas endmicas como un factor relevante, lo que sugiere un conocimiento limitado sobre los riesgos geogrficos y comportamentales.
Finalmente, en relacin con las complicaciones del dengue, el 90% de los encuestados identific correctamente las hemorragias como una posible consecuencia grave de la enfermedad. Sin embargo, otras complicaciones severas como la insuficiencia renal solo fueron reconocidas por el 10%, mientras que las lesiones hepticas y alteraciones cardacas no fueron mencionadas por ningn participante. Esto podra disminuir el sentido de urgencia ante la aparicin de sntomas severos y retrasar la bsqueda de atencin mdica oportuna.
En resumen, aunque se observa una nocin general sobre el dengue, los resultados reflejan vacos importantes en el conocimiento de los signos menos comunes, factores de riesgo ms amplios y complicaciones potenciales. Esto resalta la necesidad de implementar programas educativos y campaas de prevencin ms eficaces y contextualizados a nivel comunitario.
En el anlisis del Chi-cuadrado el valor de p < 0.001 indica que hay diferencias altamente significativas en el nivel de conocimiento de los distintos factores e indicadores relacionados con el Dengue. Es decir: La poblacin no conoce todos los aspectos por igual: Mientras algunos elementos como fiebre y hemorragias tienen altos niveles de reconocimiento, otros como dolores musculares, viajar a zonas endmicas o lesiones hepticas son prcticamente desconocidos.
Tabla 3. Factores de riesgo asociado a infeccin de Chagas en una parroquia rural del cantn Jipijapa |
||
Chagas |
||
Conocimiento |
||
Alternativas |
N |
% |
Forma de contagio |
||
Picadura de triatoma |
28 |
95% |
Comer o Beber alimentos contaminados con heces de triatoma |
2 |
5% |
Por transfusin sangunea de una persona infectada |
0 |
0% |
Mujer embarazada infecta al hijo |
0 |
0% |
Vio al triatoma los ltimos 12 meses |
0 |
0% |
Signos y sntomas |
|
|
Fiebre |
28 |
95% |
Hinchazn de parpado |
2 |
5% |
Hinchazn de ganglios |
0 |
0% |
Dolor abdominal |
0 |
0% |
Manchas en la piel |
0 |
0% |
Factores de riesgos |
||
Vivir en zonas endmicas |
2 |
5% |
Presencia de triatominos |
0 |
0% |
Casas construidas con materiales precarios |
0 |
0% |
Almacenamiento de lea o escombros |
28 |
95% |
Complicaciones |
|
|
Cardiopata Chagsica |
2 |
5% |
Trastornos digestivos |
28 |
95% |
Trastornos neurolgicos |
0 |
0% |
Alteraciones musculares y articulares |
0 |
0% |
Fuente: Encuestas de habitantes pertenecientes a una parroquia rural del cantn Jipijapa |
Segn los datos de la Tabla 3, se observa que un 95% de los encuestados identifica correctamente la picadura del triatoma como la principal forma de contagio de la enfermedad de Chagas. Esto refleja un buen conocimiento de la va de transmisin vectorial, la cual es ampliamente conocida en las zonas endmicas. Sin embargo, el 5% de los participantes reconocen que comer o beber alimentos contaminados con heces del triatoma puede ser una forma de transmisin, mientras que las otras vas de transmisin, como la transmisin vertical (madre a hijo) y la transfusin sangunea (0%), no son reconocidas por la mayora de los encuestados. Esto sugiere que el conocimiento sigue siendo limitado, centrado casi exclusivamente en la transmisin por el vector, sin considerar otras vas que tambin son relevantes en las reas endmicas.
En cuanto a los signos y sntomas, el 95% de los encuestados mencion la fiebre como un signo caracterstico de la enfermedad de Chagas, lo que refleja una comprensin bsica de los sntomas ms comunes. Sin embargo, signos como la hinchazn del prpado fueron mencionados por solo el 5%, y sntomas como la hinchazn de ganglios, el dolor abdominal y las manchas en la piel no fueron identificados por los participantes. Esto indica que, aunque algunos sntomas son conocidos, hay un desconocimiento general sobre la diversidad de manifestaciones clnicas de la enfermedad.
En relacin con los factores de riesgo, solo el 5% de los encuestados reconoci que vivir en zonas endmicas podra ser un factor de riesgo, y ninguno mencion la presencia de triatominos ni la construccin de casas con materiales precarios como elementos clave en la transmisin del Chagas. Sin embargo, un 95% identific correctamente que el almacenamiento de lea o escombros podra ser un factor de riesgo, lo que sugiere que, aunque hay un buen reconocimiento de ciertos factores ambientales, el conocimiento sobre otros riesgos, como la presencia de triatominos en los hogares, es limitado.
En cuanto a las complicaciones, el 95% identific trastornos digestivos como una posible consecuencia del Chagas, mientras que la cardiopata chagsica fue mencionada por solo el 5%. Los trastornos neurolgicos y las alteraciones musculares y articulares no fueron mencionados, lo que indica una falta de conciencia sobre las complicaciones a largo plazo de la enfermedad.
En resumen, aunque la mayora de los encuestados tiene un conocimiento bsico sobre la transmisin y algunos sntomas de la enfermedad de Chagas, existe una brecha significativa en el conocimiento sobre las otras vas de transmisin, signos menos comunes, factores de riesgo ambientales y complicaciones graves. Esto resalta la necesidad de reforzar la educacin en salud para prevenir la propagacin de la enfermedad y mejorar la identificacin temprana de sus signos.
Tabla 4. Factores de riesgo asociado a infeccin de Leishmania en una parroquia rural del cantn Jipijapa |
||
Leishmania |
||
Conocimiento |
||
Alternativas |
N |
% |
Forma de contagio |
||
Picadura de mosquito flebotomneos |
30 |
100% |
Animales que pueden infectarse |
||
Perros |
22 |
75% |
Gatos |
6 |
20% |
Ratones de monte |
2 |
5% |
Comadreja |
0 |
0% |
Signos y sntomas |
||
Fiebre |
30 |
100% |
Ulcera que tarda en curar |
0 |
0% |
Hinchazn de los ojos |
0 |
0% |
Ronchas en todo el cuerpo |
0 |
0% |
Factores de riesgos |
||
Viajar o vivir en zonas endmicas |
0 |
0% |
Condiciones de hacinamiento |
2 |
5% |
Falta de medidas preventivas |
28 |
95% |
Complicaciones |
||
Ulcera de la nariz |
21 |
70% |
Destruyen los labios |
7 |
25% |
Destruyen el paladar |
2 |
5% |
Fuente: Encuestas de habitantes pertenecientes a una parroquia rural del cantn Jipijapa |
De los resultados presentados en la Tabla 4, se evidencia que un 95% de los encuestados reconoce correctamente la picadura del triatoma como la principal forma de contagio de la enfermedad de Chagas. Este alto porcentaje refleja un buen nivel de conocimiento en cuanto al mecanismo vectorial de transmisin. Sin embargo, persiste un vaco importante en el reconocimiento de otras vas, ya que solo el 5% identifica la transmisin oral a travs de alimentos contaminados, mientras que ningn encuestado menciona la transmisin por transfusin sangunea ni de madre a hijo, lo que sugiere un conocimiento limitado del espectro completo de formas de contagio.
En cuanto a los sntomas, la gran mayora (95%) asocia la enfermedad con fiebre, un signo comn pero inespecfico. Solo el 5% identifica la hinchazn del prpado, un sntoma caracterstico en la fase aguda, mientras que otros signos relevantes como ganglios inflamados, dolor abdominal o manchas en la piel no son reconocidos por ningn participante. Este patrn sugiere una percepcin reducida y poco detallada del cuadro clnico que puede dificultar una deteccin oportuna.
Con respecto a los factores de riesgo ambientales, el 95% de los encuestados identifica correctamente el almacenamiento de lea y escombros como una condicin propicia para la presencia del vector, lo cual denota una conciencia acertada sobre el entorno inmediato. Sin embargo, slo el 5% relaciona la enfermedad con vivir en zonas endmicas, y ningn encuestado menciona la presencia de triatominos ni las viviendas construidas con materiales precarios, lo cual limita la comprensin de los elementos estructurales y geogrficos que facilitan la transmisin.
En lo referente a las complicaciones de la enfermedad, se observa que el 95% reconoce los trastornos digestivos como una consecuencia grave del Chagas, mientras que solo el 5% identifica la cardiopata chagsica, considerada una de las principales secuelas incapacitantes en la fase crnica. No se menciona ninguna otra complicacin, como los trastornos neurolgicos o musculares, lo que evidencia una falta de informacin sobre el impacto multisistmico que puede tener la enfermedad a largo plazo.
En resumen, si bien la poblacin muestra un buen nivel de conocimiento sobre el vector y ciertos sntomas generales, el anlisis revela importantes lagunas en la comprensin de las formas de contagio no vectoriales, sntomas especficos, determinantes estructurales y complicaciones sistmicas de la enfermedad. Esto refuerza la necesidad de fortalecer los procesos de educacin comunitaria con un enfoque integral, que no solo informe sobre el vector, sino tambin sobre los aspectos clnicos, sociales y preventivos asociados a la enfermedad de Chagas.
La prueba de Chi-cuadrado aplicada para comparar el conocimiento de la fiebre como sntoma entre las enfermedades Dengue, Leishmania y Chagas arroj un valor de χ = 7.93 con 2 grados de libertad y un valor de p = 0.0189. Este resultado indica que existen diferencias estadsticamente significativas en el nivel de conocimiento de la fiebre como sntoma entre las tres enfermedades evaluadas. En otras palabras, el reconocimiento de este signo clnico no es homogneo entre las enfermedades, lo que sugiere posibles brechas de informacin o percepcin en la comunidad respecto a las distintas infecciones transmitidas por vectores.
Relaciones de los factores socioculturales y demogrficos con las infecciones identificadas en una parroquia rural del cantn Jipijapa
La comunidad encuestada est compuesta mayoritariamente por adultos entre 40 y 59 aos (45%) y adultos jvenes entre 18 y 39 aos (35%), muchos de ellos jefes de hogar (50%) o cnyuges (35%). Esta distribucin muestra que la muestra representa en buena medida a personas que asumen decisiones en el ncleo familiar, especialmente en temas relacionados con salud y prevencin.
Pese a tratarse de una poblacin funcionalmente activa, se evidencia un bajo nivel educativo formal: el 55% posee nicamente educacin bsica y el 40% ha cursado secundaria, mientras que apenas el 5% ha accedido a estudios superiores. No se reportaron casos con formacin de cuarto nivel, lo que indica una limitacin en el acceso a educacin avanzada.
Desde una perspectiva epidemiolgica, esta baja escolaridad puede estar influyendo negativamente en los niveles de conocimiento tcnico y preventivo sobre enfermedades infecciosas. Por ejemplo, en el caso del dengue, aunque el 60% de los encuestados identifica correctamente la picadura del mosquito como forma principal de contagio, persisten limitaciones en el reconocimiento de factores ambientales de riesgo: solo el 5% menciona vivir en zonas tropicales como un riesgo, a pesar de encontrarse en un rea endmica.
Adems, en el caso de Chagas, aunque el 95% identifica correctamente la picadura del triatoma, hay un desconocimiento total de otras formas relevantes de transmisin, como la transfusin sangunea o la transmisin vertical (madre a hijo), reconocidas por el 0% de los encuestados. Solo el 5% menciona la transmisin oral a travs de alimentos contaminados, lo que indica una visin limitada del panorama epidemiolgico de la enfermedad.
Respecto a los signos y sntomas, aunque el 85% asocia la fiebre con el dengue y el 95% la asocia con Chagas, sntomas importantes como nuseas, dolores musculares, articulares o cansancio extremo tienen un nivel de reconocimiento muy bajo o nulo (≤10%), dificultando la identificacin temprana de casos y la bsqueda oportuna de atencin mdica. En Chagas, signos clnicos relevantes como hinchazn de prpado, dolor abdominal o manchas en la piel son prcticamente desconocidos.
En cuanto a las complicaciones, el 90% reconoce que el dengue puede provocar hemorragias, pero otras consecuencias como la insuficiencia renal solo son reconocidas por el 10%, y lesiones hepticas o cardacas no se mencionan. Para el Chagas, el 95% menciona trastornos digestivos, pero solo el 5% identifica la cardiopata chagsica, una complicacin altamente prevalente, mientras que otras, como los trastornos neurolgicos o musculares, son completamente desconocidas.
Econmicamente, el 95% de los encuestados trabaja de forma independiente, sin respaldo del sector formal, lo que implica inestabilidad laboral, escaso acceso a servicios de salud y una limitada disponibilidad de tiempo para actividades comunitarias de prevencin o control vectorial. Este modelo de subsistencia diaria limita la participacin en programas de vigilancia epidemiolgica y perpeta un ciclo de exposicin, desinformacin y riesgo sanitario continuo.
Las condiciones de vida tambin influyen en los factores ambientales de riesgo: por ejemplo, el 95% reconoce el almacenamiento de lea o escombros como una condicin favorable para el vector del Chagas, pero ninguno menciona la precariedad de la vivienda o la presencia de triatominos, elementos igualmente importantes en la cadena de transmisin.
Finalmente, este bajo nivel de conocimiento integral puede estar asociado no solo al nivel educativo limitado, sino tambin a la ausencia de campaas sostenidas de informacin en zonas rurales, donde la comunicacin de riesgo es escasa y muchas veces no est adaptada al contexto cultural o nivel de comprensin de la poblacin. Las condiciones sociodemogrficas y laborales dificultan, adems, la implementacin de prcticas preventivas sostenidas, como el uso diario de mosquiteros, la eliminacin de criaderos o la participacin activa en campaas de fumigacin y educacin comunitaria.
Discusin
Los resultados evidencian un conocimiento parcial pero centrado en la va vectorial sobre la enfermedad de Chagas en la poblacin encuestada en una parroquia rural del cantn Jipijapa. Un 95% de los participantes identific correctamente la picadura del triatoma como forma principal de contagio, lo que demuestra una fuerte asociacin entre la enfermedad y el vector. No obstante, el desconocimiento sobre otras vas de transmisin, como la transfusin sangunea, la transmisin congnita (madre a hijo) y la transmisin oral a travs de alimentos contaminados, es total o extremadamente bajo (0% y solo un 5% en el caso de los alimentos). Este hallazgo coincide con estudios previos que reportan un conocimiento limitado y fragmentado en comunidades rurales endmicas, donde la identificacin del vector es alta, pero la comprensin de otras formas de contagio sigue siendo baja (Hernndez, 2017).
El reconocimiento de sntomas tambin refleja un patrn similar. La fiebre fue identificada por el 95% de los encuestados como sntoma de la enfermedad, lo que se alinea con lo encontrado por Ramrez-Lpez et al. (2022) en zonas rurales de Ecuador y Colombia, donde la fiebre es el sntoma ms comnmente mencionado. Sin embargo, sntomas ms especficos y clnicamente importantes, como la hinchazn del prpado (5%) o hinchazn de ganglios, dolor abdominal y manchas en la piel (0%), fueron prcticamente desconocidos. Este conocimiento parcial puede dificultar la deteccin temprana de casos y agravar los retrasos en el diagnstico, tal como lo advierten Sanmartino y Crocco (2020) en estudios similares en comunidades rurales argentinas.
En consonancia con lo hallado por Pin et al. (2025), la baja identificacin de complicaciones como la cardiopata chagsica (5%) constituye un hallazgo preocupante. A pesar de que el 95% reconoci los trastornos digestivos como complicacin, la falta de reconocimiento de afectaciones cardacas o neurolgicas reduce la percepcin de gravedad de la enfermedad. Cabrera et al. (2020) destacan que esta falta de conciencia sobre las secuelas crnicas de la enfermedad limita la adopcin de medidas preventivas, y puede aumentar la carga de morbilidad y mortalidad en poblaciones vulnerables.
Aunque no se especificaron en las tablas actuales los datos exactos sobre disposicin a realizarse anlisis o pruebas, los hallazgos anteriores sobre bajo acceso a servicios formales y baja priorizacin de enfermedades endmicas, permiten suponer que la actitud hacia el diagnstico preventivo podra estar limitada. Estudios en Bolivia han mostrado tasas de disposicin superiores al 80%, significativamente mayores que lo observado previamente en esta comunidad. Esta diferencia podra estar estrechamente relacionada con factores educativos, econmicos y de acceso a servicios de salud en contextos rurales como en una parroquia rural del cantn Jipijapa.
La identificacin del almacenamiento de lea o escombros como factor de riesgo fue elevada (95%), reflejando cierta conciencia sobre condiciones ambientales propicias para el vector. Sin embargo, otros elementos crticos, como viviendas construidas con materiales precarios o la presencia de triatominos, no fueron mencionados en absoluto (0%), lo que refleja una visin limitada del riesgo ambiental. Este patrn coincide con lo reportado por Cabrera et al. (2020), quienes destacan que el desconocimiento de los factores estructurales del hbitat del vector compromete la efectividad de las acciones comunitarias.
Estos hallazgos refuerzan la necesidad urgente de implementar programas educativos integrales, que no se limiten a difundir datos generales, sino que promuevan actitudes positivas y prcticas concretas en relacin con la prevencin, el diagnstico y el autocuidado. La literatura cientfica enfatiza que la combinacin de conocimientos adecuados, actitudes favorables y prcticas preventivas sostenidas es fundamental para controlar la transmisin del Chagas y reducir las complicaciones asociadas en poblaciones vulnerables y de difcil acceso.
Conclusiones
La comunidad est compuesta principalmente por adultos en edad productiva, con predominancia de jefes de hogar y cnyuges como encuestados. Sin embargo, el bajo nivel educativo (mayora con educacin bsica o secundaria y ausencia de posgrado) y la alta dependencia del trabajo independiente reflejan condiciones de vulnerabilidad social y econmica, que pueden limitar el acceso a servicios de salud y la participacin en actividades preventivas. Los encuestados presentan un conocimiento bsico sobre las formas de transmisin de enfermedades como dengue, Chagas y leishmaniasis, identificando principalmente la va vectorial (picadura de insectos). Sin embargo, existe un desconocimiento significativo de otras formas de contagio y de los factores ambientales y sociales que favorecen la propagacin de estas enfermedades.
Aunque la fiebre es reconocida como sntoma principal en las tres enfermedades, otros signos y complicaciones graves son poco identificados. Esto puede retrasar la bsqueda de atencin mdica y dificultar el diagnstico temprano, incrementando el riesgo de complicaciones y secuelas. Pese a vivir en una zona endmica, la poblacin subestima factores de riesgo clave como el agua estancada, el hacinamiento o la exposicin laboral al monte. La falta de interiorizacin de estos riesgos limita la adopcin de medidas efectivas de prevencin y control vectorial.
Las condiciones demogrficas y socioculturales, sumadas al bajo nivel educativo y la inestabilidad econmica, dificultan la implementacin de estrategias de prevencin y promocin de la salud. Es fundamental fortalecer la educacin sanitaria, adaptar las campaas a la realidad local y promover la participacin comunitaria para mejorar el control de enfermedades infecciosas en este contexto rural.
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